El fliméfilo chilensis

Un encuentro ándate cabrito con Hermes el sabio

Déjenme contarles que Hermes Antonio, aka Hermes el sabio, es ante todo un crítico de cine y ahora peliculasta. Famoso, aclamado, visionario, no tradicional, analista pro, brígido, con miles de lectores y fans, pero, en rigor, un crítico de cine auténtico.

Hermes Kane.

Hermes Kane.

Advertencia: cualquier semejanza con la realidad, no es pura coincidencia. Es intencional y con el noble fin de entretener, fomentar y difundir el estilo maestro del protagonista de esta historia.

La segunda semana de abril Hermes Antonio partió a Algarrobo, región de Valparaíso. Uno podría pensar que acudió a esa “capital náutica de Chile” para pasarse la vida bacán —véase el glosario mínimo al final— y practicar todos los deportes acuáticos que se realizan en el lugar. Es más, quién no se lo imagina tirado al sol, surfeando grandes olas o persiguiendo minocas hot con un vaso de mote con huesillo en la mano. O qué sé yo. Pasándola chancho, eso sí.

Pero no. Las apariencias engañan. Fue para encerrarse en una habitación y así, en un ambiente propicio, austero y alejado del bullicio, concluir el guión de la película Historia de horror, el primer flim que escribe (fanfarria), que será dirigido por Nicolás Lorca y producido por IntroFilms Producciones, con miras de llegar este mismo 2013 a las pantallas.

En su mundialmente conocido sitio Flims, Hermes se refirió así a este proyecto emprendido: “No les puedo contar de qué se trata porque es todo secreto todavía, pero les voy a contar que estoy feliz, porque siempre he tenido ganas de escribir películas (por si no se han dado cuenta) y ahora que van a hacer de verdad una película inventada por mí, estoy feliz y con miedo, pero más feliz. La idea es que les dé miedo a ustedes cuando la vean, no a mí antes cuando la estoy escribiendo, pero igual. Espero llegar al equilibrio, se entiende”.

Hermes cree que Historia de horror será una película maestra. De lo contrario, afirma como el crítico fliméfilo, macho y recio que es: “Yo mismo voy a escribir una crítica para hacernos pebre, por giles”.

Rompiéndola en México

Porque déjenme contarles que Hermes Antonio, aka Hermes el sabio, es ante todo un crítico de cine. Famoso, aclamado, visionario, no tradicional, analista pro, brígido, con miles de lectores y fans, pero, en rigor, un crítico de cine auténtico.

El punto es que una semana antes de viajar a Algarrobo para terminar su primer guión maestro y transformarse así en peliculasta—término que él usa para referirse a los creativos y realizadores de un flim—, Hermes Antonio visitó la Ciudad de México para estar presente en el lanzamiento latinoamericano de prensa que organizó Netflix de la serie de terror y misterio Hemlock Grove, que estará disponible en su primera temporada a partir del 19 de abril en esa red líder de televisión por Internet.

Cuando me enteré vía redes sociales de la estancia relámpago de Hermes en el Distrito Federal, la consideré inmejorable oportunidad para conocerlo y entrevistarlo, aunque esa misión tuviera un cierto grado de improbabilidad semejante al de sentarse a cenar a la vez con Robert Pattinson, Kristen Stewart y Rupert Sanders. Porque Hermes, en su parcela, es un superstar.

Pese a todo, o quizás por eso mismo, hice las gestiones debidas y me reuní con él. Me contó su historia, conversamos de cine. De su trayectoria profesional. De su primo Feto. De su predilección por los gatos como mascota y de cómo los peliculastas los utilizan como estereotipo del mal y la cuestión, etcétera. Como él mismo diría: “Qué quieren que les diga, cabros”. Me enteré de toda su vida fliméfila porque es hocicón. No me envidien, pero hasta lo acompañé a comprar regalos de recuerdo para sus seres queridos chilensis.

