Diez motivos para no escuchar Calle 13

La saciedad del espectáculo

Harían bien los seguidores de esta banda reguetonera y sus entusiastas comentaristas en leer con calma las razones que esgrime el autor para hacer ver la falsedad de la rebeldía de Residente y sus músicos.

Antes de proceder contra Calle 13 quisiera hacer tres advertencias:

1) Mi problema no es con la gente que disfruta bailar reggaeton o haya descargado alguna canción del grupo puertorriqueño, sino con todos los que argumentan que Residente es un gran letrista, un artista fuera de serie, o peor aún, portavoz y bailarín de un pensamiento político rebelde.

2) En más de una ocasión me refiero al público que sigue a Calle 13, estoy seguro de que existen excepciones, no necesitan recordármelo.

3) Doy por sentado que tocan reggaeton, no estoy dispuesto a discutir lo contrario.

Ahora sí, una revancha mínima por todas las ocasiones en que me he sorprendido escuchándolos en contra de mi voluntad.

Cada quien se irá transformando en su propio personaje

El hombre no tiene memoria, pero hace apenas una década existió otro músico que vendió millones de discos en todo el mundo, también rapeaba más de lo que cantaba, fue mediatizado como irreverente y provocador, se le reconocía como un letrista original, se disfrazaba en sus videos, usaba recursos humorísticos, era el chico malo consentido de MTV, compartía la misma y desconcertante afición por las camisetas sin mangas. Residente fue creado a imagen y semejanza de Eminem. Ambos pertenecen a una tradición que posiblemente comenzó con Elvis, sobrevive hasta nuestros días y se ha sabido moldear a las distintas épocas. El espectáculo mediático, en cualquiera de sus esferas, ya tiene roles asignados, están en perene casting para llenarlos, la vertiginosidad de nuestros tiempos lo demanda. Huyssens habló de la mass media como máquinas de producir presente. Posmodernidad y remake. Por su neurosis informativa, los medios mercadean estereotipos, no hay tiempo para construir narrativas o personajes complejos. A principios del siglo XXI se requieren, por ejemplo, la princesa pop virginal, el baladista maduro para las mujeres maduras, de la misma forma en que se necesita un diputable en representación del gremio o el enemigo infiltrado entre los titulares de la selección mexicana y claro: un rebelde de juguete, la figurilla de acción de la industria musical.

A pesar de ello, considero que Eminem es un artista superior y encarna mejor la figura del rebelde que ambos proyectan. El verdadero nombre del estadounidense es Marshall Bruce Mathers III, creció en un suburbio de Detroit, por algunos años en casa rodante, educado solamente por su alcohólica madre y su querido tío que lo introdujo al hip hop antes de suicidarse, fue víctima de severo bullying en la escuela, entre una turbamulta de afroamericanos logró destacar en las batallas de rap, consiguió un contrato para grabar y de un día a otro era millonario, protagonizaba los titulares de los diarios.

El verdadero nombre de Residente es René Pérez Joglar, hijo de un conocido abogado y una actriz, perteneciente a la clase media puertorriqueña, cursó un bachillerato en artes, viajó a Georgia y Barcelona para continuar su estudios en cine y edición de audio, una crítica favorecedora en Time Magazine catapultó a Calle 13 a la cima, llenó su estantería de Grammys.

Por supuesto, sus biografías no los validan ni desacreditan por sí mismas, pero son importantes para entender lo que representan como figuras rebeldes mediáticas. Las letras de Eminem son de explícita violencia, habla de matar a su esposa, del odio a su madre, sus problemas con las drogas, emprendió una cruzada sanguinaria contra la cultura pop y la industria de la música. Tras unos cuantos días estudiando sus letras, me queda claro que no se considera una autoridad moral, sino el resultado de una normalidad violenta como la de millones, siente tanto asco por el mundo como por sí mismo. Su rebeldía es auténtica porque emerge del lado más oscuro de la conciencia de una época, se destroza en cada verso que escribe, dejó un valioso testimonio sobre los daños que sufre un individuo crecido en un ambiente violento. Su personaje halló en el rap el vehículo natural de expresión para su pensamiento.

Por otro lado, Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…

Soy rebelde
como un monaguillo en la iglesia
fumando cigarrillo
sin que la monja se lo sospeche
soy rebelde
como una vaca que no quiere dar leche.

Así su rebeldía, así los que se la crean. Basta echar un vistazo a la prensa que recibe el grupo para entender el porqué de cómo se le percibe socialmente, titulares como “Revolución” o “La voz rebelde de Latinoamérica”, o preguntas sobre cómo puede tener un pensamiento tan radical o cómo le hizo para ser aceptado por las élites intelectuales del continente. Sí, bueno, jmmm, ¡achú!

Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…

La estrategia de los puertorriqueños es atentar contra lo que teóricamente está prohibido, a pesar de que convivimos a diario con ello. Por ejemplo su tratamiento del sexo, tan escandaloso para muchos, es muy light comparado con lo que cualquier hombre en edad de masturbar ve cada semana en internet. Le apuesta a la doble moral, a través del escándalo frívolo legitima aquel prohibido que en realidad es aquel normal, entonces las señoritas obtienen su dosis de pecado y luego se sienten culpables después de follar.

Su vía de expresión, a diferencia del rap, nació como un producto comercial. Anarquía artificial, defensor de todas las causas, por momentos su figura pública parece un tríptico del Instituto de la Juventud. Su pensamiento encarcelado en la forma del reggaeton. Me atrevería a decir que se trata de un conservador en la medida en que sus canciones se construyen a partir antivalores de todos los días como ignorancia o machismo. Es otro anuncio de telemarketing.

Camus advierte: “En arte, la rebelión termina y se perpetúa en la verdadera creación, no en la crítica o el comentario”. La rebeldía artística en la posmodernidad sólo puede existir si nace de la inteligencia y el riesgo, concilia lo íntimo y lo universal, edifica otros universos cerrados y verosímiles, atraviesa el tiempo como una bala que nunca reducirá la velocidad.

La rebeldía se ha vuelto un elemento sustancial del espectáculo. Al menos Eminem tuvo la decencia de reconocerlo. “I am whatever you say I am. If I wasn’t, then why would I say I am?”

