Harían bien los seguidores de esta banda reguetonera y sus entusiastas comentaristas en leer con calma las razones que esgrime el autor para hacer ver la falsedad de la rebeldía de Residente y sus músicos.
Antes de proceder contra Calle 13 quisiera hacer tres advertencias:
1) Mi problema no es con la gente que disfruta bailar reggaeton o haya descargado alguna canción del grupo puertorriqueño, sino con todos los que argumentan que Residente es un gran letrista, un artista fuera de serie, o peor aún, portavoz y bailarín de un pensamiento político rebelde.
2) En más de una ocasión me refiero al público que sigue a Calle 13, estoy seguro de que existen excepciones, no necesitan recordármelo.
3) Doy por sentado que tocan reggaeton, no estoy dispuesto a discutir lo contrario.
Ahora sí, una revancha mínima por todas las ocasiones en que me he sorprendido escuchándolos en contra de mi voluntad.
Cada quien se irá transformando en su propio personaje
El hombre no tiene memoria, pero hace apenas una década existió otro músico que vendió millones de discos en todo el mundo, también rapeaba más de lo que cantaba, fue mediatizado como irreverente y provocador, se le reconocía como un letrista original, se disfrazaba en sus videos, usaba recursos humorísticos, era el chico malo consentido de MTV, compartía la misma y desconcertante afición por las camisetas sin mangas. Residente fue creado a imagen y semejanza de Eminem. Ambos pertenecen a una tradición que posiblemente comenzó con Elvis, sobrevive hasta nuestros días y se ha sabido moldear a las distintas épocas. El espectáculo mediático, en cualquiera de sus esferas, ya tiene roles asignados, están en perene casting para llenarlos, la vertiginosidad de nuestros tiempos lo demanda. Huyssens habló de la mass media como máquinas de producir presente. Posmodernidad y remake. Por su neurosis informativa, los medios mercadean estereotipos, no hay tiempo para construir narrativas o personajes complejos. A principios del siglo XXI se requieren, por ejemplo, la princesa pop virginal, el baladista maduro para las mujeres maduras, de la misma forma en que se necesita un diputable en representación del gremio o el enemigo infiltrado entre los titulares de la selección mexicana y claro: un rebelde de juguete, la figurilla de acción de la industria musical.
A pesar de ello, considero que Eminem es un artista superior y encarna mejor la figura del rebelde que ambos proyectan. El verdadero nombre del estadounidense es Marshall Bruce Mathers III, creció en un suburbio de Detroit, por algunos años en casa rodante, educado solamente por su alcohólica madre y su querido tío que lo introdujo al hip hop antes de suicidarse, fue víctima de severo bullying en la escuela, entre una turbamulta de afroamericanos logró destacar en las batallas de rap, consiguió un contrato para grabar y de un día a otro era millonario, protagonizaba los titulares de los diarios.
El verdadero nombre de Residente es René Pérez Joglar, hijo de un conocido abogado y una actriz, perteneciente a la clase media puertorriqueña, cursó un bachillerato en artes, viajó a Georgia y Barcelona para continuar su estudios en cine y edición de audio, una crítica favorecedora en Time Magazine catapultó a Calle 13 a la cima, llenó su estantería de Grammys.
Por supuesto, sus biografías no los validan ni desacreditan por sí mismas, pero son importantes para entender lo que representan como figuras rebeldes mediáticas. Las letras de Eminem son de explícita violencia, habla de matar a su esposa, del odio a su madre, sus problemas con las drogas, emprendió una cruzada sanguinaria contra la cultura pop y la industria de la música. Tras unos cuantos días estudiando sus letras, me queda claro que no se considera una autoridad moral, sino el resultado de una normalidad violenta como la de millones, siente tanto asco por el mundo como por sí mismo. Su rebeldía es auténtica porque emerge del lado más oscuro de la conciencia de una época, se destroza en cada verso que escribe, dejó un valioso testimonio sobre los daños que sufre un individuo crecido en un ambiente violento. Su personaje halló en el rap el vehículo natural de expresión para su pensamiento.
Por otro lado, Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…
Soy rebelde
como un monaguillo en la iglesia
fumando cigarrillo
sin que la monja se lo sospeche
soy rebelde
como una vaca que no quiere dar leche.
Así su rebeldía, así los que se la crean. Basta echar un vistazo a la prensa que recibe el grupo para entender el porqué de cómo se le percibe socialmente, titulares como “Revolución” o “La voz rebelde de Latinoamérica”, o preguntas sobre cómo puede tener un pensamiento tan radical o cómo le hizo para ser aceptado por las élites intelectuales del continente. Sí, bueno, jmmm, ¡achú!
Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…
La estrategia de los puertorriqueños es atentar contra lo que teóricamente está prohibido, a pesar de que convivimos a diario con ello. Por ejemplo su tratamiento del sexo, tan escandaloso para muchos, es muy light comparado con lo que cualquier hombre en edad de masturbar ve cada semana en internet. Le apuesta a la doble moral, a través del escándalo frívolo legitima aquel prohibido que en realidad es aquel normal, entonces las señoritas obtienen su dosis de pecado y luego se sienten culpables después de follar.
Su vía de expresión, a diferencia del rap, nació como un producto comercial. Anarquía artificial, defensor de todas las causas, por momentos su figura pública parece un tríptico del Instituto de la Juventud. Su pensamiento encarcelado en la forma del reggaeton. Me atrevería a decir que se trata de un conservador en la medida en que sus canciones se construyen a partir antivalores de todos los días como ignorancia o machismo. Es otro anuncio de telemarketing.
Camus advierte: “En arte, la rebelión termina y se perpetúa en la verdadera creación, no en la crítica o el comentario”. La rebeldía artística en la posmodernidad sólo puede existir si nace de la inteligencia y el riesgo, concilia lo íntimo y lo universal, edifica otros universos cerrados y verosímiles, atraviesa el tiempo como una bala que nunca reducirá la velocidad.
La rebeldía se ha vuelto un elemento sustancial del espectáculo. Al menos Eminem tuvo la decencia de reconocerlo. “I am whatever you say I am. If I wasn’t, then why would I say I am?”
Poética y corrección de estilo
Los que huelen a meados de viejito,
a esos son los que yo resucito
y les devuelvo el apetito
con un poquito de pornografía.
Mujer tú eres toda una geometría,
tú tienes el pudín como me gusta,
estirao con estrías
como de repostería,
con la falda corta
al estilo de Miami,
enseñando la mitad del salami.
