Cómo juzgar una película

De mainstream, cine independiente, de arte y de autor

Las buenas y malas películas están dispersas en el mainstream y entre los independientes; entre autores pretenciosos, viscerales, noveles, caducos, acartonados y transgresores; en México, en Estados Unidos y en todas partes.

Siempre me ha hecho gracia escuchar a los que se les llena la boca cuando declaran que prefieren ver “cine de arte” y no el comercial, o a los que dicen que les gusta “más bien el cine independiente”. Pero particularmente chistoso me resultó enterarme de la disertación de un sesudo seudo-intelectual que afirmó que “Hoy día casi no hay cine de arte, sino de autor”.

Ahora que El artista se convirtió en la película más unánimemente premiada, tanto en los Óscares y los Globos de Oro, como en los Césares, los BAFTA y hasta en los Spirit Independent Awards, o dicho de otro modo, ahora que la película más aclamada resultó ser independiente, gringa, francesa, de arte y de industria, todo a la vez, vale deconstruir el entuerto del tema.

En la fila de un Cinépolis en cierta ocasión atestigüé cómo un sujeto anodino le decía a su mujer, señalando hacia el afiche de Batman, el caballero de la noche: “¡Mira, ya hicieron otra de Batman! ¿No se les podrá ocurrir otra cosa?” El tono fue despectivo y descreído. Yo estuve tentado a sacarlo del error: “¡No sólo es el mejor Batman de la historia, sino que esa película sin duda es una de las mejores de todos los tiempos!” Pero me contuve. Si el sujeto anodino no sabía nada de Christopher Nolan, si no había visto embelesado Batman inicia, si no tenía el referente de Amnesia, Insomnia o El gran truco, y ya no digamos del mediometraje Following, entonces seguramente era un cabeza dura que no sabría entender la metáfora de los ferrys —acerca de que si no haces daño, no serás dañado— ni sería capaz de maravillarse con la música de Hans Zimmer y James Newton Howard, ni apreciaría los retratos sociales nihilistas contenidos en los diálogos del Guasón, y no serviría de nada que acaso se prestara a verla.

Años atrás, una bella chihuahueña —no una chihuahuense: de hecho, era queretana— sentenció al teléfono: “Yo no veo películas de (sic) Jim Carrey”. Tras oír eso no tuve ánimo para explicarle que una película no es “de” los actores sino del director, así que sólo repuse: “Pues no sabes lo que te pierdes con esa postura tan cerrada. Por ejemplo: Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (de Michel Gondry), El lunático (de Milos Forman) e inclusive Las locuras de Dick y Jane (co-escrita por Judd Apatow, hoy día un Woody Allen posmoderno), son magníficas”.

¿Qué es el arte? La posibilidad de hacer estallar una serie de sensaciones, mentales o emocionales, que además conduzcan a profundizar el autoconocimiento.

Al observar un Pollock la idea es que uno sienta la réplica del arrebato que experimentó Jackson al derramar y salpicar cada milímetro y color sobre el lienzo. Escuchar la mejor etapa de Mahler es dejarnos invadir por esas notas con las que nos compartió el tormento de saber que su esposa tenía un amante más joven.

¿Qué no es arte? La puesta en marcha de una obra a partir de una lista de requisitos para producir efectos, sin que provengan de la autenticidad y sin que logren profundizar el autoconocimiento.

Lo anterior ocurre todo el tiempo con la música pop. Bastan algunas mentiras sobre la efímera etapa del enamoramiento, la estructura millones de veces probada sobre cómo debe presentarse y durar una canción, ¡y el nuevo álbum está listo!

Los wanna-be cultos a veces me recuerdan el conflicto que tenía Mafalda sobre el extranjero. Hay una tira en la que no puede creer que para el resto del mundo Argentina sea parte del “Extranjero”, cuando ella creía que ese término englobaba todo lo que no era su tierra y sus ciudadanos. De igual forma, los culturosos llegan a considerar que si la película que tienen enfrente no está hablada en español ni en inglés entonces ya están viendo “cine de arte”.

¿Hace Reygadas cine de arte? Sin duda. ¿Es independiente? Pues… no depende de la industria y toma la encomiable decisión de trabajar con actores no profesionales, lo cual es renunciar al atractivo comercial de un rostro conocido para jalar espectadores; pero hasta donde sé, nunca le faltó dinero en la familia para financiar sus ambiciones.

Recuerdo a una chica que llevé a ver la majestuosa Luz silenciosa, de Carlos Reygadas: la tercera mejor película en la historia del cine mexicano, sólo después de Los olvidados y Amores perros. A la salida nos topamos con un célebre criticón de oficio, acompañado de un cineasta local bastante engreído. La chica, licenciada en algo, opinó que la película le había parecido “como cine europeo”.

—¿Qué fue eso de “como cine europeo”? —le reclamé en el auto—. ¿Como Almodóvar? ¿Como Mathieu Kassovitz? ¿Como Álex de la Iglesia? ¿Como Wim Wenders? ¿Bergman? ¿Hirschbiegel? ¡Un sinfín de estilos diferentes son europeos!

A propósito de Luz silenciosa ocurrió algo gracioso: en una entrevista Reygadas declaró que había visto María Antonieta en el avión y que estaba sorprendido de la basura que se filmaba hoy día. Años después la siguiente película de Sofia Coppola, Somewhere, abrió con un evidente homenaje a dos secuencias de Luz silenciosa: la de la propia obertura, un amanecer que sienta las bases para el espectador, y la de un auto dando vueltas y vueltas, como cuando el menonita canta “No volveré” a la mitad.

¿Hace Reygadas cine de arte? Sin duda. ¿Es independiente? Pues… no depende de la industria y toma la encomiable decisión de trabajar con actores no profesionales, lo cual es renunciar al atractivo comercial de un rostro conocido para jalar espectadores; pero hasta donde sé, nunca le faltó dinero en la familia para financiar sus ambiciones.

¿El cine de Sofia Coppola es independiente? Pues así se presenta; ¿pero se puede hablar de independencia siendo hija de Francis Ford, prima de Nicolas Cage y esposa de Spike Jonze; de haber actuado en El padrino 3 y de tener disponibles para dirigir a Kristen Dunst, James Woods, Scarlett Johansson, Bill Murray, Anna Faris, Stephen Dorff y a Elle Fanning, y abiertos el Festival de San Sebastián o el de Cannes para mostrar su siguiente obra? Y sin embargo, no podemos decir que Sofia sea parte del mainstream.

El árbol de la vida, de Terrence Mallick, una película que les habría encantado ver a Platón, a Aristóteles, a Descartes, a Schopenhauer, a Nietzche y a Freud, entre muchos, porque todos ellos quisieron explicar La Vida, y seguramente se hubieran maravillado al verla descrita en imágenes que se vuelven caricias, sensaciones y luz, tal vez pecó al llamar a Brad Pitt y a Sean Penn para “protagonizarla”.

Durante la función de prensa en Guadalajara varios invitados por quién sabe quién se sentaron en la fila de atrás de donde estábamos nosotros: mis hermanos y yo. El murmullo de los primates de atrás nunca cedió: “Qué mariguanada” / “Hay que dormirnos” / y “¡Ay no, no vayan a verla!”, profirió una gorda como parodiando lo que debe decirle un crítico de cine a su público.