Poética y corrección de estilo

Los que huelen a meados de viejito,
a esos son los que yo resucito
y les devuelvo el apetito
con un poquito de pornografía.
Mujer tú eres toda una geometría,
tú tienes el pudín como me gusta,
estirao con estrías
como de repostería,
con la falda corta
al estilo de Miami,
enseñando la mitad del salami.
Aquí te traigo juguito yambinga,
coño zapatea que tú no eres gringa,
yo te sacudo como un estornudo,
te pongo a vomitar el desayuno,
te enseño mi lenguaje hombruno
y con él te vacuno
—“Cumbia de los aburridos”

Poética de la ocurrencia, versificación del inventario. Salta de un campo semántico a otro como si se tratara de cambiarse los calcetines. Debe hacerse el protagonista cada línea. Encabalgamiento de versos vacíos. Cuando la fragmentación no se utiliza para crear una visión unitaria o integradora del mundo es un recurso holgazán. Un lenguaje legitima al otro, así que se vale de modismos, barbarismos, argot urbano, insultos y algunas provocaciones gratuitas para crear un show efectista. Su música fue hecha para el presente, sus referencias poperas se irán deslavando porque aluden a la inmediatez. Como el atún y otros productos enlatados, Calle 13 viene con fecha de caducidad.

Aunque no fuera de mi gusto “Atrévete te” me pareció en su momento fresca e ingeniosa, su mezcla de spanglish, construcciones absurdas y referencias pop sonaban distinto, pero jamás pensé que harían toda una discografía multiplatino, multimillonaria, con base en la rima fácil.

En repetidas ocasiones Residente demuestra que además de talento le hace falta un diccionario. Me pregunto si cuando dice “eres pura geometría” se refiere a que es poligonal, cúbica o lineal. Elegí ese ejemplo del epígrafe, pero hay decenas más; si esos sesgos de información, construcciones estilísticas no se le perdonan a un joven escritor cuando publica un libro, no entiendo por qué aplaudírselas a un normalón que encabeza las listas de best sellers.

En su éxito con Café Tacuba nombra cualquier persona-animal-cosa que se le ocurra para rematar el estribillo e integrarlo al “aisevá” con un “no hay nadie como tú amor” en el coro. La dificultad creativa de esa canción es proporcional a la que se requiere para hacer la lista del súper. Prefiero ser un intolerante, mamón, cascarrabias, raboverde, quejumbroso y arrugado que suponer una inteligencia privilegiada se esconde detrás de versos como “Hay personas gordas, medianas y flacas,/ caballos, gallinas, ovejas y vacas”. He visto a los Teletubbies rapear mejor que eso.

Narrativa de estereotipos

Rompe varias reglas elementales para cualquier narrador. El mayor problema es que la construcción de sus personajes, ambientes, hechos, su lectura del mundo en general se fundamenta en estereotipos. Penosamente, acredita las creencias de sus seguidores en lugar de confrontarlos con alguna otredad. Tiene que dar su opinión sobre todo, lo cual se vuelve muy incómodo. Peca de cursi y juicioso. Por momentos es moralista, por no decir mesiánico. Le pone demasiado peso a la frase por encima del todo, es discontinuo e inconexo. Sobrestima sus propias obsesiones por encima de las de sus personajes, les mete el pie, no los deja caminar.

La industria de la fiesta

Con base en sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma.

Se trata de una auténtica distopía: la industria de la música sometida ante la industria de la fiesta. Punchispunchis, basta echar un vistazo a las listas de canciones más escuchadas para percatarse de que el público mayormente busca un ritmo pegajoso para bailar la noche de un sábado. Es un producto cultural que no te compromete a empatizar con él, a mimetizarte con la obra, sino a escucharlo de fondo. La música, sea arte o entretenimiento, tiene más poder que cualquier otra expresión creativa. Calle 13, al igual que tantos otros grupos del aparato comercial, sirve para fijar valores y ninguno más sobrevalorado que su visión de lo divertido. La fiesta es un simulacro de lo extraordinario, se ha vuelto parte de nuestra normalidad: estar sentando en la barra mientras se calienta la cerveza es casi tan emocionante como lavar los platos. No hay que menospreciar, valga la calamidad de la época, hasta qué punto uno es lo que consume.

Hay temas que no le pertenecen a la fiesta, la forma y el fondo deben fundirse, insisto: resulta imposible considerando que se trata de un ritmo que fue creado para acompañar con Bacardí, bailar en un espacio donde ni siquiera puedas escuchar tus pensamientos y tentativamente recibir tremenda untada de camarón de algún cholo con mostacho cantinflero. A base de sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma. El deseo es un producto de consumo.

La industria del amor

Por ti yo hago lo que sea
peleo contra 300 ninjas en Corea
por ti pesco 500 delfines
y cruzo la cordillera de los Andes en patines
—“Electro movimiento”

La palabra amor en el pop no vale ni un penique, aunque pesa una tonelada. La industria musical, cual loop del Vaticano, lo ha difundido como el valor primigenio del hombre, el que lo hará ser justo, libre, empático, aunque principalmente ha conseguido hacerlo cínico, manipulador, perezoso y egocéntrico. Ama y fiestea, teme a tu soledad. El amor es la ilusión más verosímil.

No es gracioso o no entendí

La parodia de la parodia de la parodia no es graciosa. Como nada de lo que hace es serio, para sus fanáticos no puede ser atacado en serio, sólo defendido. Su humor es más escatológico que irónico, payaso que sarcástico, ridículo que absurdo, ingenuo que ingenioso, technicolor que negro. “Lo cómico, para producir todo su efecto, exige como una anestesia momentánea del corazón. Se dirige a la inteligencia pura”. Lamentablemente los puertorriqueños carecen de esa jiribilla mental que señala Henri Bergson. En resumen: se trata un mal chiste que nunca entendí.

Políticamente correctos

Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.

Tómese como evidencia este retrato cursi y exotista del migrante.

En tu sonrisa yo veo una guerrilla,
una aventura, un movimiento.
Tu lenguaje, tu acento.
Yo quiero descubrir lo que ya estaba descubierto.
Ser un emigrante, ése es mi deporte.
Hoy me voy pal’ norte sin pasaporte,
sin transporte,
a pie, con las patas.
Pero no importa este hombre se hidrata
con lo que retratan mis pupilas.

