Natacha Jaitt, 1977–2019

Una violación sin justicia y una muerte sin resolver

Al amanecer los medios informaron de la muerte de Natacha Jaitt por sobredosis de alcohol y cocaína. En Twitter se filtra la fotografía de la fallecida modelo, desnuda y con las piernas entreabiertas apoyadas sobre el suelo y con la mitad del cuerpo en la cama.

Natacha Jaitt. Fotografía de diario24.ar
Tan absurdo resulta el camino de la Salvación como atravesar el afilado borde de una navaja.
Los Upanishads

Tres llamadas se registran al 911 la borrascosa madrugada del 23 de febrero desde Benavídez, Argentina, Salón de eventos Xanadú. Guillermo Gonzalo Rigoni, propietario del Xanadú: 

—Hola ¡necesito una ambulancia urgente!
—¿Para qué localidad, señor?
—Villa la Ñata, Benavídez, Tigre.
—Dígame la calle, por favor.
—Isla Verde, 644, entre El Faro y La Beatriz.
—¿Qué sucede, señor?
—Hay una chica que se desmayó.
—¿Dentro de su casa o en la calle?
—Sí, dentro de la casa, y parece que no respira.

Minutos después Raúl Velaztiqui Duarte, productor de espectáculos, homosexual, 47 años —asegura ser amigo de tiempo atrás de la chica— realiza la segunda llamada. Sin embargo, sintiéndose incapaz de responder a las abrumadoras preguntas de la operadora decide colgar. (Bajo interrogatorio confesó que colgó por miedo. Cae en contradicciones y es detenido.)

Transcurren los minutos, la mujer permanece inconsciente, desnuda en decúbito dorsal sobre la cama king entre blancos edredones. Su cuerpo no presenta señales de violencia. En el lugar se detectan doce cámaras de seguridad, pero sólo una es la que pudo haber grabado los hechos al cruzar el umbral de la suite donde Gonzalo Arrigoni mantendría relaciones sexuales consensuadas con ella. Éste repite la llamada al 911 y se le escucha desorientado, con hablar pausado, efecto quizá por la droga consumida; reclama que hacía rato había pedido una ambulancia, pero no llegaba.

Al amanecer, los medios informaron la noticia de la muerte de Natacha Jaitt a los 41 años por sobredosis de alcohol y cocaína en el complejo Xanadú. No obstante, la sospecha de que se trate de un asesinato es el móvil al que se aferra su hermano Ulises y Antonella, hija de Natacha, como una esperanza de justicia. En Twitter se filtra la fotografía de la fallecida modelo, desnuda y con las piernas entreabiertas apoyadas sobre el suelo, con la mitad del cuerpo en la cama. Alguien la truquea cubriendo el vello púbico con un listón negro en sardónica señal de luto. La foto es denunciada y expulsada de la red. Corría el año de 2019. Desde entonces la familia se ha propuesto no descansar hasta llegar a la verdad de los hechos.

El 13 de agosto cumpliría 44 años.

Aquella noche Natacha llegó acompañada por Velaztiqui Duarte a una reunión de trabajo con Gonzalo Rigoni y establecer fechas para futuras presentaciones en el Xanadú. (Ella siempre se hizo acompañar por su hermano Ulises, pero él se encontraba de vacaciones en Brasil.) Aquella noche del demonio se consumieron rayas de coca y engulleron pepa (LSD), además de alcohol y sexo. De los cinco testigos que la acompañaron, cuatro aseguran que la vieron bebiendo champagne y sólo uno la vio inhalando cocaína, o quizá al revés. Las declaratorias alrededor de su muerte son inconsistentes e inaceptables para sus allegados más íntimos. Natacha llevaba tiempo bajo prescripción médica a causa de una supuesta infección y el estrés postraumático que le causó la violación —que ya había denunciado a través de las redes sociales— a la que fue sometida el 3 de enero de 2019 por dos amigos: Pablo Yotich y Maximiliano Giusto. El cóctel de los medicamentos prescritos impedía que ella consumiera cocaína, pues, de lo contrario, la muerte sería inminente. ¿Hubiera sido capaz Natacha de jugársela, arriesgando su vida por una raya? Natacha debía recoger a su hijo Valentino de la casa de su compañero de colegio esa misma noche.

