La danza no sólo se baila. También puede abordarse desde otras perspectivas y una de ellas es la investigación. Ese fue el motor del coloquio Pensar la danza: una diversidad de experiencias que se realizó en Guadalajara [México].
Hace unos días una amiga, a la que no le había interesado nunca la danza, me preguntó, al saber que organizaba un coloquio sobre investigación dancística: “¿Conferencias de danza? ¿Qué me pueden decir de la danza si me siento a escuchar durante dos horas? La danza es para bailar, ¿no?” Entonces recordé la charla de la investigadora de danza y tecnología Hayde Lachino cuando dijo: “La tecnología en la danza suele asociarse a las expresiones coreográficas posmodernas, lo cual es impreciso, pues las zapatillas de ballet son un ejemplo de un dispositivo tecnológico hecho para lograr un efecto etéreo en la bailarina”, ¡y las primeras fueron creadas en 1796!1
Le conté eso a mi amiga y se sorprendió tanto como yo. Entonces me pidió que la próxima vez la invitara a una de esas conferencias.
Coloquio para que la investigación llegue a nuevos oídos
Pues bien, la danza no sólo se baila. También puede abordarse desde otras perspectivas y una de ellas es la investigación. Ese fue el motor del coloquio Pensar la danza: una diversidad de experiencias que se realizó en Guadalajara [México], en el marco del Festival Panamericano de Danza Contemporánea “Onésimo González” 2011.
Participaron siete investigadores, cada uno experto en su área. Y compartieron el conocimiento con bailarines, profesores e investigadores en una atmósfera bañada por el olor de los jazmines (esto no es poesía barata, sino descripción pura) en la casa ITESO-Clavigero.
Pues bien, la danza no sólo se baila. También puede abordarse desde otras perspectivas y una de ellas es la investigación. Ese fue el motor del coloquio Pensar la danza: una diversidad de experiencias que se realizó en Guadalajara [México], en el marco del Festival Panamericano de Danza Contemporánea “Onésimo González” 2011.
Una de las ponentes, Margarita Tortajada Quiroz,2 investigadora del Centro Nacional de Investigación Documentación e Información de la Danza (Cenidi) “José Limón” señaló la importancia de que la investigación en general y en particular la dancística baje de las nubes, toquen tierra y haga contacto con la gente interesada, para que tenga razón de ser.
En su investigación Tortajada señaló que “Es común pensar que ‘el arte opera precisamente en aquellos dominios de la experiencia y la comprensión humanas donde las herramientas científicas son irreflexivas’. Este último señalamiento ha sido hecho por el estadounidense especialista en educación artística Elliot Eisner, por lo que no señala exclusivamente a la realidad mexicana sino a una problemática que se presenta en el mundo entero: la resistencia del arte y sus creadores a ser estudiados, teorizados y expresados en el lenguaje verbal. Eisner mantiene que
la principal objeción a la investigación en la educación del arte [y del arte en general] se apoya, quizá, sobre fundamentos que tratan de cómo alcanzan los hombres [y mujeres] el conocimiento. Para algunas personas de este campo, los modos de conocimiento artístico no se pueden poner de manifiesto a través de conocimientos a los que denominamos ciencia. Cada campo opera en su propio ámbito y éstos, en bien de la salud y desarrollo mutuos, deben mantenerse separados
[W. Elliot Eisner (1997), Investigación en la educación de arte: ¿qué se puede esperar?].
Otro tipo de investigación es la que realiza Hayde Lachino,3 Danza y tecnología, donde además de poner el ejemplo de las zapatillas, y tras un año de arduo trabajo en este tema, encontró que “la danza como la conocíamos está sufriendo transformaciones radicales, esto nos lleva a otros terrenos de investigación y debería llevarnos a replantear los contenidos pedagógicos y educativos, ¿Por qué los programas de formación dancística se siguen haciendo con base en Graham4 o ballet clásico? Esa lógica renacentista es fuertemente cuestionada en nuestros días”.
Roxana Ramos5 hizo una exhaustiva investigación que tituló Una vía para el estudio de los problemas que aquejan al campo de la educación dancística en México, compuesta por siete capítulos, donde “Se trata de averiguar cómo hemos aprendido a pensar la educación dancística y cómo lo hacemos hoy, es decir, se trata de ver con nuevos ojos nuestras instituciones, su surgimiento, el desarrollo de una profesión (la formación dancística), los intereses que le dieron origen, los proyectos académicos que prevalecieron y cómo todo ello se ha transformado con el tiempo o permanece”.
Alejandra Ferreiro6 presentó su investigación en torno a las Tendencias y perspectivas de la investigación educativo-dancística, un análisis de los trabajos de investigación realizados por el Cenidi “José Limón” y maestrías de la UNAM y otras universidades de México en torno a la educación de la danza. Ferreiro revisó tendencias conceptuales, perspectivas teóricas y metodologías.
