Harían bien los seguidores de esta banda reguetonera y sus entusiastas comentaristas en leer con calma las razones que esgrime el autor para hacer ver la falsedad de la rebeldía de Residente y sus músicos.
Antes de proceder contra Calle 13 quisiera hacer tres advertencias:
1) Mi problema no es con la gente que disfruta bailar reggaeton o haya descargado alguna canción del grupo puertorriqueño, sino con todos los que argumentan que Residente es un gran letrista, un artista fuera de serie, o peor aún, portavoz y bailarín de un pensamiento político rebelde.
2) En más de una ocasión me refiero al público que sigue a Calle 13, estoy seguro de que existen excepciones, no necesitan recordármelo.
3) Doy por sentado que tocan reggaeton, no estoy dispuesto a discutir lo contrario.
Ahora sí, una revancha mínima por todas las ocasiones en que me he sorprendido escuchándolos en contra de mi voluntad.
Cada quien se irá transformando en su propio personaje
El hombre no tiene memoria, pero hace apenas una década existió otro músico que vendió millones de discos en todo el mundo, también rapeaba más de lo que cantaba, fue mediatizado como irreverente y provocador, se le reconocía como un letrista original, se disfrazaba en sus videos, usaba recursos humorísticos, era el chico malo consentido de MTV, compartía la misma y desconcertante afición por las camisetas sin mangas. Residente fue creado a imagen y semejanza de Eminem. Ambos pertenecen a una tradición que posiblemente comenzó con Elvis, sobrevive hasta nuestros días y se ha sabido moldear a las distintas épocas. El espectáculo mediático, en cualquiera de sus esferas, ya tiene roles asignados, están en perene casting para llenarlos, la vertiginosidad de nuestros tiempos lo demanda. Huyssens habló de la mass media como máquinas de producir presente. Posmodernidad y remake. Por su neurosis informativa, los medios mercadean estereotipos, no hay tiempo para construir narrativas o personajes complejos. A principios del siglo XXI se requieren, por ejemplo, la princesa pop virginal, el baladista maduro para las mujeres maduras, de la misma forma en que se necesita un diputable en representación del gremio o el enemigo infiltrado entre los titulares de la selección mexicana y claro: un rebelde de juguete, la figurilla de acción de la industria musical.
A pesar de ello, considero que Eminem es un artista superior y encarna mejor la figura del rebelde que ambos proyectan. El verdadero nombre del estadounidense es Marshall Bruce Mathers III, creció en un suburbio de Detroit, por algunos años en casa rodante, educado solamente por su alcohólica madre y su querido tío que lo introdujo al hip hop antes de suicidarse, fue víctima de severo bullying en la escuela, entre una turbamulta de afroamericanos logró destacar en las batallas de rap, consiguió un contrato para grabar y de un día a otro era millonario, protagonizaba los titulares de los diarios.
El verdadero nombre de Residente es René Pérez Joglar, hijo de un conocido abogado y una actriz, perteneciente a la clase media puertorriqueña, cursó un bachillerato en artes, viajó a Georgia y Barcelona para continuar su estudios en cine y edición de audio, una crítica favorecedora en Time Magazine catapultó a Calle 13 a la cima, llenó su estantería de Grammys.
Por supuesto, sus biografías no los validan ni desacreditan por sí mismas, pero son importantes para entender lo que representan como figuras rebeldes mediáticas. Las letras de Eminem son de explícita violencia, habla de matar a su esposa, del odio a su madre, sus problemas con las drogas, emprendió una cruzada sanguinaria contra la cultura pop y la industria de la música. Tras unos cuantos días estudiando sus letras, me queda claro que no se considera una autoridad moral, sino el resultado de una normalidad violenta como la de millones, siente tanto asco por el mundo como por sí mismo. Su rebeldía es auténtica porque emerge del lado más oscuro de la conciencia de una época, se destroza en cada verso que escribe, dejó un valioso testimonio sobre los daños que sufre un individuo crecido en un ambiente violento. Su personaje halló en el rap el vehículo natural de expresión para su pensamiento.
Por otro lado, Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…
Soy rebelde
como un monaguillo en la iglesia
fumando cigarrillo
sin que la monja se lo sospeche
soy rebelde
como una vaca que no quiere dar leche.
Así su rebeldía, así los que se la crean. Basta echar un vistazo a la prensa que recibe el grupo para entender el porqué de cómo se le percibe socialmente, titulares como “Revolución” o “La voz rebelde de Latinoamérica”, o preguntas sobre cómo puede tener un pensamiento tan radical o cómo le hizo para ser aceptado por las élites intelectuales del continente. Sí, bueno, jmmm, ¡achú!
Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…
La estrategia de los puertorriqueños es atentar contra lo que teóricamente está prohibido, a pesar de que convivimos a diario con ello. Por ejemplo su tratamiento del sexo, tan escandaloso para muchos, es muy light comparado con lo que cualquier hombre en edad de masturbar ve cada semana en internet. Le apuesta a la doble moral, a través del escándalo frívolo legitima aquel prohibido que en realidad es aquel normal, entonces las señoritas obtienen su dosis de pecado y luego se sienten culpables después de follar.
Su vía de expresión, a diferencia del rap, nació como un producto comercial. Anarquía artificial, defensor de todas las causas, por momentos su figura pública parece un tríptico del Instituto de la Juventud. Su pensamiento encarcelado en la forma del reggaeton. Me atrevería a decir que se trata de un conservador en la medida en que sus canciones se construyen a partir antivalores de todos los días como ignorancia o machismo. Es otro anuncio de telemarketing.
Camus advierte: “En arte, la rebelión termina y se perpetúa en la verdadera creación, no en la crítica o el comentario”. La rebeldía artística en la posmodernidad sólo puede existir si nace de la inteligencia y el riesgo, concilia lo íntimo y lo universal, edifica otros universos cerrados y verosímiles, atraviesa el tiempo como una bala que nunca reducirá la velocidad.
La rebeldía se ha vuelto un elemento sustancial del espectáculo. Al menos Eminem tuvo la decencia de reconocerlo. “I am whatever you say I am. If I wasn’t, then why would I say I am?”
Poética y corrección de estilo
Los que huelen a meados de viejito,
a esos son los que yo resucito
y les devuelvo el apetito
con un poquito de pornografía.
Mujer tú eres toda una geometría,
tú tienes el pudín como me gusta,
estirao con estrías
como de repostería,
con la falda corta
al estilo de Miami,
enseñando la mitad del salami.
Aquí te traigo juguito yambinga,
coño zapatea que tú no eres gringa,
yo te sacudo como un estornudo,
te pongo a vomitar el desayuno,
te enseño mi lenguaje hombruno
y con él te vacuno
—“Cumbia de los aburridos”
Poética de la ocurrencia, versificación del inventario. Salta de un campo semántico a otro como si se tratara de cambiarse los calcetines. Debe hacerse el protagonista cada línea. Encabalgamiento de versos vacíos. Cuando la fragmentación no se utiliza para crear una visión unitaria o integradora del mundo es un recurso holgazán. Un lenguaje legitima al otro, así que se vale de modismos, barbarismos, argot urbano, insultos y algunas provocaciones gratuitas para crear un show efectista. Su música fue hecha para el presente, sus referencias poperas se irán deslavando porque aluden a la inmediatez. Como el atún y otros productos enlatados, Calle 13 viene con fecha de caducidad.
Aunque no fuera de mi gusto “Atrévete te” me pareció en su momento fresca e ingeniosa, su mezcla de spanglish, construcciones absurdas y referencias pop sonaban distinto, pero jamás pensé que harían toda una discografía multiplatino, multimillonaria, con base en la rima fácil.
En repetidas ocasiones Residente demuestra que además de talento le hace falta un diccionario. Me pregunto si cuando dice “eres pura geometría” se refiere a que es poligonal, cúbica o lineal. Elegí ese ejemplo del epígrafe, pero hay decenas más; si esos sesgos de información, construcciones estilísticas no se le perdonan a un joven escritor cuando publica un libro, no entiendo por qué aplaudírselas a un normalón que encabeza las listas de best sellers.