Los primates entraron a una película con Sean Penn, Brad Pitt y Jessica Chastain suponiendo que verían una narrativa cualquiera, un melodrama normal. Nunca pudieron descifrar que estaban frente al Big Bang, la prehistoria, la cadena trófica, la biología, la crianza basada en la imitación, el crecimiento, la psicología derivada de los mimos precoces y la preferencia, el despertar sensual, la desgracia, el envejecimiento, el trauma, la intrascendencia, la comunión y el equilibrio mismo de la naturaleza. Espero que al menos cuando resultó nominada al Óscar por Mejor Película, Director y Fotografía (lástima, no se lo dieron a Lubezki), los primates al menos cayeran en la cuenta de su estupidez; pero no creo: son primates.

¿Por qué digo que la clave del arte es conducirnos a profundizar el autoconocimiento? Quizá tendría que dar algunas bases filosóficas para que luego la conclusión tenga un sustento claro, pero me las voy a saltar. Vemos deportes, películas, noticiarios; leemos libros, nos enteramos de chismes y observamos a la gente en la calle, todo por la misma razón: para entender nuestros actos y analizar la innumerable variedad de estímulos que definen los de los demás, con tal de a la larga incrementar nuestras posibilidades de sobrevivir.

Cuando vemos un churro como Novias en guerra, con Anne Hathaway y Kate Hudson, podemos vislumbrar una premisa que daba para mucho: la rivalidad femenina que nunca cede ni un ápice. El problema es que está tan condicionada a las fórmulas, que por ningún momento se siente auténtica. En cambio Damas en guerra, producida por Judd Apatow, le da cabida a más transgresiones, a verdades ocultas, a esa misma rivalidad inquebrantable pero expuesta con mayor sinceridad, con ganas de exponer “la neta”. Y aun cuando en ese intento se excede el resultado es tan agradecible que al término de cada función siempre hubo quien exclamara: “¡Así son las mujeres!”

Tal y como un cortometraje dura menos de 29 minutos, un mediometraje menos de 59 y en adelante será largometraje, igualmente podríamos referir los dólares, euros, pesos, sellos o firmas que hacen la diferencia entre filmes a los que se les puede considerar independientes y a los que no, según los cánones de cada industria cinematográfica en diversos países. Pero, la verdad, resulta absurdo. Como todos saben, Woody ahorra un dineral en actores porque la mayoría de las estrellas más cotizadas estarían dispuestas a trabajar gratis para él. Por otra parte, Robert Rodríguez es experto en optimizar gastos; pero la distribución que logra echa por tierra su pretendida etiqueta de cine “B”.

¿Qué pensarían los que se pavonean diciendo que les gusta el “cine independiente” si se les explicara que esa obra maestra (todas las obras de Kieslowski fueron maestras) titulada El decálogo fue subsidiada por la televisión polaca, para transmitirse ahí, y con recursos públicos con el pretexto de fomentar el turismo, de una forma (aquí viene el sacrilegio) muy semejante a la que se financió la telenovela Las tontas no van al cielo, de Televisa, en la que el gobierno de Jalisco aportó millones con tal de que aparecieran unas cuantas postales de Guadalajara?

Cuando vemos películas que retratan realmente la naturaleza humana siempre resulta que detrás estuvo un autor mostrándonos lo que sabe, dándonos una forma de ver el mundo, la vida. Gaspar Noé, por ejemplo, en Entra al vacío prácticamente nos obsequia el viaje correspondiente, con todos sus retortijones, a tomar DMT. Es verdaderamente increíble: la música y los torbellinos cromáticos, los travelings y los acercamientos… aquello es como una colonoscopía a las sensaciones.

La película Import / Export de Ulrich Seidl expone como ninguna la animalidad humana. Arranca con partos, termina con la vejez más vergonzante; entretanto, una mujer experimenta la efusión de la sexualidad hoy día y luego la vida en familia, y por otro lado, un joven se entrena para poder controlar el territorio a través de la violencia, y después debe aprender a sobrevivir sometido. Eso es todo: de eso se trataba la condenada existencia.

Como el arte es esa ráfaga de comprensión, de identificación, de descubrimiento, de estado de gracia, de revelación o epifanía que se detona en el espectador, entonces queda claro que el artista es el emisor, el conducto es la obra, y depende del receptor vivir el arte o perdérselo. Por lo tanto, no hay arte sin autor; ya está: ese tema queda zanjado. Así que el entuerto acerca de qué es cine de arte va más allá de la estúpida frase trillada que reza “Hay buen cine y mal cine”. Ayuda más Piaget, cuya premisa establece: “No sabemos lo que vemos, vemos lo que sabemos”.

Una película radicalmente independiente sería Trash humpers, de Harmony Korine, el guionista de Kids, director de Gummo y de Mister Lonely, esta última con Diego Luna en el papel de un imitador de Michael Jackson. Está grabada apenas con el celular y se constriñe a pocos diálogos y un poema. Con personajes de rostros deformes, Trash humpers retrata la deplorable vida actual, en la que peleamos, nos envenenamos y follamos con la basura (condones); en la que maltratamos, nos aburrimos y nos obsesionamos sin parar.

Es una maravilla, y sin embargo, pocos sabrían apreciarla porque implica recibirla sin los referentes clásicos del cine y requiere un esfuerzo de interpretación muy lúcido.

Algo parecido ocurre con El caballo de Turín de Béla Tarr. Un padre tullido vive con su hija. Cada mañana ella lo viste y luego sale a la noria a extraer una cubeta de agua. Él a su vez intenta sacar al caballo (el mismo con el que lloró Nietzche, inaugurando su demencia), si es que le da la gana moverse. Por la tarde la hija cuece patatas. Las pelan y las comen calentísimas. Enseguida el papá contempla un rato la ventana y ella teje. Día tras día, la misma rutina; a blanco y negro. Una mala tarde arriban húngaros a pedir agua y los corren. Otro día llega un calvo y les compra una botella, no sin antes resumir que el problema de la humanidad consiste en que, después de desear algo, al obtenerlo lo devaluamos automáticamente. Una mañana intentan mudarse. No pueden. Entonces ya no hallan como mantener la luz del ánimo encendida, ni juntos ni cada uno por su cuenta. Y nada quisieran más que poder dejarse morir.

El caballo de Turín es tortuosa mientras dura. Pero desde que termina se mantiene en la memoria como una experiencia inolvidable: uno entiende que así como ella sale a la noria, las mujeres citadinas van al supermercado; que como cuando él no logra poner en marcha al caballo otros dependen de que arranque su coche; que de la misma forma primitiva en que ellos comen papas nosotros comemos tacos y hamburguesas; que si él ve la tempestad por la ventana no hay diferencia en que nosotros atestigüemos el exterior a través del televisor y la computadora; y que aunque intentemos vivir diferente estamos atados a nuestra mera existencia (“el eterno retorno”).

Hay quienes se sienten muy inteligentes viendo las películas de Woody Allen sin atrapar el verdadero contenido. Particularmente Medianoche en París complace a ese público. Todos salían sintiéndose muy cultos por ver a Picasso, a Buñuel, a Hemingway, a Lautrec, o a los que reconocieran, mientras el mensaje les pasaba de noche.

