En pleno siglo XXI la gente sigue tratando la cuestión de la salud mental como un tabú. Se sigue estigmatizando a las personas diagnosticadas con un trastorno mental, y seguimos ocultando cualquier síntoma de malestar psicológico
Todas las personas somos distintas. Actuamos de manera distinta, vivimos en diferentes contextos, con diferentes experiencias que moldean nuestra manera de ser y nuestro modo de ver las cosas. Aunque hay algo que los humanos solemos tener en común: nuestra necesidad de adelantarnos a los acontecimientos y predecir lo que nos va a pasar para, así, conseguir una estabilidad que nos permita permanecer tranquilos en nuestras vidas. Cuando un acontecimiento que no teníamos previsto ocurre y nos quita esa estabilidad es necesario hacer frente a la situación, y aquí es cuando se vuelven a mostrar las diferencias individuales, ya que no todos tenemos la capacidad para hacerle frente a los problemas diarios de la vida cotidiana. Por esto es tan importante hablar de salud mental.
En pleno siglo XXI la gente sigue tratando la cuestión de la salud mental como un tabú. Se sigue estigmatizando a las personas diagnosticadas con un trastorno mental, y seguimos ocultando cualquier síntoma de malestar psicológico, pues suele ser considerado signo de debilidad. Esto debe cambiar. Una cobertura universal de salud debe incluir también la salud mental.
La salud mental no es cosa de unos pocos, es cosa de todos. Las Naciones Unidas ya han empezado a desarrollar programas para promover el desarrollo de los servicios de salud mental, como el lanzamiento de la estrategia de salud mental y bienestar en el lugar de trabajo, y entre todos debemos luchar contra los estigmas y por el derecho al tratamiento.
La opinión de los profesionales, de los que verdaderamente saben acerca del tema es sumamente importante. La licenciada en psicología clínica y de la salud Paola Lavin nos cuenta en primer lugar qué es la salud mental, qué son los trastornos mentales y cuales son los trastornos más comunes y su explicación.
“La salud mental es mucho más que la ausencia de un trastorno mental (que es lo que comúnmente se cree)”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar por medio del cual los individuos reconocen sus habilidades, son capaces de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.
Existe una gran variedad de trastornos mentales, cada uno de ellos con manifestaciones distintas. En general se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás, según detalla la OMS.
Algo característico de los trastornos mentales es que afectan la vida de las personas de manera clínicamente significativa.
A continuación la doctora Lavín explica algunos de los trastornos más frecuentes.
Tipos de trastornos mentales
“Los trastornos depresivos se caracterizan por la presencia de un estado de ánimo triste, vacío o irritable acompañado de síntomas físicos y mentales que afectan de manera significativa la capacidad funcional de la persona”.
“Los trastornos de ansiedad son los que comparten características de miedo y ansiedad excesivos. Éstos se diferencian de la ansiedad normal (adaptativa) por ser frecuentes, intensos y duraderos”.
“Los trastornos de la conducta alimentaria son padecimientos graves y que pueden ser mortales. Éstos se asocian con alteraciones graves en la conducta alimentaria de la persona, en sus pensamientos y emociones relacionadas”.
“El trastorno bipolar y relacionados son complejos. Éstos presentan una gran variedad de síntomas: episodios de manía, episodios de hipomanía, episodios depresivos. Cada episodio puede durar días, hasta varias semanas”.
Éstos son algunos de los trastornos más comunes que existen. En relación con los tipos de trastornos, la doctora Lavín no deja pasar la oportunidad de mencionar que muchas veces le han preguntado quiénes tienen salud mental. Debido a tantas preguntas realizó una encuesta a través de instagram en la que hacía esa misma pregunta: ¿Quiénes tienen salud mental? En las opciones de respuesta estaban: a) quienes no tienen un trastorno mental; b) quienes tienen muy buena salud; c) todos tenemos, y d) quienes van a terapia.
No todo el mundo experimenta una enfermedad mental, pero todo el mundo tendrá periodos en los que luche con su bienestar mental al igual que tenemos problemas de salud física de vez en cuando.
Las respuestas de la audiencia fueron variadas pero arrojaron un resultado, y es que muy pocos saben realmente quiénes tienen salud mental.
La respuesta correcta era la c, todos tenemos salud mental, al igual que todos tenemos salud física. No todo el mundo experimenta una enfermedad mental, pero todo el mundo tendrá periodos en los que luche con su bienestar mental al igual que tenemos problemas de salud física de vez en cuando.
Pautas que pueden ser útiles a la hora de ayudar a alguna persona que padezca un trastorno mental
La doctora Lavín detalla algunas pautas que deben tenerse en cuenta.