En su éxito con Café Tacuba nombra cualquier persona-animal-cosa que se le ocurra para rematar el estribillo e integrarlo al “aisevá” con un “no hay nadie como tú amor” en el coro. La dificultad creativa de esa canción es proporcional a la que se requiere para hacer la lista del súper. Prefiero ser un intolerante, mamón, cascarrabias, raboverde, quejumbroso y arrugado que suponer una inteligencia privilegiada se esconde detrás de versos como “Hay personas gordas, medianas y flacas,/ caballos, gallinas, ovejas y vacas”. He visto a los Teletubbies rapear mejor que eso.
Narrativa de estereotipos
Rompe varias reglas elementales para cualquier narrador. El mayor problema es que la construcción de sus personajes, ambientes, hechos, su lectura del mundo en general se fundamenta en estereotipos. Penosamente, acredita las creencias de sus seguidores en lugar de confrontarlos con alguna otredad. Tiene que dar su opinión sobre todo, lo cual se vuelve muy incómodo. Peca de cursi y juicioso. Por momentos es moralista, por no decir mesiánico. Le pone demasiado peso a la frase por encima del todo, es discontinuo e inconexo. Sobrestima sus propias obsesiones por encima de las de sus personajes, les mete el pie, no los deja caminar.
La industria de la fiesta
Con base en sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma.
Se trata de una auténtica distopía: la industria de la música sometida ante la industria de la fiesta. Punchispunchis, basta echar un vistazo a las listas de canciones más escuchadas para percatarse de que el público mayormente busca un ritmo pegajoso para bailar la noche de un sábado. Es un producto cultural que no te compromete a empatizar con él, a mimetizarte con la obra, sino a escucharlo de fondo. La música, sea arte o entretenimiento, tiene más poder que cualquier otra expresión creativa. Calle 13, al igual que tantos otros grupos del aparato comercial, sirve para fijar valores y ninguno más sobrevalorado que su visión de lo divertido. La fiesta es un simulacro de lo extraordinario, se ha vuelto parte de nuestra normalidad: estar sentando en la barra mientras se calienta la cerveza es casi tan emocionante como lavar los platos. No hay que menospreciar, valga la calamidad de la época, hasta qué punto uno es lo que consume.
Hay temas que no le pertenecen a la fiesta, la forma y el fondo deben fundirse, insisto: resulta imposible considerando que se trata de un ritmo que fue creado para acompañar con Bacardí, bailar en un espacio donde ni siquiera puedas escuchar tus pensamientos y tentativamente recibir tremenda untada de camarón de algún cholo con mostacho cantinflero. A base de sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma. El deseo es un producto de consumo.
La industria del amor
Por ti yo hago lo que sea
peleo contra 300 ninjas en Corea
por ti pesco 500 delfines
y cruzo la cordillera de los Andes en patines
—“Electro movimiento”
La palabra amor en el pop no vale ni un penique, aunque pesa una tonelada. La industria musical, cual loop del Vaticano, lo ha difundido como el valor primigenio del hombre, el que lo hará ser justo, libre, empático, aunque principalmente ha conseguido hacerlo cínico, manipulador, perezoso y egocéntrico. Ama y fiestea, teme a tu soledad. El amor es la ilusión más verosímil.
No es gracioso o no entendí
La parodia de la parodia de la parodia no es graciosa. Como nada de lo que hace es serio, para sus fanáticos no puede ser atacado en serio, sólo defendido. Su humor es más escatológico que irónico, payaso que sarcástico, ridículo que absurdo, ingenuo que ingenioso, technicolor que negro. “Lo cómico, para producir todo su efecto, exige como una anestesia momentánea del corazón. Se dirige a la inteligencia pura”. Lamentablemente los puertorriqueños carecen de esa jiribilla mental que señala Henri Bergson. En resumen: se trata un mal chiste que nunca entendí.
Políticamente correctos
Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.
Tómese como evidencia este retrato cursi y exotista del migrante.
En tu sonrisa yo veo una guerrilla,
una aventura, un movimiento.
Tu lenguaje, tu acento.
Yo quiero descubrir lo que ya estaba descubierto.
Ser un emigrante, ése es mi deporte.
Hoy me voy pal’ norte sin pasaporte,
sin transporte,
a pie, con las patas.
Pero no importa este hombre se hidrata
con lo que retratan mis pupilas.
Los migrantes sufren toda clase de abusos (inclusive por parte de mexicanos), y dudo que consideren lo suyo un deporte. También supongo que tienen piernas y no patas, están más preocupados por ganar el pan que en la guerrilla, y me queda claro que el asunto importa y definitivamente los mojados no se hidratan con lo que retratan las pupilas de Calle 13. Me pregunto si le interesa más la problemática migratoria por su trascendencia sociopolítica o porque nada se cotiza más en el mercado que el efímero presente.
El mensaje político que transmiten es el mismo que se puede escuchar en cualquier peluquería. Le añaden algunas groserías más, le meten sazón en el estudio y engañan a cientos de miles de jóvenes “alternativos” haciéndoles creer que tienen conciencia de la realidad política porque:
a) Están convencidos de que existe un sistema y se trata del principal enemigo. ¿Dónde comienza y termina ese sistema? ¿En qué consiste? ¿Quiénes lo controlan? ¿Con qué propósitos, medios, estrategias? ¿Cuáles son sus mecanismos? ¿Dónde puedo consultar su organigrama? ¿Son una célula maquieavélica o una organización civil?
b) La culpa siempre puede ser de Estados Unidos, no hay necesidad de matizarlo, encarnan el mal y no cabe duda de que esconden los cuarteles del sistema.
c) “Inches polítikos me cai que son una miarda, sólo kieren jodernos y kreo que devieran meterlos a todos al vote por pendejos”.
d) Sólo una revolución podrá salvarnos del sistema, los políticos y Estados Unidos. ¿Cuál revolución? No sé, habrá que preguntarles a los caudillos del reggaeton.
¿Quién hubiera dicho que José Martí sería la figura más influyente en la letrística latinoamericana del siglo XX e inclusive de principios del XXI? ¿Y quién hubiese predicho que para colmo no lo sería por su visión poética, sino por su proyecto ideológico? ¿Y quién en su insano juicio hubiese adivinado que el aparato musical permitiría que la faramalla y el perreo tuvieran más difusión en unas semanas que la obra del pensador latinoamericano en una vida?
A la medida de MTV
Desde que la música llegó a la televisión y en la medida en que otros formatos se han consolidado, ha tenido que mutar en un espectáculo que integra elementos teatrales y multimedia. Gracias a ello presenciamos el gran muro de Pink Floyd, la trayectoria camaleónica de Bowie, las alucinaciones de Génesis y Roxy Music, los videos de Michael Jackson y los visuales de Daft Punk.
De nuevo fue un formato comercial, el videoclip, lo que comprometió esta vena de la música. Cuando la gente perdió el interés y los ratings de MTV cayeron en picada vino el internet a salvarlos, sólo que ahora compiten con un mundo virtual que sólo conoce el aquí y el ahora, cualquiera cierra o cambia de pestaña cuando guste, así que necesitan ridiculizarse más y por eso casos tan lamentables como el de los puertorriqueños o la señorita Gaga.
Veo sus videos y queda claro que si fuera buen músico no tendría que ser un entretenedor, un payasito tatuado cuya empresa musical demanda que siempre deba llamar la atención sin importar si tiene algo que aportar. ¿Pueden nombrar algún gran músico del siglo pasado que se degradara a sí mismo de tal forma? Calle 13 se sostiene gracias a YouTube.
Todo un caballero
Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.
