Así es la vida civilizada

Video “The Greeks”, de Is Tropical

A primera vista es un video infantil que desde los primeros segundos se va llenando cada vez más y más de sangre y violencia más que explícita, brutal y gráfica, terror y drogas. El estudio Megaforce y el animador Seven crearon esta guerra infantil en la cual los niños sólo se dedican a matarse entre sí.

El jueves 12 de abril de 2012 se cumplen veinte años del lanzamiento al mercado de un álbum que cambiaría para siempre la faz del universo popero y pseudorroquero del mundo hispano, ¿Dónde jugarán los niños?, de la banda tapatía Maná y que resultó ser un trancazo. Desde sus convicciones ecológicas hasta su innegable poder para hacer que los fresas se sintieran rebeldes ¿Dónde jugaran los niños? quedará como el mejor ejemplo de cómo un poco de basura y dos tres alaridos al estilo de Fher podían vender millones de copias sin comprometer absolutamente nada. Aunque la pregunta quedaba volando: ¿A dónde jugarían los niños a los vaqueros y los apaches? ¿A dónde jugarían los chicos a la guerra y los nazis, y a los soviéticos y los espías al estilo James Bond? Pero más entrañable, imaginar y angustiarse: ¿Dónde diablos jugarían los niños a ser hombres? Veinte años después resulta que el origen de todos nuestros males son el narcotráfico, el terrorismo y nuestros terribles errores respecto del ambiente, y que los niños sean ultraviolentos y faltos de escrúpulos es sobre todo gracias a los videojuegos y el internet. Falacias. Ya de siempre los chiquillos han andado de malandros. Ya de siempre los cachorros de animales como los lobos procuran jugar violentamente como un modo de prepararse para lo que en un futuro serán verdaderas cacerías. Enfrentemos el hecho de que la mejor y más completa máquina de guerra camina erguida y en dos pies, tiene un cerebro desarrollado, es omnívoro y cree en un Dios que todo lo ve.

Comentó alguna vez el escritor de historietas Alan Martin a propósito de su personaje Tank Girl (cuya parafernalia noventera rebosaba de armas, cascos de la II Guerra Mundial, misiles, tanques, cuchillos, granadas, armas químicas y un montón de instrumentos y artilugios para matar): “Claro, cómo olvidar la época en que jugar a la guerra nos parecía cool”. Decía esto siendo ya todo un padre de familia y viviendo en comunas de hippies en la Inglaterra de principios del siglo XXI. En el otoño del año 2011 la banda inglesa Is Tropical lanzó su sencillo “The Greeks”, que alcanzó en un breve lapso el millón de visitas en YouTube. A primera vista es un video infantil que desde los primeros segundos se va llenando cada vez más y más de sangre y violencia más que explícita, brutal y gráfica, terror y drogas. El estudio Megaforce y el animador Seven crearon esta guerra infantil en la cual los niños sólo se dedican a matarse entre sí. Así, sin más. Luego te enteras de que todos estuvieron de acuerdo (por principio de cuentas los padres) y que los niños sabían en todo momento que el video sería editado y trabajado para hacer énfasis en lo que a matazones se refiere, al grado de que una pequeña les hizo saber: “No vayan a poner mariposas o flores, pongan mucha, mucha sangre”. Y a decir del director y su equipo: “Buscábamos no ser tan graciosos puesto que eso le quita lo divertido a la idea”.

Aclarar que, como en todo delirio, los niños realmente nunca mueren, una y otra vez se levantan para seguir jugando y una y otra vez se apuntan y se revientan “imaginariamente” los cráneos. Los momentos más cabrones son quizá cuando la pandilla termina apuntándose todos contra todos en un clásico Mexican stand up después de hacer negocios con algo que podría ser cocaína (pero obviamente no lo es, de ahí el pleito), y el otro, cuando los chiquillos del demonio realizan sus propias ejecuciones al estilo fundamentalista islámico. O cuando ya en la carnicería, sin ver a quién, se ejecuta a un osito de peluche del cual sólo estalla su cerebro.