Colaborador del suplemento La Jornada Semanal, autor de la columna de danza Corporal, Manuel Stephens habló de Danza y escritura, donde expresó que “se necesita un conocimiento detrás de la danza y no únicamente ser descriptivo de lo que está pasando en escena”. Entre el público surgieron preguntas como “¿Tiene un investigador o crítico de danza que haber sido bailarín para poder abordar el tema?”, y la respuesta, tajante y rotunda, fue no. Pues existen otras maneras de adquirir el conocimiento y especializarse en él, como es el caso de Alberto Dallal, dijo Stephens.
Uno de los investigadores más jóvenes, Fidel Romero Altamirano, presentó una interesantísima investigación sobre La danza de los Kúrpites, que se baila en San Juan Nuevo, Michoacán, de tradición purépecha, abordada desde el punto de vista iconográfico, basado en el mural que pintó Pablo O’Higgins en 1958. Analizó las danzas, sus personajes y significados, asociados a las festividades religiosas, y nos presentó videos de éstas.
Uno de los investigadores más jóvenes, Fidel Romero Altamirano, presentó una interesantísima investigación sobre La danza de los Kúrpites, que se baila en San Juan Nuevo, Michoacán, de tradición purépecha, abordada desde el punto de vista iconográfico, basado en el mural que pintó Pablo O’Higgins en 1958. Analizó las danzas, sus personajes y significados, asociados a las festividades religiosas, y nos presentó videos de éstas.
Azael López7 hizo vivir en carne propia la teoría del Acondicionamiento físico para bailarines, con la intención de mejorar los niveles de destreza y las funciones orgánicas del bailarín para optimizar su rendimiento físico. Esta conferencia tuvo buena respuesta de jóvenes bailarines que tomaron apuntes y participaron en el taller. Surgió la necesidad de incorporar estos conocimientos al entrenamiento de los bailarines en las diversas escuelas de Guadalajara.
Las conferencias fueron abiertas al público y gratuitas, del 23 al 25 de septiembre. El público estuvo conformado por bailarines, coreógrafos, profesores e investigadores. Alrededor de cincuenta personas asistieron.
El coloquio ofreció un cúmulo de experiencias alrededor de la investigación dancística por demás enriquecedoras, que son una respuesta al problema fundamental de la danza, para los estudios teóricos: su naturaleza efímera e intangible.
Esta actividad fue realizada gracias al apoyo de la dirección de Danza de Secretaría de Cultura y a la generosidad de la maestra Margarita Tortajada. ®
Notas
1 Se dice que las primeras bailarinas en ponerse de punta lo hicieron con la ayuda de una invención por Charles Didelot, en el ballet Céfiro y Flora (1796).
2 Margarita Tortajada conjunta su experiencia dancística y formación académica en diversos trabajos que ha realizado sobre la danza, como Mujeres de danza combativa, Luis Fandiño, danza generosa y perfecta y 75 años de danza en el Palacio de Bellas Artes.
3 Lachino ha realizado una investigación apoyada por el Centro Multimedia del Centro Nacional de las Artes sobre la forma en que la tecnología electrónica y digital ha afectado la práctica de la danza como arte.
4 Técnica de danza moderna creada por la estadounidense Martha Graham que se ha tomado como modelo formativo en algunas ciudades de México.
5 Investigadora del Cenidi “José Limón”.
6 Investigadora del Cenidi “José Limón”.
7 Experto en acondicionamiento físico para bailarines, profesor del Centro de Investigación Coreográfica, CICO.
Angélica Iñiguez
Queridas Eliza y Alicia, es muy gratificante conocer gente preocupada por la investigación dancística y las actividades del pensamiento en torno a ella. Me da mucho gusto saber de ustedes y de sus investigaciones. En efecto, este tipo de actividades son escasas, por lo tanto, hemos de ser nosotras (las personas interesadas en que esto suceda), de forma independiente y haciendo un trabajo de vinculación con autoridades quienes comiencen a realizar mesas de discusión, coloquios, charlas, talleres y cursos e incluso investigaciones. Conociéndonos podemos comenzar a formar gremio.
Gracias por sus comentarios y reciban un saludo cálido.
Angélica
alicia valentina villamar álvarez
Me siento emocionada por ver que otras personas como yo también creen en la Danza, aunque yo trabajo la Folklórica pero en estos momentos estoy realizando una investigación en mi posgrado que se llama La danza en las preparatorias públicas del estado de México: ausencia y presencia. 1981-2008. en ella quiero saber el porque de la ella dentro de la escuela a pesar de ya no estar dentro de los contenidos curriculares es decir, de manera oficial.
Ojalá también acá de este lado de la República se preocuparan más por las artes y sobre todo por ella.
Voy llegando del congreso comie realizado en Guanajuato en el que solo hubo una ponencia de doctorado de Danza y otra de música es desilusionante, no se habla casi nada de ella en el currículum, hagamos equipo para llevar Alicia Valentina
eliza
Gracias por hacer investigaciones sobre la danza yo estoy haciendo la maestría en música, pero soy amante de todas las artes en especial en danza y estoy haciendo una investigación sobre la danza indígena mexicana, todo el contenido que he leído es de vital importancia para mi trabajo.