Después de escucharlos largas horas diría que la representación que hace Calle 13 de la mujer es la de una máquina mamadora y tragasemen, tetona y escotada, con unas nalgotas para nalguear. Curioso que sus feligreses lo defiendan diciendo que se trata de una parodia del reggaeton, género que se caracteriza por el contenido machista de sus letras. De nuevo, se engañan si creen que el aparato pop no influye en cómo experimentamos nuestra sexualidad o percibimos al otro género. Me encantaría ver qué harían sus fanáticas si una noche cualquiera en cualquier bar un feo con suerte o una sonrisa colgate se les acerca bailando reggaeton y les recita al oído:
Yo sé que tú quieres chuparme las quenepas,
aunque no sean de Ponce.
No importa que no sean ni de oro,
ni de plata, ni de bronce,
lo que sé es que te gusta el roce,
también sé que te gusta mi elefante como tose.
La industria de la música
¿Buscan rebeldes en la música? Encuentren a Dylan, Zappa y Davis, tres figuras que se resistieron a ser caricaturizadas por los medios, se escabulleron de cualquier definición. El primero lo hizo abandonando el folk, el género con el que había cautivado infinidad de fanáticos en el mundo para mudarse al rock, recibió suficientes críticas y abucheos para llenar varias veces el Estadio Azteca. Zappa es el músico rebelde por definición, tanto que inclusive se mantuvo sobrio en el apogeo del hippismo, parodió a los Beatles, luchó incansablemente contra la industria de la música y siempre sonó absolutamente original. Finalmente Miles, tenía más heterónimos que Pessoa, se reinventó a sí y al jazz en repetidas ocasiones, en álbumes tan radicalmente distintos, infinitos y complejos como podrían serlo Kind of blue, Bitches Brew y Sketches of Spain. Son comparaciones descabelladas, pero me interesa porque se trata de tres artistas cuya música demanda ser escuchada atentamente y hasta el fondo para ser comprendida, no se adhirieron a la forma de moda en el mercado, sino que se inventaron una propia que les permitiera expresar su espíritu.
Ahora que desaparecieron los cassetes y asumiendo que al CD no le quedará tanta vida, la música comercial se nutrirá aún más de la inmediatez, dejarán de producir discos para lanzar sencillos de acuerdo con la ocasión.
Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.
Vivimos un momento definitorio. Por un lado, las disqueras lanzarán cientos de miles de discos de sus elegidos, los harán sonar en antros y estaciones de radio, les conseguirán boleto para los principales festivales, realizarán espectaculares videoclips, se mantendrán cerca de sus fanáticos mediante Twitter. Por otro, el internet democratizó los contenidos, pueden tener el disco que quieran con un clic. Sea cuál sea la virtud que encuentren en la música de Calle 13, pueden hallarla en versión mejorada en otros autores. Cualquier época, procedencia, ritmo, la Musiteca de Babel, una auténtica maravilla del hombre a su alcance, sin moverse de su silla favorita. Todos somos consumidores, pero cada quién puede elegir cómo serlo y en cierta medida elegir al mismo tiempo lo que son y desean ser. Por lo menos hay que conocer lo otro, no seguir la fila al circo, para poder en verdad elegir.
Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.
Residente se confiesan en sus propios términos:
Baterista de pequeño, rapero cuando adulto,
por eso riman a tiempo todos mis insultos.
A las mentalidades prehistóricas
las capturo con groserías luego las mato con retórica.
Los problemas no se dan por sentado
y más cuando hay abuso de parte del estado.
Sería muy fácil para mí escribir un bolero
o hacer un video rapeando encima de un velero
con mujeres en pelotas acariciándome los huevos,
sacrificar mis ideales pa’ venderte un disco nuevo…
Guy Debord lo escribe en mejores palabras. Esta cita lapidaria aparece en La sociedad del espectáculo y contiene la esencia de lo que he intentado expresar:
La alienación del espectador en beneficio del objeto contemplado (que es el resultado de su propia actividad inconsciente) se expresa así: cuanto más contempla, menos vive, cuanto más acepta reconocerse en las imágenes dominantes de necesidad, menos comprende su propia existencia y sus propios deseos. La exterioridad del espectáculo respecto del hombre activo se manifesta en que sus propios gestos ya no le pertenecen a él, sino a otro que lo representa. Es por eso que el espectador no se siente en su sitio en ninguna parte, porque el espectáculo está en todas.
Sin darnos cuenta firmamos un pacto social con la industria de la música. Ante las crisis patrióticas tras las guerras, confundidos en el apogeo de la posmodernidad, nos ofrecieron refugio, identidades empaquetadas y lo tomamos porque era lo más fácil. Ah, maldita costumbre. Urgencia por pertenecer, por no quedarse solos, en los huesos y en posición fetal. Entonces existen punketos, metaleros, devotos de Cerati, ravers, creyentes de Silvio, indies, emos e infinidad de especímenes cuyo estilo de vida se define en buena medida por la música que consumen. Nos veo en la calle con audífonos, llenando cualquier escenario para concierto, descargando un torrent, cantando en el coche, bailando toda la noche en la discoteca…
La música es una dictadura perfecta. ®
E. R.
http://www.elespectador.com/entretenimiento/agenda/musica/calle-13-y-julian-assange-escriben-multiviral-video-456725
Memo
Realmente concuerdo contigo en una buena parte de tus argumentos. Muchos fanáticos dolidos tratan de desacrefitarte simplemente señalándote como un intelectual disforzado y si el río suena…
Memencio
Joaquín Peón Iñiguez aunque tu punto de vista es bastante aceptable y admito que el título captó mi atención voy a poner en claro lo que creo:
La música tiene dos funciones primordiales… 1.- Entretener y agradar a la gente.2.- Plantear un mensaje.
Y considero que en cierta forma calle 13 logra tomar una porción de cada una para formar su peculiar estilo.
Para tachar de hipócrita a René deberías pensar que las revoluciones empiezan en las clases medias y altas,
Siendo el principal ejemplo el tan querido comandante Ernesto «Che» Guevara de la Sierna.
Y si la música no se trata también de vivir bien entonces no pensaste en el gran Víctor Jara que gracias a su música de corte socialista logró asender a la clase media acomodada.
Gracias
mati
Me explicas por q una banda taaaaaaan comercial con el exito de calle 13 solo saco 4 discos en 9 años….?
Naraya
Muy interesante tu análisis, aunque en la vida se me habría ocurrido que se pudiera establecer algún tipo de comparación entre Eminem y Calle 13. Ninguno de los dos me gusta (soy más de rock y metal), pero soy de la opinión de que las letras de Eminem significan algo; Calle 13, en cambio… bueno, baste decir que solamente lo usé en mi adolescencia como excusa para bailar como si no hubiera mañana y arrimarme a algún tío, sin prestar atención a la letra (como dices tú, algo de fondo) y, las pocas veces que les he prestado atención me he quedado con cara de «WTF?!».
Alberto
cuantos grupos actualmente no son comerciales y se venden hacia una televisora? razona que no puedes comparar estilos de vida, ni géneros musicales… Calle 13 habla lo que quiere hablar, para ellos que les costara hablar sobre gobiernos en sus canciones por que a lo que se en latinoamerica para mi ese es el gran odio actualmente, mas sin embargo no lo hacen.
Por eso para mi opnion calle 13 es querido por el pueblo, no por su musica si no por su humildad y afecto que tienen haca latinoamerica
Carla
Olvide dejarte otro dato donde demuestra tu poca búsqueda y tu falta de «intelectualidad».
Dylan es un plagiador y lo saben los más grandes
http://beforeitsnews.com/alternative/2013/03/bob-dylan-sued-for-plagiarism-over-dignity-more-2601448.html
no compares a René de calle 13 con gente que no es creativa….
Carla
Lo que tratas de proyectar con este escrito es totalmente contrario a lo que estás proyectando verdaderamente. Primero quieres lucir como un intelectual pero por ni siquiera querer entender que calle 13 no es «reguetón» denota la poca intelectualidad que tienes. Lo segundo es que quieres demostrar que los odias pero aún no he conocido a ningún fanático que los ame y le dedique tantas palabras como tu le estás dedicando a ellos en este escrito. Me parece que muy dentro de ti, las letras de René te tocan, te conmueven y eso te molesta por eso te proyectas en este PANFLETO mal escrito.