Hay quienes se sienten muy inteligentes viendo las películas de Woody Allen sin atrapar el verdadero contenido. Particularmente Medianoche en París complace a ese público. Todos salían sintiéndose muy cultos por ver a Picasso, a Buñuel, a Hemingway, a Lautrec, o a los que reconocieran, mientras el mensaje les pasaba de noche. Woody siempre hace un diagnóstico categórico de los males de la humanidad. En Cassandra’s dream, con Ewan McGregor y Colin Farrell, toma a dos hombres —hermanos— y muestra cómo son capaces inclusive de cometer un crimen con tal de llenar las expectativas de la madre, quien se la pasa tildando de fracasado a su marido y comparándolo con su exitoso hermano: he ahí el origen del mal en los machos. Luego, en Vicky, Cristina, Barcelona toma a dos mujeres —amigas— y muestra cómo el problema hoy día es que las mujeres, no importa cuánto crean diferenciarse en principios, son igual de corruptibles sexualmente y todas están afectadas por la insatisfacción crónica. Más adelante, en Conocerás al hombre de tus sueños da por concluido el tema y exhibe que eso de la insatisfacción crónica lo padecemos absolutamente todos —mujeres, hombres, casados, separados, prometidas, solteros: todos— puesto que no podemos dejar de ver más verde el jardín vecino (o más apetecible a la mujer del prójimo). Es así que en Medianoche en París propone: No importa cuán patético creas que es el presente, disfrútalo al máximo, vívelo con arte, con una compañía que sepa gozar por igual, porque se puede poner peor y en el futuro hasta podrían envidiarnos.

Caso semejante se dio con El origen: todo mundo salía de las salas sintiendo que habían hecho un esfuerzo intelectual sobrehumano, pero que finalmente la habían entendido perfectamente. Cuando yo pedía que me la contaran caía en la cuenta de que se habían ido con la finta (que transige el propio Nolan como lectura).

Pese a que se insiste en el desarrollo de la película en que durante un sueño todos los personajes son proyecciones de uno mismo, contados son los que advierten que la cinta entera es un solo sueño —es más: ¡una siesta!— de Cobb, del que despierta en el avión y se baja modorro, o inclusive, del que no despierta ni al final y por eso sigue girando el tótem. Si bien Nolan permite que fluya una historia coherente de ficción científica en la que hay un escuadrón que se infiltra en los sueños vía intravenosa, hay que saber que lo de Nolan es el hiperrealismo. Las ya referidas Amnesia (narrada a la inversa, debido a la pérdida de memoria corta del protagonista), Insomnia (la menos suya: no es su guión), El gran truco (con revelaciones sobre viejas técnicas de magia), Batman inicia y Batman, el caballero de la noche (en las que todo tiene una explicación puntual: desde el trauma de los murciélagos hasta cómo se pone tensa la capa con una descarga eléctrica para que sirva de parapente) pasan la prueba de ácido del realismo más puro. Así que en El origen, Cobb (Di Caprio) duerme una siesta en el avión, adaptando los últimos rostros que vio —los de los pasajeros alrededor— y en el sueño canaliza sus grandes miedos: tanto a no poder ver a los ojos a sus hijos como ser considerado un fracasado por su papá (Michael Caine). Es por ello que aparece Fisher (Cillian Murphy), un personaje cuyo padre muere decepcionado de él, insultándolo. La razón por la que se avergüenza Cobb ante su padre es porque no logró la meta de felicidad inculcada por la sociedad y sintetizada en familia: envejecer con su esposa, ideal expuesto ahí. Por el contrario: morirá “solo y viejo”, como varias veces pregonan distintos personajes que es el destino más terrible. ¡Qué ocurrió con su esposa? Cobb, como su padre, era psiquiatra; como tal la medicó y se le salió de control. La culpa en su conciencia es fortísima. A través de la Arquitecta (Ellen Page), Nolan se vale de la supuesta mente de Cobb para hacer un chiste sobre que las mujeres hacen puros desastres, pero también expone la dependencia masculina a que una fémina tenga el control, y todo dura dos horas y media, que según la ecuación ahí mismo referida serían quince minutos de sueño. El papel de Joseph Gordon-Levitt (muy explicativo en la historia de ficción científica que no es la verdadera película, pero otra auto-proyección de Cobb en la correcta, en la cual no sobran sus propias explicaciones de lo que va soñando como profesional) es un homenaje de Christopher a su hermano Jonathan, quien ha sido su mano derecha en los guiones y ahora llevó toda la fórmula del Batman de su hermano mayor a una teleserie de Warner: Person of interest, en la que hay un Vigilante súper entrenado y adiestrado (Jim Caviezel), quien —gracias a un “Señor Fox” que inventó una máquina que evalúa mails, llamadas, etcétera, lanza una alerta de peligro sobre algún individuo— logra aparecerse (cual Batman sin disfraz) para evitar que se cometan crímenes y atentados, en coordinación secreta (como con Gordon) con una mujer policía que sabe que no debería haber un justiciero actuando al margen de la ley, pero al que le acepta la ayuda.

Una de las películas más maltratadas, que yo recuerde, por los culturosos ha sido el remake a cargo de Cameron Crowe de Abre los ojos: Vanilla sky. A nivel cinematográfico no es más ni es menos que la original española: es innecesaria, por supuesto que no tiene el valor autoral, pero tampoco la demerita. Y sin embargo, la vida no sería la misma sin Vanilla sky por una razón: Crowe incluyó en el soundtrack a esa banda islandesa que todos adoramos ahora, pero que antes de eso nadie conocía fuera de ese rincón gélido del mundo: Sigur Rós. Tan agradecido está Jonsi por ello que encantado de la vida le hizo a Cameron la música de una de las mejores películas del año pasado, lamentablemente no lo suficientemente laureada: Un zoológico en casa, delicia estelarizada por Matt Damon, Scarlett Johansson y Elle Fanning. El caso es que por ahí ha de andar más de algún soquete hablando mal de Vanilla sky y poniendo a Sigur Rós al mismo tiempo, para hacerse el interesante.

Seguramente algunos hipsters también desprecian la versión estadounidense de Déjame entrar, cacareando que prefieren la sueca. Si bien la gringa también era innecesaria (el asunto es que los angloparlantes no quieren oír otros idiomas y por eso les conceden la rehechura en el suyo), gana ligeramente en calidad y con Chloë Grace Moretz en el papel de la vampiresita. El problema es que no estoy seguro de que los hipsters sepan de lo que realmente se trata: Déjame entrar (la sueca o la gringa, da igual) es una metáfora inquietante sobre cómo las mujeres nos salvan de la horda de varones salvajes, distinguiéndonos con su compañía. Cuando un hombre es elegido por una mujer deja de ser uno más de la masa inútil. Nos conquistan con su juventud (aun cuando tengan un colmillo de doscientos años), y una vez salvados y seducidos por la gracia de su presencia estamos condenados de por vida a salir a desangrar a otros hombres con tal de llevarles el alimento.

El reto de ver la saga de Crepúsculo no consiste en soportar la telenovelita babosa, sino en tratar de entender por qué la aman intensamente la mayoría de las adolescentes del mundo occidental. ¡¿Por qué?! Pues porque quisieran vivir permanentemente disputadas por al menos dos hombres que insistan en mantenerlas, protegerlas y follarlas, y de ser posible, que sean opuestos… como lo son Edward y Jake: un añejo elegante que no envejece contra un jovenzuelo impulsivo y fogoso. Un tercer pobre diablo es el papá, quien precisamente por ser un padre cumplido que la mantiene sin penurias, ella es más caprichosa, exigente e irrespetuosa. Y todas las mujeres del mundo occidental quisieran, en el fondo, tener así tres hombres o más dedicados a intentar hacerlas felices.

Como dijimos: uno logra ver lo que sabe descifrar.

Martin Scorsese es uno de los grandes maestros, y sí: es parte del mainstream.

Él cuenta que tras filmar Kundun y La última tentación de Cristo se sintió comprometido a corresponder con el Studio, filmando una película que les recuperara todas las pérdidas, una cinta garantizada: y Scorsese realizó Casino, una calca en forma y fondo de Buenos muchachos, lo cual no la degrada: todo lo contrario. Ni duda cabe de que si hubiera que salvar a Buenos muchachos o a Casino de un Apocalipsis de películas, con la pena pero habría que preferir Buenos muchachos. Es un tanto más profunda, visceral y auténtica. Pero eso no significa que, incluso en la repetición de cierta receta que se comprobó funcional, un genio como Scorsese no sea pródigo en narrativa visual, estética, ritmo, dimensión de personajes e historia, de modo que —como en el caso de Casino— entregue una obra valiosísima, pese a su origen puramente lucrativo.

