Mi amigo es un asesino serial

Entrevista con John Derf Backderf

Con el reciente estreno de DAHMER – Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer en Netflix, la leyenda negra del infame asesino serial apodado en su momento como “el Carnicero de Milwaukee”, renació de entre las cenizas entre un público al que la plataforma de streaming ha alimentado a base de documentales y series sobre asesinos en serie los años recientes.

Producida por Ryan Murphy (American Horror Story, Nip/Tuck, American Crime Story, Glee), la serie cuenta la historia de una manera hiperestilizada y glamurosa, con un soundtrack impecable y un Evan Peters que interpreta a un Dahmer sexy y atractivo. Muy distinto a My Friend Dahmer, película de 2017 dirigida por Marc Meyers, adaptación del cómic del mismo nombre, de la autoría de John Derf Backderf. Una versión más sobria y oscura, fiel al cómic que la originó y en la que el papel de Joyce Dahmer es interpretado por la recientemente fallecida Anne Heche. La siguiente entrevista con Derf se realizó poco antes del estreno de My Friend Dahmer; es una oportunidad de ahondar en la historia, de removerle un poco el romanticismo.

A Carlos Ramírez y a todos los lectores de Gorila.

La historia del caricaturista Derf Backderf es una de las más extravagantes y extrañas que se puedan contar: durante sus años en la Revere High School, de Ohio, se volvió amigo de Jeffrey Dahmer, “el Caníbal de Milwaukee”, asesino serial responsable de la muerte de diecisiete personas de 1978 a 1991 a las que estranguló y destazó, además de practicar la necrofilia y el canibalismo con algunas de ellas.

Autor de novelas gráficas como Trashed, Punk Rock & Trailer Parks, la tira cómica política The City y la aclamada novela gráfica Kent State: Four Dead in Ohio, Derf decidió contar su historia con el multiasesino en un cómic al que llamó My Friend Dahmer. Luego de una pequeña autoedición de 2002 —pues nadie se atrevió a publicarlo pero “TENÍA QUE producirlo”—, en 2015 la editorial Abrams Comics le publicó una versión extendida de 224 páginas que ahora ha sido adaptada al cine dirigida por Marc Meyers y estrenada en el Festival de Cine de Tribeca, Nueva York. En esta entrevista nos cuenta sobre el proyecto fílmico, su cómic y su experiencia personal con Dahmer.

Portada de la edición de 2002 de My Friend Dahmer, autoedición del autor bajo el sello Derfcomics.

—¿Cómo fue el momento en el que te diste cuenta de que esta persona con la que solías juntarte había asesinado o violado o canibalizado a diecisiete personas?
—Fue el shock más grande de mi vida. No creo poder describir con exactitud cómo fue. Comencé lidiando con los horribles detalles de sus crímenes, que iban saliendo poco a poco, con una revelación nueva peor que la anterior. Luego, en cuestión de horas, los medios ya me estaban cazando a mí. Mi teléfono sonaba día y noche. Tenía camiones de televisión estacionados enfrente de mi casa. ¡Y después la policía comenzó a llamar! Tuve que ir a la estación de policía a que me interrogaran sobre lo que sabía y lo que había visto. Fue un mes muy bizarro y perturbador.

—Recuerdo la parte de tu cómic en la que sacas cuentas y te percatas de que, mientras viajabas en el auto de Dahmer, él probablemente traía un cadáver en la cajuela. ¿Qué te salvó?
—¿La suerte? No estoy seguro. Eso me quitó el sueño algunas noches en 1991. Raramente estaba a solas con Jeff, incluso en la preparatoria. Algún instinto me alarmó al respecto. Estoy muy agradecido por contar con ese instinto.

Derf y Dahmer en el auto de este último, en cuya cajuela llegó a guardar los cadáveres de algunas de sus víctimas.

—¿Cómo era? ¿Qué aspectos de su personalidad te parecían perturbadores?
—Simplemente había una nube de fatalidad rondando por encima de este tipo. Sabía que se estaba precipitando hacia un tipo de destino infeliz. En ese momento no sabía qué era, por supuesto, pero sí sabía que debía mantener mi distancia.

—Pienso que Dahmer personifica perfectamente la personalidad del misfit. ¿Cómo te hiciste su amigo? ¿Te identificaste con él en algún momento?
—Cuando estaba en la secundaria no tuve muchos amigos. No me podía dar el lujo de ser quisquilloso. Los chicos tienen la manera de encontrar a otros chicos de su mismo nivel social. Los populares se agrupan lo mismo que los ñoños. Es horrible, claro, pero parece ser parte de la naturaleza humana, o de la naturaleza humana adolescente, en todo caso. Más tarde, en la preparatoria, Dahmer se volvió un tipo que siempre andaba rondando por ahí, siempre merodeando las orillas de mi grupo social. No era parte de mi círculo de amigos, pero obviamente quiso serlo.