Los migrantes sufren toda clase de abusos (inclusive por parte de mexicanos), y dudo que consideren lo suyo un deporte. También supongo que tienen piernas y no patas, están más preocupados por ganar el pan que en la guerrilla, y me queda claro que el asunto importa y definitivamente los mojados no se hidratan con lo que retratan las pupilas de Calle 13. Me pregunto si le interesa más la problemática migratoria por su trascendencia sociopolítica o porque nada se cotiza más en el mercado que el efímero presente.

El mensaje político que transmiten es el mismo que se puede escuchar en cualquier peluquería. Le añaden algunas groserías más, le meten sazón en el estudio y engañan a cientos de miles de jóvenes “alternativos” haciéndoles creer que tienen conciencia de la realidad política porque:

a) Están convencidos de que existe un sistema y se trata del principal enemigo. ¿Dónde comienza y termina ese sistema? ¿En qué consiste? ¿Quiénes lo controlan? ¿Con qué propósitos, medios, estrategias? ¿Cuáles son sus mecanismos? ¿Dónde puedo consultar su organigrama? ¿Son una célula maquieavélica o una organización civil?

b) La culpa siempre puede ser de Estados Unidos, no hay necesidad de matizarlo, encarnan el mal y no cabe duda de que esconden los cuarteles del sistema.

c) “Inches polítikos me cai que son una miarda, sólo kieren jodernos y kreo que devieran meterlos a todos al vote por pendejos”.

d) Sólo una revolución podrá salvarnos del sistema, los políticos y Estados Unidos. ¿Cuál revolución? No sé, habrá que preguntarles a los caudillos del reggaeton.

¿Quién hubiera dicho que José Martí sería la figura más influyente en la letrística latinoamericana del siglo XX e inclusive de principios del XXI? ¿Y quién hubiese predicho que para colmo no lo sería por su visión poética, sino por su proyecto ideológico? ¿Y quién en su insano juicio hubiese adivinado que el aparato musical permitiría que la faramalla y el perreo tuvieran más difusión en unas semanas que la obra del pensador latinoamericano en una vida?

A la medida de MTV

Desde que la música llegó a la televisión y en la medida en que otros formatos se han consolidado, ha tenido que mutar en un espectáculo que integra elementos teatrales y multimedia. Gracias a ello presenciamos el gran muro de Pink Floyd, la trayectoria camaleónica de Bowie, las alucinaciones de Génesis y Roxy Music, los videos de Michael Jackson y los visuales de Daft Punk.

De nuevo fue un formato comercial, el videoclip, lo que comprometió esta vena de la música. Cuando la gente perdió el interés y los ratings de MTV cayeron en picada vino el internet a salvarlos, sólo que ahora compiten con un mundo virtual que sólo conoce el aquí y el ahora, cualquiera cierra o cambia de pestaña cuando guste, así que necesitan ridiculizarse más y por eso casos tan lamentables como el de los puertorriqueños o la señorita Gaga.

Veo sus videos y queda claro que si fuera buen músico no tendría que ser un entretenedor, un payasito tatuado cuya empresa musical demanda que siempre deba llamar la atención sin importar si tiene algo que aportar. ¿Pueden nombrar algún gran músico del siglo pasado que se degradara a sí mismo de tal forma? Calle 13 se sostiene gracias a YouTube.

Todo un caballero

Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.

Después de escucharlos largas horas diría que la representación que hace Calle 13 de la mujer es la de una máquina mamadora y tragasemen, tetona y escotada, con unas nalgotas para nalguear. Curioso que sus feligreses lo defiendan diciendo que se trata de una parodia del reggaeton, género que se caracteriza por el contenido machista de sus letras. De nuevo, se engañan si creen que el aparato pop no influye en cómo experimentamos nuestra sexualidad o percibimos al otro género. Me encantaría ver qué harían sus fanáticas si una noche cualquiera en cualquier bar un feo con suerte o una sonrisa colgate se les acerca bailando reggaeton y les recita al oído:

Yo sé que tú quieres chuparme las quenepas,
aunque no sean de Ponce.
No importa que no sean ni de oro,
ni de plata, ni de bronce,
lo que sé es que te gusta el roce,
también sé que te gusta mi elefante como tose.

La industria de la música

¿Buscan rebeldes en la música? Encuentren a Dylan, Zappa y Davis, tres figuras que se resistieron a ser caricaturizadas por los medios, se escabulleron de cualquier definición. El primero lo hizo abandonando el folk, el género con el que había cautivado infinidad de fanáticos en el mundo para mudarse al rock, recibió suficientes críticas y abucheos para llenar varias veces el Estadio Azteca. Zappa es el músico rebelde por definición, tanto que inclusive se mantuvo sobrio en el apogeo del hippismo, parodió a los Beatles, luchó incansablemente contra la industria de la música y siempre sonó absolutamente original. Finalmente Miles, tenía más heterónimos que Pessoa, se reinventó a sí y al jazz en repetidas ocasiones, en álbumes tan radicalmente distintos, infinitos y complejos como podrían serlo Kind of blue, Bitches Brew y Sketches of Spain. Son comparaciones descabelladas, pero me interesa porque se trata de tres artistas cuya música demanda ser escuchada atentamente y hasta el fondo para ser comprendida, no se adhirieron a la forma de moda en el mercado, sino que se inventaron una propia que les permitiera expresar su espíritu.

Ahora que desaparecieron los cassetes y asumiendo que al CD no le quedará tanta vida, la música comercial se nutrirá aún más de la inmediatez, dejarán de producir discos para lanzar sencillos de acuerdo con la ocasión.

Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.

Vivimos un momento definitorio. Por un lado, las disqueras lanzarán cientos de miles de discos de sus elegidos, los harán sonar en antros y estaciones de radio, les conseguirán boleto para los principales festivales, realizarán espectaculares videoclips, se mantendrán cerca de sus fanáticos mediante Twitter. Por otro, el internet democratizó los contenidos, pueden tener el disco que quieran con un clic. Sea cuál sea la virtud que encuentren en la música de Calle 13, pueden hallarla en versión mejorada en otros autores. Cualquier época, procedencia, ritmo, la Musiteca de Babel, una auténtica maravilla del hombre a su alcance, sin moverse de su silla favorita. Todos somos consumidores, pero cada quién puede elegir cómo serlo y en cierta medida elegir al mismo tiempo lo que son y desean ser. Por lo menos hay que conocer lo otro, no seguir la fila al circo, para poder en verdad elegir.

Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.

Residente se confiesan en sus propios términos:

Baterista de pequeño, rapero cuando adulto,
por eso riman a tiempo todos mis insultos.
A las mentalidades prehistóricas
las capturo con groserías luego las mato con retórica.

Los problemas no se dan por sentado
y más cuando hay abuso de parte del estado.
Sería muy fácil para mí escribir un bolero
o hacer un video rapeando encima de un velero
con mujeres en pelotas acariciándome los huevos,
sacrificar mis ideales pa’ venderte un disco nuevo…

Guy Debord lo escribe en mejores palabras. Esta cita lapidaria aparece en La sociedad del espectáculo y contiene la esencia de lo que he intentado expresar:

La alienación del espectador en beneficio del objeto contemplado (que es el resultado de su propia actividad inconsciente) se expresa así: cuanto más contempla, menos vive, cuanto más acepta reconocerse en las imágenes dominantes de necesidad, menos comprende su propia existencia y sus propios deseos. La exterioridad del espectáculo respecto del hombre activo se manifesta en que sus propios gestos ya no le pertenecen a él, sino a otro que lo representa. Es por eso que el espectador no se siente en su sitio en ninguna parte, porque el espectáculo está en todas.

Sin darnos cuenta firmamos un pacto social con la industria de la música. Ante las crisis patrióticas tras las guerras, confundidos en el apogeo de la posmodernidad, nos ofrecieron refugio, identidades empaquetadas y lo tomamos porque era lo más fácil. Ah, maldita costumbre. Urgencia por pertenecer, por no quedarse solos, en los huesos y en posición fetal. Entonces existen punketos, metaleros, devotos de Cerati, ravers, creyentes de Silvio, indies, emos e infinidad de especímenes cuyo estilo de vida se define en buena medida por la música que consumen. Nos veo en la calle con audífonos, llenando cualquier escenario para concierto, descargando un torrent, cantando en el coche, bailando toda la noche en la discoteca…

La música es una dictadura perfecta. ®

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Publicado en: Mayo 2011, Todos los puentes quemados

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  1. Buenas, excelente texto. Muy claro y bastante argumentativo, de los comentarios sí tengo mucho que desear, la gente no se molestó ni en tratar de entender el texto, lo cuál es gracioso porque arriba aclaras muy bien a qué te refieres con los 10 motivos para no escuchar a C13
    Es triste, porque te refieres en tu texto de forma muy precisa a explicar porque el pana no es ni rebelde ni revolucionario, como él es realmente todo lo contrario una persona que se aprovecha de la maquinaria mediática para obtener dinero al favorecer los estereotipos, las posturas conservadoras y por supuesto la ignorancia.

    Me tomé la molestia de responder con el fin de que al menos alguno de los que lea después que yo y vaya a los comentarios revise y se de cuenta de qué es lo que realmente está en este texto.

    PD: Reaccionan como niños malcriados y lo peor es que no tienen ni medianamente idea de lo que fue escrito aquí

  2. Que aburrido, mal intenso, pseudo intelectual y sobre-adornado tu discurso. En algún momento tu cerebro super «hipster» olvidó que está hablando de música (y música actual, no Beethoven). No necesitas tantos adornos literarios y un lenguaje tan forzado para demostrar que eres inteligente. Y muy tonto mencionar artistas de ooootra envergadura, para que todos vean que eres super hipster y amante de la buena música. Demasiado falso y forzado tu snobismo. You are trying TOO hard

  3. En este siglo, no hay nada que no este consumido por «la prensa», «el mercado» , algunas cosas más que otras, pero nada se escapa.
    Todo depende de la forma en que recibas y digieras lo que te venden ;D

  4. echale ganas con tus ataques en contra de algo que a «ti» no te gusta, calle 13 hace mucho que dejo de ser reggaeton, empezaron como tal y se dieron cuenta de la cagazon que llevaban por eso cambiaron, pero tal vez eso no lo distinga tu pobreza musical, y cada quien tiene derecho a escribir componer, tocar y escuchar lo que se le pegue la gana, porque no atacas a los verdaderos reggaetoneros?? y de digo una cosa, ni siquiera a uno que no disfruta o tolera un daddy yankee anda escribiendo este tipo de cosas, echale ganas!! respeta los generos y tienes toda la libertad de expresion de publicar esto asi como yo tengo la libertad de constestar esto…

  5. Demasiada letra para un reggaetonero que no te interesa, tu extenso artículo más bien es una apología que un ataque, no leí ni la mitad.

  6. Te confieso que solo llegué a leer hasta la frase de Camus -que por cierto me pareció tan interesante que ya ni me acuerdo-. Lo primero que deberías saber es que Calle 13 no canta reggaeton y bueno, si te molesta el contenido social pues ve y dícelo a la mayoría de la gente que estoy seguro valorará más el trabajo que hace Calle 13 que tu crítica elitista de los movimientos sociales.

  7. No acabo de entender ni me deja de asombrar esa capacidad latina de cada ves que alguien de los nuestros alcanza el éxito y la cima, estar esperando el momento de su caída, y no me mal interpreten, yo no soy fan del regde hecho no me gusta

  8. Bah! considerando de que las palabras, en sí, son «vehículos» de conceptos, aún que vayan en tren…y considerando también de cada uno las percibe a su manera…a quién le gusta Calle 13, bien, a quién no, pues no faltan «géneros musicales» y «grupos» o «solos»…no veo porqué «desarmarlo», me parece inútil, mas bien dándole cuerda a la industria tal vez…Qué importa al final?Pero el autor tien su opinión, la comparte y me parece bueno. ¿Porque no? Algunos coinciden, otros no…el asunto, creo, es tomar lo que a uno le gusta, cambiar, probar, desde Mozart, hasta cualquier otro actual, o antes Mozart si se le da la gana…me parece que cada momento tiene su música adecuada ya ahí que sí, mas extendido el «conocimiento», mas opciones de ir a lo esencial de la música…el gozo. Y qué importa quién o qué «corriente» está detrás….lo que sí me «irrita» de la «industria musical» es su afán, por naturaleza en crear y tumbar «etrellas» como se nos crea políticos que nos llevan de la nariz por donde se les da la s ganas…pero bueno, mientras haya mas opciones, se gana algo mas de posibilidad de seleccionar lo que a uno le antoja para sentirse bien…y a la mierda la industria… ¿Quién se fija si Sony le «gana» a otro, ni los conozco, que nos importa estos tipos corriendo detrás de la lana? problema suyo.Obvio, el primer paso es no comprar, lograr bajarselo sin aflojar la pasta…se joden los pobres? ¿y…acaso nos hacen favores? disfrutan nomás de lo que les guste, cuando les guste. la «vida» ya es suficientemente jodida como para joderse además con estas cosas…esto creo…¿el Autor «caga» al grupo? pues habrá otro que escribira lo contrario…o un promedio, qué sé yo…mientras se den el gusto de comunicar lo que sienten, bien para todos…y bien para nosotros también…