PD: las ganas de eminem, bob dylan o cualquiera de los que mencionaste de escribir temas como «Latinoamerica» «La Perla» «La vuelta al mundo» o «Niño en la calle» junto a la Negra Sosa.
Guillermo
Bueno Calle 13 es una Voz de conciencia Revolucionaria la gran mayoria de sus letras tienen buenos mensaje
En ves de Criticar voz de conciencia Critica a esos cantantes que solo hablan de sexo y mujeres drogadas en la disco por Favor
Las letras de el Hablan de luchar por su país por la gente de abajo gente deprimida por las autoridades solo por su clase social la misma letra lo Dice. En ves de apuntar para los mismos caseríos deberian apuntar para arriba para donde hace frio. Rene perez es algo distinto le tengo mucho respeto
Lis
Te falto la razón mas importante, para seguir agachados, frustrados como sociedad y sumisos hay de todo en el mercado, pero es cuestión de comprención y perceptiva pero eso si prefiero mil veces eso a escuchar cualquiera que cante pujadito con 2 o 3 acordes melosos , todos los demás puntos se respetan y la gente de aquí arriba dejo mucho de lo que se me ocurría. Es cuestión de libertad.
rafiki
mi hermano te desgastaste, no vale la pena exponer lo chocante de calle 13 eso es redundar y redundar, te buscaré cuando expongas las grandezas ya implicitas como Pink Floyd, Cream, la obra de Gary Moore, de eso no me canso.
Alejandro Paredes
Yo le llamaria : 10 razones para saber que es Calle 13,para bailar igual esta bien.
Rob
Bueno es cierto que hay canciones de Calle 13 q son sin sentido pero hay muchas letras geniales como latinoamerica,, por ej si iba dirigida con fines comerciales pero igual con el sentimiento q uno le ponga abre una buena conciencia a lo mejor quien escribio esto odia Calle 13 por que solo hablo de la parte negativa..
hector castillo
La verdad no estoy de acuerdo contigo.Para empezar calle 13 no es un grupo de reggaeton, a ninguna de sus canciones se le puede considerar dentro de este genero.calle 13 se dio a conocer con la cancion atrevete (que a mi parecer seria la unica que prodiamos decir que es reggaeton mesclada con cumbia y merengue)que salio justo cuando el reggaeton hizo boom en america latina.Fue cuando empezaron a salir por montones productos fabricados,productos tipo televisa y es por eso que a calle 13 se le etiqueto como reggaetonero,pero para mi hay bastante diferencia entre calle 13 y daddy yankee ,winsin y yandel, nigga y dos que tres productos desechables.Y no por que escucho a calle 13 quiere decir que no puedo escuchar o apreciar a otros artistas de la talla de diego el cigala,rodrigo y gabriela,mariachi vargas tecalitlan,led zeppelin,pink floyd,pearl jam,hector lavoe,fania all stars,compay segundo,soda estereo etc,etc, como puede ver un gusto muy variado.
Constanza
Excelente y me gusto no solo porque hace bolsa la sarna y la falsedad en un mismo cuerpo (calle 13), si no porque los utiliza como un exacto y buen ejemplo para hablar de la pos modernidad, sobretodo en las artes (escritas, visuales, musicales). Muy instructivo y también como toma de conciencia sobre la chatarra que mucha gente escucha y da poder (adquisitivo). No es menor, es MAYOR. Muchas GRACIAS.
Yenny
Creo que cuando la reflexión se vuelve excesiva, se torna rígida y árida. Leí con interés tu comentario sobre Residente, compartiendo el hecho de que él como personaje no me llama la atención y a diferencia tuya, sí he disfrutado algunas de sus canciones en algunos momentos. Me pareció una columna llena de documentación cliché, pero ingenua desde el punto de vista de no asumir de una vez que se trata de un personaje, un espectáculo y que por lo tanto no necesita tanto análisis. No sé, creo que no hay que ser tan grave. Alguien que escuche a Debussy, también puede escuchar funk, ir a una fiesta o a pasear en el bosque. Este texto está cargado de culpa y pontifica. Comparto varios puntos, pero y qué? Residente en unos años más será un recuerdo. Más vale reflexionar sobre la propia experiencia.
Tereza
Bueno entoces vamos a escuchas raperos estadounidenses y darle plata a a industria «americana» em vez de defender lo nuestro.Solo querio saber porque no analisastes la letra Latinoamerica?se de deve haber echo dificil no criticar una letra tan genial como esa,Ellos me representan en las músicas que YO elijo que me representen.tu no me representas con tu discurso medíocre pero respeto tu opinion y creo que puedes escrebir lo que te de la gana,ahora tu no me puedes proiber de eschucar gente que me ve como latina de una manera buena.Lucha latino y deja de ser esclavito de los «americanos»
VALENTINA
whjhjfhdjhd las canciones si tienen sentido dependiendo la mente que la lea, mentes limitada alomejor no lo entenderan pero todas sus canciones tienen mensajes muy buenos alomejor tu mente no los captan, pero ottras si. Musica que te hace pensar, el es casi el unico cantante que tiene un interes por la sociedad.
Moisés
Es cierto, jamás podrá compararse con García Márquez (sarcasmo).
Nayii
La mayor parte de lo que escribiste, tienes toda la razón. Calle 13 tiene canciones que dicen la verdad, y también tiene canciones sin sentido. Pero en otra parte, me sentí ofendida como puertorrique~a con este análisis
mayra
bueno ami me gusto el comentario por que tengo que ser sincera a mi tambien me gustaba el tema ´´atrevete´´ pero despues que escuche los otros temas me parecio un payaso tambien por que en algunas frases dices cosas sin sentido y la verdad ya no me agrado por l momento apoyo el comentario del compañero y los que le insultan me parece que no tienen nada de personalidad por que todas las personas merecemos respeto como el artista mismo lo dice en alguno de sus temas entonces asi como lo defienden practiquenlo pues.
Verito
Jajajaja los medios ladrillos que te dejan como respuesta a tu escrito.
La cosa es bien fácil, somos libres de hacer lo que queramos y si a usted no le agrada lo que escucha simplemente puede apagar o cambiar de sintonización.
En lo que respecta a mi, yo prefiero las letras de Calle 13 a cualquier reggetón que estuviera de moda en la época que usted hizo el escrito de los «diez motivos…»
Para finalizar… jajaja… apuesto lo que quiera a que LATINOAMERICA le mueve el piso como a muchos de nosotros… jajajaja
Sin Tí-tulo
Estimado autor.
Moverse entre el adentro y al afuera del cliché es sumamente fácil en estas épocas. En eso ud acierta con su texto..
Pero también cae en el cliché del la mirada nostálgica y modernista del «todo tiempo pasado fue mejor», del «todo pasa por una razón» y del querer que todo tenga un sentido, al mejor estilo modernista.
Al respecto, solamente puedo decir «bienvenido a la posmodernidad»,.
imaginármelo devanarse la cabez días y días escuchando música para encontrar «algo mas» me recuerda a la historia detrás de la canción «I am the Walrus» the los Beatles, una canción hecha (entre otras cosas) para el sinsentido, porque según dicen, John Lennon supo, a través de sus seguidores, de que en un colegio, un profesor ponía a sus estudiantes a analizar las letras de las canciones y desentrañar el significado. Como digo, es el análisis nostálgico, nuestra herencia modernista, a encontrar la esencia de las cosas.
Y ahora, cómo hacemos entonces con el delicioso panoramoa (y digo delicioso porque me entanta esta condición de nuestra tierra), del SUR, de nosotros (los outsiders, ZEF, los de la periferia)?
Por fortuna (por desgracia dirían algunos) aquí vivimos en un rizoma que mezcla premodernismo-modernismo y posmodernismo. Un lugar donde análisis de este corte hermenéutico están mandados a recoger..
