La salud mental en los futbolistas profesionales

Ansiedad, estrés, depresión, angustia

Entre los futbolistas los problemas de salud mental son frecuentes, y pueden detonarse por la enorme presión ante las expectativas que de ellos tienen los hinchas, la prensa o el entrenador, además del miedo a decepcionar a sus compañeros o a no cumplir las metas individuales o grupales.

Arthur Brauss en una escena de El miedo del portero ante el penalti (1972), de Wim Wenders.

El 10 de noviembre de 2009 Robert Enke le dijo a su esposa Teresa que se iba a entrenar con su equipo. El Hannover 96 ese día no entrenaba. Hace trece años el alemán Robert Enke se dirigió hacia la estación de trenes más cercana, en la capital de Baja Sajonia, y se arrojó a las vías del ferrocarril, en donde fue arrollado por uno de ellos. Tomó así la decisión de quitarse la vida a causa de una larga lucha contra la depresión. Lo más llamativo fue que, en ese entonces, Robert era el elegido por Joachim Low —director técnico— para ser el arquero de la selección alemana en el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010.

Enke nunca pudo superar el fallecimiento de su hija Lara, de dos años, en 2006. El futbolista se encontraba tumbado a su lado cuando el corazón de la pequeña falló. Tras el fallecimiento del arquero el Hannover 96, la Federación Alemana de fútbol y la Liga de Fútbol Alemana crearon la Fundación Robert Enke, la cual lleva a cabo proyectos para ayudar a personas que sufren problemas en su salud mental, y también para apoyar a niños con problemas en el corazón.

Según un estudio realizado por la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro), la depresión afecta a más de 260 millones de personas en todo el mundo, y la mitad de los problemas de salud mental aparecen alrededor de los catorce años. En este mismo estudio se señala que el suicido es la cuarta causa de muerte de los jóvenes entre los quince y los veintinueve años. El 23% de los jugadores en activo sufre trastornos del sueño, mientras que 9% ha comunicado que padece depresión y otro 7% sufre ansiedad. Estas cifras aumentan entre los futbolistas retirados: 28% tiene problemas para dormir, y la depresión y la ansiedad afectan respectivamente a 13 y 11%, según datos de la FIFPro.

Paula Flores, psicóloga deportiva en la ciudad de Rosario, Argentina, define su perspectiva:

Si la problemática es estrictamente clínica, por ejemplo, un cuadro de TGA (Trastorno de Ansiedad Generalizada), y nosotros trabajamos sólo lo deportivo, hay dos caminos posibles: o bien se le da otro encuadre a la terapia y se trabaja desde otro lugar (si es que el profesional está formado también en una clínica) o si no se deriva a un profesional que aborde más aún la cuestión clínica. Siempre dependerá el caso por caso y el criterio del profesional tratante.

La FIFA presentó una campaña para sensibilizar sobre los síntomas de los problemas de salud mental en donde colaborarán futbolistas en activo y retirados para dar un mensaje sobre la importancia de detectar los trastornos mentales y cómo afectan a la población en general. La campaña lleva el nombre de #ReachOut.

Gianni Infantino, presidente de la FIFA, declaró que la campaña

Es muy importante para sensibilizar sobre los problemas de la salud mental y fomentar un debate que puede salvar vidas. En la Visión 2020–2023 de la FIFA nos comprometemos a cambiar positivamente la sociedad a través del fútbol, y quiero dar las gracias a los jugadores y a la señora Enke por su contribución a esta importante campaña.

El presidente de la FIFA agradeció el testimonio de Teresa Enke, quien compartió el dolor que siente con el suicidio de un ser querido y habla de su trabajo en la Fundación Robert Enke. Infantino animó a la gente a comunicar estos problemas, también se enorgulleció de la FIFA por poner en marcha la campaña #ReachOut con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés).

En octubre de 2016 la FIFPro publicó un informe dirigido por el exfutbolista francés y actual doctor en Medicina Vincent Gouttebarge, que concluía que al menos tres de los veinticinco futbolistas de una plantilla podrían sufrir angustia, ansiedad o depresión. Según explicó Gouttebarge al medio argentino Infobae, una dolencia psíquica es complicada de identificar tanto para un médico como para el propio paciente, que muchas veces se siente mal, pero no sabe por qué. Según Gouttebarge cuando las personas tienen una lesión física es fácil señalar el origen del dolor, pero con la salud mental es distinto, al estar relacionado con el estado de ánimo, los sentimientos o los pensamientos del paciente es muy difícil detectarlo; como médico, solamente se puede confiar en la información que alguien te da para elaborar un diagnóstico.

La salud mental en el fútbol argentino

Un caso relevante de estos últimos años es el de Santiago “Morro” García”, el delantero uruguayo que se suicidó a los treinta años; se disparó con un arma de fuego calibre 22 sobre su parietal derecho.

El “Morro” se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico por un cuadro de depresión, estaba en pleno conflicto con Godoy Cruz —un equipo argentino de la provincia de Mendoza—. Claudia Correa, su madre, apuntó contra la dirigencia del club mendocino: “A la dirigencia se le ocurrió pedir el otro 50% del pase a su representante. Esto le imposibilitó irse y eso lo detonó”. Además, la madre añadió para una entrevista en TyC Sports: “Lo iban a hacer correr por el pasto durante seis meses y eso es lapidario para la emoción, la estima y el deporte. Mi hijo se murió por un negocio, hay gente que vive para hacer dinero con las habilidades de otras personas”.

Por otra parte, el club emitió un comunicado en el que se desligaba totalmente de la trágica decisión del delantero: “Fue motivada por problemas personales que arrastraba desde hace tiempo, totalmente ajenos a la relación con esta institución”.