Un caso extremo es el de la segunda parte de The hangover: minuto a minuto, Todd Phillips y sus amanuenses siguieron la receta que hizo de la primera un éxito y dejaron una réplica estructural con circunstancias diferentes pero que saben idéntico. ¿El resultado? (No todos estarían de acuerdo, pero:) es exactamente igual de graciosa que la primera… con la desventaja del déjà vu.

Total que: ver películas magníficas no depende de su condición independiente o de si forman parte del mainstream; las nociones estéticas y filosóficas que guíen la valoración dependen del espectador, pero también se van enriqueciendo en la medida en que precisamente va recibiendo más y más arte y conocimiento de diversas fuentes. Las buenas y malas películas están dispersas en el mainstream y entre los independientes; entre autores pretenciosos, viscerales, noveles, caducos, acartonados y transgresores; en México, en Estados Unidos y en todas partes. Estoy diciendo obviedades. Los que verdaderamente amamos ver cine no prejuzgamos: juzgamos cada película después de verla; nunca antes. ®

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Publicado en: Destacados, Marzo 2012, Otro cine es posible

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  1. Olvidé algo, sobre Medianoche en París… yo considero esta película más bien como una vuelta a su espírutu original, de sus mejores obras de los 70s y los 80s, pero esto es un asunto de cómo nos relacionamos con el HAPPY ENDING…a mi particularmente no me parece que una película que termine MAL es mejor o más realista…si termina bien o mal, me interesa sólo en el contexto de cómo va la película…nunca he entendido cómo hay tanta gente intelectual hoy día que despotrica hacerca la condición del mundo, particularmente pienso que vivimos un momento privilegiado….somos personas que tenemos tiempo para el ocio como ningún humano de épocas pasadas tuvo, y alternativas.. correr una hora todos los días y luego comer alguna ensalado o hamburguesa o batido de proteínas?? o acostarnos a ver las repeticiones de The Big Bangh Theory, o conversar con algún amigo que posiblemente vive al otro lado del mundo, como si estuviera a nuestro lado cada vez que lo queramos contactar por el BB o iPhone? Poder escribir lo que pensamos libremente gracias a internet, crear nuestro blog y cumplir el sueno de que nos lean quizás hasta millones de personas y poder poner a disposición de lectores en cualquier parte del planeta de cualquier idea que queramos expresar, por disparatada que sea??? por favor, somos una generación absolutamente privilegiada….sin embargo, nos sentamos acá a descargar contra el TERRIBLE ESTADO ACTUAL DE LAS COSAS…cuando la verdad es que vivimos en una realidad que nos permite hacer lo que ningún habitante del pasado pudo…por eso, el final TRISTE o no feliz, es para mí, una artificialidad igual o más forzada que el final feliz… sencillamente la mayoría de las personas llevan una vida totalmente cotidiana, con momentos de alegría y con momentos de problemas, pero generalmente sin mayores cosas notables ni grandes tragedias, salvo momentos excepcionales….y gracias a ese gran ocio y comodidad es que podemos dedicar tiempo a ver cine y filosofar sobre ello como si se tratara del destino de la humanidad o el cosmos entero…

    Y saben? a mi me parece que el Woody Allen de Manhattan, de Hanna y sus hermanas, de Annie Hall, es un gran optimista, sus películas terminan con una alta nota de redención, de esperanza, de reconciliación con los hechos de la vida y de las falibilidades de las personas…hay unas cuantas tesis pesimistas, como Crímenes y Pecados, brillante, o como Match Point, y precisamente una de las cosas que no me gusta, aunque igual disfruto, de su trabajo reciente, como Vicky Cristina Barcelona o Conocerás el hombre de tus suenos, es precisamente esa amargura descreía que te queda en el paladar, como una suerte de condena a la naturaleza humana, un no creer en las personas… y lo que vi en Medianoche…es que Allen vuelve a ser ese neurótico, conflictuado pero ingenuo y cuasi viriginal, no corrompido y aún abierto a lo que venga de películas como Hanna y sus hermanas… -donde incluso termina embarazando a su nueva esposa luego de que vimos que aparentemente no podía engendran hijos…un optimismo que roza lo mágico!!! y precisamente uso esta película porque el personaje resuelve su crisis existencial y la explica como lo hace el personaje de Owen Wilson en Medianoche… hay una escena en que la hermana de Hanna le pregunta CÓMO CAMBIASTE TANTO, PARECÍAS TAN PESISMISTA… y Allen, le explica todo, la crisis, qué le aconteció, qué sintió, que hizó, y cómo finalmente alcanzó la revelación final que lo llevó a buenos términos con la vida… y en Manhattan pone en boca de Mariel Hemingway la frase que lo concluye todo a modo de moraleja TIENES QUE TENER UN POCO MÁS DE FE EN LA GENTE… de modo que lo que yo veo es a un Allen que suele ser bastan directo y claro en lo que quiere decir y en las conclusiones a las que llega…de hecho creo que Medianoche lo hace muy a la manera de aquel cine de los 70s porque parece tan ingenuo, tan fresco e incontaminado, y tan romántico todo el asunto…es un pecado eso? es antifilosófico o antiartístico??? porqué??? la película obviamente es un deleite para él, un canto de amor a París, y su historia, como lo fue Manhattan, hasta el comienzo se parece…es una obra creada por un espíritu en estado optimista…relajado con la vida…sumamente generosa y luminosa, me parece de hecho una película inusitadamente fresca y palpitante para alguien que ya tiene más de 40 anos haciendo cine, y esto es algo para admirar…

    Y está el otro tema…el de las intenciones del creador. En una entrevista de hará unos 5 anos, una entrevista poco usual en él, el director confiesa no verse como intelectual ni crítico del mundo moderno, y de hecho comenta cómo le gusta estar en franela un domingo, echado en el sillón, viendo algún juego de los New York Yankees -pues él, asegura, ama el baseball- y comentaba divertido cómo todo el mundo confundía su imagen cinematografica con la persona que es él en la vida real….es posible, digo yo, que para Allen, sus películas sean sólo…eso películas…

    Es como cuando a Marlon Brando le preguntaron sobre alguna película que considerada importante, a lo que respondió NO SABÍA QUE LAS PELÍCULAS FUERAN IMPORTANTES… comentando luego que si se trataba de hablar de películas que le gustaran nada le encantaba más que LOS TRES CHIFLADOS…Brando llega incluso entre risas a describir cómo adora las rutinas de golpizas del famoso trío y cómo lo hacen reir hasta sacarle lágrimas en los ojos…

    De modo que para mi Medianoche, representa al mejor Allen, el que termina siendo ingenuo pero esperanzador, el que te dice SÍ, ES POSIBLE ENCONTRAR TU OTRO YO, EL AMOR, TU ALMA GEMELA, TU CAMINO y SOBREVIVIR…el que no intenta ser oscuro, intelectual e inaccesible.. sino abierto y entendible…como dije antes, me parece que explicar las cosas no es en SÍ malo, todo lo contrario…el cine para mi, el mejor, es el que se vive, como si estuvieras metido en lo que está pasando…