Atisbo de su vida y trayectoria

De personalidad histriónica, mujer sensual, orgullosa, polémica, amante del riesgo y el descaro. Detrás de esa grosera avilantez se disimulaba la infancia de una niña que creció en un hogar violento y disfuncional donde su madre sería la bruja del cuento, al menos en la mente de Natacha. Mientras su padre, Alberto Jaitt, el mítico Caballero Rojo del programa de televisión “Titanes en el Ring”, se quedó al cuidado de los hijos: Ruth, Natacha, Ezequiel y Ulises después de poner fin al extenuante matrimonio por la infidelidad de Aliza Damiani.

Odio la mentira. Tuve una madre que no fue madre. Siempre he dicho que hay madres que no cumplen el rol. Vengo de un vientre mitómano y cleptómano, declarada mitómana por médico. Ella tomó la decisión de irse con un Pai Umbanda y revoleó a sus hijos. Ella es mi madre de vientre, pero no la considero mi mamá. Mi papá puso todo a su nombre por si algún día le pasaba algo y se terminó quedando con todo. 

Testimonio con el que hilvanaba sus orígenes, a la vez que justificaba esa brutal sinceridad —o simulación— que actuaría más en contra que a su favor.

Por su ascendencia judía asistió al colegio Golda Meir, y a los doce años cumplió con el ritual Bat Mitzvá, además de responsabilizarse de su hermano menor, Ulises. Abandonó la enseñanza secundaria a los catorce, sumida en la inestabilidad emocional a causa del divorcio de sus padres; los estudios no fueron prioridad. A los dieciocho se independiza y se va a vivir a Rosario con un joven futbolista que la convierte en madre cuando cumple los veinte. En el 97 nace Antonella Olivera, ganancia de su unión con “el único hombre que no la trató con violencia”. No obstante, la relación sólo duró seis años, y tras la separación, llegan al acuerdo de que la hija de ambos se quede en Rosario al cuidado de él. Permanecer como ama de casa, madre convencional y esposa de un futbolista jamás fue su deseo. Se sabía poseedora de una figura atractiva, larguísimas piernas, abdomen plano y senos perfectos para una estatura de 1.76. Morocha de boca ancha, pómulos altos, sensual e ingeniosa. Pero lo que más destacaba en Natacha era su abundante melena negra y ondulada que fue cambiando según la época; unas veces lo teñía rojizo, otro castaño, rubio, lacio; siempre lo usaba suelto, o con una cola de caballo cuando deseaba pasar inadvertida… pero, eso, sería lo que menos querría.

Objetivo: El Gran Hermano

Arribó a la península ibérica con 27 años, diez dólares, una valija y el corazón henchido de ambiciones para integrarse al reality del Gran hermano, España, 2004. Se mantuvo hasta la final quedando en tercera. Al salir la invitan a formar parte del programa Crónicas marcianas, luego comoasesora en Consultorio sexual de Playboy TV Latinoamérica, además de modelo porno para la revista del mismo nombre, también para Maxim, Hombre, Paparazzi e Interviú.

De regreso a Buenos Aires realizó obras de teatro, condujo radio y televisión y se convirtió en madre de su segundo hijo, Valentino, en 2006, fruto de una tóxica relación con su primo, el actor Adrián Yospe. Yospe argumentó “apología de la prostitución y extorsión” en contra de Jaitt y obtuvo la custodia. Convivió con el niño algunos años hasta que le disgnosticaron cáncer esofagogástrico que en menos de un mes terminó con su vida, en el 2011. Y, como era de esperarse, Natacha reinicia la batalla ante tribunales en contra de la familia paterna del niño por la custodia, y la adquiere.