Aquí te traigo juguito yambinga,
coño zapatea que tú no eres gringa,
yo te sacudo como un estornudo,
te pongo a vomitar el desayuno,
te enseño mi lenguaje hombruno
y con él te vacuno
—“Cumbia de los aburridos”
Poética de la ocurrencia, versificación del inventario. Salta de un campo semántico a otro como si se tratara de cambiarse los calcetines. Debe hacerse el protagonista cada línea. Encabalgamiento de versos vacíos. Cuando la fragmentación no se utiliza para crear una visión unitaria o integradora del mundo es un recurso holgazán. Un lenguaje legitima al otro, así que se vale de modismos, barbarismos, argot urbano, insultos y algunas provocaciones gratuitas para crear un show efectista. Su música fue hecha para el presente, sus referencias poperas se irán deslavando porque aluden a la inmediatez. Como el atún y otros productos enlatados, Calle 13 viene con fecha de caducidad.
Aunque no fuera de mi gusto “Atrévete te” me pareció en su momento fresca e ingeniosa, su mezcla de spanglish, construcciones absurdas y referencias pop sonaban distinto, pero jamás pensé que harían toda una discografía multiplatino, multimillonaria, con base en la rima fácil.
En repetidas ocasiones Residente demuestra que además de talento le hace falta un diccionario. Me pregunto si cuando dice “eres pura geometría” se refiere a que es poligonal, cúbica o lineal. Elegí ese ejemplo del epígrafe, pero hay decenas más; si esos sesgos de información, construcciones estilísticas no se le perdonan a un joven escritor cuando publica un libro, no entiendo por qué aplaudírselas a un normalón que encabeza las listas de best sellers.
En su éxito con Café Tacuba nombra cualquier persona-animal-cosa que se le ocurra para rematar el estribillo e integrarlo al “aisevá” con un “no hay nadie como tú amor” en el coro. La dificultad creativa de esa canción es proporcional a la que se requiere para hacer la lista del súper. Prefiero ser un intolerante, mamón, cascarrabias, raboverde, quejumbroso y arrugado que suponer una inteligencia privilegiada se esconde detrás de versos como “Hay personas gordas, medianas y flacas,/ caballos, gallinas, ovejas y vacas”. He visto a los Teletubbies rapear mejor que eso.
Narrativa de estereotipos
Rompe varias reglas elementales para cualquier narrador. El mayor problema es que la construcción de sus personajes, ambientes, hechos, su lectura del mundo en general se fundamenta en estereotipos. Penosamente, acredita las creencias de sus seguidores en lugar de confrontarlos con alguna otredad. Tiene que dar su opinión sobre todo, lo cual se vuelve muy incómodo. Peca de cursi y juicioso. Por momentos es moralista, por no decir mesiánico. Le pone demasiado peso a la frase por encima del todo, es discontinuo e inconexo. Sobrestima sus propias obsesiones por encima de las de sus personajes, les mete el pie, no los deja caminar.
La industria de la fiesta
Con base en sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma.
Se trata de una auténtica distopía: la industria de la música sometida ante la industria de la fiesta. Punchispunchis, basta echar un vistazo a las listas de canciones más escuchadas para percatarse de que el público mayormente busca un ritmo pegajoso para bailar la noche de un sábado. Es un producto cultural que no te compromete a empatizar con él, a mimetizarte con la obra, sino a escucharlo de fondo. La música, sea arte o entretenimiento, tiene más poder que cualquier otra expresión creativa. Calle 13, al igual que tantos otros grupos del aparato comercial, sirve para fijar valores y ninguno más sobrevalorado que su visión de lo divertido. La fiesta es un simulacro de lo extraordinario, se ha vuelto parte de nuestra normalidad: estar sentando en la barra mientras se calienta la cerveza es casi tan emocionante como lavar los platos. No hay que menospreciar, valga la calamidad de la época, hasta qué punto uno es lo que consume.
Hay temas que no le pertenecen a la fiesta, la forma y el fondo deben fundirse, insisto: resulta imposible considerando que se trata de un ritmo que fue creado para acompañar con Bacardí, bailar en un espacio donde ni siquiera puedas escuchar tus pensamientos y tentativamente recibir tremenda untada de camarón de algún cholo con mostacho cantinflero. A base de sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma. El deseo es un producto de consumo.
La industria del amor
Por ti yo hago lo que sea
peleo contra 300 ninjas en Corea
por ti pesco 500 delfines
y cruzo la cordillera de los Andes en patines
—“Electro movimiento”
La palabra amor en el pop no vale ni un penique, aunque pesa una tonelada. La industria musical, cual loop del Vaticano, lo ha difundido como el valor primigenio del hombre, el que lo hará ser justo, libre, empático, aunque principalmente ha conseguido hacerlo cínico, manipulador, perezoso y egocéntrico. Ama y fiestea, teme a tu soledad. El amor es la ilusión más verosímil.
No es gracioso o no entendí
La parodia de la parodia de la parodia no es graciosa. Como nada de lo que hace es serio, para sus fanáticos no puede ser atacado en serio, sólo defendido. Su humor es más escatológico que irónico, payaso que sarcástico, ridículo que absurdo, ingenuo que ingenioso, technicolor que negro. “Lo cómico, para producir todo su efecto, exige como una anestesia momentánea del corazón. Se dirige a la inteligencia pura”. Lamentablemente los puertorriqueños carecen de esa jiribilla mental que señala Henri Bergson. En resumen: se trata un mal chiste que nunca entendí.
Políticamente correctos
Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.
Tómese como evidencia este retrato cursi y exotista del migrante.
En tu sonrisa yo veo una guerrilla,
una aventura, un movimiento.
Tu lenguaje, tu acento.
Yo quiero descubrir lo que ya estaba descubierto.
Ser un emigrante, ése es mi deporte.
Hoy me voy pal’ norte sin pasaporte,
sin transporte,
a pie, con las patas.
Pero no importa este hombre se hidrata
con lo que retratan mis pupilas.
Los migrantes sufren toda clase de abusos (inclusive por parte de mexicanos), y dudo que consideren lo suyo un deporte. También supongo que tienen piernas y no patas, están más preocupados por ganar el pan que en la guerrilla, y me queda claro que el asunto importa y definitivamente los mojados no se hidratan con lo que retratan las pupilas de Calle 13. Me pregunto si le interesa más la problemática migratoria por su trascendencia sociopolítica o porque nada se cotiza más en el mercado que el efímero presente.