    Sé que abrá quienes reaccionen cuando una película es increíblemente popular, molestos porque millones y millones de personas hacen colas interminables para verla, como Titanic, que considero genial… ROMANTICAMENTE ROMÁNTICA hasta el exceso más extremo del romanticismo?? cual es el problema??? la conexión que logra esa película con el público, como lo hizo la primera Star Wars, o como lo hizo E.T. son logros raros en el cine, que una película haga vibrar, emocionarse, reir, llorar, sonar, anhelar de esta forma a millones de personas para mi es algo que pocos directores logran, tienes que tener un talento especial para conseguirlo….y ese tipo de emoción primigenia, la sensación de que vives algo como si te pasara a ti, es IMPAGABLE, es más que arte…es una experiencia…la mayoría de las personas que conozco que despotrican hacia Titanic son ese mismo grupo de amigos que detestan Shakespeare in love, supongo que por lo romántico…una amiga me dijo que Titanic pudo ser más interesante, por ejemplo, no mostrando la historia de amor, sino desarollándolo todo como un documental… en serio??? realmente alguien pagaría por ver un documental de la Segunda guerra, en vez de ver una película dramatizada con personajes que viven y sufren el momento??? Uno de los problema del cine de desastres en los 70s era precisamente que tenían 10, 12, 15 personajes…mientras mas personajes, menos profundizas en cada uno, más unidimensionales…menos te importa realmente lo que les pase…al centrar los hechos del Titanic, que de hecho están relatados con un aceptable rigor histórico, y están mostrados con un realismo impresionante, en el romance de Jack y Rose, Cameron nos está permitiendo vivir el hundimiento haciendo que nos preocupemos e identifiquemos con dos personajes que sentimos como si conociéramos…toda esa primera mitad de la película, que muchos encuentran sosa y aburrida, tiene la finalidad precisamente de familiarizarnos con los personajes y su romance, algo que resulta de hecho, efectivo… los resultados? más allá de la taquilla que tuvo en su momento, Titanic es una de esas raras películas que la gente NO olvida jamás….esto para mi es importante.. yo no voy a decir que Cameron es un gran filósofo del celulide como Malick, pero quien dijo que una buena película tiene que ver son ser filosófico o profundo y sólo con eso??

    Y creo que es desmesurado decir que Spielberg no tiene grandes películas, es típico que a alguien de éxito, cuando ya está consagrado, le salgan detractores. Pero cómo desmerecer lo que ha hecho Spierlberg? hoy día que tengamos pelis de Superhéroes o todas esas cosas de ciencia ficción como Matrix nos parece algo NORMAL y común…pero cuando Spielberg nos trajo Tiburón, y Cazadores del arca perdida e ET, estaba haciendo algo increíble….estaba restituyendo la imaginación y el sentido de maravilla al cine, que estaba algo perdido en su pasado…

    ET es sencillamente una película mágica, hecha con un presupuesto bajísimo, sin actores conocidos, totalmente íntima y personal….Elliot es Spielberg, quien sufrió por el divorcio de sus padres, un nino solitario, incomprendido que consigue en un ser abandonado de otro mundo el amigo ideal el amigo que seguro Spielberg siempre sonó tener, y jamás encontró….ellos no se comunican por telepatía, ni mediante conversaciones filosóficas sobre las culturas de cada uno, sino EMPÁTICAMENTE, a través de las emociones, una alegoría a la más grande forma de comunicación y del amor real, el entendimiento del otro, es una historia absolutamente universal, con la que todos podemos identificarnos, incluso ya de grandes… toda la película está filmada desde el punto de vista de los ninos, de su universo sagrado, en el cual los adultos no tienen cabida…y tiene hermosas escenas como la de las ranas liberadas que son pura poesía cinematográfica…e imágenes inmortales y mágicas como la del perfil de las bicicletas pasando delante de la luna y el sol poniente… Spielberg ya había hecho mucho dinero con sus películas anteriores de aventuras y con ET pensaba hacer algo pequeno, sólo porque quería, porque ya tenía la comodidad para contar algo personal… jamás pensó que la película destronaría, en ese entonces, a Star Wars como la más taquillera de todos los tiempos….yo quisiera haber tenido una idea tan inspirada como esta…

    Qué pasó? la película hizo la conexión con las personas de todo el planeta…

    Finalmente quiero comentar otra gran película de Spielberg… quizás la mejor de él, para mi, Encuentros cercanos del tercer tipo… esta película no tiene otra igual en la historia del cine…no tiene villanos, no hay amenaza, es una verdadera ODA al hombre común,pues no son los grandes científicos o líderes del mundo los que son llamados al encuentro, sino la gente común, carpinteros, camioneros, maestras de escuela, quienes repentinamente vieron las luces y se sintieron inexpliablemente arrastrados hacia el encuentro, sin saber porqué… y el protagonista incluso se vuelve tan obsesivo con el asunto que su familia termina abandonándolo, sin comprender qué le sucedía, viéndolo como un loco…y sin embargo Spielberg no condena el asunto, ni lo retrata como una crisis…y eso es algo maravilloso de la película, es decir…el encuentro con la vida más allá de la tierra debería ser algo tan trascendental que todo lo cotidiano queda reducido por fuerza a la irrelevancia….

    Y luego todo el asunto de la música, las famosas cinco notas…y esa escena mágica en que hay una conversación musical entre la nave nodriza y los mienbros de la estación…este es el tipo de escena que sólo el cine puede ofrecer, única, increíblemente imaginativa…viendo esa escena allá por 1978 la gente no podía evitar sentir JAMÁS HABÍA VISTO ALGO COMO ESTO….y la escena final, con dicha nave ascendiendo entre las estrellas, con esa increíble música de despertar celestial…una ciudad en el cosmo, repleta de luz y color y música…Spielberg nos dio una visión única sobre el asunto de los visitantes extraterrestres, cambió la aprehensión con que el cine los había visto antes…reformuló todo, pero además, lo hizo sin pretenciones místicas o filosóficas, lo cual para mi la hace mejor aún….lo hizo con el humor y el sentido de curiosidad asombrado de un joven de 17 anos que desea conocerlo todo…y Spielberg aún no tenía 30 cuando hizo esta película….

    Yo sinceramente, creo que decir que TODO lo que ha heco Woody Allen, es mejor que cualquier cosas que hayan hecho estos directores es reducir el cine a una fórmula partitular y a unas temáticas particulares y no apreciar el vehículo imaginativo que el cine puede ser en toda su diversidad…y quiero aclarar algo que creo que es obvio, yo amo y admiro a Woody Allen en la misma medida en que amo y admiro al Spielberg de aquella época, que nos brindo tantas cosas nuevas y sorpresivas…

    PD: en Encuentros cercanos actúa el gran Francois Truffaut, como el científico francés…es bueno recordar que Truffaut y Spielberg eran amigos y se profesaban admiración mutua, cómo debe ser…al igual que Kubrick y Spielberg, digo esto porque de paso mucha gente atacó Inteligencia Artificial, aduciendo que Spielberg la había edulcorado y hecho sentimental, ignorando que fue el mismo Kubrick, el que en algún momento antes de morir pidió a Spielberg que dirigiera él la película, considerándolo más apto para el trabajo dada la dimensión emocional y sentimental de la película….considero a los 3, grandes cada quien en su campo expresivo…ninguno mejor o peor que el otro…y amo películas de los 3, sean triviales, sentimentales, espectaculares y repleta de efectos, dramáticas, cómicas o filosóficas…