  9. solo quiero decirte .. GRACIAS.. TENÉS TODA LA RAZÓN.. AUNQUE ES UN POCO INGENUO PUBLICARLO.. DE QUE SIRVE.. LA MEDIOCRIDAD SEGUIRÁ PROPAGANDOSE.. EN FIN .. GRACIAS DE TODOS MODOS.. SE LO RESTREGARÉ EN LA CARA A UN AMIGO

  10. no estoy de acuerdo con el artículo, induce a la conclusión que están mejor los que no dicen nada que romanticismos o rumba en las canciones y ya. aun cuando sea un producto comercial ha puesto opinión p ej cuando en unos premios se puso una camiseta q decía Uribe paramilitar etc, aunque no me gusta el reggaetón ni ese medio, entiendo que todos los artistas exitosos tienen falencias y x lo menos calle 13 ponen elementos y discusiones de lo latinoamericano mas allá del perrea y hagamos el amor etc, del reggaetón q se oye x lo – en Colombia, pretende hilar muy delgado pero creo q escogió mal, de pronto si lo intenta con otro objetivo puede darle mas salida a la intención de postmodernidad critica etc

  11. Me gusta el empeño con que construyes tu posición, como si fuera la única válida, y usando argumentos de autoridad de autores que también expresan una opinión, es decir, un mero aspecto de la realidad. Los «análisis» que intestas establecer de las letras de este grupo son meramente gramaticales (que si riman, o el orden del predicado no está en el lugar correcto, etc., etc.) la estructura define mas no significa el contenido, el cual es eminentemente semiológico, se alimenta del contexto, de las costumbres, de la cultura, de las penas, de las voces o del silencio, hasta de los temores y de lo que desconocemos. En el proceso creativo de la palabra no existen normas preestablecidas, porque entonces no sería creación sino re-creación. Y aunque coincido en que existe un no se qué que no me convence en la letras de calles 13 (por lo forzado de la rima en el reggaetón) No puedo dejar de agradecer que traen al público un mensaje que rompe con el “perreo”, lo sexual y banal de ese género musical. Aun si desafinara no puedo dejar de apreciar el esfuerzo de adoptar una posición política ante un sistema empeñado ferozmente en que seamos consumidores proletarios sin capacidad crítica de respuesta al menos que sea en los términos que lo permita. Por eso me extraña que en un escrito bien organizado que revela cierta inteligencia existan aseveraciones y dudas del “sistema (que) se trata del principal enemigo. ¿Dónde comienza y termina ese sistema? ¿En qué consiste? ¿Quiénes lo controlan? ¿Con qué propósitos, medios, estrategias? ¿Cuáles son sus mecanismos? ¿Dónde puedo consultar su organigrama? ¿Son una célula maquieavélica o una organización civil?” Cuando harto estudiado esta, documentados y desmontados el trabajo ideológico que ejerce en forma muy efectiva los medios de comunicación y publicidad.
    En conclusión, una larga perorata con notable esfuerzo argumental pero carente de peso para rebatir con garbo y conocimiento por qué no se debe oír Calle 13, al menos entiendo que lo ves como un peligro para el estatus quo que defiendes, no tanto aquel donde vives, sino aquel con el que intentas pensar. Ese ejercicio de crítica musical hubiera quedado mejor con algunas de las canciones de Lady Gaga que verdaderamente no dice, ni siquiera insinúan algo

  12. la gente va a un club a divertirse a bailar y disfrutar el momento no va a analizar las letras de las canciones hay musica para todo asi como hay todo tipo de gente superficial o profunda cada quien sus rollos pero no quieras bailar una cancion que habla de algo serio o deprimente como tu.

  13. Hay personas gordas, medianas y flacas,/ caballos, gallinas, ovejas y vacas”. He visto a los Teletubbies rapear mejor que eso.

    Notable

  14. no me gusta el reggaeton cosa que no voy a criticar por el tipo de genero musica al que vende al publico oyente!.. no todos los musico son iguales de hecho siempre hay alguien que marcara la diferencia entre los demas!.. con todo esto, cada quien es libre de escuchar lo que desee o mas bien debemos culturizarnos en nuestro dicho tema!..

  15. Estas reclamando a Coca-Cola no ser nutritiva, cuando ella nunca dijo que lo fuera. No podemos esperar a que un rapero se levante en armas por la independencia de su país, es ridículo simplemente contemplar la idea. El simple hecho de mencionar a artistas de la talla de Dylan, Davis o Zappa en un artículo dedicado a un simple mono de circo es sacrilegioso en términos de música como expresión de arte. Estas confundiendo artistas con celebridades, que en su abismal mayoría no son lo mismo.

    Hablas de Residente como un santo hereje, un falso profeta o un ángel caído, cuando en realidad es, y siempre a sido un simple personaje que vende diversión y entretenimiento. ¿Vas a odiar a los G.I. Joes por no resolver el conflicto en el medio oriente?

    Del amor al odio hay un paso y resulta obvio que tu interés por Calle 13 va más allá del baile y la burla (Para lo único que fue creado). Como si te hubieran decepcionado. Irónico, que seamos tan similares. Yo mismo tuve que redactar mi pequeño texto para aliviar la decepción que sentí al leer el abundante artículo sin encontrar un solo motivo para no escuchar Calle 13.

    Yo si te voy a dar un motivo para escucharlos: Para reír y bailar… bueno, esos fueron 2 motivos.