“Lo iban a hacer correr por el pasto durante seis meses y eso es lapidario para la emoción, la estima y el deporte. Mi hijo se murió por un negocio, hay gente que vive para hacer dinero con las habilidades de otras personas”.

La mañana del 4 de abril de 2000 Ivana Saric halló ahorcado a Mirko Saric, su hijo, en una de las habitaciones de la planta alta de la casa de Fabre 1241, en el barrio de Flores, Buenos Aires. Mirko, desde los nueve años que se encontraba ligado al Club Atlético San Lorenzo de Almagro, había hecho todo el recorrido de categorías inferiores y debutó en la Primera División el 22 de diciembre de 1996 contra Unión, equipo de la provincia de Santa Fe. Sin embargo, su explosión llegó en 1999, con Oscar Ruggeri, exjugador de la selección argentina, en el banco de suplentes, como director técnico, lo que lo situó en los ojos de los mejores equipos del mundo. El Real Madrid ofreció 10 millones de dólares para adquirir su pase, aunque el presidente de San Lorenzo en aquel entonces, Fernando Miele, pidió que la oferta se estirase a 13 y la operación no se llevó a cabo.

El 19 de diciembre de 1999, en un partido en reserva contra el Club Atlético River Plate, Saric se rompió los ligamentos cruzados de la pierna derecha y allí comenzó su debacle psicológica. Eso, sumado a algunas cuestiones económicas y amorosas lo hicieron entrar en una profunda depresión. En su momento Mirko decidió acudir a su director técnico, Oscar Ruggeri, para contarle sobre la situación. Con respecto a esta conversación el DT contó para Fox Sport:

Un día me golpea la puerta y me dice: ‘¿Puedo hablar con vos? No le encuentro sentido a la vida’. Así, de la nada”. Yo le dije: ‘Tenés a tu papá, tu mamá, tus hermanos, tus amigos, los pibes del plantel te quieren, firmaste contrato, jugás al fútbol, que es lo que querés’. ‘No pasa por ahí’, me respondió Mirko.

El suicidio de Mirko Saric no fue ni el primero ni el último en el futbol argentino y quedó demostrada la poca importancia que le dan los clubes a la salud mental de los jugadores, y también lo poco capacitado que están los directores técnicos para actuar en estas situaciones.

La psicóloga Paula Flores explica: “Desde mi experiencia y formación, la predisposición del deportista es distinta si llega a una consulta particular —a tu consultorio privado— a que si llega al consultorio de su club”, y añade:

En líneas generales, si los deportistas llegan de manera voluntaria —es decir, sin que el entrenador les haya pedido o sugerido— a consulta ya sea porque les está sucediendo algo o quieren mejorar su rendimiento, siempre se expresan libremente. Luego, algunos lo hacen de forma más abierta que otros, eso ya tiene que ver más con el tipo de persona que sea que con si es deportista o no. A veces estas personas llegan a consultar, a ponerle palabras a lo que están sintiendo o atravesando en ese momento.

El estrés del futbolista profesional

Aunque se dice que el dinero no da la felicidad, es difícil discrepar de Groucho Marx cuando dice que el secreto para hallarla está en los pequeños detalles: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna… Por lo tanto, resulta complicado creer que una persona que vive de jugar al fútbol, que gana grandes cantidades de dinero por año y a la que muchos consideran un héroe pueda sufrir depresión o ansiedad. Sin embargo, la realidad muestra que el porcentaje de futbolistas que lidia con problemas de salud mental es igual o superior al de la media de la población, que se sitúa en 25 por ciento

En todos ellos hay factores comunes: la predisposición biológica, vivir en un entorno marginal o de pobreza extrema, la pérdida de un hijo. El fútbol, además, tiene sus propios disparadores. Sin embargo, la psicóloga Flores no cree que haya una principal patología en futbolistas, pero sí que hay una edad bisagra en la que afloran mucho más sus sentimientos, y es en la adolescencia cuando aparecen la frustración y la tristeza, y surgen dudas, como seguir estudiando o jugar al fútbol.

Llamamos a una reflexión general, por parte de todo el ámbito del fútbol profesional, tanto dirigentes, cuerpos técnicos y hasta los mismos jugadores. No hay duda de que debe darse muchísima más importancia a la salud mental en los futbolistas

Hace algunos años Ricard Pruna, doctor de los Servicios Médicos del FC Barcelona en el Centro de Excelencia que la FIFA tiene en aquella ciudad, y Khatija Bahdur, de la Universidad de Zululand, en Sudáfrica, publicaron un estudio en el Journal of Novel Physiotherapies, en el que señalan los factores estresantes presentes en el fútbol: en los casos de los jugadores de clubes grandes cada partido implica estar expuesto a una enorme presión asociada a las expectativas que de él tienen los hinchas, la prensa o el entrenador, además del miedo a decepcionar a sus compañeros o a no cumplir las metas individuales o grupales.

Es evidente que la salud mental no se trata de la forma correspondiente en los clubes profesionales de fútbol, esto se refleja en los numerosos casos que surgen año tras año de jugadores que toman decisiones drásticas. Incluso, en el transcurso de la composición de este texto surgieron dos nuevos casos de suicidios de futbolistas argentinos.

Es por esto que llamamos a una reflexión general, por parte de todo el ámbito del fútbol profesional, tanto dirigentes, cuerpos técnicos y hasta los mismos jugadores. No hay duda de que debe darse muchísima más importancia a la salud mental en los futbolistas para reducir lo máximo posible los casos de suicidios que surgen año tras año. ®

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Publicado en: Apuntes y crónicas

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