  2. Si bien difiero en algunos gustos y apreciaciones sobre algunas de las películas comentadas, estoy 100% de acuerdo con lo que dice el artículo… y yo diría que ni siquiera la temática como tal define una buena o mala película, ni su género, o si se considera trivial o profunda…es decir, considero que hay películas de acción BUENAS, MUY BUENAS, así su objetivo no vaya más allá del efecto de lo espectacular de un puente siendo volado en mil pedazos, porque, hacer, dirigir, producir acción tampoco es nada fácil, nada fácil…tienes que tener un talento especial, un sentido de la dinámica, de la inercia… una cierta estética de la destrucción, y un cierto instinto para lo visceral…igualmente una película filosófica puede no pasar de ser un ejercicio automasturbatorio -una redundancia- en la que el autor y el público se sienten congratulados por lo INTELIGENTES que son al compartir semejante profundidad…

    Yo soy amante de muchas cosas, entre esas la música pop. Una de las bandas que escucho es Radiohead… generalmente el público de esta banda se considera a sí mismo como poseedor de un exquisito y supremo gusto musical, porque …saben? Radiohead no es Lady GaGa… pero yo digo que sí lo es, en el sentido de que es POP, música para un mercado relativamente masivo, al que le cumple ciertas expectativas…es decir, Radiohead explora, experimenta, pero a un nivel pop..no se trata de las extravagancias filosofico-musicales de un John Cage, y mira que hay que sumergirse en muchas ideas y mundos de pensamiento para entrarle a lo que en verdad quería decir John Cage, sin embargo, si yo le pusiera a mis amigos amantes de Radiohead que se consideran grandes apreciadores de música, algo de Cage, de inmediato me bajarían de su carro…

    De modo que todo es asunto es muy subjetivo hasta cierto punto, o al menos sesgado por las vanidades personales…en algún documental George Lucas comentaba la alegría de por fin haber tenido un hijo varón: es que por fin tienes a alguien con quien puedas compartir y disfrutar todo ese asunto de las naves y las explosiones!!!!! y yo comparto esa alegría…

    Y me encantó La gran ilusión, de Jean Renoir…no veo contradicción en ello…

    la cosa es saber darle a lo que haces una integridad propia y redonda, autosuficiente, si hago algo sobre unos terroristas secuestrando un rascacielos en los Ángeles y cómo un cowboy-police rebelde neoyorkino impide que se salgan con la suya, por mi está bien si la cosa se mantiene dentro de las reglas de ese universo…y claro, puedes hacer estallar azoteas y aviones, y sin embargo mantener un ritmo soberbio, una dinámica contagiosa, persistente y llevada con el ritmo preciso de un tema de The Strokes… y eso para mi es buen cine….

    También me he reído de quienes trazan líneas entre un cine y otro..el gringo y el otro…el comercial y el autoral, el viejo y el nuevo…generalmente son personas con ínfulas de intelectualidad pero que realmente no han saboreado la diversidad de todo todo todo lo que puede ofrecer el celuloide….una amiga me dijo NO CREO EN EL OSCAR, ES MUY GRINGO, PREFIERO CANNES, sin saber que las películas americanas han ganado en más de un tercio de las entregas del festival, y muchas veces las películas que están en una entrega están en el segundo…otra divertida contradicción se da muchas veces con los Oscar y los Spirit, los del cine independiente americano… en la segunda ceremonia puedes ver a muchos actores reconocidos, Sean Penn, quizás, quien no me despierta muchas simpatías, haciendo bromas a expensas del cine COMERCIAL hollywoodense…y todos en la ceremonia lo celebran, lo divertido es que así como lo ves en los Spirit, lo ves en el Oscar…qué digo…ves a muchos de los mismos actores en ambas entregas!!!! y en una gran cantidad de casos muchas de las mismas películas en ambas entregas…

    Usualmente cuando la gente asocia el Oscar a la TAQUILLA debo preguntarles si alguna vez han visto a una película de Michael Bay, un Armagedon, un Crepúsculo, un Rápido y Furioso, nominado alguna vez en la categoría de Mejor Película, y es que es casi imposible para un blockbuster de verano, lograr siquiera ser considerada para algo más allá de los Oscar técnicos…contrario a eso, quisiera preguntarle a esas mismas personas, si recuerdan Julia, The Deer Hunter, The Veredict, Los imperdonables, El paciente inglés, The Hurt Locker…o si acaso considerarían a alguna de estas películas cine comercial o taquillero…

    Cómo no, en ocasiones, alguna película altamente popular se cuela en los Oscars como la ganadora, Las del senor de los anillos, Braveheart, Titanic… yo creo que no hay una norma, ni un patrón, a veces se trata de películas muy taquilleras, otras veces de películas poco vistas o de presupuestos modestos…a veces de dramas, a veces de películas de suspenso…suelo tener discusiones sobre el Oscar a Shakespeare in love, que yo adoré….mi teoría para que a mucha gente no le haya gustado, es que cierto tipo de espectador de ínfulas intelectuales y de género masculino -aunque eso no es siempre así- rechazan como por instinto toda historia de romance que sea limpia y cristalina en su concepción de esta emoción… no ven lo que yo veo, y qué veo? muchas muchas cosas, como que Shakespeare in love, está escrita de hecho cómo si se tratara de una de las comedias del mismísimo bardo, con esas ocurrencias retóricas al estilo de NO LO SÉ, ES UN MISTERIO, PERO TODO SE RESOLVERÁ… con interacciones chispeantes entre los personajes, con un humor inteligente que tiene alcance popular… es tan obvio el conocimiento que los autores tienen de Shakespeare, y la forma desintelectualizada como lo abordan es absolutamente refrescante…la película desmitifica al famoso dramaturgo, retratándolo como un atolondrado que siempre prometía y no cumplía, y que robaba de las ideas de Marlow!!! y al mismo tiempo lo homenajean como el genio inspirado que fue…es un balance llevado de paso con la liviandad de quien sabe lo que quiere y ama lo que hace… y todo ese asunto de bajar al teatro de su pedestal elitesco y recordarnos que quizás, alguna vez, fue para el hombre de calle, lo que para nosotros es la televisión y los sitcoms y las telenovelas…la gente va en masa al teatro a ver Romeo y Julieta -la forma en que la idea original de la obra muta de novela de aventuras a un drama romántico inconsolable es brillante- y allí, las multitudes absortas lloran y ríen por el destino de los personajes….no son intelectuales, son personas comunes, como todos nosotros…y el final, ese final, jugando con las primeras líneas de Noche de Reyes… conviertiendo un final feliz -los amantes se separan- en una hermosa despedida cargada de amor hacia el arte, hacia el amor mismo….

    Por el contrario, a mi Nolan no me hace emocionar mucho, cosas de gustos. Yo me entretengo con sus películas, pero creo que sinceramente es mediocre dirigiendo acción… confuso, muy confuso, hace algo que yo detesto, intercala planos de detalles en movimiento tan frenético que no sabes realmente quien le pega a quien ni qué pasa, sólo ves que pasan sombras de luz y movimiento delante de tí, y luego ves que …los malos cayeron. Tampoco me gusta la excesiva teatralidad del final de The Dark Knight, como de poesía rebuscada, no imagino a alguien hablando de esa manera, como en soliloquio declamatorio, a su hijito que pregunta PAPI, PORQUÉ HUYE??? Y creo, como los de South Park, que Inception no es tan tan tan brillante como parece… sumergida, lo siento yo, en mucha mucha acción gratuita…pero OJO, a mi me gustó, y puedo sacar mis propias meditaciones del asunto…sólo diré que ni siquiera creo que se haya explotado bien todo el asunto de estar en el mundo de los suenos… ni siquiera creo que David Lynch, con toda su imaginación, lo logra..para mí, la mejor descripción de cómo operan los suenos se da en Grand Canyon, de Lawrence Kasdan, una película parecida a Crash, donde media docena de personajes enfrentan lo que es vivir en el complicado y peligroso mundo contemporáneo, lleno de dudas, divisiones y crisis de todo tipo… en esa película dos personajes tienen suenos en distintos momentos, y la forma en que están construidos los suenos, es exacta a la forma como realmente sonamos, con esa amalgama de ausencia de sentido crítico, sorpresa cai ingenua, desorientación, conjunción de recuerdos con angustias presentes….brillante…

