Relatos del pasado inmediato

Sobre la FIL, la Copa del Mundo y la pandemia

En torno a tres acontecimientos que afectan de distinta manera a la humanidad reflexiona el autor de este singular ensayo. Y sobre el presente, el pasado —apenas ayer— y el futuro, y sobre certezas e incertidumbres.

Modric y Messi. Fotografía del Twitter oficial de la Copa Mundial FIFA.

Planteamiento de las circunstancias

Aquí es viernes, nueve de diciembre de dos mil veintidós. Son las 8:47 de la mañana hora del este. Escribiré sobre algo que no ocurre aquí. El pasado cuatro de diciembre en Guadalajara, Jalisco, México, se clausuró la Feria Internacional del Libro.  Mientras tanto, a 20 kilómetros de Doha, Qatar, hoy se juega el partido entre Holanda y Argentina en la etapa de cuartos de final de la Copa del Mundo de la FIFA.

El presente

Mientras tanto el planeta avanza. Es decir, en la dimensión cósmica la velocidad, el sentido y las explicaciones sobre la traslación de la Tierra aparentemente se mantienen igual que ayer. Esto poco importa para quienes habitamos aquí. Es un hecho que gran parte de los casi ocho billones de personas desconocemos o decidimos ignorar. Podemos decir que sin mayor explicación. Entonces se trata de una decisión activa o pasiva.

Mientras tanto hay eventos humanos que sí nos importan. En este mes de diciembre de 2022 ocurren la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) y la Copa del Mundo de la FIFA en Qatar. La relevancia de estos dos eventos puede comprobarse con todo lo que se mide en ellos. Cuántas personas asisten, cuánta derrama económica dejan, cuánto tiempo duran, cuánto se gana y cuándo serán otra vez.

Dada la atención consciente que se presta a esos tres eventos de manera poco convencional, no mucho se dice sobre que los tres hechos están relacionados. El movimiento de traslación de la Tierra dura 365 días, 5 horas y 49 minutos a una velocidad de 29.5 kilómetros por segundo. Es decir, le damos una vuelta al Sol en ese tiempo. Esto ocurre de manera involuntaria. Ésta es una dimensión a la que denominamos un año.

Mientras que a la FIL le toma poco menos de un año en volver a suceder, la Copa del Mundo de la FIFA le toma regularmente cuatro.

El futuro

La proyección de los eventos que sucederán en el futuro es un acto de imaginación pura. En la idea de lo que es el futuro hay todo menos certeza. Los patrones son eventos confirmados, reiterados y que pueden medirse. Con ellos podemos pronosticar ciertos comportamientos propios e impropios. Aquellos, los que son impropios o ajenos se prevén porque se tiene un interés propio. Entonces Uno se involucra en ese proceso. Así mucha gente está inmersa en la organización de la próxima FIL y de la próxima Copa del Mundo de la FIFA.

Los patrones son eventos confirmados, reiterados y que pueden medirse. Con ellos podemos pronosticar ciertos comportamientos propios e impropios. Aquellos, los que son impropios o ajenos se prevén porque se tiene un interés propio. Entonces Uno se involucra en ese proceso.

Los números que dejan las mediciones de cada ocasión en la ocurrencia de cada uno de esos dos eventos se registran. Con ellos se establecen patrones de comportamiento. Desde allí, con la instrumentación de diversos sistemas que ya existen y otros que se desarrollan constantemente, se organiza cada próximo evento. Esto es, a cada hecho conductual y exterior se les dimensiona. Factores como la economía mundial, la economía local, el clima, los medios de transporte utilizados para llegar hasta los lugares sede de cada uno de esos dos eventos, la asistencia de personas, los accidentes, las ventas, los patrocinadores, los interesados y los desinteresados, son cada uno de ellos manifestaciones de un deseo individual. Éste es lo que constituye la necesidad para los organizadores, comerciantes, gobiernos y todos los involucrados voluntariamente en los eventos respecto de las personas asistentes a ellos. Pretensiones.

Así como sabemos que la Tierra dura en dar una vuelta sobre su propio eje y eso le toma 23 horas 56 minutos con 3.5 segundos, también sabemos que a esa dimensión la llamamos un día. La FIL este año dura nueve días, mientras que la Copa del Mundo de la FIFA dura 28 días.

Mediante la medición de factores ocurridos en tiempo presente podemos conocer el pasado y tratar de predecir el futuro. A mayor control de las variables por medir, mayor posibilidad existe de acertar en la ocurrencia de un hecho futuro. Lo que es lo mismo, cuando el medio ambiente sea claramente determinado para que sucedan los hechos de manera poco probable de cambio, mayor es la posibilidad de pronosticar los resultados de esos hechos.

La alteración en diferentes capas de la realidad humana producen reacciones y efectos no considerados por la gran parte de esa masa de miles de millones a la que me he referido antes. Por ello, la vida individual, como el microsistema social más elemental conocido, se vio trastocada.

La incertidumbre es aquello que carece de certidumbre, esto es, que no tiene certeza, mientras que eso se conceptualiza con su forma afirmativa, es decir, la certeza es el conocimiento seguro y claro de algo. Por ello, los hechos que ocurren no previstos se pueden considerar alteraciones en relación con el pronóstico. El sistema–mundo tiene bases conocidas y vívidas para esos casi ocho billones de habitantes. Esas bases actualmente dependen de los pronósticos. La continuidad operativa de los motores del sistema–mundo miden su eficacia en la conformación lineal del tiempo. Pasado–presente–futuro. De tal manera que lo que antes era un pronóstico para sobrevivir y procurar mejor vivir, ahora es una dependencia. Si las previsiones no se cumplen o, en su caso, cambian de manera abrupta respecto de su adivinación, el sistema en sí mismo está en riesgo. Intuyo que ésa es la trascendencia y profundidad de la pandemia comenzada tras su declaración el 11 de marzo de 2020 por el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los efectos de ese suceso no son unidimensionales, tanto como sus causas tampoco lo son. La alteración en diferentes capas de la realidad humana producen reacciones y efectos no considerados por la gran parte de esa masa de miles de millones a la que me he referido antes. Por ello, la vida individual, como el microsistema social más elemental conocido, se vio trastocada. Pues la aparición de los efectos de la pandemia produjo subefectos que generaron a su vez otras reacciones, reproducidos así de manera exponencial. Así, nos vimos todos alcanzados por el futuro. Rebasados. Los pronósticos no se cumplieron y no solamente todo cambió sino que el futuro era imprevisible. Por lo tanto, la conformación que regía de pasado–presente–futuro se mostró ineficaz. Esto es el epicentro de la crisis percibida por toda la humanidad.  

El Sistema

La siguiente Copa del Mundo de FIFA se celebrará en tres países; Canadá, México y Estados Unidos de Norteamérica. Ese torneo incrementará de 32 a 48 sus participantes competidores. Mientras que la FIL de Guadalajara tendrá como invitado de honor a la Unión Europea conformada hasta hoy por 37 países de aquél continente. Lo cual nos permite ver que ambos comités organizadores perciben la necesidad de aumentar su oferta ante los consumidores de cada uno de sus eventos.

Sobre los lugares donde se desarrollan esos eventos podemos decir que

Doha, Qatar. Se dice que es el centro financiero de ese país. Estados Unidos de Norteamérica se considera el imperio regente de la Tierra.
Guadalajara es la capital del estado de Jalisco, donde aseguran que opera el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El primer reporte del virus SARS–CoV–2 ocurrió el 31 de diciembre de 2019 en Wuhan, China. ®

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Publicado en: Apuntes y crónicas

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