Leer a Franzen

Primeros días en la FIL 2012

Arrancó la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2012, algunos de los temas que tuvieron resonancia en los primeros días fueron el soso homenaje a Carlos Fuentes, la presencia de Jonathan Franzen y, por supuesto, los plagios de Bryce Echenique.

Jonathan Franzen

Ya nadie se acuerda de Bryce. Un puñado de estudiantes de la Liga Universitaria en Defensa de la Literatura visten camisetas con frases como “En un lugar de La Mancha” y “Fue sin querer queriendo” firmadas por el peruano. La inauguración se convierte en un reiterativo homenaje al desaparecido Carlos Fuentes en un país que siempre tiene alguien a quien rendirle culto. Padilla dice “mapache” en vez de “mapuche” en su discurso inaugural —la primera pifia—, aunque corrige de inmediato, y Consuelo Sáizar equivoca el apellido del casi invisible rector Guardado al que hace pasar por Guajardo (risas del público).

Jonathan Franzen es el nombre del “nuevo gigante” de las letras. Obama lo lee y todos lo citan —y citan que Obama lo lee. Ya encargué un ejemplar de Libertad para ver de qué me estoy perdiendo. Fue esa novela, precisamente, la que me sugirió que leyera un joven escritor izquierdista antes de seguir discutiendo sobre democracia, autoritarismo e intolerancia el pasado julio, a propósito de la contienda en la que López Obrador perdió por más de tres millones de votos. Si entendí la ecuación: ¿leer a Franzen me haría comprender cómo es posible comprar votos con pollitos y tarjetas de lealtad? Confieso que mi vehemente amigo despertó mi curiosidad por ese escritor de moda.

Empiezan desde temprano las presentaciones de libros de las más distintas calidades y los temas más disímiles. De entre los pocos que creo que valen la pena esta mañana sabatina está Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales. Prácticas emergentes en las artes, las editoriales y la música, un volumen colectivo coordinado por los académicos Néstor García Canclini, Francisco Cruces y Maritza Urteaga, publicado por Ariel y la Fundación Telefónica. En la presentación García Canclini habla de esta investigación en España y México sobre las relaciones entre estética, estrategias creativas y redes culturales de los jóvenes. Los cambios vertiginosos propiciados por la tecnología y su relación con el arte y otras actividades hizo que García Canclini revisara conceptos como el de “campo cultural”, de Bourdieu. Dice que “en cierto periodo fue bastante útil porque daba cuenta de cómo estaban organizados el campo editorial, el musical, el literario, el artístico… pero nos dimos cuenta de que estaban sucediendo muchos procesos transversales. Que los jóvenes no se califican en una sola disciplina, o en un solo campo, sino que circulan entre ellos. Los fusionan, los rompen, buscan otras maneras de producir”. Al final de la charla la compañía telefónica española obsequia decenas de ejemplares a los asistentes. Me pregunto por qué entre los 150 jóvenes que llenaron la sala no estaban los de aquella misteriosa Liga de Defensa de la Literatura… ®

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Publicado en: FIL, Noviembre 2012

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