Apreciaciones personales

¿Para qué nos hacemos los lesos, si lo más sencillo es contarles la pura verdad? Hermes Antonio o Hermes el sabio, más que una identidad falsa es un nombre artístico, por así decirlo. Como en su caso lo tienen Bruce Wayne o Peter Parker y ¿quién es uno para hurgar en eso? Su afición por el cine y por los géneros propios de la cultura plop le viene de casa, desde cabro chico: “En ese entonces veía flims con una tía que amaba las películas de terror y eso supongo que influyó para que yo tomara este camino. Aunque igual eso puede ser relativo porque también los veía mi hermana y ella ahora nada tiene que ver con el mundo del cine ni pesca las horroríficas”.

“En ese entonces veía flims con una tía que amaba las películas de terror y eso supongo que influyó para que yo tomara este camino. Aunque igual eso puede ser relativo porque también los veía mi hermana y ella ahora nada tiene que ver con el mundo del cine ni pesca las horroríficas”.

Hermes también veía caleta de películas con su papá, incluidos algunos viejos filmes mexicanos protagonizados por Cantinflas, Luis Miguel, Lucerito, Santo el enmascarado de plata y otros personajes nacionales que desfilaban por las pantallas del cable.

Como todo aficionado que es seco, aquel niño que igual coleccionaba cómics comenzó a formarse un criterio que ya en su adolescencia decidió expresar públicamente.

Porque además tenía inclinación para estudiar letras y le interesaba la escritura y todo eso que quizás deberían considerar los críticos de cualquier arte antes de ponerse a criticar pero que luego más bien ignoran o desprecian. Se inscribió también en un prestigiado taller de guionismo televisivo y le dio por reseñar teatro y otros géneros que le brindaron experiencia pero acabaron fastidiándolo: “Como el teatro en Chile no era mucho ni muy bueno, tenía que ser considerado, no dejar la mansaca sobre lo poco que había. Y además era un mundo donde todo era muy serio y formal, incluso pedante y pretencioso, cosa que me dejó pal gato”.

Hermes Mamerto.

Hermes Mamerto.

Por supuesto, Hermes leía a diversos críticos de cine chilenos mayores que él como don Héctor Soto, Leopoldo Muñoz o Juan Andrés Salfate, quienes en un principio podrían haberse convertido en cierta influencia para escribir, pero eso tampoco era lo que buscaba. Quería un estilo propio y además expresar sus apreciaciones personales. Porque las tenía y muy claras.

Fue así como decidió escribir textos algo estúpidos quizá, con poca formalidad, pero que le divertían mucho al redactarlos y al leerlos. “Esas críticas las enviaba por correo electrónico a mis amigos y me respondían mil huevadas porque les entretenían”, recuerda Hermes. “Sin embargo, consideré que esa circulación era un poco charcha porque era sólo entre conocidos, así que pensé mejor en abrir un blog”.

En la Zona

Corría el año 2006. Soplaban los vientos del nuevo milenio y el blog El Rincón de Hermes tuvo tanto éxito que se publicaron varios reportajes en los medios de comunicación tradicionales y así no tardó en llegar una singular oferta de trabajo ni más ni menos que de la Zona de Contacto, el hoy legendario suplemento juvenil del diario El Mercurio, uno de los más importantes e influyentes de Chile.

La Zona de Contacto fue creada, explica la Wikipedia, “por un grupo de periodistas jóvenes encabezados por Iván Valenzuela, Felipe Bianchi y Alberto Fuguet bajo la dirección de María Olga Delpiano”. En sus orígenes formó parte de la revista Wikén, incluida en El Mercurio, aunque luego cobró vida propia y en los años noventa del siglo XX ya era en un auténtico referente de la cultura juvenil del país andino.