Nuestra labor aquí es otra… en medio de tanta antropofagia, paganismo, cultos a la santa muerte, chicanos, orishas, virgenes morenitas, boricuas, rezagados, desplazados, santerismos, cholos de bigote cantinflero (como ud dice-pero que son hermosísimos),… pienso que hay mucha poesía.. mucha posibilidad, mucha riqueza por aquí.. mucho que decir, mucho por hacer… aunque aún no sabemos con certeza qué es…
«Los Nadie» De Eduardo Galeano… eso somos,
Antonio Eduardo Arroyo Villasana
Estimado Joaquín Peón Iñiguez,
En verdad me encantó tu análisis.
Precisamente, hace rato, discutía con mi novia acerca de la validez musical (letra + música = composición) y social de Calle 13, la cual, sinceramente, pienso es una banda bastante sobrevalorada y, lo peor, incongruente.
Me gustaría agregar que a lo mucho Calle 13 es producto de la música Kitsch.
Ya te sigo en Twitter porque me gustaría seguir leyendo tu trabajo
Saludos
Antonio Eduardo Arroyo Villasana
rey
Ya que me tome tiempo valioso de mi vida para leer este blog, me he tomado el privilegio de generalizar que la música tiene dos fines: uno es hacer rico al autor como a sus representantes y entretener a los que la escuchan, y en mi manera de pensar así como tu dices, es un va y ven que solo pegan en el momento para ser reemplazadas por música nueva porque sino fuera así creo que siguiéramos escuchando a Ludwig van Beethoven. el sentido de la vida es igual a la música, no es algo monótono que rigen reglas que tienen que seguirse, sino darle un punto de sal a la limonada para que sepa bien como así. calle 13 como muchos artistas intentan poder su diferencia en la música y enviar un mensaje en ella a sus escuchas. Y tal vés las palabra que se pronuncias en las canciones de Calle 13 no tengan sentido alguno como tu dices, pero en algunos causan una salida a lo monótono como anteriormente mencionaba. Y como digo a los gusto los sabores, solo concluyo diciendo que Calle 13 es una salida al cubo del aburrimiento y del estrés de lo repetitivo de la vida y la forma de transmitir un mensaje revolucionario de manera que se escuche y no sea censurado.
Manuel
Es chistoso como unos asalariados de calle 13 buscan justificar al boricua.
Leila Espinosa
Dime que musica escuchas y te dire quien eres…
Valentin Diaz
No se puede negar que el título de tu artículo tiene gancho, me he animado a leerlo porque me gusta la música de Calle 13 y al final me doy cuenta, que al titularlo así, has cometido el mismo pecado que le criticas a René al recurrir al escandalo(so) título para ganarte la atención del internauta (la cosa está dura en las redes) y al final nos quedaste debiendo el decálogo ofrecido.
Hace años que amigos a los que doblo la edad me empezaron a hablar del residente y al final por buena onda los escuché. Soy lo que se diría un aburrido intelectual y artista de izquierdas, exhausto de perseguir mil utopías y que a mi edad (mas de 50) desfallezco con frecuencia. Para trabajar me apoyo en la música clásica y el jazz, pero cuando me falta adrenalina, recurro a Calle 13 como una droga. Es mi mejor antidepresivo.
Tu ensayo me parece muy brillante y comprendo tus puntos de vista, pero hablando en términos de industrias culturales y esas “varas” está claro que no formas parte del nicho de mercado al que se dirige el producto llamado Calle 13 y es una pena que le hayas dedicado tanto tiempo.
Calle 13 se dirige a gente muy joven, esos ni-ni que no estudian ni trabajan y a otros que lo hacen, pero que gracias a la globalización neoliberal, son victimas de sistemas educativos que fomentan un analfabetismo funcional y a los que no se les puede llegar, si no es en el idioma que hablan y con el ritmo en que viven. En ese sentido creo que Calle 13 es un verdadero ejercicio de comunicación. Y bueno, yo me he tomado el trabajo de descifrar ese idioma de manera asertiva llegando a disfrutarlo; leyendo entre líneas su mensaje ecológico, anticonsumo, rebelde, humorístico, integrador y sobre todo, solidario. En cuanto al tema del machismo una amiga (licenciada) me dice que le resultan más ofensivas las melcochosas metáforas de Montaner (ella no soporta la cima del cielo).
Pero cambiando de registro me gustaría tocar el tema de la coptación. Resido en Costa Rica y el año pasado nos visito el residente y su gente, en un momento de cierta convulsión social, en este paraíso somnoliento y cuando a través de las redes sociales se estaba haciendo muy popular la canción “Vamo’ a portarnos mal”. Y hete aquí, que es el Ministerio de Cultura el que contrató a los boricuas para su Festival Int. de las Artes y la Ophra local, entre otros, desde la emisora mas conservadora, se pasó mas de dos meses programando el reguetón callejero para una escandalizada audiencia, a la que le costaba entender y aguantar esa música repetitiva y su lenguaje soez. En mi mente suspicaz, intuí que ahí había algo raro, tal vez un intento, al oficializar el concierto gratuito, de neutralizar el matiz contestatario del grupo. Tal vez los “gramys” y los dólares no sean otra cosa que eso. El afán de convertirlos en unos mas de la camada, como sin duda se hizo en su día con Eminen y se seguirá haciendo, con cualquier prospecto con la más mínima dosis de subversión.
Para terminar una cita de René, que creo que no desmerece de Bertolt Brecha.
“Mis letras groseras son más educadas que tu silencio”
Anonimo
Calle 13 no pertenece a algún género musical en específico. Desde sus comienzos han tratado de encasillarlos dentro del reggaetón, del hip-hop, del rock, urbano-alternativo, entre otros. Sin embargo, la banda se caracteriza por ser eclécticos, a menudo utilizando una diversidad de influencias musicales e imaginativas fusiones que han definido su peculiar estilo. Tanto así, que ya se utiliza como ícono cuando se quiere hacer referencia a grupos que están experimentando con distintos géneros musicales de la forma en que ellos lo hacen, definiéndolos como el ‘estilo Calle 13’.
En sus trabajos se pueden percibir influencias del rock, rap, ska, merengue, bossa-nova, música balcánica, folklore latinoamericano, cumbia colombiana, cumbia villera de Argentina, candombe uruguayo, salsa, afro-beat, y muchos más. La banda también es conocida por sus impactantes letras en las que se entrelazan la sátira, el humor –a veces negro- y mensajes de contenido social. A través de su arte, transmiten un discurso versátil y universalista que abarca temas que hablan del amor, el sexo, la religión, los anhelos y la conciencia.
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El primer tema del álbum, Que lloren, es una fuerte crítica a los reggaetoneros por cantar canciones sin sentido, lo que provocó un gran revuelo dentro del género del reggaetón y en el que Calle 13 se desliga completamente de ese género musical siendo el primer disco donde no se utiliza ese ritmo; por otra parte, comienzan a expresa un mayor compromiso social. En él se incluye una colaboración con Café Tacvba (No hay nadie como tú) y con Rubén Blades (La Perla).
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CALLE 13 NO ES REGGAETON
Fredy
Y? Ser rebelde significa que tienes que escribir como Borges? Para que el más simple no te entienda??? Bah, snobismo (ni siquiera puedo decir que barato, sino megalómano)
manu
el reggeaton fue concebido entre el hip hop el rap, y el son y la salsa auto-narrativa. por lo tanto la autoreferencia hiperbolica de rene caben dentro de ese marco, mucho mas profunda que la vanidad vacia que el autor expresa detestar.
