Paul McCartney ha tratado de equilibrar el romanticismo en sus composiciones: no sólo hablar de lo bello, sino también de lo que muchas veces es amargura y nostalgia.
Hay personas que quieren llenar al mundo de tontas canciones de amor. Pero esto no quiere decir que todo sea un mar de felicidad.
Paul McCartney ha tratado de equilibrar el romanticismo en sus composiciones: no sólo hablar de lo bello, sino también de lo que muchas veces es amargura y nostalgia. De creer y anhelar el ayer con “Yesterday” hasta el confiar en que, si quieres tener una mejor vida, necesitas estar con tu amada “Here, There and Everywhere”.
Amor, familia y hogar, así definió Macca su primer álbum como solista: McCartney. A lo largo de su vida se ha regido por esos tres términos para componer su música —y hasta su vida misma—. Probablemente no hay otro músico que tenga como concepto rector al amor para escribir sus composiciones y todo lo que se genera en torno a ello. Como dije, Paul lo ha sabido expresar y dárnoslo a entender en 180 segundos o un poco más. No hay una definición exacta, pero McCartney ofrece varias vías para llegar al significado que cada uno de nosotros le queramos dar.
Incluso hizo una canción titulada “Silly Love Songs” para burlarse de ello —y de John Lennon—, en la que canta sobre lo que se piensa de que el mundo ya tuvo suficiente de esas tontas canciones de amor, pero que él mira alrededor y eso no se ve muy cierto. Bueno, Paul lo cantó en 1976, ahora parece que las personas sí se han hartado de las tontas canciones de amor.
Paul ha evolucionado y narra al amor de acuerdo con cada generación que lo escucha. Hace cincuenta años era algo épico dedicarle a alguien “Maybe I’m Amazed”; ahora con la música que se crea en la actualidad, con el hecho de que la melodía sea pegajosa es suficiente para el oído. No es por demeritar lo hecho por McCartney en los últimos años, pero no es casualidad que su último gran éxito popular haya sido “Fuh You” y por lo que muchas personas la guardan en su lista de favoritos de Spotify, en lugar de “Confidante”, que también está en el álbum Egypt Station.
Inexplicablemente, McCartney lo hace parecer sencillo. Sentarse al piano o tomar su guitarra y comenzar a componer “Anyway” o despertarse en la mañana y recordar lo que había soñado, como en “Yesterday”.
Hay decenas de canciones que sir Paul ha escrito en nombre del amor, canciones que crees que han sido escritas y pensadas para ti. Eso es lo que tiene Macca, la concepción y la agudeza para poder concebir sus composiciones va más allá de sus propias vivencias experimentadas a lo largo de sus 78 años. Inexplicablemente, McCartney lo hace parecer sencillo. Sentarse al piano o tomar su guitarra y comenzar a componer “Anyway” o despertarse en la mañana y recordar lo que había soñado, como en “Yesterday”.
Lo hermoso de la música de Paul McCartney es que se adapta a cada momento de la vida, a tus momentos de gloria y a tus instantes más amargos. Existe cierto alivio al escucharlo, porque sabes que te entiende y que por ello escribió esa canción especialmente para ti.
No son tontas canciones de amor, es la épica que percibes al poner el vinil de RAM en el tocadiscos, al insertar el CD de Driving Rain en tu casa o al darle play al McCartney III en Spotify. Siempre encontrarás consuelo. Siempre te sentirás identificado. Siempre podrás llorar o bailar de felicidad.
La vida es un camino largo y sinuoso, pero si al fondo están corriendo las tontas canciones de amor de Paul, todo estará bien. ®