La idea de la Zona, que se publicó entre 1991 y 2010, era crear tendencia con un contenido fresco y alternativo, incluyente y acorde con la cultura global de la época, que al mismo tiempo sirviera como taller para los colaboradores en aras de identificar y pulir las voces importantes de las nuevas generaciones del periodismo y la escritura chilensi.

Hermes explorador.

Hermes explorador.

Recuerdo que alguna vez Fuguet declaró algo parecido a que el parámetro de éxito de la Zona de Contacto era que los lectores tradicionales de los diarios no entendieran nada de los contenidos y las formas que en ella se abordaban. Sin duda, así fue y ahí llegó Hermes el sabio para convertirse en una de las plumas más leídas del suplemento. Hermes reflexiona que la Zona de Contacto en su opinión “era como el Internet antes del apogeo de Internet”. Por eso entiende como algo lógico que haya desaparecido en 2010. “Con el auge de los blogs, las redes sociales, el correo electrónico, Youtube, ya no tenía ningún sentido, porque lo que ofrecía la Zona lo podías encontrar en todas partes en la web”.

Alguna vez Fuguet declaró algo parecido a que el parámetro de éxito de la Zona de Contacto era que los lectores tradicionales de los diarios no entendieran nada de los contenidos y las formas que en ella se abordaban.

En 2007 éste era el perfil de Hermes el sabio en la Zona de Contacto: “Hermes Antonio tiene catorce años. Luego de un accidente de snowboard que lo inmovilizó durante un tiempo, descubrió el placer de la crítica cinéfila. Armó un blog aclamado por la crítica de críticos, y desde hace un año escribe para la Zona”.

Ahí tuvo la oportunidad de criticar cualquier cantidad de flims, de tener exposición mediática, de afianzar su influencia en el ámbito cinéfilo chileno, de conquistar una legión de seguidores por toda América Latina. Hasta que La Zona cerró y Hermes recién salido de la adolescencia tuvo que pensar adónde ir. Con todos sus lectores, eso sí.

Estilo

El primer distintivo del crítico fliméfilo Hermes Antonio es su estilo. Esa piel del pensamiento y del trabajo creativo que a veces es tan complicado mostrar plenamente. Porque sus textos tienen fondo y reflexión, así como ese mundo estético y moral propio no exento de la necesaria carga opinativa de quien emite una valoración, pero lo que se encuentra en primer plano al leerlo es su particular forma de expresarse.

Aquí, por ejemplo, las líneas con las que anuncia su crítica sobre Hard to Die 5: “No me vengan con tonteras. Duro de Matar 5 no es una película de Duro de Matar. Yipi Cayei mis polainas. Advertencia: Estoy malas pulgas”.

Acá las de Lincoln de Steven Spielberg: “A propósito de Django y de los esclavos, aquí les tengo otra sobre un compadre que luchaba contra los racistas, pero con algo mucho más emocionante que los balazos: Los proyectos de ley. Demasiada tensión, no apta para cardiacos, cabros, van a quedar locos con las sesiones de votación en el congreso”.

Una más sobre un episodio de TWD, la aclamada serie de zombis producida por AMC: “Estoy demasiado achacado para escribir así que bla bla bla, Walking Dead, bla bla reseña y comentarios del último capítulo bla bla spoilers bla bla. Snif”.

Es fácil reconocer la autoría e identidad de Hermes en un texto. Quizás lo complicado sea definir ese estilo entre adolescente geek, nerd intergaláctico que habla todo lo que está pasando y humorista ácidamente avispado que utiliza el sentido del humor como atractivo plumaje lo mismo que como ácida ballesta que apunta sin contemplaciones al cerebro.

Lo que estoy tratando de decir es que escribe en español, pero para quien lo lee fuera de Chile nunca está demás un conocimiento específico sobre el significado local de los términos que utiliza.