En la última etapa de su vida se enfocó más en hacer shows eróticos en boliches, además de practicar la prostitución para la élite; siempre lo hizo, nunca lo ocultó. Sin embargo, Natacha se definió a sí misma como actriz, conductora y “erotóloga”.

Profesionalmente no soy sexóloga, no estoy loca, soy un poco sexópata y cuando digo que soy erotóloga es porque estudio la práctica callejera del sexo, lo que le pasa realmente a la gente. Comparto y vivo experiencias sexuales, y paso a ser una especie de terapeuta sexual desde lo carnal, desde lo explícito.

Denuncia red internacional de pedofilia y trata de blancas en el programa de Mirtha Legrand

Existe un antes y un después en la vida de Natacha Jaitt, decisivo para entender las impresiones que la sostienen al centro de las habladurías y el recelo que rodea su muerte. Y es debido a sus declaraciones en el programa de la legendaria actriz y presentadora de televisión Mirtha Legrand, La noche de Mirtha, del 31 de marzo de 2018. Emisión en la que el tema candente de la velada fueron las denuncias del Club Atlético Independiente por abusos sexuales y prostitución a menores en divisiones juveniles del fútbol argentino. A la mesa estuvieron más invitados: los periodistas Mercedes Ninci y Gustavo Grabia, Guillermo Cóppola (empresario) y Dalal Massad.

El tema quedó como anillo al dedo para la mediática actriz, porque se puso a disparar a cuanto político, periodista, empresario, conductor, actor, productor, religioso y gente poderosa se haya cruzado por su camino. Reveló nombres y apellidos, acusándolos de paidófilos y encubridores, explotadores sexuales y tratantes de blancas.

El tema quedó como anillo al dedo para la mediática actriz, porque se puso a disparar a cuanto político, periodista, empresario, conductor, actor, productor, religioso y gente poderosa se haya cruzado por su camino. Reveló nombres y apellidos, acusándolos de paidófilos y encubridores, explotadores sexuales y tratantes de blancas. Respaldada en una supuesta investigación que le habían solicitado y en la cual invirtió un año en vigilar a personajes claves, de grabar llamadas y videos para encontrar evidencias que respaldaran sus acusaciones. Echó mano del recuerdo, cuando dijo ser testigo —durante su relación sentimental con un futbolista— de cómo salían los chicos llorando de las oficinas: 

El utilero les pedía sexo oral a cambio de los botines. El padre de mi hija jugaba en Newell’s, yo iba a las concentraciones y veía cómo salían llorando. Se destapa una olla de algo que pasa en muchos clubes y los chicos no denunciaron porque tenían miedo.

El papa Francisco, antes Jorge Mario Bergoglio, encubridor de pedófilos

Natacha cruzó la línea al dar nombres de poderosos personajes de su país como el exdiputado porteño Gustavo Vera y el entonces padre Jorge Mario Bergoglio de ser socios en negocios ilícitos disfrazado de la ONG humanitaria Contra la Trata y Explotación Laboral (La Alameda), pero que en realidad es una red de secuestro, pedofilia y extorsión. Que entre sus consumidores están personas de la industria del espectáculo y de las altas esferas de la política, específicamente el Club Atlético Independiente de Fútbol que maneja el sindicalista Hugo Moyano.

Grassi (Julio Grassi, sacerdote) Trabajaba en el colegio Don Bosco de Solís y Moreno, donde, lamentablemente practicó la pedofilia con menores y Bergoglio lo salva, sabiendo que era pedófilo y lo traslada ¿a dónde? a manejar un lugar de chicos desamparados que no pueden quejarse, es el mismo sistema, lo mismo que pasa con el fútbol y las pensiones y de ahí todo el escándalo que pasó y cómo terminó.

