Hay un exceso cuando se habla del tema de las “drogas”, que no tiene que ver con lo dionisiaco o con cualquier noción de “abuso” o sobredosis: se trata de la profusión de lugares comunes, preconceptos, moralismo o ideas fijas. Pocos temas, hoy, siguen cercados de tantos tabúes e interdicciones como el de las drogas psicoactivas. No todas las drogas psicoactivas, sino aquellas prohibidas por la ley o condenadas por la moral, por la psicología o por la medicina.
Conviven, lado a lado, una enorme oferta de drogas legales, producidas por las grandes industrias farmacéuticas, y drogas ilegales, que articulan en torno suyo una poderosa guerra internacional que moviliza Estados y redes de traficantes con conexiones globales. Subsisten, simultáneamente, usos tradicionales y nuevas prácticas relacionadas con sustancias desde hace mucho conocidas. En todo caso, la bibliografía que aborda la “cuestión de las drogas” no acostumbra ir más allá del estrecho campo al que van las obras médicas (mas o menos conservadoras), pasando por los libros jurídicos hasta los libros-reportaje (más o menos sensacionalistas). El campo de las ciencias humanas hasta muy recientemente fue un espacio ocupado por pocas y valerosas iniciativas de investigaciones sobre “drogas” rodeadas por un expresivo silencio. El libro Drogas e cultura: novas perspectivas, resultado de un simposio realizado por el Núcleo de Estudios Interdisciplinares sobre Psicoactivos (NEIP) en la Universidad de São Paulo, en 2005, representa un importante esfuerzo de investigadores —como Beatriz Caiuby Labate, Sandra Goulart, Mauricio Fiore, Edward MacRae y Henrique Carneiro— de las áreas de antropología, sociología, ciencia política, derecho e historia de tratar el tema de las “drogas” a partir de enfoques múltiples, teniendo como denominador común la crítica al prohibicionismo de estas sustancias. Compuesto por 17 artículos, además de un prefacio y una introducción, está organizado en tres partes: “La historia del consumo de drogas y de su prohibición en Occidente”, con cuatro artículos, destacando una reflexión sobre la historia y la lógica del actual régimen prohibicionista de las drogas; “El uso de drogas como fenómeno cultural”, con tres artículos que abordan la cuestión de la interdisciplinariedad en el análisis de las sustancias psicoactivas, y “Uso de drogas: diversidad cultural en perspectiva”, que abarca la mayoría de los textos de la compilación, presentando diferentes abordajes del tema de las drogas a partir de las miradas de disciplinas como la antropología, la etnología y la historia. La obra ofrece un amplio espectro de abordajes que construyen puentes de convergencia y diálogo y crean zonas de tensión, lo que torna evidente que no hay consenso o pacificación al tratar de una cuestión como ésa. Se trata de un libro de referencia para quien no se conforma con lo que ya está divulgado sobre las “drogas” y se incomoda lo suficiente para buscar otros ángulos, miradas y percepciones. ®