Lucrecia, la mujer de ocho ojos, es un largometraje interdisciplinario, experimental, dramático y surrealista dirigido por Andalucía, coreógrafa, bailarina y música, que trata sobre la madre y el complejo imaginario que acarrea.
Según el machismo, un padre ausente es algo común en la sociedad, pero ¿cómo se explica que sea una madre, la que se supone es la encargada de la crianza, la que se haya alejado ya fuera por suicidio, homicidio o abandono? La maternidad: ese universo complejo, inabarcable y fecundo en historias luminosas y oscuras es la premisa de Lucrecia, la mujer de ocho ojos, es un largometraje interdisciplinario, experimental, dramático y surrealista.
Una veinteañera llamada Melindae, sus hermanos y otros personajes peculiares permanecen encerrados en una sórdida casa recordando a su madre, conjeturando y atormentándose por su desaparición, acompañados de imágenes callejeras, danzas y diálogos sombríos entre ellos y un equipo técnico que entra y sale a cuadro.
Andalucía, una joven artista nacida en la Ciudad de México, actriz de cortometrajes como 5.03 am —que aborda el abuso sexual y fue nominado al Ariel en 2020— y egresada del Centro Universitario del Teatro (CUT), se aventuró a escribir este guión en noviembre de 2019, grabado con su compañía Fauna Descalza. Enfrentándose a la titulación académica y los incipientes pasos profesionales justo en los albores del confinamiento pandémico, presentaron finalmente este proyecto como parte del Programa de Incubadoras de Grupos Teatrales coordinado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde el otoño de 2021 hasta la fecha, diversas obras han podido apreciarse vía streaming o en funciones especiales.
Para fundamentar la trama Andalucía realizó una investigación en la mitología griega con personajes como Medea o Clitemnestra, madre de Electra y Orestes,aderezada con otros iconos locales como la Virgen de Guadalupe, la diosa Coatlicuey obras como Casa de muñecas, de Henrik Ibsen, en la que una mujer de clase alta abandona a su familia por aburrimiento.
—¿Cómo fue esta investigación para Lucrecia?
—Las que tomamos no fueron la figura de la madre sino el modelo, el edípico con Yocasta, la fascinación y la idealización de alguien que ni conociste. Clitemnestra es por la rivalidad, el odio y la rabia, y Medea como la hermana que quiere suplir el puesto de la madre porque ella misma los mata.Fue también analizar diferentes mamás de cercanos, no todo está basado en mí; cubrí la perspectiva desde muchas aristas, de hombres hablando de ellas, entrevisté a mis amigos o gente en la calle, vi muchas películas como Mommy de Xavier Dolan, ¡Madre! de Darren Aronofsky, El ángel exterminador de Luis Buñuel. La decisión de que entrara nuestro crew a cuadro es por una representación de un personaje externo a lo que está ocurriendo de manera deliberada, a veces el lenguaje es completamente cinematográfico y otras no; es difícil de catalogar entre obra de teatro y película.
—¿Querías que tu obra tratara específicamente el tema de la maternidad?
—Le dije a mi equipo que hiciéramos tres puntos de vista sobre los griegos y su relación con las madres. Venía de la ocurrencia de un funeral sin cuerpo con toda una investigación personal de muchas cosas del feminismo. También desde muy joven me ha llamado la atención la violencia y entender cómo se desarrolla en círculos, comunidades y relaciones de poder, y es una crítica hacia mí misma, al tener yo una relación tan cercana y buena con mi mamá. Durante mi adolescencia he desindividualizado desde muchos lados a la figura materna, quitando características que pueden describir a cualquier persona, ya sea cuestiones sexuales o erotismo; eso es difícil que se hable en la familia, o en entornos amistosos, menos aun políticos. También cuestiones de vivencia, de cómo son las madres que pueden ser violentas o grotescas, indagar en todas estas características que yo misma de una manera inconsciente se las quité a mi madre de mi propio imaginario, ella es mi mamá y es excelente, pero tiene un pasado y es una autocrítica, para reconstruir la mujer que es.
—¿De dónde viene tu vocación actoral?
—Estudié teatro y actuación porque quería estar en un escenario, quería ser artista escénica. Elegí una carrera para ejercerla, pero no me considero sólo eso, lo considero más “crear con el cuerpo”, soy bailarina, coreógrafa y por eso toco música. Me interesa crear mundos imaginarios, componer imágenes, sonidos. Siempre estuvo el movimiento del cuerpo, el sonido, la imagen y la textura. Me gusta poder inventar cosas con mi cuerpo. ®
Instagram: @faunadescalza