El mensaje político que transmiten es el mismo que se puede escuchar en cualquier peluquería. Le añaden algunas groserías más, le meten sazón en el estudio y engañan a cientos de miles de jóvenes “alternativos” haciéndoles creer que tienen conciencia de la realidad política porque:
a) Están convencidos de que existe un sistema y se trata del principal enemigo. ¿Dónde comienza y termina ese sistema? ¿En qué consiste? ¿Quiénes lo controlan? ¿Con qué propósitos, medios, estrategias? ¿Cuáles son sus mecanismos? ¿Dónde puedo consultar su organigrama? ¿Son una célula maquieavélica o una organización civil?
b) La culpa siempre puede ser de Estados Unidos, no hay necesidad de matizarlo, encarnan el mal y no cabe duda de que esconden los cuarteles del sistema.
c) “Inches polítikos me cai que son una miarda, sólo kieren jodernos y kreo que devieran meterlos a todos al vote por pendejos”.
d) Sólo una revolución podrá salvarnos del sistema, los políticos y Estados Unidos. ¿Cuál revolución? No sé, habrá que preguntarles a los caudillos del reggaeton.
¿Quién hubiera dicho que José Martí sería la figura más influyente en la letrística latinoamericana del siglo XX e inclusive de principios del XXI? ¿Y quién hubiese predicho que para colmo no lo sería por su visión poética, sino por su proyecto ideológico? ¿Y quién en su insano juicio hubiese adivinado que el aparato musical permitiría que la faramalla y el perreo tuvieran más difusión en unas semanas que la obra del pensador latinoamericano en una vida?
A la medida de MTV
Desde que la música llegó a la televisión y en la medida en que otros formatos se han consolidado, ha tenido que mutar en un espectáculo que integra elementos teatrales y multimedia. Gracias a ello presenciamos el gran muro de Pink Floyd, la trayectoria camaleónica de Bowie, las alucinaciones de Génesis y Roxy Music, los videos de Michael Jackson y los visuales de Daft Punk.
De nuevo fue un formato comercial, el videoclip, lo que comprometió esta vena de la música. Cuando la gente perdió el interés y los ratings de MTV cayeron en picada vino el internet a salvarlos, sólo que ahora compiten con un mundo virtual que sólo conoce el aquí y el ahora, cualquiera cierra o cambia de pestaña cuando guste, así que necesitan ridiculizarse más y por eso casos tan lamentables como el de los puertorriqueños o la señorita Gaga.
Veo sus videos y queda claro que si fuera buen músico no tendría que ser un entretenedor, un payasito tatuado cuya empresa musical demanda que siempre deba llamar la atención sin importar si tiene algo que aportar. ¿Pueden nombrar algún gran músico del siglo pasado que se degradara a sí mismo de tal forma? Calle 13 se sostiene gracias a YouTube.
Todo un caballero
Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.
Después de escucharlos largas horas diría que la representación que hace Calle 13 de la mujer es la de una máquina mamadora y tragasemen, tetona y escotada, con unas nalgotas para nalguear. Curioso que sus feligreses lo defiendan diciendo que se trata de una parodia del reggaeton, género que se caracteriza por el contenido machista de sus letras. De nuevo, se engañan si creen que el aparato pop no influye en cómo experimentamos nuestra sexualidad o percibimos al otro género. Me encantaría ver qué harían sus fanáticas si una noche cualquiera en cualquier bar un feo con suerte o una sonrisa colgate se les acerca bailando reggaeton y les recita al oído:
Yo sé que tú quieres chuparme las quenepas,
aunque no sean de Ponce.
No importa que no sean ni de oro,
ni de plata, ni de bronce,
lo que sé es que te gusta el roce,
también sé que te gusta mi elefante como tose.
La industria de la música
¿Buscan rebeldes en la música? Encuentren a Dylan, Zappa y Davis, tres figuras que se resistieron a ser caricaturizadas por los medios, se escabulleron de cualquier definición. El primero lo hizo abandonando el folk, el género con el que había cautivado infinidad de fanáticos en el mundo para mudarse al rock, recibió suficientes críticas y abucheos para llenar varias veces el Estadio Azteca. Zappa es el músico rebelde por definición, tanto que inclusive se mantuvo sobrio en el apogeo del hippismo, parodió a los Beatles, luchó incansablemente contra la industria de la música y siempre sonó absolutamente original. Finalmente Miles, tenía más heterónimos que Pessoa, se reinventó a sí y al jazz en repetidas ocasiones, en álbumes tan radicalmente distintos, infinitos y complejos como podrían serlo Kind of blue, Bitches Brew y Sketches of Spain. Son comparaciones descabelladas, pero me interesa porque se trata de tres artistas cuya música demanda ser escuchada atentamente y hasta el fondo para ser comprendida, no se adhirieron a la forma de moda en el mercado, sino que se inventaron una propia que les permitiera expresar su espíritu.
Ahora que desaparecieron los cassetes y asumiendo que al CD no le quedará tanta vida, la música comercial se nutrirá aún más de la inmediatez, dejarán de producir discos para lanzar sencillos de acuerdo con la ocasión.
Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.
Vivimos un momento definitorio. Por un lado, las disqueras lanzarán cientos de miles de discos de sus elegidos, los harán sonar en antros y estaciones de radio, les conseguirán boleto para los principales festivales, realizarán espectaculares videoclips, se mantendrán cerca de sus fanáticos mediante Twitter. Por otro, el internet democratizó los contenidos, pueden tener el disco que quieran con un clic. Sea cuál sea la virtud que encuentren en la música de Calle 13, pueden hallarla en versión mejorada en otros autores. Cualquier época, procedencia, ritmo, la Musiteca de Babel, una auténtica maravilla del hombre a su alcance, sin moverse de su silla favorita. Todos somos consumidores, pero cada quién puede elegir cómo serlo y en cierta medida elegir al mismo tiempo lo que son y desean ser. Por lo menos hay que conocer lo otro, no seguir la fila al circo, para poder en verdad elegir.
Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.
Residente se confiesan en sus propios términos:
Baterista de pequeño, rapero cuando adulto,
por eso riman a tiempo todos mis insultos.
A las mentalidades prehistóricas
las capturo con groserías luego las mato con retórica.
Los problemas no se dan por sentado
y más cuando hay abuso de parte del estado.
Sería muy fácil para mí escribir un bolero
o hacer un video rapeando encima de un velero
con mujeres en pelotas acariciándome los huevos,
sacrificar mis ideales pa’ venderte un disco nuevo…
Guy Debord lo escribe en mejores palabras. Esta cita lapidaria aparece en La sociedad del espectáculo y contiene la esencia de lo que he intentado expresar:
La alienación del espectador en beneficio del objeto contemplado (que es el resultado de su propia actividad inconsciente) se expresa así: cuanto más contempla, menos vive, cuanto más acepta reconocerse en las imágenes dominantes de necesidad, menos comprende su propia existencia y sus propios deseos. La exterioridad del espectáculo respecto del hombre activo se manifesta en que sus propios gestos ya no le pertenecen a él, sino a otro que lo representa. Es por eso que el espectador no se siente en su sitio en ninguna parte, porque el espectáculo está en todas.