  16. sandrita arcos

    Perdón pero porque se critica tanto al grupo si todos son iguales …son la misma m con diferente ritmo y eso que todas suenan igual , carentes de contenido, sacadas de la inmoralidad alfabética con vocales mal pronunciadas y así mismo con un dialecto de baja moralidad …esta música es un asco y lo peor de todo se le contagio a la muchachada de la nueva generación que al parecer la pereza la cargan hasta para pensar !!!

  17. Si para ser rebelde es necesario un origen socioeconómico dado, entonces Marx ni Enges hubieran podido escribir lo que escribieron a nombre de los trabajadores y oprimidos, por que venían de la mediana y alta burguesía europea.

  18. Yo más bien creo que, aquel que escribió este artículo tiene un afán de menosprecio y subvaloración, hay momentos en la lectura que mas allá de hacer una crítica real de un personaje, presume de demagogia para hacer su intervención y menoscabar en la mente de los débiles y hacerles creer que Calle 13 es perjudicial hasta para la salud. veamos, algún otro artista de suburbios o no ha logrado que en la mente de gran parte de la gente exista un pensamiento diferente a seguir con el sistema; claro, se gana dinero con ello, no es un juglar ilustre, pero alguien lo había logrado con tanto éxito? no, nadie, por lo menos en Latinoamérica no, y pecare pero un antecedente son The Beatles, y genero un gran impacto social, y estos jóvenes eran los chicos play del reino unido, un impacto que ni siquiera logro The Rolling Stone a pesar que ellos se autoproclamaron los rebeldes. Calle 13 puede ser un mecanismo de Marketing, puede, pero quien había retratado un pedazo de la realidad latina, el hambre, caminar a pata limpia, la inmigración, la seducción pasional e incoherente envidia de las clases altas y la burguesía.
    De la misma manera, yo le respondería al autor: “Todos somos consumidores, pero cada quién puede elegir cómo serlo y en cierta medida elegir al mismo tiempo lo que son y desean ser” y al igual todos somos oyentes, hay quienes nacieron en lo relacionado a la música con Metallica, otros como yo con Queen, y son marcas publicitarias, mi amor por la música es grande, prefiero que no me digan que escuchar o no, por la opinión de un Fulano, mejor aún, diría, escucha, aprende y decide si quieres o no escucharla, analiza en que mundo estamos, para donde vamos y que vas a hacer por el mundo.

  19. mas q atacar un genero yo lo dirijiria a la industria musical completa y a sus músicos integrales…ya pareciera mas importante verder que hacer arte, recordemos que el poder del artistista esta en su capacidad de crear conciencia critica en su publico, para mi calle 13 como muchos otros me han decepcionado ya que pasan por encima de sus.ideales y se les sube la fama

  20. Bueh toda industria es malvada, por q así como uno busca el pan diario ellos buscan la ganancia diaria… la critica no es del todo mala, el error persistente es criticar a la gente por indentificarse con algo (ficticio, ignorante, grosero o simplemente vacío) nuestro vacío interior viene de mucho atrás, de esa mama q se preocupaba más por las telenovelas y sus uñas o el papá super literario y elevado que anda haciendo ensayos sobre la problemática del capitalismo y leyendo metafísica (por q siendo ateo tiene q buscar una manera de perpetuar el ser, sino con alma con reencarnación a cambio) dos extremos opuestos pero con la misma inoperancia solo con distintos motivos y el hermano o hermana q también anda en busca de manada, pero la propia no sirve por que carece de expectativa, de emoción, es ya un absurdo del ordinario, lo q vemos todos los días ya no satisface…. por eso surge el espectáculo ! que con sus luces y actos nos llena de cosas nuevas para experimentar y adoptar…. bueh en fin podría devanarme en palabras bonitas para reducir todo a q cada quién ve las cosas como quiere y disfruta lo que quiere, detesto la policía del gusto… esa q no impide experimentar o nos coarta de ser por q todo ser humano es mejor q el anterior y así se repite el ciclo, todos tenemos capacidad de pensar, pero también de ignorar y si algún día voy a un antro a tomarme una chela es para dejar fuera de la puerta mi conciencia social, mi prudente moral y mi desconfiado mental, hacerme parte de la sátira de la comedia y por una vez encarnar lo q a diario critico.

  21. Esta «critica» me recordó bastante el libro de apocalípticos e integrados de Eco, y creo que el autor se sitúa bastante en el extremo de los apocalípticos, de quienes señalan con fatalismo y pesimismo la inminente decadencia de la cultura y las virtudes humanas en la producción de los mass media.

    Y no es que me guste calle 13 (en lo mas mínimo), pero esta critica se pasa…

  22. No me gusta la música de Calle 13, y sí, cada quien es consumidor hasta donde quiere y puede, todos deberíamos dedicarnos a lo nuestro, me parece un poco contradictorio que critiques al que intenta criticar. No coincido con el argumento de «las ganas de pertenecer» porque antes de existir todas esas «tribus urbanas» (si así se les puede llamar), existió gente que pensó e hizo cosas distintas a las de su época, luego hubo gente que se identificó con esas ideas. Y fue después cuando se les puso una etiqueta. No creo que los punketos, metaleros, indies, ravers, reggetoneros o lo que sea, hayan sido creados por la malvada industria musical.

  23. El fracaso es la niebla que nos permite vislumbrar el triunfo. Te informo mi querido «AUTOR DE LA CRITICA», que tu aun sigues divagando en esa niebla.
    Cuando triunfes alguna vez en tu vida, te darás cuenta que ni te vas a acordar del amigo Rene y solo te vas a concentrar en conservar ese triunfo que, de corazón espero llegues a lograr.
    No permitas que la envidia te maneje y practica el sano ejercicio del LIBRE ALBEDRÍO, también deja que otros lo hagan.
    Sigue el buen consejo que te esta ofreciendo el señor Carlos Canjura y sonrie, pero sobre todo vive y deja vivir.

  24. Me encanta como los defensores de Rene se escudan en que esta mal el titulo de la critica y ni se molestaron en contar. Es sorprendente como detalles tan pequenos dicen tanto.