Natacha se asumió con la verdad de sus denuncias porque aseguró contar con evidencias. Pero jamás reveló el nombre de la supuesta empresa que la contrató. Sólo se ocupó en sacudir hojas sueltas. Se trenzó con la periodista Mercedes Ninci cuando ésta le dijo que no mintiera; Natacha furiosa le preguntó: “¿Vos también sos pedófila?” La desatada lengua de Natacha creció, creció y creció, agitando las olas de la indignación entre los invitados que le reclamaron por realizar las denuncias a través de un programa de televisión en lugar de hacerlo ante la fiscalía en turno o en el juzgado. Les espetó que sus denuncias ya estaban hechas en sede judicial, a la UFI 4 de Avellaneda.

¿Presagio? A efecto de semejante controversia, la audiencia se dividió entre creyentes y detractores de Jaitt. La bruma arrojada sobre personajes e instituciones poderosas terminó por rebotar contra sí misma, proyectándola como mentirosa para unos o justiciera para otros.

Consciente del avispero que había pateado, Natacha publica el 5 de abril de 2018 en su cuenta de Twitter lo siguiente: “AVISO: No me voy a suicidar, no me voy a pasar de merca y ahogar en una bañera, no me voy a pegar ningún tiro, así que si eso pasa, NO NO FUI. Guarden tuit.”

¿Cuenta ya como violación? Enfrenta al Colectivo de actrices argentinas

Imputada por sus declaraciones en el programa La noche de Mirtha, sus denunciantes Gustavo Vera, Mercedes Ninci y Brian Lanzelotta la llevarían a juicio oral el 12 de marzo de 2019. Lamentablemente, Natacha sería encontrada muerta en deplorables circunstancias a menos de tres semanas de la fecha prevista.

Natacha Jaitt fue una mujer compleja, su ideología y posición frente al feminismo no fueron claras. Existen mujeres que militan en el feminismo y otras que no se llaman a sí mismas feministas, ya sea por falta de información o porque rechazan las etiquetas o disienten del movimiento. Las segundas viven su dependencia o libertad enfrentando el día a día con las opciones que tienen a mano. Asumen obligaciones y conquistan derechos. Se les encuentra muy ocupadas viviendo su vida. Considero a Jaitt entre éstas, sin unirse a colectivo alguno. Prefirió marchar por la libre. Peleonera, combativa, se enfrentó verbal y físicamente contra otras mujeres; cuestionó y acusó a feministas de tener una conducta hipócrita entre lo que proclaman y lo que hacen. Incluso la viuda de su ex Adrián Yospe, Nora Kriegshaber, la acusó de haberle propinado tremenda golpiza tanto a ella como a su exsuegra —mujer de la tercera edad y madre de Yospe— cuando las sorprendió visitando al nieto de ésta sin su consentimiento. Natacha fue la mala víctima, pero también fue la buena victimaria. Con ella no existieron medias tintas, te odiaba o te amaba. Abrió muchos frentes, su carácter temperamental y violento le granjeó enemigos y enemigas. Una figura “mínimo conflictivo para los feminismos”.

Sus contactos con el feminismo se cuentan con los dedos de una mano. Posó con el cartel de #NiUnaMenos y grabó un video manifestando apoyo para las Trabajadoras Sexuales a través de la campaña de AMMAR “El estigma mata” en 2015. Allí denunció la violencia institucional a la que son expuestas las prostitutas y la necesidad de una ley que regule su trabajo. También defendió el aborto legal, seguro y gratuito en el 2016 mediante un tuit dirigido al papa Francisco: “¡No se necesita perdón x abortar sino educación sexual p/decidir, anticonceptivos p/no abortar y aborto legal para no morir!”

Tuvo un ríspido cruce de ideas con la feminista Malena Pichot porque ésta publicó “Estoy necesitando que me caguen a trompadas”, por lo que Natacha le señaló lo que para ella era una incoherencia: ser feminista y sadomasoquista, además de reclamarle una sentencia de varios años atrás en la que Pichot decía: “Si tu perfil de tuiter tiene alguna de estas palabras: ‘curiosa, charlatana, conchuda, soñadora, neura, inmadura’ mereces violencia doméstica”. La Pichot trató de defenderse, pretextó que esas publicaciones las había hecho cuando no era feminista, a lo que Natacha le propuso llamarse al silencio “[…] BASTA, el silencio es salud, Pichot”.

