Si algo es posible rescatar de la trágica muerte de Pilar Donoso y la desafortunada recepción que tuvo su libro es que se ha puesto en el centro de los reflectores la literatura del que fuera probablemente el miembro más olvidado y menos leído del Boom.
La noticia del suicidio de Pilar Donoso, hija adoptiva del novelista chileno José Donoso, ha desatado polémica en diversos medios impresos y electrónicos que califican de “siniestras” las circunstancias de su muerte (coincidentemente, Donoso dejó inconcluso un proyecto de novela en la que la hija de un escritor finado no soporta el haber leído sus diarios y se quita la vida). Pilar publicó Correr el tupido velo en 2010, libro donde comparte fragmentos de los diarios que llevaban sus padres como mero aderezo —en mi opinión— de sus propias memorias de infancia y juventud. Correr el tupido velo es un libro sobre Pilar Donoso, sobre su angustia y su aislamiento y también sobre el inmenso amor hacia su padre. Para mí está claro que el velo que intentó correr Pilar en su libro era aquel que la cubría y asfixiaba a ella, no a él. Sin embargo, como era de esperarse, tristemente el libro causó conmoción por los motivos más torcidos y amarillistas: algunos de los fragmentos del diario de Donoso ahí reproducidos revelan su jamás asumida homosexualidad; dos o tres líneas fueron suficientes para anular por completo el resto de un libro hermoso y profundamente conmovedor.La “confirmación” de la homosexualidad de José Donoso fue un festín para los medios; críticos y académicos por igual confirmaron a su vez que Donoso hizo bien en guardar su intimidad para sí. De inmediato se propuso la relectura de sus obras desde una perspectiva homosexual, principalmente aquellas dos que más se prestaban para ello: El lugar sin límites y El obsceno pájaro de la noche. De un momento a otro José Donoso dejó de ser un escritor latinoamericano para convertirse en un escritor de literatura gay. En lo personal, nunca he podido deslindar a los autores de sus obras, soy de esos malos hijos de la licenciatura en Letras que se niegan a ser lectores estructuralistas. Mi acercamiento a cualquier obra literaria siempre ha tomado en cuenta su contexto general y sus condiciones particulares, porque para mí la literatura no puede separarse de la tradición en la que está inserta. Sin embargo, una obra literaria dialoga con todas las obras que le precedieron, y también con las futuras; dialoga con la Historia Universal, así con mayúsculas, y también con la historia particular de su autor, con sus lecturas, sus experiencias y sus angustias, no solamente con sus inclinaciones sexuales. La clasificación de la literatura por género o preferencias sexuales siempre será una mutilación lamentable.
Si algo es posible rescatar de la trágica muerte de Pilar Donoso y la desafortunada recepción que tuvo su libro es que se ha puesto en el centro de los reflectores la literatura del que fuera probablemente el miembro más olvidado y menos leído del Boom. José Donoso es autor de una de las novelas más grandes de la literatura latinoamericana, y aunque sea por los motivos más equivocados su relectura y el renovado interés de los lectores por El obsceno pájaro de la noche debe ser motivo de celebración.
Si acaso a alguien le interesa la obra más allá de las preferencias sexuales de su autor o de la trágica muerte de su hija, les diré que fue publicada en 1970 y que, a pesar de ser considerada parte del Boom latinoamericano, más allá de la fecha de publicación, es difícil identificarla con el resto de la literatura de esa corriente.
Si acaso a alguien le interesa la obra más allá de las preferencias sexuales de su autor o de la trágica muerte de su hija, les diré que fue publicada en 1970 y que, a pesar de ser considerada parte del Boom latinoamericano, más allá de la fecha de publicación, es difícil identificarla con el resto de la literatura de esa corriente. La novela de Donoso no presenta elemento alguno que la vincule con el realismo mágico que se halla presente en mayor o menor medida en el resto de la narrativa perteneciente al Boom. Asimismo, la temática de la obra dista mucho de perseguir una representación épica de los pueblos latinoamericanos a la manera acostumbrada por novelistas como Fuentes o García Márquez. La familia de Donoso proviene de la burguesía chilena y él se crió inmerso en el discurso de una clase social ambigua que tuvo que luchar arduamente para mantener sus privilegios económicos. Esa será la primera de las obsesiones que se verá desarrollada en la obra de Donoso y es esa América Latina la que retratará en sus páginas: la de los remedos de burgueses europeos, víctimas de La Belle Époque pero aferrados aún al feudalismo, caciques en trajes de lino cuyas vidas discurren entre el carnaval y la política.
El obsceno pájaro de la noche representa un reto para el lector debido a su intrincada trama que podría ser calificada de caleidoscópica. Consiste en la narración de un sirviente, el Mudito, que ha vivido toda su vida encerrado entre las paredes a punto de derrumbarse de lo que antes fuera una opulenta casa, escenario donde se desarrolla la novela casi en su totalidad. Es probablemente debido a ello que en Conjeturas sobre la memoria de mi tribu Donoso afirma que las experiencias de las que se sirve para narrar son principalmente domésticas, jamás épicas como en el caso de la mayoría de sus contemporáneos. El universo narrativo de Donoso, más allá de retratar la vida cotidiana de una burguesía decadente, la delata. A través de lo que parecieran inocentes descripciones de las familias burguesas que protagonizan sus relatos, Donoso realiza duras críticas a la sociedad chilena que ha encontrado un refugio en el fingir y en las apariencias. El fuerte sentimiento de desarraigo que provoca crecer en un ambiente social que en América Latina jamás termina de afianzarse, pero mantiene pese a todo una pretendida estabilidad, es el causante de otra de las obsesiones que Donoso plasmará en El obsceno pájaro de la noche y en gran parte del resto de su obra: la identidad y la máscara; es por ello que la mayoría de los acercamientos a la narrativa de Donoso tienden a partir de ciertas dualidades recurrentes dentro de su obra: lo bello y lo grotesco, la opulencia y la miseria, el poder y la servidumbre, lo apolíneo y lo dionisiaco.
El ocultamiento detrás de la máscara ante la imposibilidad de asir una identidad, ya sea del individuo o de todo un grupo social, así como la decadencia de la sociedad burguesa, chilena o prototípicamente latinoamericana, se convirtieron en los temas de Donoso por excelencia, y fue en El obsceno pájaro de la noche donde alcanzaron su máximo y más complejo desarrollo. Esto la convierte en una novela perturbadora, su estructura podría bien calificarse de monstruosa debido a la falta de armonía y simetría que la dejan en manos del caos. El obsceno pájaro de la noche es una novela regida por el caos de las voces, los disfraces y los simulacros que se convierte en la crónica de la obsesión y el delirio llevados hasta las últimas consecuencias. Y sí, es también el reflejo de un alma insondable, llena de secretos, entre los cuales la homosexualidad es probablemente el menos oscuro y relevante. ®