O quizás no y el que se está pasando películas en la cabeza soy yo. Porque si bien sus críticas se enfocan en el catálogo de flims más representativo de la cultura plop (lo que no significa que guarde silencio sobre obras de peliculastas como Lars von Trier, Terrence Malick, Michael Haneke o cualquier otro que se nombre en el canon del cine “serio”), Hermes Antonio es chileno y no sólo usa sino que recrea el lenguaje de las generaciones jóvenes de su país.

Lo que estoy tratando de decir es que escribe en español, pero para quien lo lee fuera de Chile nunca está demás un conocimiento específico sobre el significado local de los términos que utiliza. Supertítulos. Un glosario mínimo. Aunque eso no quiere decir que no se entiendan sus críticas maestras siguiendo el contexto de las palabras o que los miles de lectores de Latinoamérica que visitan su página no le pregunten a lo que se refiere y así se aclaren dudas y se aprenda un poco más. Dicho de otra manera, afirmo que entre más se familiariza el lector con el lenguaje tan particular de Hermes más puede apreciar y disfrutar de su trabajo crítico.

Hermes Force.

Hermes Force.

Porque ése es otro aspecto importante de las críticas de este sabio maestro de los pixeles fliméfilos: no olvida que la lectura, como la crítica de arte, son también géneros propicios para cultivar el esparcimiento intelectual, el gozo más lúdico de la referencia y la trivia peliculasta, el recreo placentero de la discusión más cinéfila.

Hermes es seco y honesto, lo cual le da validez a sus apreciaciones pues más allá de compartirlas o no es un crítico en el que se puede confiar. Habla con sinceridad e informado. Pondera lo admirable y señala los fallos. Con un sentido claro de la ética, además. Lo cual en estos tiempos no es para pasarlo por alto en la crítica de arte.

Hace tiempo tomé una decisión ética profesional maestra porque soy un decidido profesional con mucha ética y maestro. Ésta es mi decisión: no criticaría películas donde haya trabajado gente que conozco y que me cae bien.

En diciembre de 2011 posteó esta declaración en su página, con motivo del estreno de la película La comiquería de Nicolás Lorca: “Bueno, cabros. Hace tiempo tomé una decisión ética profesional maestra porque soy un decidido profesional con mucha ética y maestro. Ésta es mi decisión: no criticaría películas donde haya trabajado gente que conozco y que me cae bien. Es imposible que eso no le nuble a uno el juicio fliméfilo sobre las películas, así que yo creo que es lo mejor. De la misma manera, creo que tampoco criticaré películas donde haya trabajado gente que conozco y que me cae mal, porque pasa lo mismo, pero al revés. En fin. Ayer jueves se estrenó en el cine Alameda el flim chilensis La comiquería, y aquí va la revelación impactante: soy amigo del peliculasta (cha-chán). Y aunque todavía ni siquiera veo la película (me perdí la Avant-Premiere y todavía no voy a verla), ya sé que nunca la voy a criticar. Obvio que a mi compadre le daré mi opinión y todo, pero no puedo ofrecerles mi crítica maestra de siempre, lo siento. Lo que sí puedo hacer es mandar a una colaboradora Flims que no tenga ningún tipo de amistad con el peliculasta a ver la cuestión, y después subir la crítica que ella escriba”.

Flims

A su salida de la Zona de Contacto Hermes no se quedó con los brazos cruzados. No sólo porque está metido en asuntos de la televisión matutina y la radio, porque haya escrito una novela (inédita) o porque escriba para el Blog LG Chile, sino porque abrió su propio sitio: Flims (redoble de tambores, platillos y nuevas fanfarrias).

“Le va muy bien. Cada entrada consigue una gran cantidad de visitas principalmente de Chile, pero también de varios países latinoamericanos. Sé que además las leen porque el promedio de permanencia de cada una es cercana a los cinco minutos y eso es harto para Internet”.