    Pero yo nunca diré que Nolan es comercial o independiente, o gringo o no gringo, simplemente digo que Nolan no me gusta mucho..para mí es irrelevante sí desea hacer una disquisición filosófica sobre el bien y el mal, particularmente no me gusta la gente que quiere dar lecciones en el arte o mediante cualquier medio a las masas, me generan más confianza los ENTERTAINERS que sin ínfulas de nada sólo quieren hacernos pasar un buen rato.. como los tipos de The Who, que alguna vez admitieron NOSOTROS SÓLO HACEMOS RUIDO, Y MIENTRAS MÁS RUIDO A LA GENTE LE GUSTA MÁS…algo así…como dijo el mismo Bunuel…ME EMOCIONA MÁS LA IDEA DE INCENDIAR UN MUSEO QUE DE CONSTRUIRLO…

    Yo al menos disfruto de discusiones críticas de cine, pero al mismo tiempo a veces me digo AH ES SÓLO UNA PELÍCULA y decido pasar un buen rato con alguna cerveza o coca cola fría, cocinando unos hot dogs en casa de algún amigo…podemos tocar el tema, pero no descomponernos por nuestras diferencias en esto… total, como dio a entender Oscar Wilde, la vida es más importante que el arte…o que la cultura pop, porque de nuevo lo digo TODO ESTO ES CULTURA POP…

    Que Sofía es independiente pero su papá es Fracis Ford y Nicolas su primo???? Yo jamás he visto a Francis Ford como un MAINSTREAM, porqué??? porque hizo los Padrinos y estos ganaron todos los Oscars??? en aquella época, anos 70, prácticamente todo lo que hacía Hollywood era cine de autor, no habian aparecido Tiburón, ni Star Wars, y no se hacían películas para Teens como ahora, no se había pasado la marca de los 100 millones de recaudación…Hollywood no hacía pelis para grandes masas contentas, sino cine de contenido, descreído, quizás no radical, pero no era cómo se piensa ahora de él…

    Yo tenía una revista Life de la época, había un artículo donde hablaban de los nuevos talentos en dirección, un grupo de jóvenes independientes, audaces y creativos que estaban cambiando las reglas del cine estadounidense….quienes eran? pues George Lucas, Francis Coppola, Scorcese, Brian de Palma….usaban barba y ropa más casual y eran jóvenes y visionarios…

    Francis Coppola MAINSTREAM??? alguien vio American Graffiti? esa película, muy al estilo de lo que fue después Dazed and Confused de Richard Linkater.. exploraba la última noche de un grupo de jóvenes americanos en los anos 50, en un pequeno pueblo, sus aventuras nocturnas, suenos amorosos…todo, antes de despedirse y separarse al día siguiente…es un fresco, nostálgico y a la vez realista, repleto de canciones rockanrolleras históricas….en esa película actúan personajes que luego fueron grandes del cine….Richard Dreyfus, Ron Howard….Harrison Ford!!!! quien dirigió? LUCAS, en algo así como 3 meses, casi no lo logró, nadie quería financiarle la idea…y quien lo hizo??? Francis Ford, con su dinero….porque Francis Ford ha sido siempre uno de esos ARTISTAS LOCOS Y VERDADEROS que es capaz de quedarse en la quiebra -y lo ha hecho varias veces- por apoyar algo en lo que cree…

    Cuando dirigió el Padrino el estudio quería que hiciese una película de mafia con mucha acción y disparos, pero en vez de eso, dirigó ese épico americano con connotaciones de conflicto metafísico entre bien y mal -con menos teatralidad ruidosa y menos discursos grandiocuentes que Nolan en The Dark Knight- que enfureció a los ejecutivos del estudio… en otras palabras, hizo lo que le vino en gana…cuando dirigió Apocalipsis Ahora, el director agotó todos los recursos, perdió decenas de kilos, este tipo de compromiso no me suena muy mainstream…ni independiente, es sólo pasión por el cine…sin más etiquetas..

    Y está La conversación…si Coppola tiene una película brillante es esta…la temática, el desarrollo, la construcción…es una verdadera obra mestra que toca varios temas: la privacidad, la identidad, pero más importante, la elusividad de la verdad…y la forma como nos da una vuelta a todo lo que pensábamos y nos cambia nuestra percepción de lo que veíamos es MAGISTRAL…la película por cierto, fue la ganadora de Cannes ese ano…

    A Nic Cage por su parte, la primera que lo vi fue en Byrdie, de Alan Parker, una hermosa película sobre la amistad y el enfrentarse con el mundo, con un final de antología, nada comercial, nada masiva…Cage ganó el Oscar por una película de Mike Figgis, Leaving La Vegas….esta película, cuyos créditos inciales aparecen como a la media hora de haber comenzado la película y cuando ya estamos metidos en ella, es el retrato de desintegración final de un alcohólico que lo pierde todo, casa, trabajo y se refugia en el AMOR de una prostituta..vemos a Cage borracho la mitad de la película, la otra mitad masturbándose, hecho trizas emocionales….

    Yo veo a toda esta familia como un familia de artistas, en su mayor sentido…antes las estrellas pertenecían a los estudios, pero hoy día, los grandes estudios son sólo casas de distribución, y esas líneas se han desdibujado…

    Y sin embargo, artistas o no artistas, yo no objeto como antes lo que la gente guste ver…en el pasado tuve un período de fuerte afición por el rock progresivo de los 70s…YES, GENESIS, KING CRIMSON…tenían canciones tan complejas, con ritmos tan complicados y arreglos tan ..sinfónicos, que todo lo que no fuera así de enredado yo lo tachaba de INFERIOR…pero luego escuché un disco de REM, que me devolvió la admiración por lo simple, y me hizo entender que algo no por ser enredado y complicado y extravagante es más creativo o mejor sólo por eso…a veces, muchas veces es más difícile lograr la belleza o lo contagioso en lo simple…

    Ahora, tengo mis preferencias, pero no me cierro a nada….mis amigos amantes de Radihead, se ofuscan cuando otras personas gustan de Justin Beaber…se indignan porque el Grammy premia hoy día muchos artistas de hip hop…ESE PREMIO NO SIRVE PARA NADA….Yo pregunto…REALMENTE SERÍA DIVERTIDO VER UNA ENTREGA DE PREMIOS DONDE TODOS LOS NOMINADOS FUERAN ….RADIOHEAD, BJORK, SIGUR ROSS, PJ HARVEY, TOOL, SPIRITUALIZED y ningún artista de ningún otro género???….. sería como una élite -así suele verse a estos artistas- premiándose a si misma…

    De hecho, en cierta forma a veces creo que los fans de una Lady GaGa son superiores o tienen una actitud más sana o inteligente que los fans de Radiohead pues estos sueles ofuscarse e indignarse en su sapiencia intelectualosa porque el resto de los mortales NO SABEN APRECIAR LO QUE ES BUENO, en cambio un fan de la Gaga, realmente no se sentirá así de afectado porque nosotros escuchemos Radiohead y de hecho hasta admirirá que los fans de Radiohead no admiten..que TODO ES POP, SÓLO MÚSICA PARA PASAR EL RATO…y eso opino yo con el cine…y yo amor el cine, pero ama mal quien no acepta lo bueno, lo malo, lo loco de el objeto de su amor…hay películas malas que son tan pero tan divertidas y sabrosas….

