Un ejercicio inútil que solamente quiere refrendar la popularidad del presidente, promovido por éste y secundado por su seguidores. Un gasto enorme e innecesario que acabará golpeando al Instituto Nacional Electoral y a otras instituciones autónomas —el Banco de México, ya en la mira.
El presidente debe terminar su mandato constitucional y, como lo ha dicho tantas veces, retirarse de la política.
Aquí ofrecemos algunas razones muy gráficas para no participar en ese ejercicio de egolatría. ®