El rock mexicano es un reflejo de la nación misma. Un puñado de ejecutantes ha tenido éxito comercial rotundo en los últimos quince años. En su momento mostraron valía artística…
Minimals
El rock mexicano es un reflejo de la nación misma. Un puñado de ejecutantes ha tenido éxito comercial rotundo en los últimos quince años. En su momento mostraron valía artística: inventiva y buena ejecución para, con el paso de los años, plegarse a los mandatos de la inmensa maquinaria del consumo de música comercial en idioma español. Los nombres son de sobra conocidos: Caifanes (hoy Jaguares), Maná, Café Tacuba y unos cuantos más.
Fuera de ello, la última década ha sido arar en el desierto. Quizá con las solas excepciones de Molotov y Zoé, cuyos trabajos sin embargo son disparejos, el resto de las propuestas roqueras mexicanas o bien son tan underground que se pierde calidad artística, o bien han buscado hacerse de un sitio preeminente en el ámbito comercial, dando como resultado una música superflua y baladí.
Por ello, la emergencia de los Minimals es de enorme valía. No es frecuente escuchar una banda nacional nueva con una intención tan clara de lo que quieren hacer con su música. El camino que han elegido ha sido, como es natural en las manifestaciones artísticas, absorber lo mejor posible sus influencias predilectas para, a partir de este fundamento común, erigir la parte innovadora que a ellos corresponde.
Liderados por el vocalista y guitarrista Manuel Ordóñez, los Minimals bordan sus piezas bajo la estructura que de manera genérica conocemos como indie rock. Pero ya que el apelativo se ha puesto de moda y ahora abarca un amplio conjunto de manifestaciones roqueras, diré que el concepto del grupo se erige sobre los pilares del trabajo de dos bandas internacionales de gran peso y valía: Interpol y The Killers. De unos y otros retoman tanto la buena intencionalidad sonora (que en Interpol alcanza niveles de inquietante oscuridad y exigencia de ejecución) como el gancho comercial (patentado por The Killers) que no descuida el objetivo de hacer un rock con buena forma y compromiso musical.
Sin duda (y esto lo digo como escucha añejo del rock), la banda tiene todo para ser el nuevo gran gig de la escena local. Se encuentran perfectamente enfocados, han depurado su estilo, dejan ver sus influencias, pero las trabajan para hacer una propuesta personal y son hábiles ejecutantes de su género. Por ahora poseemos las canciones disponibles en su blog en MySpace y las tocadas que ya realizan aquí y allá, lo mismo en festivales medianos que en bares y discotecas. (Personalmente, hace poco vi a Manuel Ordóñez acompañado de un percusionista ejecutando las versiones acústicas de sus piezas y no hice más que confirmar mi pronóstico: estos cuates sí que roquean.) Además de la inminente salida de su demo del que los mantendré informados. Pueden escuchar las nuevas rolas de Minimals en www.myspace.com/minimalsrock
Dagger
Hablando de grupos nacionales que están intentando abrirse paso en el complicado mercado mexicano, Dagger, la banda de Gaby de la O, vocalista y guitarrista del grupo, ha logrado dar espesor a su propuesta independiente bajo el signo del sonido post punk pleno de beats contundentes, minimalismo lírico y riffs cortados y penetrantes, aderezado con tintes oscuros y ganchos sónicos, cuya evidencia ha quedado plasmada en la placa del 2008 The Mean Machine.
El estilo es consabido, pero no por ello deja de tener punch y atractivo sonoro y, sin duda, si la banda no ceja en el empeño de darse a conocer a un público más amplio, cultivará una buena base de fans, ya que el postpunk siempre ha tenido fieles adeptos. (Por cierto, Gaby de la O me dijo que ella consideraba que tocan metal, pero se me hace que me estaba cotorreando, porque no hay rastro de ese género en su música.)
A los de Dagger los vi en vivo en el Foro Alicia y su desempeño escénico es de lo más destacado. La baterista que en ese entonces traían le daba con soltura y vigor a los tambores, mientras que Gaby de la O tiene todo para ser una personalidad en el mundillo del rock independiente nacional: carisma, belleza y diestra ejecución.
Oyendo a Dagger queda la idea de que quizá el camino para la renovación del rock mexicano se dé fuera del mainstream, con escenarios chicos o medianos, con la suficiente asistencia de seguidores para hacer mínimamente viable la vida del grupo, más una propuesta artística sincera y bien ejecutada. El tiempo dirá si el grupo se consolida en el medio, y, personalmente, por el éxito de la banda y el bien de la escena roquera mexicana independiente, espero que así sea.
Stellar High
En el ámbito del rock independiente mexicano Stellar High se cuece aparte. Con una propuesta que incluye la retoma contemporánea del rock psicodélico de antaño, siguiendo los pasos que en este sentido han marcado los espectaculares ejecutantes de Mars Volta, pero con una definición estilística enteramente propia, los integrantes de la banda hacen de su música un espectáculo sonoro único en el panorama nacional, con un nivel de ejecución, encuadre y matiz de primer nivel.
Integrado por Adrián Tinoco (guitarra y voz), Jahen Godoy (teclados) y Juan Carlos Martínez (batería), su única grabación hasta la fecha, el EP In the Cosmos We exist no hace justicia al poderío sonoro de la agrupación, debido a las naturales limitaciones de grabación y producción del rock independiente. Verlos en vivo es una experiencia aparte que ratifica el talento indiscutible de la banda.
Los ecos zeppelianos y doorsianos que encuadran su música se dejan sentir en la atmósfera que el grupo genera en directo, transmitiendo un poder roquero traído de aquellas legendarias épocas del género. Atreviéndose a plantear una ejecución sin concesiones, plena de virtuosismos personales y precisa improvisación en vivo, se abren camino en el mar de propuestas predecibles apostando por un estilo que no por perenne es de fácil asimilación. Para poder disfrutar plenamente la música del grupo es necesario ser un roquero bien entrenado. Cosa que sin duda los dotará de un conjunto de seguidores sólido y fiel.
Sin duda, el camino del grupo, mientras sigan cultivando su propuesta neopsicodélica con tintes progresivos, será el de la escena independiente. La apuesta consiste en hacer de esta escena un underground masivo que pueda dotar de vitalidad al hasta hoy moribundo entorno del rock mexicano. ®