«él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…» este tipo de «abuso a la autoreferencialidad» es un aspecto fundamental de las varias tradiciones narrativas de los estilos que convergen para conformar el reggeaton. asi que, paila. es precisamente el tipo de analisis de fenomenos culturales que demuestran los limites del analisis academicista de la vida.
por otro lado, si los artistas fuesen no mas que las construcciones de estos creados por el mercado pues todos son no mas que funcionarios de bajo nivel en la jerarquia capitalista musical y eso no creo que sea necesario explicar porque es un argumento pauperrimo. en el contexto del rap y el reggeaton la vulgaridad de tal analisis tiene un hilo transhistorico que sirve mas para descontar la humanidad y la «agencia» del sujeto artista. precisamente es el caso del llamado «ganster-rap» que los medios y analistas que se ahogan en el jargon de su profesion lograron plasmar como estereotipo de la violencia inherente del hombre y comunidad negro.
mas, no es gratuito que el mismo bailes de los pobres y vamos a portarnos mal fueron prohibidos en la radio de la republica dominicana, en gran parte por el poder clerico aun entrenchado como arbiter de lo moral del proyecto colonial aun vigente en la isla. el que logran estremecer las ramas de ese arbol infectado sin tener que hacer referencia explicita a la pornogafria que tantos hombres y mujeres disfrutan cuando llegan a «edad de masturbar» hace claro el pulso que tienen, y diria, viven de la vida cotidiana.
el man escribe como alguien que parece creer que el atun nace en una lata. para que carajo se necesita un diccionario para interpretar «eres pura geometria»? si cuando lo escuchas lo que ve cualquiera es una referencia que precisamente ese «otro» le toca definir la tal geometria y que no tiene porque ser «poligonal, cubica, o lineal». otra vez la escolarizacion de este man demuestra lo que decia una tia «coño, mientras mas estudian mas bruto se ponen».
en un mundo mediatico donde los esteriotipos corporales presentan una lineacion entre el amor y el cuerpo delgado y otro sin numero de boberas, el hecho de que el no hay nadie como tu haga referencia la ridicula cantidad de tipos de cuerpos humanos no humanos sirve como un buen recuerdo de que, pucha, la vida cotidiana demuestra un sin numero de personas reales que viven el amor.
«A base de sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. » lo unico que digo referente a su argumento sobre lo de la fiesta es que vaya a quibdó, oh a cualquier sitio donde la musica y la fiesta es precisamente eso. una experiencia espiritual colectiva. y que se atreva a considerar que no solo los «otros» que caben dentro de los estereotipos faciles viven esta experiencia.
» Ama y fiestea, teme a tu soledad.» esta escuchando a calle 13 como si estuviese leyendo un libro de ernesto sabato… sin olvidar lo que mencione del contexto historico de la tradicion narrativa del reggeaton esta critica mia tiene mucho que decir. y parece que de ahi viene su criterio para los parametros necesarios para medir la calidad de un narrador.
que haria la chica en el bar si le dicen esas letras? depende, no? le gusta que le digan grocerias en la cama? le gusta chupar bolas y mamar verga? quizas le gusta mas que lo «feo» o la «sonrisa colgate» del atrevido, o no? quizas lo conoce, quizas esta cachonda. y porque no hace la pregunta al reves, que diria un man si le dice eso una mujer? quien es que esta caracterizando a los personajes de acuerdo a suposiciones creados por la colonialidad? quien es que esta marginalizando la sexualidad? parece que le hace falta que un chico o chica fea lo apriete en una disco y le digas grocerias al oido.
dylan, zappa, davis. todos muertos. todos estadounidenses. que mas digo?
bueno. ahi esta mas o menos.
Pato
Desconfía, dijo el sabio viejo, de alguien que te quiere exponer algo como una verdad y en el inicio te dice «no estoy dispuesto a discutir».
Jonatán González
Debo confesarles que desde la salida de este grupo, muchos de mis amigos y familiares lo escuchaban asiduamente y me invitaban a hacerlo. Confieso igual que nunca me llamó la atención lo suficiente, pues nunca el lenguaje escatológico me ha llamado la atención, ya que pienso que la música debe ser manifestada de forma elegante y que no hay necesidad de recurrir a lenguaje soez para referirse a cualquier tema y para mí las personas, en especial las mujeres merecen respeto. Creo que aludir en todo momento a órganos sexuales es algo innecesario en cualquier ámbito para referirse a algo.
Cuando encontré este artículo, compartido por mi amigo Diego Araya, gran educador y músico, me interesé en leerlo y me pareció genial, serio y realizado luego de un buen análisis. No me parece que sea parcial, pues creo que al hablar de gustos musicales no pueden haber parcialidades, pues la música no tiene prosélitos, como si de una religión se tratase; si es así, la música se torna en algo que no es, pues la música está al servicio de las religiones, no es religión en sí.
Ahora, sobre el artículo, me parece que aborda más que a Calle 13, al fenómeno del mercado musical, el cuál no es más que un espejismo, guiado a vender y pues para gustos colores y así como nos venden un cantante cristiano lleno de fervor, nos venden un grupo rebelde y malhablado. Se puede hacer reflexionar, pero sin perder lo estético y lo artístico. Por supuesto que dentro de lo comercial podemos encontrar cosas buenas que nos gustan y nos contribuyen. Lo que no podemos hacer es hacernos esclavos de lo que compramos, ni de un tipo de helado, ni de un tipo de música.
En lo personal prefiero ir a comprarle los pollos a Juan Pérez ahí atrás de la iglesia, que salir corriendo a comprarle los pollos a KFC solo porque su empaque es más bonito; aplico lo mismo en la música.
Cuando se alude a un rapero gringo, del que tampoco tengo mucha referencia, es completamente claro que no se hace otra cosa que señalar el origen de este nuevo y exitoso producto comercial, el muchacho problema rebelde e irreverente. Había que hacer una versión latina y pues Bingo, que apareció en Puerto Rico.
Igual, cada quién es libre de escuchar y pensar lo que quiera, me gustó el artículo porque me explicó por qué este grupo nunca me dio buena espina, es todo.
Antonio
A ratos se me hacia muy literal todo lo que interpretaba de Calle 13, ejemplo lo del cuerpo que es pura geometría, lo cual claramente nos «poligonal» sino más bien, perfecto.
Aún así, no creo que el sr Residente sea un gran escritor, también hay letras que no tienen sentido como el reggaeton «Tocarte Toa», pero describirlo con términos o palabras que 1/4 de los lectores entendemos no hace que creamos que tienes la verdad y no lo escucharemos más.
Lamento que este artículo atacara tanto, pero su título es bien claro y lo leí sabiendo que así sería.
Si no hay que escucharlos?
POR FAVOR ESCUCHEN CADA DIA MAS MUSICA, NO TIENE QUE GUSTARLES TODO LO QUE ESCUCHAN, PERO ESCUCHEN Y JUZGUEN UDS MISMOS, ANTES DE LEER UNA OPINION Y DEJARSE LLEVAR.
Lina
Muy buena redacción y con aparentemente con sólidos argumentos, al menos aporta ideas interesantes desde una arrogante inteligencia, pero como todo es debatible, al autor del artículo, con toda la buena argumentación que presenta sobre la «moda de la antimoda» por resumirlo rápidamente, me gustaría pedirle un aporte más que una crítica: ¿Cuáles serían los 10 tips para masificar las ideas sonoras y las ideas sociales contenidas en las letras de dicha sonoridad a grandes escalas, hacer un buen lucro con ello y mantenerse como «rebelde» sin caer en la supuesta incoherencia de criticar el sistema moviéndose en él?… Simplemente inquietudes que quedan para seguir extendiendo la reflexión.. Me atrevo a responderle con estas opiniones:
1. Creo que para poder realizar un análisis de esta banda, en un plano sociológico, no solamente hay que basarse en fragmentos de canciones, se necesita documentar los argumentos, para que sea una nota seria. Hay que escuchar la discográfica completa (de atrévete a Latinoamérica hay mucha diferencia) ver entrevistas y conocer la persona detrás del personaje, más allá de esa letra provocadora. La nota es muy válida como opinión pero no como investigación. (Quizás eso se explica con la fecha de publicación del artículo original: 2011)
2. El autor quiere que el ataque al sistema sea igual que en los 70´s, cuando ya se vio que eso no funciona. El arte no es una receta de cocina y afortunadamente hay vanguardistas, como siempre, poco comprendidos. Hay quienes han pensado en otras estrategia más efectivas de revolucionar que van más allá de adoptar la actitud antisistema y dedicarte a los frutos de la autogestión con sus limitadas cosecha, precisamente consiste en usar los recursos del sistema para estos fines… en cuyo caso la pregunta de fondo que resolvería la supuesta incoherencia sería: Qué haces con el lucro que ganas gracias a esos patrocinios?.. Calle 13 financia obras sociales como escuelas en sectores deprimidos, trabaja con muchos MCs de rap Puertorriqueño (los 100% raperos puertorriqueños lo respetan mucho) para la independización de la isla con Estados Unidos. Su manera de obtener recursos es a través de la explotación misma del mass media. Por mi parte me parece mucho más sensato para esta época. Y finalmente, la discusión acerca de que tan verídico o creíble es el discurso de cambio mundial en un artista que mueve masas es complejísima ya que la música al igual que las otras artes conllevan subjetividad.
