Si el amor es el fin de nuestro mundo, que la fuerza nos acompañe

Contramilitancia, de Luis Jorge Boone

Contramilitancia es un palimpsesto en el que las figuras de Batman, Iron Man e incluso Hellboy brillan en la noche más negra y revelan la caída al Lado Oscuro debido a la contradicción interna.

Luke Skywalker. Ilustración diario La Tercera.

Después de ver Star Wars el antropólogo Joseph Campbell, famoso por el modelo llamado “el viaje del héroe”, arquetipo del que Luke Skywalker es uno de sus avatares, le dijo a su compañero, el periodista Bill Moyers: “El periplo del héroe no se trata de negar la razón. Por el contrario, al sobreponerse a las pasiones oscuras el héroe simboliza nuestra capacidad de controlar al salvaje irracional que todos llevamos dentro”.

La lucha constante entre luz y oscuridad encuentra en Luke un héroe que duda, sí, pero que logra sobreponerse al agujero negro latente en su estirpe. Ya sea enfrentándolo en el túnel de Dagobah, durante el entrenamiento con Yoda, o en la figura paterna que lo acecha en las dimensiones cósmicas del Imperio. Un héroe antiguo que se atiene a la tragedia y sale airoso, una figura que no pertenece a nuestro tiempo.

Es por eso que Luis Jorge Boone (Monclova, 1977) no centra su interés en él o en cualquier otro héroe recto y de corazón puro. Conocedor de las figuras míticas, el monclovense resalta, precisamente, las pasiones oscuras que mencionó Campbell y deja que se traguen a los personajes que crea en Contramilitancia (Atrasalante, 2020), poema épico que ensaya la creación de un nuevo arquetipo heroico que no se avergüence de mostrar su caída. Uno que pueda “Estudiar el video de los héroes./ Luego ganar el derecho a la inmortalidad, como todos ellos”, según dice en “Diario de Entrenamiento”, uno de los textos que contiene el libro y el que quizá encierra su poética.

Para lograrlo, el autor de Toda la soledad del centro de la Tierra echa mano de su largo conocimiento nerd de los mitos de esta era y concatena, de la misma forma que lo ha hecho Luis Alberto de Cuenca, lo clásico y lo pop. Contramilitancia es un palimpsesto en el que, si bien Star Wars es el universo que encierra la palabra creadora, son las figuras de Batman, Iron Man e incluso Hellboy las facetas grises que igualmente brillan en la noche más negra y revelan, por medio de guiños, la caída al Lado Oscuro debido a la contradicción interna o, como dice en “Límite de las Doctrinas”, el poema que abre su libro: “escribo esto y me desdigo./ Su fe es ninguna fe,/ porque así llenan sus corazón los fantasmas”.

La referencia a Darth Vader es obvia en más de un sentido y se deja en claro que la sombra del Lord Sith sobrevolará todo el libro siendo, quizá, una reinterpretación de Anakin Skywalker que se muestra desde el primer verso.

Contramilitancia está dividida en tres partes: Incendios Provocados por la Rebelión, Diario Partisano y Libro del Sith, trilogía que obedece al tema del Amor como destrucción.

La referencia a Darth Vader es obvia en más de un sentido y se deja en claro que la sombra del Lord Sith sobrevolará todo el libro siendo, quizá, una reinterpretación de Anakin Skywalker que se muestra desde el primer verso: “No escuches a los herejes./ Los habrá cercanos a ti: nacieron/ en tu mismo destruido Alderaan”.

Los primeros poemas del libro optan por un tono casi paternal hacia la “Heredera” del mundo destruido, voz que con un aliento fantasmal y casi bíblico comienza a descomponerse según se avanza, hasta llegar a un tono más terrenal que habla de las batallas y las heridas, el temor, el amor… el odio.

Porque para el soldado que habla por medio de la poesía de Boone “El amor, la especie más dolorosa de amor, empieza cuando se termina”. El sentimiento estalla con la fuerza de una supernova que tiene la duración de un relámpago, el tiempo flash que dura un sable láser, y es esa herida la que permite el cambio.

“Cualquier historia de amor lo confirma. Primero es la admiración, luego los celos, la envidia  el asesinato./ De ti mismo para ser ese otro superior./ Del otro para que caiga, en agonía, entre tus brazos”, escribe el adolorido guerrillero en “Diario de entrenamiento”.

Eso porque los héroes que plantea Boone en el libro son soldados que se permiten el miedo humano y no aspiran a la divinidad, sino que la repudian y se atan a los deseos, se entregan a las pasiones porque entienden que es su sino. Es una mirada al escuadrón Rogue One, que recuperó los planos que permitieron la destrucción de la Death Star y que, al mirar de frente a la muerte que llevan en sus manos y la que los acorrala, se preguntan, sin hallar respuesta, ante la vastedad del caos insondable dejado por el amor: “¿Militancia?/ (¿Tú me lo preguntas?) Militancia./ No militancia./ Antimilitancia./ Contramilitancia./ Otra clase de militancia/ para qué”. ®

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