  25. No entiendo porque tanta cosa con la critica a Calle 13.

    Mi percepción:
    1. Son unos vendidos (como todo musico que quiere aprovecharse de vivir de la musica)
    2. Son unos falsos profetas (hablan mucho de rebeldia e independencia y firman un contrato millonario con SONY)
    3. A quien le importa??? (Al autor -.- )

    Se puede criticar a muchos artistas como lo ha hecho el autor, digamos Juanes antes tocaba metal,
    no le daba para comer y cambio a las baladas y ahora vende pan caliente.

    En fin…me parece un artículo bastante vacío.
    Solo leo críticas sin una solución.

    PD: Eminem se hizo conocido por hablar tonterias y hacer videos de humor:
    Te dejo unos para enseñarte (Duh..)

    Real Slim Shady
    http://www.youtube.com/watch?v=eJO5HU_7_1w

    Without Me
    http://www.youtube.com/watch?v=YVkUvmDQ3HY

    Just Lose it:
    http://www.youtube.com/watch?v=9dcVOmEQzKA

  26. Oscar Beltrán

    Me parece terco y negligente que el autor no quiera saber que diferencia hay entre el reggeton y calle 13, se cae de fundamento su escrito desde el principio ya que temas como «muerte en hawai», «la perla» o «vamos a portarnos mal» son acusticos y no tienen nada que ver con reggeton por poner 3 ejemplos; Calle 13 utiliza géneros de toda latinoamerica y lo fusiona con letras irreverentes, mientras que el crítico del escrito esta diciendo que la música latinoamericana es reggeton, la verdad no me cabe eso en la cabeza. Este grupo sea lo que sea, venga de donde venga y hable de temas polémicos esta rompiendo paradigmas que otro no; no me considero versado en literatura pero si se que Rene utiliza el lenguaje sencillo por que no necesita palabras que nadie entiende para expresar una idea y creo que ahi radica su éxito. Lo de la posición política no lo juzgo, cada quien tiene derecho a ser libre y decir lo que piense y me parece inteligente su forma de expresarse, que lo sigan o no ya es otra historia. Por favor si se va a hablar de música primero entiendan que hay que saber un poco del tema.

  27. El problema es querer que el artista sea «Su obra». La obra es de quien la quiera recibir, el artista es sólo un ser humano y funciona como un canal. Criticar y comparar es fácil. Pero el arte no se piensa, se siente y ya. No te gusta? que bien! por eso hay tanta variedad. un poco para cada uno. Suerte!

  28. «Desconfía de los hombres de túnica»
    El mejor adjetivo para Residente es «Impresionaidiotas»
    También Rábano: Rojo por fuera pero Blanco$$ por dentro, hipócrita, seguramente fue con Chávez para exigir Libertad para el pueblo y que no viva como burgués con el dinero que se roba, No Señor!!! Fue a validar a un tirano para recibir trato de embajador.
    Como artista pues esta de más decir cualquier cosa con tan pero tan baja calidad, no es músico ni nunca lo será, pero critica a Luis Miguel que aunque no ofrece nada nuevo cuando menos es un cantante que da lo que ofrece sin poses ni pretensiones políticas falsas.
    Mientras existan estos artistuchos y fans que lo sigan y se crea sus discursos de humo, seguirá Latinoamerica sumida en la mediocridad.

  29. La mayoría de los comentarios datan de hace un par de días. No se si los anteriores no salen o si todavia no te convenciste de que tu articulo es una reverenda basura y decidiste invertir en google para que se publique. Lo lei hace mas de 1 año y te di mi critica sobre el articulo. Verdaderamente estoy comentando porque no entiendo como uno puede cruzarse con semejante mamarracho pretencioso en la red… :/
    Tus argumentos son taaaaan pueriles. Concuerdo 100% con Adolfo A. Los demás que dicen q la critica es buena, no tienen idea de literatura, de análisis, de critica constructiva y tal y como vos (autor de este articulo que hace ya un par de años esta intentando llamar la atención y ser descubierto como el critico mas fenomenal de todos los tiempos a través de un articulo mediocre), tampoco tienen la mas mínima idea de qué se trata Calle13. Se hacen preguntas estúpidas en cuanto la forma de actuar de Rene, cuando las respuestas están todas en entrevistas en videos y artículos (que valen la pena ser leídos) y mas aún, a la vista de todos.
    Me encanta Calle13, me encanta su filosofía, su lucha y su rebeldia. Me parece un excelente estratega y una persona con un accionar social que a muchos les falta. Me encanta el ultimo tema «Multiviral» con la participación de Tom Morello, Kamilya Jubran y nada mas ni nada menos que Julian Assange. Una canción para el pueblo, con descarga gratuita. Y me encanta que después de haber logrado la atención de muchos mundialmente, Calle13 saca su próximo álbum de manera independiente.
    Rene no se hace el rebelde, Rene muestra con hechos que realmente se esta infiltrando en el sistema y lucha desde adentro. Ojalá vos tuvieras 2 dedos de frente no solo para poder redactar un articulo digno de ser leido, sino de seguir su ejemplo. Suerte la próxima!

  30. «No es urgencia por pertenecer» Calle 13 pertenece por naturaleza propia, porque representa a cualquier latino bocón, irreverente, farol… Pero ingenioso y vaya que lo son, simpaticos porque sí y harto quejumbrosos porque así lo somos todos los latinos! Muy pero muy lejos del Eminem ese… Al autor le falta conocer a su pueblo!

  31. Si, la letra es cursi, no tiene hilacion, ni argumento, es tan superficial, grosera, falta de creatividad, palabras juntas que aveces no tienen ni ton ni son….. pero es tan divertido cantarlas!!!!!
    Todos tenemos y necesitamos un momento de solaz diversión, y eso es lo que nos da el ritmo, me gusta la musica de Calle 13, quizas sea solo por el ritmo contagioso, canto las canciones por inercia, me has hecho reir leyendo las letras, ni siquiera me habia puesto a pensar en que decian….
    Pero divierten y como dices, en este mundo de caos y strees aveces solo necesitamos dejarnos llevar por el ritmo… probablemente le pase a muchos como a mi.
    Y Calle 13 como personaje, ni la mas minima importancia… me encanta cantar sus canciones, pero me enerva verlos!!!!
    C’st la vie!!!!