3. Que hay cliché en las producciones? Por favor, vivimos en el siglo XXI un punto de la historia en que todo ha sido convertido en cliché o tiene la peculiaridad de poder ser convertido en un cliché gracias a los mass media. Todo! Desde el consumismo hasta el desarrollo sostenible y la autarquía produccionista. El autor de dicho artículo recurre a lo mismo que critica, se queja del uso de términos como «patas» y remata diciendo que las letras se encuentran en cualquier «peluquería”, es decir, critica el uso de jerga popular…Ahora esa idea de que «que superen a EEUU» porque cuál “sistema” y cuál “revolución”, además de citar a Martí, denotan lo mismo que, de nuevo, critica.
4. Más que reggaetón, Calle 13 primero y principal podría definirse como una grupo de rap alternativo tropicalizado (por eso las rimas simples). Claro que de encasillamientos musicales no tengo idea de nada…..”Tu cuerpo es geometría” no tiene sentido? Creo que el autor no sabe interpretar metáforas.
5. Un poco arrogante el título, no considero que sean 10 motivos para no escuchar Calle 13, a lo sumo pueden ser 10 motivos para no “comprar” Calle 13. La música sirve para pasarla bueno también y en eso escuchar Calle 13 es de mucha utilidad. Y sin embargo, después de expuesto el segundo punto, tampoco creo que sea válido como 10 razones para no comprar Calle 13 precisamente por la falta de investigación. El autor supo que Adidas los patrocina y eso fue suficiente para satanizarlos.
6. La comparación con Eminem es clasista, según el autor, no puedes cantarle a la injusticia social si no eres víctima de ella, es decir, si eres estudiado y de estrato 4 no puedes tocar los mismos temas de los hijos de tugurios y padres alcohólicos. Como si cualquiera no pudiese ser un buen observador.
Hay muchas cosas debatibles, por ejemplo, el radicalismo de los puristas de la música o el radicalismo de los puristas de la rebeldía, en cuanto a que dicho radicalismo ataca y cierra las puertas a otras formas de expresión o acción. Creo que el autor cae a ratos en estos radicalismos. Hacer menos valedero a un músico porque es clase media, o porque las remeras sin manga ya se han visto es realmente superficial y odioso. A mi personalmente me parece que Residente y visitante son creativos y funcionales, y en el fondo, la música simplemente se disfruta. En todo caso, la crítica de fondo a la producción de artistas al gusto popular es muy válida, pero hay cosas en el gremio mas indignantes y criticables como el hecho de pagar porque un artista sueno o no en la radio. Eso si es bajo, muy bajo.
Orabella
El grupo musical Calle 13 no toca reggaettón. Escuche reggaettón para que amplíe su conocimiento sobre los géneros musicales y no se sienta en la necesidad de generalizar para aparentar que conoce lo que verdaderamente desconoce -y hablo tanto de la banda, del género de música y de los puertorriqueños.
Tavo
este artículo me provoca una docotomía, por un lado soy un fiel creyente de ser crítico con todo lo que nos rodea, incluso la música. Por otro lado, soy un fiel oyente de calle 13. Leí este artículo y llegué a dos conclusiones, primero, no dijo nada concreto ni nada nuevo sobre calle 13, básicamente el escritor Joaquín Peón Iñiguez, descubrió el agua tibia. Y lo segundo es que el artículo tiene un marcado odio hacia el género musical que maneja calle 13 que incluso en algunos momentos sentí que el susodicho tiene un problema personal con la agrupación. De la misma forma como leí el artículo con un interés crítico genuino, también traté de leer sobre quien lo escribio para ver su historial y hacerme una idea de que tan objetivo fué lo que escribió. Y no encontre nada. Por lo tanto, no tomo el artículo en serio puesto que no conozco ni lo mínimo de la mente que lo escribió. Y seguiré escuchando calle 13 sin sentir verguenza ni culpa y si a Joaquin Peon Iñiguez no le gusta su musica pues que cambie de estacion y no venga a tratar de tontos a quienes si la disfrutamos.
Melo
Me agradó el artículo pero siento que se cae en dos puntos clave:
1)Calle 13 es reggaeton, ya se que no quiere debatirlo pero caer un absolutismo tal con unos productores musicales tan eclécticos es un error. Más bien Hip Hop Latino o tropicalizado. ¿Por qué es importante esto? Solamente porque refleja tu escaso conocimiento del caso en análisis y/o lo que sería más ridículo, sobre música, sus géneros y corrientes.
2)La exaltación de 3 ejemplos de origen estadounidense, hacen parecer al autor malinchista o escaso en cultura como para citar músicos de regiones o situaciones que reflejen más a los lectores y puedan ser comparados más a la par de Calle.
Aún así estoy de acuerdo con el sentido de la nota.
Hanzo H.
En muchos sentidos, el trabajo de un crítico es fácil. Arriesgamos poco porque gozamos de una posición que está por encima de los que exponen su trabajo y a sí mismos a nuestro criterio. Nos regodeamos en las críticas negativas que son divertidas de escribir y de leer. Pero el hecho más amargo que debemos afrontar los críticos es que, a la hora de la verdad, cualquier producto mediocre tiene probablemente, mas sentido que la crítica en la que lo tachamos de basura.
Sr. Ego – Ratatuille
Gustavo Armando Garcia Galvis
creo que si le aplicamos este analisis a la musica toda queda igual de bien parada, las letras de juanes o Shakira, Arjona, , no creo que sea una ecepcion los amigos de calle 13, creo mas bien que perdimos el oido y estamos tan condicionados por la imagen que la musica paso a segundo, tercer, cuarto o quinto plano, cualquier musico de emisoras queda atras ya que las canciones son snacks para 2 meses y ya, seria chevere por ejemplo analizar a don omar o fito paez o cualquier otro producto que ene l fondo no dice nada—
jose
Entiendo el mensaje y lo quiere decir…no puedo decir que todo lo de Calle 13 es payasada y amoral, pero tampoco pienso que refleja una realidad latinoamericana…es muy fácil hablar de pobreza sin haber sido pobre, o de revolución sin haberse compremetido en ello…en Venezuela existe un ícono que si respaldaba sus letras totalmente inteligentes con un estilo de vida y un discurso coherente con la realidad que vivimos: Ali Primera. El siempre se negó a ser parte del sistema y no se enriqueció a fuerza de discos cuando era fácil hacerlo…vendió un bojote de álbumes sin traicionar su punto de vista…claro está, era algo genuino y estoy casi seguro que si estuviera vivo no pertenecería a esta parodia revolucionaria que existe aqui en Venezuela!
Daniel Fernández
Primero, sería mejor que dejaras de leer a Guy Debord y te pusieras a leer a Nestor García Canclini, Roland Robertson, Stuart Hall, como para entender cómo funciona el espectáculo dentro de la sociedad y segundo para que te des cuenta que no eres un iluminado (no confundir con Iluminati, por favor) que nos muestra el camino correcto, tratando, de paso, al receptor no es un ente pasivo-alienado. Los modos de recepción son bastante más complejos que la visión reduccionista que propones (te vendría bien un cursito de teoría de la recepción).