    Terrence Malick??? bueee…me gusta lo que hace, pero más que nada porque se consigue unos directores de fotografía SUPREMOS y sus películas están cargadas de imágenes inolvidables…y toda esa aura como orquestal, de tomas múisica y esa sensación de los intangible en la existencia….a veces se logra belleza sin discurso, yo creo que el discurso es la parte más débil de Malick…. he visto casi todas sus películas porque tiene pocas, y todas se parecen bastante….muchas terminan con una toma de ALGO, un puente, una tumba, ausente de humanos, como reiterando la indiferencia del cosmos antes el hombre, o lo pasajero de la existencia..o la idea de que nada dura para siempre…lo que sea…es típico de Malick desvariar en estos temas…no hay una filosfía clara….precisa…él es filósofo de hecho, pero no un creador mde sistemas, más bien un portador de dudas y reflexiones…no me malinterpreten, Malick no es un tipo de poses ni ínfulas, cree modestamente en lo que hace, y para no hacer muchas películas lo ha hecho muy pero muy bien, dominando el medio…sin embargo no verás más en sus películas que las reflexiones fragmentadas de las dudas humanas… ESTO QUE ES…PORQUÉ ES???? CUANDO ME IRÉ??? ESTARÁS AHÍ CUANDO PASE???? DE DONDE VIENE TU LUZ, QUE TODO LO ABRUMA, QUE TODO LO ACLARA, QUE TODO ENCEGUECE???? cosas por el estilo desperdigadas por todos lados…ello no impide que estas palabras, mezcladas con fabulosas escenas como la historia del universo que nos brinda en El árbol de la vida, no sean pequenas joyas de transacción multisensorial y meditativa…pero más allá de ese disfrute, Malick no pisa firme en ningún lado…pero lo admiro y me gusta… sólo no lo canonizo como un artista consumado, ni sus películas como joyas imprescindibles…pero, qué es imprescindible…

    No pienso sinceramente que El árbol de la vida sea superior a, digamos, Casi Famosos, de Crowe, o a ET…o a The Blue Brothers!!! Una gran película…??? IKIRU de Kurosawa…mágica…por mil razones…Hope and Glory, de John Boorman, tan sencilla, ingenua y llena de vida…Jules et Jim, de Truffaut…tan extranamente evocadora…tan sopresiva…Au Revoir Les Infants.. de Louis Malle…creen que es posible evocar el incesto como algo NORMAL, natural y hasta relativamente intrascendente???? tienen que ver Mumuero del corazón, del mismo director…

    Pero al fin y al cabo esto es puro cine, no es la vida como tal…los que no gusten de esto sino de cualquier otra cosa trivial como ir de compras, tienen todo el derecho de hacerlo y no son peores ni mejores, ni menos inteligentes que un cinéfilo todo terreno…

    Pero sí creo que hay personas con ínfulas, como esos intelectualides que retrata muy acertadamente el artículo y que terminan siendo que gustan de un tipo de cine porque los hace sentir más ARTISTAS o INTELIGENTES, y no porque lo aman de verdad, en toda su dimensión y caras, tanto las rastreras como las sublimes….

    un gran saludo…

  3. Excelente artículo. Comparto la mayor parte de tus apreciaciones. Incluso entiendo la confusión Spike Jonze-Michel Gondry-Charlie Kaufman.

    Pero no te escribo por eso (ni para debatir la importancia de la brevísima –apenas 94 minutos– y francamente menor Medianoche en París en la carrera de Woody Allen), sino para profundizar sobre esa delicia que se llama El árbol de la vida, una de las mejores del año pasado y que tuve la suerte de ver en un cine casi vacío sin que ningún primate, como los llamas, entorpeciera mi apreciación.

    No sé si se te escapó o simplemente no lo consignas en tu texto, pero entre los varios temas que se manejan te faltó uno que considero no es de los menos importantes, y que resulta fundamental en la trama, en el sentido en que conjuga a varios de los que sí señalas (específicamente, las partes del Big Bang, la historia del universo, de la galaxia, del planeta, de la vida en el planeta; del macro y el microcosmos…). Me refiero, claro, a la idea de Dios o la divinidad, y su (per)versión humana: la religión.

    ¿Recuerdas el epígrafe? ¿El texto que antecede a la película? Es un pasaje del libro de Job, del momento en el que Dios lo recrimina después de que su fe flaquea tras las numerosas pérdidas (casa y demás posesiones económicas, ganado, esposa e hijos) que tuvo por esa extraña y retorcida apuesta que se dio entre Satanás y el Altísimo.

    Por su parte, Mrs. O’Brien (el personaje de Jessica Chastain) es una persona muy religiosa, muy devota, que intenta inculcar lo mismo a sus hijos… y que en el desarrollo de la película, se entiende, pierde a dos de ellos =(. Esto, también a ella, la hace flaquear, y en algún momento le pregunta a dios por qué le pone esas pruebas.

    Mientras, Malick, con maestría, nos presenta este otro panorama desolador imbricando todos esos dramas personales (la muerte de los chicos, junto con la de ella, principalmente, pero también todo lo demás, el despertar sexual de Jack, la dura educación impuesta por Mr. O’Brien, la ira y el rencor de los personajes…) en la historia del mundo, en la del universo; recordándonos también de lo que estamos hechos: células, moléculas, átomos, nada.

    La epifanía final de la llamada de Jack (Sean Penn) a su padre, pidiéndole perdón y a su vez perdonándolo en lo que parece ser el día posterior, o uno de los días posteriores al funeral de la madre nos devuelve a lo humano. Al drama, a la comedia humana. Y es que en un universo tan grande en el que importamos tan poco, mejor estar bien los unos con los otros, ¿o no?

    Qué buena, buenísima, buenérrima peli… Gracias por recordármela.

  4. Roberto Mendoza

    Gracias Rodolfo, por tratar de hacer entender a los lectores que lo mas importante es disfrutar de las peliculas, la que sea, de arte, independiente o de autor, es decir todo tipo de peliculas.
    Como siempre, leerte es un placer.

  5. José Luis Chávez

    Eternal Sunshine of the Spotless Mind de «SPIKE JONZE»..?!
    su Director es Michel Gondry, … hasta ahí llegó mi lectura…

  6. Carlos Blanco

    Muy buen artículo. Una espléndida manera de ver, comprender e intetiorizar las películas. Siempre un reflejo de la vida misma. Muchas gracias.

  7. Muy buen articulo, siento que en varios puntos coincido con el autor y en otros tantos no, pero justamente por eso me gusto bastante. Por favor sigue así, Saludos.

  8. José Hernández

    De acuerdo con usted en todo excepto en dos cosas: Que Amores Perros sea una buena película, digo es un culebrón pulido técnicamente que no ofrece más de lo que los melodramas de la época de oro ya habían mostrado, claro sin tanto sexo, violencia y el enorme ego mamón del director, no me crees checa Biutiful y tu miopía al juzgar Media Noche en parís, el mensaje es bueno pero la película se cae al final donde Owen Wilson nos explica todo, el por que y como deberíamos ser y aceptar nuestro presente, en los trabajos viejos del judío con lentes nadie explicaba nada, ese era una parte del encanto de Allen, que nos exigiera y asumiera que su publico era diferente al publico de Lucas o Spielberg (lo escribí mal, lo siento) pero no me malentiendas me encanta Allen, me encanta que nadie vaya a ver sus pelis en el cine y tengo que decir que el peor trabajo de el es inmensamente mejor que cualquier trabajo de Spielberg o lucas o James Cameron, etc.

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