Sin darnos cuenta firmamos un pacto social con la industria de la música. Ante las crisis patrióticas tras las guerras, confundidos en el apogeo de la posmodernidad, nos ofrecieron refugio, identidades empaquetadas y lo tomamos porque era lo más fácil. Ah, maldita costumbre. Urgencia por pertenecer, por no quedarse solos, en los huesos y en posición fetal. Entonces existen punketos, metaleros, devotos de Cerati, ravers, creyentes de Silvio, indies, emos e infinidad de especímenes cuyo estilo de vida se define en buena medida por la música que consumen. Nos veo en la calle con audífonos, llenando cualquier escenario para concierto, descargando un torrent, cantando en el coche, bailando toda la noche en la discoteca…
La música es una dictadura perfecta. ®
Jesús
Definitivamente no escucharé al grupo Calle 13, por que prefiero escuchar otro tipo de música, entre ella, la música de Bob Dylan por ejemplo, de quien haces referencia.
Sin embargo este artículo, me parece, esta lleno de perogrulladas.
Además si lo que pretendías era hacer una crítica, pues te aclaro que no es lo mismo ser crítico que criticón. En todo el artículo solo puede notar tus gustos musicales (los cuales comparto, al menos los que aquí mencionaste) y tu disgusto por el regueton y por el grupo en cuestión (el cual comparto también), pero nada de crítica.
HDM
Aceptemos la realidad y no nos rasguemos las ropas: Calle 13 es un producto que se diseña para venderse, no es un movimiento contestatario ni legítimo en ese sentido. Es un producto que juega a las mismas reglas de mercado que un Alex Syntek, por dar un ejemplo. Un producto que se define en las oficinas de la disquera, no en las calles, un producto que deciden ejecutivos, representantes, la gente del billete. Que te guste o no, eso es otro boleto. Pero defender su etiqueta de rebeldía es otra cosa; se necesita mucha ingenuidad para creer que las revoluciones serán televisadas.
Calle 13 es uno de esos productos que los mercadólogos van descubriendo que es posible vender, al menos como fruta de temporada: igual que nos venden productos ecológicos que contaminan, igual que nos venden productos educativos en formato telenovela, igual que nos venden ropa «underground» en los grandes almacenes, igual que nos venden «literatura» en best sellers, igual que nos venden productos para bajar de peso. Así, igual, nos venden un producto «que rompe con todos los esquemas», un producto «contestario», «rebelde», «imaginativo», «alternativo». César Costa en versión de la nueva mercadotecnia, más agresiva, con mayores recursos, con más medios, y claro, con descubrimiento sorprendente: es posible vender, desde un estatus de ejecutivo, productos que parezcan socavar su propio status quo. Dicen esos ejecutivos: «somos comerciantes capaces de vender a nuestra propia madre, pero no somos pendejos». Por eso, sólo por eso, nos venden el paquete revolucionario, aunque la caja venga vacía.
Bailar, cotorrear el punto, distenderse un rato con Calle 13, Lucerito o César Costa, es algo que debe someterse a la decisión de cada quien. Igual que comprar un producto milagro que de antemano sabes que no cura: es decisión de cada quien, no es un delito, y cada quién sabe lo que hace con su salario mínimo. Pero defender los atributos de un producto requiere – hasta si se trata de la leche deslactosada- de pruebas que evidencien las condiciones defendidas. Escuchar a Calle 13 es una cosa, pero para defender su supuesta rebeldía hacen falta más argumentos que para defender las virtudes filantrópicas de Laura Bozzo. Y eso ya es decir.
Aceptemos lo básico: podrá gustarte Calle 13, nadie dice que dejes de escucharlos, pero es la misma basura que Lucerito, sólo que para otro mercado que antes se creía sin posibilidades de explotación. Ahora lo sabemos: si es posible hacer turismo «revolucionario» y venderte paquetes para visitar de día la selva Lacandona y de noche los antros de moda, ¿Por qué no habrían de vendernos entonces pop con empaque de rebeldía? Y claro: la virtud de un producto consiste en que creas que es es «El Producto». Calle 13, como los productos milagro, seguro hasta cura el cáncer. O al menos eso nos harán creer.
Erick Arellano
Está genial, más claro ni el agua.
No acostumbro hacer referencias personales, pero en esta ocasión haré una excepción, pues en verdad el comentario casi me desmaya de risa (aunque pensándolo bien debió de darme un ataque de lástima y pena ajena), cito:
Le vendría bien al autor escuchar la canción de Calle 13 que dice así:
Nadiete entendió por ser Lucío
Con tu lírica te crees muy fino…
…Se llama “Sin coro”.
Como dice Maná en “Me vale”: no puedes criticar algo sin conocerlo primero. (Laura Limón)
¡¡¡¡¡Sopas!!!!! Ya que podemos esperar de la vida, con razón se inventan tantos posibles fines del mundo.
Esto va por los «jocosos comentarios» de algunos. El problema no es que existan grupos como Calle 13. Tienen todo el derecho de lucrar con lo que se les antoje, así está diseñado el mundo.
Lo triste es que exista gente que además de consumir sus productos los defienda.
En fin, como diría un antiguo proverbio popular: «Por cada cagada, 100 moscas hambrientas»
Jorge
Me parece que ni siquiera fuiste capaz de darle un título apropiado a tu texto. ¿Sólo porque no es realmente rebelde no debo escuchar cierto tipo de música? Patético.
Creo que hay mucho más de fondo dentro de la música como para sólo pensar en ella que define mi forma de ser. Yo disfruto sobre todo del Rock, pero eso no me impide de ninguna manera disfrutar la banda, la salsa, el metal, el death, el goth, la cumbia y desde luego el reggaeton, que al mismo farol este le dio por definir como «rock urbano» o algo así.
Creo que tu artículo es prejuicioso y cargado de ira en contra de un tema al que le das mucha más importancia que a los que de verdad les gusta el tipo de música que promueve.
La música simplemente debe ser divertida; si es así, no me importa lo más mínimo si el artista traía o no calzones cuando la compuso, o si batea de zurda o similar.
No entiendo la mayoría de las letras de Rammstein, (aunque confieso que gracias a ellos sé mucho más de alemán de lo que nunca pensé saber) y nunca me he sentido falso o hipócrita por decir que me gustan sus canciones. La música es como es y punto. Si te gusta no importa si es mojigato, pernicioso, o como tú… incapaz de ponerle un título apropiado; no hay necesidad de entender las letras para disfrutar la música.
