Secretos de familia y emociones femeninas reprimidas

Una charla con Daniela Ruelas

De Jalisco surgen nuevas voces. Más allá de la fecunda Guadalajara hay otras latitudes, como Puerto Vallarta, de donde es originaria Daniela Ruelas, cuya novela Los anillos aborda a las mujeres de una familia que comparten dolorosos secretos a voces de generación en generación.

Daniela Ruelas.

En Los anillos (Big Bang ediciones, e–pub) hay un personaje femenino apodado “Chiquis”, como un espejo sin nombre ni descripción física, con el que los lectores podemos identificarnos a través de su mirada y turbulentas experiencias. Daniela Ruelas debuta como novelista con esta historia entrañable, escrita con un estilo oral y cercano.

Nacida en Puerto Vallarta, Daniela, de 34 años, estudió Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara y egresó con Maestría en Creación Literaria de la Universidad de Texas, en El Paso. En 2019 uno de sus cuentos formó parte de la Segunda Antología de Escritoras Mexicanas y en 2020 ganó el concurso de novela corta por esta obra por otro sello llamado Crisálida Ediciones.

Nosotras solemos guardar ciertos secretos referentes a problemas de familia, acoso, violencia —incluso dentro de nuestro círculo más cercano—, ¿de qué manera crees que eso se vuelve fecundo en la literatura sin caer en el morbo?
Una de las maneras en que este tema no cae en el morbo es cuando se considera con diferentes matices, perspectivas y dispuesta a profundizar en él y no tratarlo como algo superficial sino con la seriedad que se merece. Lo que he notado en la Antología de Escritoras Mexicanas es que era un tema recurrente en la literatura contemporánea, pero está tomando otro matiz. Las escritoras estamos tomando más espacios, obteniendo visibilidad, dando una perspectiva diferente de los silencios y de lo que no estamos dispuestas a callar. Una de las maneras en que podemos tratarlo como algo real es porque afecta la vida de las personas.

Este desasosiego lo fui descubriendo con mis personajes, pero reconozco que es el sentido con el que escribí la novela. Existía en mí una inquietud con respecto a estos silencios con los que vivimos nosotras las mujeres y se han vuelto parte de nuestra normalidad, y de cierta manera permeó la emoción que tenía cargada.

Como autora novel, decidiste explorar el tema de las mujeres y sus conflictos, ¿consideras que en México existe ya una mayor apertura para desarrollar y presentarlos, y por qué?
Sí existe una mayor apertura para poder escribir sobre lo que queramos y eso se ha logrado porque hemos creado espacios que antes no existían, y está conectado con nuestro contexto histórico que estamos viviendo como mujeres.

Percibo mucho desasosiego en los personajes de “Clara”, “Sara”, “Chiquis”, “Sylvia”, etcétera, ¿era éste el propósito inicial?
No era mi propósito inicial, siento que los personajes secundarios eran piezas del principal que es “Chiquis” y ella tienen experiencias de vida fuera de las que se presentan en la novela. Hay un enfoque en esto porque es parte de mi hilo conductor. Hay partes un tanto cómicas, como cuando llega a un restaurante creyendo que está a punto de dar a luz. Este desasosiego lo fui descubriendo con mis personajes, pero reconozco que es el sentido con el que escribí la novela. Existía en mí una inquietud con respecto a estos silencios con los que vivimos nosotras las mujeres y se han vuelto parte de nuestra normalidad, y de cierta manera permeó la emoción que tenía cargada.

¿Qué tiene de particular el personaje central, “Chiquis”, que es como la típica mujer a quienes todos sus parientes le hacen cargar todo tipo de responsabilidades ajenas y que busca sentirse más fuerte de lo que en realidad debiera?
Ella poco a poco va descubriendo que el mundo la ve. Tengo una cita de la que no recuerdo a su autor: “Be who you are, but know who you appear to be”. “Sé quién tú eres, pero reconoce quien aparentas ser”; reconoce cómo los otros ven quién eres. Entonces “Chiquis” se está dando cuenta y concientizando sobre cómo es que los demás la ven y está en este proceso de descubrimiento, y no importa si tiene catorce, quince o treinta y cinco años. Un ejemplo es cuando los sobrinos están en su casa y ella es la figura de autoridad y le cuesta reconocerse como tal; hay una asociación de lo que cuida y tiene ciertos instintos maternales, domésticos, que no es cierto que existen para todas. A nosotras nos delegan ser las cuidadoras sin necesariamente preguntarnos si ése es el papel para el que somos aptas. A veces la sociedad o la gente no se pregunta si lo somos para ciertos papeles y a veces sucede lo inverso.

¿Cuáles son las ventajas que ves como autora en el formato electrónico e–pub, en especial para presentar una historia como ésta?
Estaba pensando el alcance de esta historia particularmente con alguien que no vive en México, pero que pueda sentirse identificada y como autora de editorial independiente. Lo que sucede es que se hace automáticamente global el alcance inmediato y tiene esa facilidad que con un click puede estar en tus manos la obra de un autor a cientos de kilómetros de distancia.

¿Qué otros proyectos tienes próximamente?
Estoy trabajado en otros, pero no creo que ninguno vea pronto la versión final. He explorado otros géneros y después de Los anillos he comenzado a explorar otros géneros, y curiosamente siempre regreso a la ficción y la narrativa. Tengo una inclinación para este género y la prosa. ®

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Publicado en: Libros y autores

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