Ahora, ajustando un poco más la lente, queda acaso sólo pensar y meditar sobre qué carajos es lo que sostiene y alimenta estas muestras de violencia gratuita (y muy graciosa). En una atmósfera de violencia desmedida como la que se ha alcanzado en México esta clase de entretenimiento pueden ser literalmente escupidas y malentendidas por la opinión pública. No es la primera ni la última vez que la violencia como espectáculo se expresará de manera tan clara. Diría Javier Vallejo: “La violencia filmada suscita espanto o genera odio”. Pero en el caso de estos mozalbetes causa mucha risa. Uno no hace más que preguntarse en qué parte del proceso evolutivo la violencia desmedida nos forjó como la especie dominante. Y parece ser que el problema se torna en un asunto de dimensiones bíblicas cuando se considera lo siguiente:

Aquel día, el Señor castigará
con su espada bien templada,
grande y fuerte,
a Leviatán, la Serpiente huidiza,
a Leviatán… [Isaías 27:1]

Yo os destinaré a la espada, y todos vosotros os encorvaréis para la matanza.
Porque llamé, mas no respondisteis, hablé, mas no oísteis; hicisteis lo malo ante mis ojos y escogisteis aquello que no me complacía. [Isaías 65:12]

Considerando que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, es un asunto muy serio. El hombre se ha definido como un ser político, esa esencia de lo político es lo que el hombre fabrica (puesto que el hombre no puede crear) y lo que el hombre ha fabricado para organizar sus polis, sus ciudades, sus Estados, es la soberanía, pues la violencia monopolizada por el Estado tiene un único objetivo: proteger. De ahí que la plegaria exprese que el todopoderoso venga y nos ponga quietos a todos y de una buena vez. Por otro lado, el problema deriva en dos sentidos a decir del viejo cocainómano vienés, Freud; por un lado se diferencian dos estados, el animal y el humano. El primero no tiene ni historia ni porvenir al mantener un equilibrio relativo entre el mundo y sus instintos: los lobos sólo matan por hambre. El segundo vive sus arranques basado en pulsiones, la de vida o la de muerte.

Bajo este esquema, un exceso o un nuevo impulso de la libido desencadena una rebelión en el equilibrio de vida y muerte y esto dispara un impulso, a ese impulso se le conoce como cultura y la restricción de individualidades es lo que hace que podamos convivir en ciudades prósperas y ordenadas. Al menos ése es el ideal. De tal manera que toda expresión de violencia desmedida y gráfica provoca aversión ya que en nada ayuda a mantener la calma. Eso es lo que aterroriza de los fundamentalistas radicales terroristas y las ejecuciones de los sicarios a sueldo, y claro, los niños representando roles de hombres.

Así que la próxima ocasión que atestigüen el horror de ver a niños perseguirse con pistolas de plástico no se lo tomen tan mal. Claro que no tiene nada de agradable que un mozalbete te encañone con un arma desde su triciclo puesto que no es divertido ser la presa, pero los niños serán hombres y los hombres serán lobos y éstos comerán a otros hombres cuando sientan algún apetito imposible de manejar. Así es la vida civilizada en la que seguramente exterminaremos primero la parte del universo en la que vivimos antes que bajarle dos rayitas a los monstruos creados por los sueños de la razón. El aniquilamiento de nuestro entorno, a pesar de ser terrible no suscita repulsión ni escándalos pues, como diría la banda británica que inspiró este texto con su canción “Los griegos”:

Sólo consigues aquello de lo que te desprendes
Sólo conseguirás aquello que regales
Sólo conseguirás lo que regalas,
entonces, deshazte de tu odio.
Los griegos lo han tenido
con sus cuentos de lujuria
y mitos de sufrimiento
Las luces de la gran rueda
crean sombras que danzan alrededor de la feria
tiempo para consultar mientras giras en el carrusel
la calma antes de la tormenta… ®

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Publicado en: Abril 2012, Animación y video

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