“Infórmate sobre el tipo de trastorno depresivo que padece la persona —hay muchos—. Deja que te hable sobre sus experiencias mientras escuchas de manera atenta. Anímalo a que hable de sus emociones. Apóyalo a sobrellevar los pensamientos negativos, recuérdale de todos sus momentos positivos. Evita minimizar su experiencia o compararte. Comunícale a la persona que quieres ayudarlo, sé directo pero amable y empático. Hazle saber que está bien vivir las emociones: llorar, gritar, sentirnos de cualquier manera y por último pregúntale cómo puedes apoyarlo”.
Con respecto a los trastornos de ansiedad: “Infórmate sobre el tipo de trastorno de ansiedad que padece la persona. Escucha con empatía y sin juicios. No intentes ‘arreglar’ a la persona, no está rota. Recuérdale que puede sentir ansiedad cuando está contigo y que eso está bien. Entiende que la ansiedad se manifiesta diferente en cada persona, por eso la importancia de preguntar. Sé consciente del impacto que tu ayuda puede tener. Si quieren compañía, que sepan que pueden contar contigo”.
El trastorno de conducta alimentaria es uno de los más frágiles, por esto hay que ser cautelosos a la hora de abordar el tema teniendo en cuenta algunos consejos: “Infórmate sobre el tipo de trastorno de la conducta alimentaria que padece la persona. En caso de que sospeches, infórmate sobre las señales. No tengas miedo de abordar el tema con la persona, de manera empática y con mucho criterio. Hazle saber que te preocupa y que te gustaría ayudar. Es esperado que haya resistencia o negación, sé paciente. Pregúntale a la persona si hay alguna razón en su vida por la cual le gustaría mejorar. Evita dar ultimatums, comentar sobre su apariencia, juzgar y darle consejos o soluciones simples. Anima a que la persona busque ayuda, podrías acompañarlo o facilitarle el número telefónico de profesionales”.
El trastorno bipolar se puede abarcar siguiendo también estos consejos: “Infórmate sobre el tipo de trastorno bipolar que padece la persona —hay varios—. Anima a la persona a que busque apoyo profesional de manera empática y sin juicios. Sé empático, enfatiza que la persona no es una carga para ti y que quieres que se sienta mejor. Sé paciente, la mejoría requiere de tiempo. Recuérdale a la persona que un trastorno no es “culpa” de ella o de nadie. Acompáñalo a hacer actividades saludables que reduzcan su estrés. Recuérdale que siempre estarás para ella. Comunícate de manera asertiva y honesta, y por último acepta tus propias limitaciones”.
La doctora Lavín finalizó haciendo hincapié en la importancia de cuidar nuestra salud mental ya que es la base de todas nuestras acciones; nos dejó algunos tips a continuación en la siguiente imagen:
En primera persona
Marianela Grassini tiene 52 años y hace quince le diagnosticaron bipolaridad. Ella cuenta brevemente un poco de su historia.
“Tenía treinta años cuando caí en cama con depresión. Yo era consciente de mi estado de abandono, mi marido me bañaba, me daba de comer, me cambiaba. Hacía todo”. Poco a poco comenzó a recuperarse, fueron meses en cama hasta que fue recuperando las ganas de vivir. “Cuando pude volver a hacer las cosas por mí misma, volver a salir a hacer las compras fue toda una odisea. La gente ya no me miraba igual, no me trataba igual. Yo podía sentir la lástima y el despecho que había en sus caras. Venían a preguntarme: ¿qué te pasó? Y no hay respuesta fácil a esa pregunta porque no todo el mundo lo entiende. Lo más complejo de convivir con trastorno bipolar es todo el camino, hasta poder lograr una estabilidad con la que estés conforme. Si bien saber lo que te pasa y por qué genera un alivio muy grande, cuando se siguen teniendo episodios, éstos se sufren igual. Pasar por una depresión es agotador y se siente como si fuera a durar para siempre, aunque seas consciente de que esto no va a ser así. A esto le podríamos sumar el estigma, que en carne propia lo he vivido mucho porque a mí también me costó aceptar la enfermedad, pero pude lograrlo, y a muchísimas personas que viven con esto les resulta un peso enorme que nunca pueden superar por la cantidad de estigmas que existen. Que haya gente que no pueda contarlo a su familia, amigos o en el trabajo me parece terrible”.
Historias como las de Marianela hay muchas, porque la salud mental es un asunto de todos y es muy importante entenderla como tal, ya que de esta manera vamos a poder construir una sociedad en la cual podamos aceptar las limitaciones de los demás y también las nuestras de una forma sana y libre de tantos prejuicios. ®
PODCAST sobre la salud mental.