Un instante para contemplar el universo

De Foucault a Cortázar a Jobs… pasando por Nueva York

De bibliotecas, mujeres, escritores, genios, música, biología, religión y ateísmo, y más, se habla en la columna más poliédrica de la red.

Cortazar en París

“El cuarto de Michel Foucault”. Conviene ahorrarse las preguntas (sobre todo las de corte homoerótico), sin embargo este singular documental cuenta la historia de un ebrio calamitoso que, durante una rumba legendaria, se topa al solidario filósofo francés por las calles de Varsovia (el video explora la arquitectura polaca de la posguerra y sugiere algunos encuentros clandestinos).

Por lo demás, semejante testimonio mueve a pensar en aquel célebre debate con Noam Chomsky —nunca suficientemente citado— sobre la naturaleza humana; discusión que desbarató los argumentos del lingüista y legó una terrible certeza para nuestras (in)capacidades políticas y de gobierno: existe la esperanza, pero no para nosotros.

“Lost in Paris with Cortázar”: Ahora que se ha vuelto deporte defenestrarlo y ubicarlo exclusivamente en la literatura para adolescentes —sobre todo por aquellos lectores que no han leído más que sus cuentos más famosos y Rayuela (desconociendo las obras maestras que son “La escuela de noche”, “Satarsa” y “Pesadillas”); consignamos unas imágenes del cronopio en París, esa mujer a la que tanto quiso, con su última pareja, no sin consignar una entrevista con el tigre Eduardo Lizalde (que en esta ocasión parece un gatito).

Por último, en caso de que alguien todavía no lo haya leído, colgamos también La vuelta al día en ochenta mundos, un libro extravagante como los que tanto nos gustan.

“Para asistir al Museo Reina Sofía” ya no será necesario visitar España (que tan malas jugadas propina a los latinoamericanos que desean visitar el país). A la distancia de un click, sin jetas, aduanas y sobre todo sin pagar un euro, podrás disfrutar de su colección entera (¡chúpate esta mandarina, Letizia!).

“Ha muerto un grupo”. Se afianzará para siempre la leyenda. En esta esquina, la historia sensible de REM contada en diez canciones. Escoja la suya, yo me quedo con un buen par.

“La casa de los libros o del alma de los pueblos”. Un vistazo por los libreros virtuales de la Biblioteca Nacional República Argentina. Otro por la mastodóntica Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Y uno más por la Biblioteca de México. Vea, analice y compare. Luego muera de sentimiento.

“La literatura antiperonista de Juan Rodolfo Wilcock”. Un ensayo sugerente y revelador sobre una de las facetas de uno de mis autores predilectos.

“La vida secreta de los maniquíes”. Una crónica exquisita a cargo del elegantísimo Gay Talese. No se la pueden perder. Va mi espada en prenda.

Y ya hablando de Nueva York —ese gran pretexto para casi todo— más vale no perderse este viaje relámpago por las entrañas de Manhattan: un alarido de luz.

“Para una historia visual de las referencias literarias de los Simpsons”. El nombre lo dice todo y no tiene desperdicio. Bien sabido es que la cultura de masas norteamericana puede dar muchos grammys, óscares y pulitzers —incluso programas con Oprah o hasta portadas en la revista TIME— pero la verdadera consagración sucede cuando el personaje en cuestión es inmortalizado en color amarillo.

“¿Y las muchachas apá?” Ora no hubo, mijo. Pero tenga pa’ que se entretenga (y apúrese, antes de que se acaben todo los pinches zopilotes).

“Ese sectario de la razón” acólito del ateísmo y de la insensibilidad religiosa que responde al nombre de Richard Dawkins recibe una buena y nutrida tunda a cargo de Terry Eagleton, que algo sabe de marxismo, fundamentalismos y teoría.

Por lo demás, antes que suscribir la biología filosófica promovida por Dawkins, que en más de un sentido fundamenta los dispositivos totalitarios que Foucault atisbaba hace más de treinta años con el nacimiento de la biopolítica, me quedo con la sugerencia que promueve una lectura entreverada entre Gould y Foucault: la biología, esencialmente, como ciencia histórica.

“How Global Screen Culture Will Affect Us?” Creo que es muy pronto para sacar conclusiones, pero con toda seguridad nos estamos enfrentando a un giro copernicano que afectará nuestro imaginario simbólico y la manera en que procesamos, intercambiamos y producimos información. También afectará la manera en que compramos y consumimos, desde luego.

El evento tsunami causado por la muerte de Steve Jobs es apenas la punta del iceberg que nos asegura que nuevos y desconocidos mares, acaso terribles —acaso siniestros— están a punto de inundarnos. ®

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Publicado en: Octubre 2011, Wünderkammern

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