Me repugnan las letras de Joan Sebastián porque podrían provocarme un coma diabético, pero aún así, confieso que me sé parte de algunas.
En resumen creo que tu artículo invita a odiar a la música por lo que es el artista en lugar de disfrutarla porque simplemente es el verdader lenguaje universal. Espero que lo entiendas como tal y mejores tu perspectiva de las cosas.
Saludos
Santiago Orrego
Muy interesante tu texto. Lástima el que se inventó eso de que el internet es democrático porque permite la multiplicidad de comentarios, aunque sean tontos, amañanados y sin fundamento como los que he leído, a vuelo de pájaro, defendiendo a capa y espada algo que se cae por su propio peso. Seguiré visitando este espacio con más frecuencia.
Saludos…
antiguo autómata mexicano
¡¡¡¡Y Laura Limón antes confirma lo que estoy diciendo, pero más poéticamente !!!:
«a que me entiendan en casa
Popular, pop!
Pa to’a la raza
Pa la mezcolanza
Pal reguetón, pa la salsa(…)
Como dice Maná en “Me vale”:»
antiguo autómata mexicano
Joaquín:
Felicidades por el texto, yo he escuchado poco a Calle 13 pero no me ha inspirado el morbo que me provocan otros «fenómenos» musicales. Lo que sí se es que esta banda es parte ya de una línea mercadológica que viene desde The Latin Thing, de finales de los 60 que se generó en los barrios neoyorricans con Fania y que se desdibujó claramente en el triunfo de la mercancia llamada Salsa Monga, es decir, la misma rebeldía edulcorada de lo que antes fue híbrido urbano de calle entre el jazz, el disco, lo afro antillano y más, que tuvo sus figurones verdaderamente rebeldes como Héctor Lavoe y en la línea más densa Joe Batán.
Te recomiendo que te asomes a un documental de Fania en donde el mismo Willy Colón se avienta una crítica similar a la que haces pero contra el mismísimo Rubén Blades.
Hace unas semanas hice un «ofúsculo» en contra de Ceratti, en donde dije que justamente el primer intento de crear un mercado latino trasnacional lo intentaron con el Rock en Tu Idioma pero fracasó porque el rock jamás ha sido mercado masivo salvo en Argentina. Así que BMG y Warner o lo que sean las compañías decidió impulsar mejor el latin market desde los mismos USA y fue ahí que Ricky Martin (un artista curiosamente más íntegro que Residente) sirvió de punta de lanza (junto con lo que suieras sumarle, maná, Aejandro Fernández, Jennifer López, guarever); pero en realidad ese mercado se lo confiaron a Emilio Stefan y sus designios.
Residente justamente por eso no se atreve a ir a Cuba donde tiene grandes fans, porque eso se contrapone a quienes lo sostienen; sin entrar en discusiones sobre los grupos anticastristas y procastristas, lo cierto es que los Stefan son conocidos por haber impulsado la tercera carrera de Celia Cruz, convirtiéndola en una abuela payasa y objetificada al más (las primera carrera de Celia es justamente con la Matancera, la segunda con los Fania, y su decrepitud comienza en el Miami de los Stefan).
Calle 13 es un regetón sobre estilizado y empanizado como un camarón gigante de granja; lo que yo he visto de valor «estético» del reguetón es precisamente lo burdo y saturado de referencias, lo soez, lo agrio que llega a ser que desprende un mensaje oloroso a marisco medio pasadón, ese olor que resulta de la mezcla de vulva y semén, jajajaja…. que en el caso de Calle 13 está precisamente rectificado. Es como si con el discurso «revolucionario» y «consciente» el mercado buscara esconder precisamente que lo que está operando es una reintegración del reguetón al modelo del pop como una cirujía plástica no pedida.
Calle 13 le ha dado en la madre al Reguetón medio D.I.Y. como el que hacía El General; así como el Tribal Guarachero se ha covertido en un sub-favela funk. Los cientos de comentarios negativos a tu texto lo que confirma es que el daño está hecho.
Nos vemos al rato que voy rumbo a GDL !!!!!
Laura Limón
Ay, Joaquín, hay tantas cosas de las que quisiera debatir con usted…
felix
esto no es por tu crítica a calle 13, eso me da igual, pudo haber sido a cualquier cosa… la forma en que lo haces es la que inspira a contestar…
CREO Q PRIMERO DEBERÍAS DEJAR DE SER UN CUADRO CON PIERNAS Y BRAZOS
la vida no es un túnel, pero tu perspectiva si!
la base de nuestras conductas y pensamientos viene de lo aprendido, en nosotros esta crear estados cada vez más altos, puedes usar el aprendizaje Bicario y así evolucionar más rápido, adecúate a situaciones!!
para críticar necesitas señalar, explicar, proponer, comprometer y evaluar; primero llena los requisitos….
Agujita y Su Combo
Con una premisa errónea, no vale la pena continuar la lectura… Éxito escribiendo sin investigación y referencias fidedignas.
Pola
Bah!
Que aburrido.
He leído muchas criticas a cosas que me gustan pero esta, la verdad, no dan ganas de leerla.
Tu eres un idiota resentido, y no voy a discutir al respecto.
Adius!
Laura Limón
Le vendría bien al autor escuchar la canción de Calle 13 que dice así:
Nadie te entendió por ser Lucío
Con tu lírica te crees muy fino
Como la pantera rosada
No dijiste nada
«Es que nosotros, los hip hopers,
somos filátropos de la poesía cultural doctorizada
únicamente autorizada
para ser entendida por gente educada.»
¡Educada en qué, en qué!
Si tú también comes bistec
Y desayunas hot cake con panqué!
Yo canto pal pueblo
Pa to’ el mundo
Pa que me entiendan en casa
Popular, pop!
Pa to’a la raza
Pa la mezcolanza
Pal reguetón, pa la salsa
Se llama «Sin coro».
Como dice Maná en «Me vale»: no puedes criticar algo sin conocerlo primero. Entiendo y es muy válido que no te guste el grupo, pero tu crítica trató de llegar a un nivel al que no llega tu conocimiento del grupo, y eso es una falta de respeto para el género del ensayo, para quienes sí tenemos ese nivel de conocimiento (del grupo) y en general para quien disfruta de los buenos argumentos.