  32. No es relevante si la música de calle 13 está enmarcada en la fugacidad de la posmodernidad o seguirá vigente para futuras generaciones, tampoco me interesa debatir que artista o figura pública es el “verdadero” activista y portador de las consignas revolucionarias; está de más hacer un análisis del género musical al que pertenece la banda y peor aún ponerse a discutir los infinitos argumentos que aprueban o rechazan las acciones de Rene Pérez y sus músicos. Pero lo que sí es molesto, es encontrar un “ensayo” narrado por un autor pretencioso y prejuicioso, una persona que seguramente hace poco tiempo leyó a “Baudrillard”, “Lyotard”, “Saussure” o escritores similares y queriendo tirársela de intelectual, rellena muchas líneas con banalidades, bien adornadas con términos elaborados y repitiendo (de pésima manera) ciertas palabras que son comunes en los autores antes mencionados. Es lamentable tener que recurrir a cliches de literatos o teóricos para pretender que se es ilustrado, y es más, afirmar que se tiene una crítica tan única e innovadora, que para el lector va a ser una “epifanía” apreciarla. El mismo análisis mediocre se podría aplicar al 99% de las bandas que se conocen internacionalmente, las más famosas en sus tiempos de apogeo han estado de la mano de la industria musical, es más, calle 13 no es la única banda que ha sido atrapada por el mercantilismo salvaje del mundo de hoy. Zappa, Dylan, Davis, que mencionas en el texto han tenido como sellos discográficos a la transnacionales musicales que predominan hasta la actualidad. No se diga Pink Floyd, Led Zeppelin, Elvis, Michael Jackson, Bowe, dentro del mundo del rock, lo mismo sucede con el pop, jazz, blues, funk, ska, góspel, reggae, punk, metal, alternativo, indie, bachata, cumbia, merengue, reggaetón, vallenato, tango, electrónica, etc, hasta los discos con sinfonías, sonatas y operas de Mozart, Bach, Beethoven, Paganini, Bizet, Wagner, etc, son promocionadas en cada esquina, como bono de los periódicos con un módico costo adicional.
    Pd: Me agrada la música de calle 13, pero eso no significa que no pueda realizar un análisis de ridiculeces y estupideces explicitas que están en varias de sus canciones, tampoco me encasillo dentro de una tendencia musical, me gusta apreciar muchos géneros musicales y diferentes estilos de artistas desde el siglo XVI hasta el día de hoy y no soy fanático de ninguna banda, porque finalmente sus componentes son humanos con aciertos y desaciertos y seria incoherente idealizar el 100% de su producción musical y sus acciones.

  33. Para muestra de la prepotencia tropical de Calle 13, un botón. Tenia concertado un concierto en Lima, en el estadio de San Marcos, pero los muchachos de calle 13 prefirieron, antes de llegar a Lima, pasar por Caracas y cantarle a Chavez, dice que por que había una reunión de presidentes latinoamericanos en Caracas y ellos tenían que estar allí pidiéndole a los presidentes latinoamericanos la libertad de Puerto Rico, claro primero deberían pedir eso a los votantes puertorriqueños, pero para Calle 13 la democracia es una falacia, y el voto no vale. Bueno, así que el mismo dia que cantaban a Chavez iban a tocar en Lima asi que tenían conexión con Lima en la noche. El vuelo dicen que se retraso, pero no quisieron cancelar el concierto, si lo cancelaban debían devolver el adelanto que les dio el empresario, y con dinero no se juegan ellos, así que aparecieron a las 3 de la mañana en San Marcos y tocaron para los hinchas de Calle 13, pero algunos se pusieron malcriados y les recriminaron la tardanza y hasta alguien le lanzo un llavero en la cara a residente, y este molesto les lanzo su discurso socialista: «Nosotros no hemos dormido en tres días… no soy ningún Luis Miguel, ni Shakira… ni estaba en ningún jacuzzi». Al día siguiente vía Twitter recrimino al publico limeño «por que se quejan si el concierto fue casi gratis», ese es el socialismo calle 13, debemos agradecerles su socialismo.

  34. en que momento dio las diez razones, solo fue un constante juicio encasillamiento para catalogar un chingo de cosas. Ni si quiera me dieron ganas de leerlo completo , pero me imagino que es tan repetitivo que daria hueva leer este articulo, empezando por el titulo, creo que si te gusta escribir deberias de empezar a escribir cosas mas interesantes y si vas a hacer un listado de razones o motivos pues haz el listado. critico de musica tiene mas amplio criterio. ciao

  35. Esperaba mas de esta crítica, pero no rebasa el marco de una rebuscada crítica fuera de contexto, plagada de falacias ad hominem, de hombre de paja y pez rojo. Obviamente René es alguien con ideología y causa, a diferencia del traumado de Eminem, quien como buen gringo industrioso, hizo de su drama marginal una mina de hacer dinero, pero sin ir mas allá de la superficialidad visceral de temáticas violentas y subjetivas, contrario a Calle 13, cuyo legado está sustentado bajo el marco de la protesta social y la ideología altermundista.

  36. Muy buena crítica, aúnque larga y tediosa, el titulo demasiado prometedor y realmente se resumiría en muy poco. Sí suena a reguetton, las letras que escribe son pésimas no aportan nada a nadie ni a nada y de revolucionario tiene lo que Juan penas de alegre. Es un producto más de la industria músical dirigido especificamente para aquellos que comentarios más arriba lo defienden y agreden a quien les dice una oponión contraria sobre su «idolo». Es un Justin Bieber cualquiera.

  37. Erika Orendain

    Genial artículo, me encantó este segmento de tu texto «Urgencia por pertenecer, por no quedarse solos, en los huesos y en posición fetal. Entonces existen punketos, metaleros, devotos de Cerati, ravers, creyentes de Silvio, indies, emos e infinidad de especímenes cuyo estilo de vida se define en buena medida por la música que consumen. Nos veo en la calle con audífonos, llenando cualquier escenario para concierto, descargando un torrent, cantando en el coche, bailando toda la noche en la discoteca…
    La música es una dictadura perfecta.»

    Simplemente ¡gracias por tu trabajo!

  38. Carlos Canjura

    Hay un principio que se te olvido mencionar en tu detallada reseña historica, y es el que dice que «el derecho al respeto ajeno es la paz» si a ti no te parece lo que uno u otro cantante representa, simple; ver oir y callar me parece que necesitas un poco de realidad en tu vida ya que crees que por no gustar de un ritmo popular eres especial, sonrie amigo la vida es corta