«¿Cuántas veces me han preguntado eso?»

—Los asesinos seriales fueron grandes en los años noventa, con todo ese bombo y glorificación a su alrededor. ¿Qué le tiene que decir alguien que verdaderamente pasó tiempo con uno a quienes los idealizan?
Sé que los fans de los asesinos seriales no lo son con mala intención. Pero es algo demasiado real para mí. No lo puedo entender, ni le encuentro la “diversión”.

—¿En qué momento decidiste llevar tu historia al cómic?
—Desde el principio. Los cómics han sido mi forma de arte desde que era adolescente. En 1991, cuando arrestaron a Dahmer, ya era un profesional exitoso y trabajaba en periódicos y revistas. Desde siempre iba a ser cómic.

—¿Qué tipo de aproximación prefieres, los cómics periodísticos o los personales? ¿A cuál pertenece My Friend Dahmer?Depende de la historia. Mi formación es como periodista, así que siempre investigo usando los métodos periodísticos, pero disfruto escribir ficción tanto como no ficción. My Friend Dahmer pertenece a un género de los cómics relativamente nuevo, la memoria periodística. Yo no lo inventé. Joe Sacco y Guy Delisle [autores de Palestine (1996) y Pyongyang (2005)] son dos de los grandes nombres en los cómics que han hecho libros similares. Es un género que está ganando popularidad.

—No me sorprende que hayan adaptado My Friend Dahmer al cine. ¿Cuáles son tus expectativas? ¿Estuviste involucrado de alguna manera?
—Es una película magnífica. Se estrenó en el Festival de Cine de Tribeca y la programaron en festivales de cine alrededor del mundo. Es una adaptación muy fidedigna, en mi opinión una de las mejores de cómics al cine. No estuve muy involucrado. Elegí al director, por supuesto, y tuvimos muchas pláticas mientras se escribía el guión. Vino a Ohio y lo llevé a mi ciudad, caminamos el libro, escena por escena, enseñándole los lugares donde se desarrolló todo. Le hice notas detalladas al guión final y serví como consejero durante la filmación, pero no estuve mucho en los sets, pues eso era un poco demasiado extraño para mí. Además, acababa de sacar un libro nuevo, así que estaba ocupado con los viajes y la promoción. Ver cómo se filma una película es algo muy aburrido, mucho tiempo de estar sentado en lo que se arreglan asuntos técnicos. Disfruté viendo los sets, la mayoría de los cuales estuvieron basados en mis dibujos del libro. Eso fue divertido e interesante.

Trailer de My Friend Dahmer.

—¿Cuánto tiempo estuviste trabajando en la novela gráfica?
—Siempre fue un solo proyecto, uno que me tomó veintiún años completar. Hubo varias encarnaciones del libro. Comenzó como esas historias cortas, que eran mi intento por establecer de qué se trataba la historia y cómo contarla. Luego está la novela gráfica de cien páginas que escribí a finales de los noventa y que no pude venderle a ningún editor. Publiqué la colección de veinticuatro páginas con la esperanza de atraer a un editor para la edición más grande. Eso no sucedió, pero el de veinticuatro páginas se volvió un clásico de culto y me dio una nominación al Eisner. En ese punto, lo hice a un lado algunos años, en lo que realizaba mi primera novela gráfica, Punk Rock & Trailer Parks, la cual sí publiqué. Ese libro fue con el que me abrí camino, el que me enseñó cómo contar historias largas y complejas en forma de libro.

Fue un estudio cinematográfico el que, inadvertidamente, llevó a que el libro final quedara completado. Se me acercaron en 2008. Alguien había leído mis primeras historias, reconoció que se trataba de una historia increíble y se interesó en llevarlo a la pantalla. Entonces tomé todo el material que tenía hasta ese momento y escribí un acercamiento. Era la primera vez que reunía todo desde el libro de cien páginas de una década antes. El estudio se acobardó, pero ese tratamiento se convirtió en la base para el guión del libro. Me pasé un par de años más sumándole cosas. En 2010 me senté y dibujé la versión final. Sólo me llevó como seis meses dibujarla porque había estado pensándola durante mucho tiempo. Por lo menos tenía ya el libro que había estado rebotando en mi cabeza todos esos años. El libro de 2012 no se parece en nada al de 2002 que tú leíste.

—Leí en tu blog que el equipo de filmación consiguió rentar la casa real de Dahmer para la película. ¿Cómo fue para ti volver al epicentro mismo de ese episodio macabro en la historia de Estados Unidos?
—Un amigo mío vive en la casa. Yo la visito ocasionalmente. Cuando era niño no pasé mucho tiempo ahí, si acaso hice unas cuantas visitas, pero por mi investigación me sé todos los detalles espeluznantes. Sí, no disfruto pasar mucho tiempo ahí. ®

Tráiler de DAHMER – Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer.

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Publicado en: Cómic

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