Huevos para los que prejuzgan diciendo que quien no gustó de este artículo escrito por los Dioses del Olimpo es un ignorante. A diferencia de ustedes no voy a juzgar, pero no tengo miedo de afirmar que si les gustó lo que Joaquín Peón escribió y están de acuerdo con él, es porque 1) les gusta cómo escribe el hombre y 2) no conocen a fondo la propuesta de Calle 13.
eri
Pues yo apenas oigo a ese grupo y hay rolas que me laten no oigo calle trece como una religion, no dudo ni creo en la banda, cada quien sus ondas pero si alguna de sus letras me gusta, bienvenida sea
ShadowSoldier
Ahh ya entendi todo… eres un frezapatista.
Muy bueno tu articulo eh!
Laura Limón
Joaquín Peón:
Estoy muy interesada en involucrarme en un debate con usted sobre el tema que usted planteó en su artículo y sobre los temas que han ido saliendo. ¿Le parece? Le dejo mi correo personal por si también le interesa: [email protected]
Hay muchos comentarios en desacuerdo que me parecieron demasiado interesantes y me gustaría retomarlos y planteárselos, además de otros que me gustaría exponer a título personal.
Buen día.
Eloy
Mas alla de una critica objetiva me parece un intento por acallar la voz de uno de los exponentes actuales de un genero musical que el mismo artista invento para critica del reggaeton. Pero tu analisis me parece vacio, debes recordar que los grandes artistas de todos los tiempos han destacado por romper las reglas gramaticales, sociales, en si por romper esquemas preestablecidos.
Es curioso las analogias que haces con otros personajes de la musica como Eminem quien ha cantado con muchos artistas Pop que Calle 13 quien se ha preocupado por solo cantar con un selecto grupo de bandas y/o solistas que no buscan simpplemente decir
I’m Superman
With the wind in his bag
She’s Lois Lane
But when it’s bad
It’s awful
I feel so ashamed
I snap
¿Crear conciencia de que? del «American dream» de un extraterrestre (Kal El) que llego a un pais donde hay con choque impresionante de culturas para engrandecer una patria que no es la suya. Me parece muy triste que se hagan rimas con un superheroe creado para ver la migracion como un hecho ante el cual el migrante debe perder toda raiz cultural propia y abrazar una cultura que no es la suya.
Tu analisis semantico es bueno pero solo se dedica a criticar los saltos de tiempo espacio que realiza el compositor dejando de lado (o quiza olvidando) que el arte se construye rompiendo esquemas y no imitando lo que alguien mas ya ha hecho.
Creo que si realmente quisieras hacer una critica dejarias de lado ese tono agresivo en los golpes de tus letras para analizar realmente el contexto en que se mueve este «puertorriqueño».
En parte de tu critica halbas de retorica, lo sorprendente de citar el tema es que jamas lo argumentas te muestras letrado y a la vez con un pauperrimo aparato critico.
Lo mejor de todo esto es que cada quien tiene un punto de vista propio y es lo que engrandece al mundo; no personas como tu que solo quieren destruir a alguien mas simplemente porque no te agrada lo que hace; un buen consejo es dejar ser a los demas.
Saludos
bambi
Y alguna vez fuiste a verlos?
Laibach Nsk Mex
La caducidad te dará la razón, por cierto ya el movimiento EMO ya se desinfló, habia muchos defensores que se fueron diluyendo con el tiempo????? Asi le va a pasar a estos de Calle 13, no se necesita ser sabio. No soy muy receptivo a esta música basura, pero creo que tiene mas agalla el grupo ORISHAS !!!!
carlos
Que es eso vale?’ El que sigue a CALLE 13 no es por que sea un ignorant’ Calle 13 es alternativo’ Para el que le gusta escuchar musica diferent q no sea del monton’ Simplemente por que a ti no te guste todos los que lo escuchan son ignorantes?’ Tal Vez si todos fueran como tu para ti el mundo seria perfecto’ Pero no todos piensan igual que usted amigo’ Un escritor de verdad’ Empezaria por «RESPETANDO EL GUSTO DE CADA QUIEN ESTE ES MI MANERA DE PENSAR».. y lo que le sigue’ Osea un comienzo de un buen escritor’ Hay te la dejo parcero’ Suerte’ Y bueno que viva CALLE 13 para el que le guste’ Y para los que piensan como tu bueno sigan criticando’ Una de las cosas que hacen crecer a un artista son las criticas’ Buenas o malas’ Para mi que viva xq m gusta su musica’ Jeje’ Hay te la dejo’
Alan
Me gustaría que muchos tópicos de la industria musical fueran analizados desde esta óptica, es justo que alguien ponga en su lugar a la música como fenómeno mediático de masas.
Muy buen texto, y creo que quien no gusta de el es debido a su corta capacidad critica. El texto es objetivo en su subjetividad, eso vale demasiado.
Johnattan Peel (resur4ected from the land of the dead
Cálmate Vargas Llosa!
trikisllamas
lo entendemos, no te gusta calle 13.
era necesario todo eso? no
vas a tener un super raiting por tu articulo? si
felicidades
mc jason jarabe
QUE MANERA DE PISARSE LA COLA Y MORDERSE LA LENGUA JOAQUIN PEON IÑIGUEZ. AL HABLAR ASI DE CALlE 13 PASA A HACER UN POLÌTICO MAS. APARTE QUE EL TIENE UN PUNTO DE VISTA CERRADO PARA VER LA EXPRESIONES DEL ARTE ES BLANCO O ES NEGRO! NO ME CABE EN LA CABEZA COMO MIERDA HAY UNA PERSONA QUE HAGA NOVELAS,ESCRIBA ETC PUEDA LLEGAR HACER TAN CUADRADA, PODRIA HABER SIDO MATEMÀTICO ESTE TIPO. EL ARTE A MI GUSTO ES TOTALMENTE AMPLIO, SIN REGLAS,SIN FORMAS,SIN NUMEROS, NI PAREDES NI MENOS ESTRUCTURAS SOLO SE SIENTE Y SE HACE Y YA ESTA. EL MC RENE RAPEA CON PALABRAS SIMPLES Y REBUSCADAS COSA QUE LAS RIMA PERFECTO DENTROO DEL DIALECTO Y LE DA UNA EXRESION A CADA PALABRA QUE SOLO VALORAMOS LOS MUSICOS Y NO LOS CUADRADOS EMPAQUETADOS QUE SE HACEN LLAMAR ESCRITORES PERO SU EL ALMA ES MATEMATICA Y CUADRADA.