En efecto, la afluencia y los clicks se cuentan en varios miles. Y hay mucha interacción de los lectores quienes frecuentemente suman varias decenas o centenas de comentarios por entrada. “Aunque igual es engañoso. Uno cree que los textos que tienen muchos comentarios son los que más se leen y los que generan más influencia, pero no siempre es así. Hay algunas entradas con pocos comentarios, que me doy cuenta de que tienen una enorme cantidad de visitas y son de las que verdaderamente se habla en el medio”, asegura Hermes.

Flims tiene diversas secciones que agrupan las críticas: Octubre del terror, 1001 películas, DVDs, Póngale Play, The Peliculastas, Series o FlimCast, por ejemplo. Evidentemente, no sólo hay críticas sobre los estrenos en cartelera, sino de películas típicas que deberían verse antes de morir, cintas de autor, avances de lo que se viene, programas de televisión, obras que sólo pueden conseguirse en Internet, podcasts con comentaristas invitados y un apartado para el género favorito de este crítico pork: el horror.

Dependiendo de la película en cuestión, cada texto es etiquetado con simpáticos tags más que elocuentes: Bang Bang Bang, Dramones, Ciencioficciosas, Es mejor el libro, Todo da lo mismo, Sangrientosas, No la vea, Alucinaciones, Fantasiosas, Ándate cabrito, Basadas en la vida real verdadera, Llamada telefónica importante, Abrácenme, etc. Y cada crítica, que Hermes escribe mientras escucha su música favorita: los soundtracks, es rematada con una valoración final como ésta: “Setecientos millones quinientos mil tres estrellas y un Oh My God Award a la comadre porque Oh My God”, o esta otra: “Ah el veredicto: Eh, doscientos millones setecientas mil quinientas cuatro estrellas y un Araña en la Almohada Award a esta película, por pillarme desprevenido y sorprenderme tanto”.

En el sitio también se organizan concursos maestros como el de afiches photoshopeados del que proceden las ilustraciones de este artículo, que utilizan una vieja fotografía del rostro infantil de Hermes y que no le interesa actualizar porque, dice, “bastante me cuesta ya demostrar que no sólo soy una cara bonita”.

Igual se sortean regalos fliméfilos incluyendo entradas para premieres y eventos exclusivos de los distribuidores cinematográficos. Flims tiene algunos auspiciadores y acepta donativos, aunque Hermes confiesa que en realidad “no es rentable. No es un sitio que genere ganancias económicas, pero me da mucha satisfacción y orgullo. Además, me mantiene en contacto con lo que me gusta, pues gracias a Flims he tenido oportunidad de vivir experiencias bacanes y entre todos los lectores la pasamos chancho”.

Así es Hermes Antonio, un personaje que como mínimo ve una película diario, a veces dos o más. Y luego las comenta y a su manera las comparte. Porque su idea de la crítica es ésa: “Prolongar todo lo que se pueda la experiencia de haber visto un flim”. ®

Por favor, subtitular

Ándate cabrito: Frase que sintetiza exclamaciones como wow!, ¡sorprendente!, Oh my god!, ¡increíble!, etcétera.

Bacán: Buena onda, súper, muy bueno, increíble, excelente, espectacular, lo mejor entre sus pares.

Minoca: Mujer, chica, nena; se les dice generalmente a las personas solteras, jóvenes, agraciadas.

Mote con huesillo: Bebida refrescante chilena, no alcohólica, que se compone de una mezcla de jugo acaramelado, con mote de trigo y duraznos deshidratados, llamados huesillos. Cuando el huesillo es sin semilla, cuesco, hueso o carozo, se les llama descarozados. Fuente: Wikipedia.

Pasarlo chancho: Pasar un momento bacán, increíble; muy bueno.

Recio: Fuente, duro; con firmeza.

Pebre: Salsa del tipo adobo, típica de Chile, parecida al chancho en piedra chilena; también se usa como para decir que alguien está molido, agotado o hecho mierda. Fuente: Wikipedia.

Gil: Persona necia, lenta, torpe y poco ágil; de bajo entendimiento.