Ahora bien, al grano.
Estos chicos hacen una excelente música, lo de no ser consecuentes… bueno, leo a Heidegger, Ezra, Celine y Pessoa, o debería dejar de leerlos por su inconsecuencia, incongruencia o porque simplemente eran nazis moderados?
Por suerte tengo la educación suficiente para apreciar a Cobain sin seguir su ejemplo; o leer el Canto General de Neruda sin que me den asco sus mansiones y su discurso comunista (el pertenecía al PC) . Por cierto, a Lennon cabe mejor en el estereotipo que tratas de criticar: Yoko compraba en texas 3000 cabezas de ganado a nombre de su marido el mismo día que en NY Lennon grababa Imagine: «Imagine no possessions/ I wonder if you can/ No need for greed or hunger/ A brotherhood of man/ Imagine all the people sharing all the world».
Calle 13 son, sin lugar a dudas, grandes músicos, que revolucionaron toda una forma de entender la música. Ahora, quién crea que son» revolucionarios», a lo Che, es que es muy ingenuo o que, justo después de ver una película de Superman, se amarra una capa al cuello y sale a volar.
Estás como esos gringos ultra que acusan a los músicos luego de una matanza. Es más fácil echarle la culpa a otros de nuestros propios defectos, como individuo (se llama proyección en psicología), o como sociedad. Hasta dónde estás criticando y hasta dónde estás proyectando?
El problema no es de Calle 13, el problema no es de Cobain, el problema es la falta de educación y no los tipos que creen que son revolucionarios por escuchar a Calle 13 o suicidarse después de Cobain y siguiendo su ejemplo. Y tú, no ayudas mucho con esta crítica: en lugar de entender, atacas; en lugar de educar solo tiras mierda con ventilador.
Diego Araya
Tratare de resumir, el señor Joaquín Peón Iñiguez no esta dispuesto a discutir si Calle 13 es reguetton o no. para defender su tesis utiliza las letras de Rene con un corte reguetonero, sin embargo obvia letras como la bala, latinoamerica o el hormiguero para no tener que discutir que genero es. confiesa no haber escuchado de calle 13 más alguna canción que ha sonado en algún lugar en donde se encuentra, no puedes criticar algo que no conoces, yo siendo roquero de corazón me tome el tiempo de escuchar todos los discos de calle 13, lo que me permitió apreciar la evolución del grupo,( por que calle 13 no es un rapero con un dj, tocando presets,) definitivamente no me gusta todo lo de calle 13, por que hay que aprender a discriminar, no todo es bueno, pero no todo es malo. compararlo con Eminem no tiene sentido, con quien podría compara a Charlie García o Bob Dylan, cada artista tiene su propio estilo e inspiración, esta claro que todos tenemos influencia , pero imitar es otra cosa. por otra parte critica las letras y hasta donde sé los muchachos de calle 13 no son filólogos, como tampoco han echo voto de pobreza, así que señor Peón, calle 13 es música latinoamericana, pero claro que ud solo escucha música en ingles, por lo que no es capas de entender el movimiento musical de nuestros pueblos. fenómenos como molotov, Aterciopelados, Leon Gieco, Charlie García, los Cadillacs, el maestro Spinetta, y miles de grupos más que han plasmado el sentimiento de cada época en sus canciones al igual que lo hicieron los grupos de Mod, Ska o Punk en los 60’s en Inglaterra y que gracias a esta revolución llegaron a existir grupos como Floyd , Roxy y Bowie entro otros genios de esa época, vivimos en una nueva realidad y debemos entender y disfrutar el momento que nos toco vivir. Paz.
jp
calle 13 es una basura oportunista. que asco.
Rogelio Villarreal
¿Y ya viste la fecha de publicación?
pato
Tanto eminem y calle 13 son basura creados por el marketing.
bumersindo
Cuando los escuché ya tenia rato escuchando el Rap cubano de los Aldeanos, Hermanos de Causa, Humbertico, Explosion Suprema, el colombiano de Melanina, el venezolano de Canserbero y mcklopedia, y muchos otros que leen, piensan y escriben, con lo que la comparacion a nivel de rimas y contenido era del cielo a la tierra.
Lo de Calle 13 son rimas al azar, sin sentido, solo palabras que rimen y ya, no le veo la gracia ni el contenido, y musicalmente, bueno, se puede decir que han hecho un esfuerzo por meterle musiquita al asunto, aunque tampoco alli hay nada que admirar.
Pero donde ya si que me cayeron MAL, fue cuando vinieron a Venezuela a presumir de revolucionarios baratos cobrando millones a un gobierno hipocrita y corrupto como cualquier otro, pero bajo el delgado cobijo de la palabra «revolucionario», alli terminaro nde poner en evidencia lo falsos que son en sus posturas, porque ademas fueron de ese teatro directo a tomarse fotos en la alfombra roja de los grammys en una de maniquis de prensa
luis safa
AAHHmmmmm excelente articulo con un retraso de 3 a 5 años.
Ze Bass Zender
Me gustó mucho el analisis. Todo iba bien hasta la ultima frase que escribiste. Soy un firme creyente (como músico) que la musica puede perfectamente moldear masas y entregar mensajes sumamente poderosos, porque a mi, la musica, me podria controlar facilmente. Pero por fortuna soy muy selectivo con la musica y nunca le dí importancia a Calle 13 por todo lo que mencionaste arriba, que es nada mas que la verdad. Es cierto que la música se pone en envases, se vende, se lucra con ella, moldea mentes y todo… pero creo que la música tambien es un agente liberador que nos permite expandir nuestras consciencias y tomar ventaja de eso… al abrir nuestras mentes y aplicar todo lo que aprendimos de ella a nuestras vidas, no por eso siendo una marioneta del sistema… porque si yo creo mi priopia musica, me funciona tanto como mi «terapia» personal, como mi metodo para expresarme, como un metodo para conocerme a mi mismo (si no se pudiera hacer eso, no podria escribir letras que pudieran dar a entender mis sentimientos por ejemplo). Creo en que la música será una de las fuerzas que nos liberen, ya que el hecho que sea un mecanismo (potencial) de control, no es culpa de la misma música, sino de las mentes enfermas que se encargan de usarla para mantener a la gente estúpida o bajo un cierto control. Eso tambien es culpa de las mentes débiles que se dejan manipular.
Saludos.
Newman
La crítica es muy dura y algunos puntos son ciertos, pero no se puede generalizar todo, René tiene mucha influencia en la sociedad, trata de expresar su pensamiento de una manera más cercana al pueblo , es verdad que sus letras llegan al punto de la ridiculez, pero se puede escuchar cualquier balada pop con una letra elegante, pero que a la final termina siendo una letra vacía, que le canta a lo que vende, y no a lo que se piensa o se siente; se habla más a los que es gustos, ejemplo, las letras de Bob Dylan son muy profundas pero no representan la realidad latinoamericana, sino más bien a la americana, no se puede ser apático hacia todo lo que vende, algunas cosas venden porque son buenas, no hay una sola verdad o una sola perspectiva, el «verdadero alternativo» que escribió el artículo lo hizo de manera pedante y con aires de superioridad intelectual, me gusta calle 13, no soy un gran fanático pero disfruto de sus canciones, igual que las de Dylan. No se puede llegar a tener una ideología tan dogmática como la del autor del artículo, había muchas verdades, pero calle 13 no es un grupo creo yo que merezca las ofensas vertidas en el artículo. Ni aguante calle 13, ni aguante Paulo Coelho,ni Paulo Coelho es basura(como algún imbécil imprudente escribió), hay que saber mirar desde diferentes perspectivas y sacar una conclusión de todas ellas, y no solo hacerla desde un único punto de vista, el que hace eso no es un buen periodista y/o escritor.