SALUDOS CALLE 13 Y MC ME RENE QUE CADA VEZ MAS CRECE DESDE CHILE MC JASON JARABE SALUDANDO A LOS GRANDES QUE SE LO MERECEN!!
http://www.youtube.com/watch?v=KNPbgdeXy0s
Gustavo Méndez Martínez
¿Más de 1000 likes ninio? Envy!
roci
RESENTIDO LA CAGASTE, TE DISTE LA PAJA DE ESCRIBIR UN «ARTICULO» EXPRESANDO TODO TU RESENTIMIENTO. NO VALE LA PENA HOMBRE, TE QUEDA MAL, TE ENSEÑAS COMO UNA PERSONA MUY POCO INTELIGENTE A PESAR DE QUE QUIERAS DEMOSTRAR LO CONTRARIO.
QUE PASO? RESIDENTE SE TIRO A TU NOVIA O QUE? RESENTIMIENTO PURO PUES NI SIQUIERA ES UNA CRITICA MUSICAL COSA QUE MÁS VALDRÍA LA PENA.
GENTE COMO TU ENSUCIA EL MUNDO CON SU NEGATIVIDAD, CON NO DEJAR AL DE AL LADO EXPRESARSE.
EXISTE PÚBLICO PARA CADA TIPO DE MÚSICA, LA DIVERSIDAD ES LO MÁS LINDO DE LA VIDA, AL PARECER TU NO TIENES LA CAPACIDAD DE VERLO. QUE PENA POR TI. PORQUE AL MENOS CALLE 13 HACE MÚSICA Y LA MÚSICA ES UNA EXPRESIÓN DE ARTE Y EL ARTE ES UNA EXPRESIÓN DEL ALMA.
TE DA RABIA LA ALEGRÍA DE LA GENTE?
ME DA VERGÜENZA AJENA VER COMO UNA PERSONA SE TOMA BUEN PARTE DE SU TIEMPO PARA ODIAR Y MOSTRAR SU BAJEZA PORQUE MIENTRAS MÁS LEO MÁS VERGÜENZA ME DA.
OJALÁ ALGÚN DÍA PUEDAS VER LAS COSAS DE MANERA DISTINTA, DE MANERA LIBRE Y SIN PREJUICIOS
SALUDOS
Javier Moro Hernández
Me parece que el texto es aburrido, en su intento de dejar bien claro que la música y las letras de Calle 13 son basura, nos regalas un texto demasiado «académico» que me dejan en claro que prefiero más las «tontas» canciones de los reguetoneros. La verdad es que creo que al final analizas al grupo desde la perspectiva del «intelectual2 que cree saberlo todo y tener autoridad moral sobre todo y no has entendido nada de la música de la banda. Me parece que Calle 13 no pretende ni pontificar ni ser rebelde, me parece que estamos hablando de una banda que se divierte y al final divierte a la gente que le gusta escucharlos. Algo que no se puede decir de tu texto, que francamente aburre. No son los mejores ni los más rebeldes, por un lado. Pontificar es lo que terminas haciendo. De verdad, sí no te gusta la banda se puede respetar, pero pretendes encasillarlos, llenarlos de estereotipos, que me parece solo son una lectura. La música tiene múltiples lecturas, siempre, y el problema de muchos críticos es que pretenden tener autoridad moral sobre lo que es buena o mala música. La mala música sin embargo no la deciden ellos, finalmente y por suerte. lo decide el tiempo.En ese sentido los estereotipos que tú vez a mí no me parecen tales, los estereotipos de burla o de misoginia, que tú detectas, a mí me parecen bromas, juegos. Al final terminas criticando lo mismo que haces, estereotipar a la gente y a la música.
Andrés Haro
Que bueno está tu artículo. Muchas felicidades. Das justo en el blanco.
Un abrazo.
Joaquín Peón Iñiguez
Laura, van 170 comentarios, estudio y trabajo, no tengo tiempo de contestar a cada uno o ponerme a nombrar excepciones, estoy seguro que cada uno es un caso aparte, pero creo que naturalmente, siendo que la gran mayoría llegó por el tweet de Residente, han comentado muchos fanáticos.
Melanni
EstOi tOtalmenT D aQerdO cn el cmentariO D Michelle i ArturO Garcia me rei muchO x lO Qe le diCn a este tipO =)
See tienen tOda la razOn hahaha..!!
Laura Limón
Estimado Joaquín Peón:
Ahí uno de tus principales problemas: que para ti los admiradores de Calle 13 somos todos unos fanáticos ignorantes. Yo no meto las manos al fuego por nadie y no voy a negar que hay mucho fanático ignorando siguiendo una amplia gama de gustos. Pero de ahí a catalogarnos a todos con la misma etiqueta… eso se llama grosería, ¿dónde quedamos los demás?
Acabo de leer tu réplica y te centraste en las más banales, ¿por qué?
Laura Limón
Quisiera exponer otros puntos que me parecen importantes:
1) Muchos que están de acuerdo con este artículo se fijan mucho en la «ortografía» de los «seguidores de Calle 13» o «reguetoneros». Lo único que tengo que decir al respecto es: AQUÍ NADIE ESCRIBE CON ORTOGRAFÍA PERFECTA, ABSOLUTAMENTE NADIE. ¿Eso qué tiene que ver con la claridad de ideas? Soy correctora de estilo, así que me dedico a leer y corregir textos, y prefiero un millón de veces leer un texto con calidad estructural, aunque tenga faltas de ortografía, que uno con ortografía impecable cuya idea principal sea imposible de determinar. El estilo del autor de este artículo caería en el segundo caso, pero en un sentido más bien figurado.
2) Yo no soy ninguna analista musical; mis conocimientos al respecto se limitan a lo que a mí me gusta escuchar (al igual que la mayoría de la gente), así que entiendo que afirmar que el otro es ignorante porque no oye lo que me gusta es una fanfarronez, por no decir más feo. Insisto, no soy analista musical, pero sí soy analista de textos (por oficio) y del comportamiento de la persona (por afición); por lo tanto, puedo afirmar sin temor a equivocarme (como muchos otros han afirmado) que este artículo está plagado de apreciaciones subjetivas y comparaciones hechas al azar. Debatir y argumentar es un verdadero arte, porque el primer paso es establecer un tema bien claro y exponer argumentos dentro de la línea que ya se delimitó. El autor trató de trazar su línea (para mi gusto de una manera muy arbitraria), pero no la siguió; para no entrar en detalles, diré que el autor le dio muchos giros y le sacó la vuelta de muchas maneras al tema que él mismo delimitó al principio, y eso me parece una falta de respeto dentro de la práctica del debate y la argumentación.