Su carácter fue resultado de infancia, sujeta a unos padres que compartieron lazos conyugales violentos, falta de respeto e infidelidades mutuas; eso haría que buscara la manera de explicarse a sí misma la razón por la cual su madre los “revoleó” para irse con otro hombre y abandonarlos. Buscar una manera de que doliera menos. Natacha adoró a su padre, qué duda cabe: “Soy el hijo varón que quería” —presumió. Para la madre, en cambio, herida abierta. Reproches y resentimiento, mucho resentimiento. Haber tenido tal o cual madre como referente: víctima o victimaria, buena o mala, presente o ausente; cómo asume cada una la interacción con su linaje y congéneres es incierto. Natacha abordó al género femenino a través de mamá: si mamá miente, abandona, desprotege, traiciona, roba, entonces la seguridad puede estar en lo opuesto: los hombres. Lealtad como la encontró en papá y en Ulises, su hermano y confidente. Reciprocidad que no encontraría en nadie más.

Violación ¿sí o no? La hipocresía feminista

El 3 de enero de 2019 Natacha comunicó a sus seguidores de Twitterque fue violada por su amigo Pablo Yotich y un desconocido, Maximiliano Giusto, en el departamento de calle Montañeses y la Pampa, Barrancas. Dio información burda y con lujo de detalles de los nauseabundos hechos. Se sabe por la misma Natacha que el violador era su amigo, casi hermano. Que el día de la violación le cocinó milanesas, platicaron de la vida y bebieron cervezas. Que cerca de las 2 de la madrugada se preparaba para dejar el departamento, fue al baño, y cuando regresó se bebió el último sorbo de vino dulce que le quedaba en el vaso. De pronto se comenzó a sentir mareada, se le “apagó el televisor mental” y se quedó dormida. Que, al despertar, trata de apartarse “sin saber cómo llegó a ese horrible trío”: la estaban violando Yotich y Giusto. Se sabe también que, además de sus actividades y presentaciones artísticas también se dedicaba a la prostitución VIP. Contaba divertida cómo un día había tenido sexo con cuatro hombres a la vez. Por tales razones, posiblemente, la noticia de su violacióncausó malestar en unos cuantos, pero no fue la gran manifestación de indignación que puede verse en otros casos en que la mujer violada es virtuosa, o bien es la víctima ingenua e inocente. El estigma hacia la mujer que ejerce la prostitución no ha cambiado. Todas las experiencias adversas provienen de esa conducta errática. Causa y efecto, lo llaman. Ni la sociedad ni el Estado corren riesgos en su defensa. De todas formas, Natacha lo intentó, buscó apoyo emocional y “sororidad” en el Colectivo de Actrices Argentinas, colectivo que había demostrado apoyo incondicional en el caso de violación de la actriz Thelma Fardín por el también actor y cantante Juan Darthés, cuando ella tenía dieciséis años durante la gira musical de Patito feo por Centroamérica en 2009. Jaitt se hizo ilusiones de correr con la misma suerte que Fardín. Que por primera vez la arroparan y protegieran esas mujeres, amigas, hermanas que parecían no tener los mismos defectos que su madre. ¿Por qué no? #SiTocanAUnaNosTocanATodas reza uno de sus mantras. Trató de comunicarse con algunas de las integrantes y, después de mucho insistir, Laura Azcurra se disculpó por no tener tiempo de hacerla fuerte en el tribunal. Ni Thelma Fardín, Calu Rivero, Dolores Fonzi o Griselda Siciliani le respondieron las llamadas.

Al momento de ampliar la denuncia el 7 de enero de 2019 Natacha estuvo sola, acompañada solamente por su hermano y abogado:

Necesito que ya estén presos, quiero confiar en la Justicia. Lo único que espero es que estén buscándolos. Estoy con terapia psiquiátrica, medicación y contención familiar —dijo a los medios. Nadie me llamó, ese colectivo ya chocó (Colectivo de Actrices Argentinas). Los violadores tienen que estar presos porque yo soy la víctima. Espero que la Justicia divina me ayude.