Brígido: Complicado, difícil, violento.

Leso: Ingenuo. Persona de escaso entendimiento o excesiva ingenuidad.

Plop: Onomatopeya del clásico desmayo que provocaban los personajes de Condorito con sus respuestas, bromas o argumentos. La cultura pop sin duda produce algo parecido en el mundo de la alta cultura. En Chile también se utiliza como sarcasmo para decir que algo es aburrido o decepcionante.

Cabro/Cabro chico: Niño chico.

Caleta: Mucho.

Seco: Alguien que es hábil en lo que hace; que es muy bueno en algo.

Dejar/quedar la mansaca: Que quedará el caos; algo hecho mierda.

Dejar/andar/quedar pal gato: Quedar muy mal; en estado terrible.

Huevadas: Genérico para referirse a cosas, pensamientos, ideas, bromas, etcétera.

Charcha: Ordinario, simple, feo, ridículo, falso.

Avispado: Vivo, despierto, agudo.

Pork: Sinónimo para chancho; muy bueno.

El autor del texto agradece a Paulina Arancibia por su generosa ayuda para el cabal armado de este glosario chilensis y qué tanto.

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Publicado en: Cine, Mayo 2013

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  1. José Ignacio

    Hermes es un referente y ojalá se haga conocido en Latinoamérica. Sus críticas no tan sólo sirven para quienes están interesados en ver una película, sirve también para alegrar el día. Son Bacanes!

  2. Hermes es la caga con sus comentarios….que entrete que la hayan sacado molde desde mexico…. grande hermes!!…me recago de la risa … saludos de un compatriota Coquimbano

  3. Verónica

    Excelente artículo! Sigo a Hermes Antonio desde hace años y José Noé Mercado lo ha descrito a la perfección! le ha sacado una radiografía no sólo a él como crítico fliméfilo, sino que a su particular y genial forma de escribir, me sorprende muy positivamente que su particular y única forma de escribir, también atraiga a lectores foráneos. Que bien por ellos, jejeje. Se agradece mucho el artículo, me ha hecho sentir con respecto a Hermes, como él intenta que sea la experiencia fliméfila con su crítica: un alargue más del disfrute de la experiencia, en este caso, leer sus críticas… muchísimas gracias!!! Por cierto, si que se envidia tener la posibilidad de disfrutar una tarde de conversación junto a Hermes! Un abrazo desde España!

  4. Quiero, primero, felicitar a José Noé por su reportaje… me reí mucho en el trayecto del texto. En Chile amamos a Hermes, pero no tenemos tantos datos de él como los que nos regaló hoy José, te agradezco muchísimo por eso. Eres un seco-pulento al igual que Hermes.
    saludos desde Chile.

  5. Veronkata

    Gracias por recibir tan bien a nuestro embajador flimetico que nos alegra e informa la vida, un abrazo chileno

  6. muy buen texto, hermes es un seco, que bueno saber que lo leen en mexico. saludos desde chile

  7. nelson martínez

    buenísima columna, nada me da más motivación para ir al cine que ir a flims.cl y leer a hermes y luego reirme a carcajadas con su spoiler

  8. Ándate cabrito que te las mandaste con el texto!
    Saludos!

    Pd: Hermes es la cuuumbia!

  9. Aun cuando nuestro «indioma» no es motivo de orgullo (todo latinoamerica dice que los chilenos hablamos muy mal), es un placer leer a alguien de afuera con nuestras palabras. Y entretenido saber que Hermes es cul a fuera también.

    Kudos por la crítica al crítico/peliculasta chileno, que según yo, es el mas leído del país.

  10. alfredo gabriel páramo

    Excelente texto. Inteligente, bien escrito, profundo.
    La inclusión del glosario me parece sensacional. No solo es una muestra de respeto hacia las variantes dialectales de un país, sino que resulta educativo y divertido.

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