El 21 de enero a los imputados se les fijó una caución de 100 mil pesos y la prohibición de salir del país. No fueron presos por falta de antecedentes penales y por contar con abogado defensor. Ese mismo día Natacha hace un último intento y clama por apoyo. Transmite un video por Twitter en el que convoca a una marcha pacífica en Tribunales para meter presos a sus violadores el 22 de enero a las 11 de la mañana.

Una vez más fracasaría en el intento. Unos cuantos civiles acudieron a su llamado. El Colectivo de Actrices Argentinas nunca se presentó. Quedaba al menos un mes para su deceso. 

Falta de credibilidad y fuertes críticas en contra del Colectivo de Actrices ante la muerte de Natacha; se les acusó de manejar un feminismo político selectivo y que no le creyeron la violación porque era prostituta. Se vieron obligadas a defender su posición en un video de 3:19 minutos en el que explican quiénes son, cuál es la finalidad del Colectivo y las cuestiones que plantean:

A la persona que diga que somos selectivas porque no publicamos determinado hashtag o frase en redes en el momento en que los medios lo determinan, la invitamos a reflexionar sobre cuán selectivo es el sistema cuando señala la agenda de lo “relevante” y deja en las sombras a una cantidad abismal de casos anónimos, silenciados, ignorados, invisibilizados […] Ahí donde nadie mira nos van a encontrar trabajando. 

Una muerte sin resolver

A dos años y medio de su muerte la familia sigue clamando justicia. En particular, Antonella y Ulises, hija y hermano de Natacha, respectivamente, han solicitado la exhumación de sus restos, petición denegada por “inexistencia de delito”. La autopsia reveló que en el cuerpo de Natacha había una combinación de cocaína y alcohol y que su corazón estaba muy débil, por esa causa estaba bajo prescripción médica. La familia refuta que a Natacha no le tomaron muestra del pelo para ayudar a profundizar qué sucedió con su organismo y descartar un envenamiento. La fiscalía se defiende con el argumento de que todos los exámenes toxicológicos sí se le realizaron, por lo tanto “nadie la impulsó a drogarse”. Entre las pertenencias de Natacha confiscadas por la Procuraduría de Investigación se encuentra la tablet personal que, por alguna inexplicable razón, no ha podido ser desbloqueada.

Y pensar que se había demorado en llegar a la cita la noche de su muerte por culpa de la lluvia que, como un funesto presagio, le impidió llegar a la hora pactada. “La intuición no falla”, aseguraba. Y pensar que su existencia fue turbulenta y oscura, hipérbole del drama y el escándalo. Y pensar que, en su vida como en su muerte, se cumplió aquel adagio que refuerza la idea de que se muere como se vive. Pero también están los que viven muriendo cada día por la traición repetitiva, las mentiras y difamaciones, entre denuncias y extorsiones, por la violencia y el desamor. Las malas decisiones pasan factura. Así fue la vida que enfrentó Natacha Jaitt. Siempre al filo de la navaja. No sabremos si los problemas la encontraban a ella o fue ella la que los provocó, por buena o mala fe. “Tan absurdo resulta el camino de la Salvación como atravesar el afilado borde de una navaja”. 

El 13 de agosto de 2021 Natacha Jaitt cumpliría 44 años. Que descanse en paz. ®

Referencias

La noche de Mirtha Legrand.

El caso del cura pedófilo que desafía al Papa.

AMMAR (Sindicato de Trabajadoras Sexuales) envía sus condolencias por la muerte de Natacha Jaitt.

Natacha Jaitt denunció que fue violada por un director de cine y otro hombre.

Colectivo Actrices Argentinas explicó por qué no se pronunció en los casos de Darín y Jaitt.

Una noche de drogas y enigmas: hallan muerta a Natacha Jaitt e investigan a cinco personas.

La familia de Natacha Jaitt pide justicia.

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Publicado en: Apuntes y crónicas

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