Permítaseme el siguiente comentario:
Obviamente no conozco a Eminem en persona, pero para mi gusto es un poco (un poco en verdad) despreciable, debido a que (opino yo) se escuda mucho en sus desgracias personales para señalar a los demás. Pienso que él se cree que tiene autoridad para juzgar a los demás debido a la historia de su vida. Disfruté mucho con 8th Mile y sí me gustan varias de sus canciones; me parecen interesantes sus letras y no me molesta su música, pero en lo personal desprecio esa característica suya. Creo que al autor le pasa lo mismo con Calle 13; al principio parecí entender que ese era el caso, que le molestaba algo de René de manera personal, pero a lo largo de todo su artículo trató de desacreditar todo lo que implica el grupo completo, lo que es Calle 13 y no solamente René. Ahí fue donde estuvo el error… bueno, uno de los errores.
Quitándome de golpes en el pecho por haber osado criticar a Calle 13, admito que es válida en esencia la crítica que intenta hacer el autor de René Pérez. Yo he pensado lo mismo, lo mismito al respecto de que es un clasemediero tratando de involucrarse con la clase baja. ¿Pero acaso eso está mal? En verdad, ¿está mal que haya creado un personaje y haya orquestado todo un proyecto para su grupo que tiene mucho que ver con la reivindicación de la raza latina? Yo logro entender eso más allá de la calidad de sus letras y de las características de la vida de René, ¿usted no?
Mi correo es [email protected] y soy una asidua partidaria del debate =)
Joaquín Peón Iñiguez
Imposible responder a todos, sobre todo por la cantidad de insultos dirigidos a mi persona en lugar de a construir un argumento para defender a Calle 13. Creo que algunos cuestionamientos se repitieron, va lo que pienso…
– Sí es reggaeton, se nutre de su imaginario, reitera su machismo, se rapea más que se canta, usa su lenguaje, casi siempre usa su estructura rítmica. De acuerdo, Calle 13 lo ha mejorado musicalmente, felicidades por eso, pero sigue siendo reggaeton. ¿Por qué críticos y fanáticos asumieron que Speakerboxxx/The Love Bewlow de Outkast fue una obra maestra del hip hop a pesar de que lo rompe y lo eleva en cada canción? Imagínense si hubiéramos tenido que inventarle una categoría musical a cada rockero de los sesentas y setentas que tuvo un sonido distinto al de los demás.
– Me parece un grandísimo chasco este intento por alejarse del clasificatorio reggaeton y promover el término de “músico urbano”. Lo siento, reggaeton o no, no se trata de una expresión urbana, sino de estudio.
– Lo dice el texto, lo vuelvo a decir: las biografías de Residente y Eminem sirven para contextualizar, para reforzar un argumento. Me queda clarísimo que no hay ningún mérito artístico en pertenecer a tal o cual clase social, o provenir de un pasado conflictivo. Fue una forma de decir que Dostoyevski fue infinitamente más rebelde que Bukowski.
– Cada vez que digo “los puertorriqueños” me refiero exclusivamente a Calle 13, de la misma forma que si estuviera hablando de la final de la Champions diría los españoles contra los ingleses, todo eso para evitar repetir el mismo nombre cada dos líneas. Es un tropo común y corriente.
– Mi estilo para escribir estos ensayos suele ser agresivo, los que me han leído antes lo saben. Sé que a veces me paso, sobre todo por que no aporta más al texto que el estilo en si, pero estoy trabajando en ello. También comprendo que el texto puede pecar de moralista, se lo dije al editor cuando lo envié. Espero ir madurando como crítico en ese aspecto, racionar un poco más la bilis. Un tanto, pero no del todo, disfruto mucho los ensayos de Fernando Vallejo.
– Es cierto lo que dice Dorian, Public Enemy era otra referencia obligada, también eran activistas y sus letras me parecen mucho mejor logradas. Además inspiraron la mejor película de Spike Lee.
– Es cierto, el gran vacío del ensayo es la música de Visitante y la presencia de Ileana Cabra. Me concentré en las letras porque es mi campo de estudio.
– ¿Qué vaina es esa de “a fuego”? Disculpen la ignorancia, no hablo reggaeton.
– Comprendo que algunas de las comparaciones con otros artistas son descabelladas, pero no los estoy comparando en su totalidad, sino a partir de aspectos particulares como podría ser su forma de rimar o tratar un tema específico como el amor. El punto es que cualquier virtud que hallen en Calle 13 la pueden encontrar mejor en otros artistas, pero esos no van a estar todos los días en la prensa. Sé que esas mismas comparaciones pueden resultar redundantes para tanto melómano que hay, pero también existen millones que jamás se dan la oportunidad de conocer otra música que no forma parte del canon MTV.
– Se han dicho toda clase de disparates sobre mi persona que jamás se podrían inferir a partir del texto. Lo piorrr es que es normal, los comentarios en periódicos y revistas virtuales suelen ser así.
– Me encantaría tener una conversación musical con las decenas de personas que centraron su respuesta en decir sólo eso, que no sé nada de música. Lo curioso es que algunos hasta saben específicamente cuales son los músicos que desconozco.
– Muchos de los “productos culturales” que consumen sólo sirven para reafirmar su comportamiento, para fijar sus valores, para venderles un estilo de vida, miren como se alteran cuando se encuentran con un contenido que les lleva la contraria.
– Mucha gente leyó lo que quiso leer y mucha leyó muy poco del texto como para ponerse a agredir.
– No voy a discutir con los que critican el texto porque no es objetivo o les pareció demasiado personal. ¡Es un ensayo libre! ¡Es el género del yo! ¡Debe ser subjetivo y personal!
– El ensayo se centra en Calle 13, pero toca muchas otros temas como la industria de la música, el amor o la fiesta. Nadie ha opinado al respecto.
– Replicante ha sido reconocida como una de las mejores revistas culturales en español, hemos publicado contenidos de primer nivel para todos los gustos, nos caracteriza un espíritu crítico que supondría de interés para los jóvenes. Debieran pasearla un rato, el número va sobre la industria de la música. Tenemos más de cuatro mil seguidores en Twitter, lo consideramos un número decente que seguirá creciendo. El diario Milenio cuenta con 217369, la UNAM con 55570, Televisa Deportes 410431, Shaquille Oneal 3072. Estrellas deportivas, periódicos, emporios mediáticos, una de las mejores universidades latinoamericanas. ¿Y Calle 13? 1,645,504. ¿A nadie más le parece desconcertante y simbólico? ¿De verdad creen que es un desperdicio de KB escribir sobre ellos? ¿De verdad es redundante hacerlo cuando existen cientos de miles de contenidos en internet que los defienden y apenas algunos comentarios tipo blog que lo cuestionan? Esto debe significar algo, por lo menos que sus letras merecen ser estudiadas y criticadas.
– Lo más interesante de todo esto y amerita una reflexión aparte es el poder de las redes sociales.
– De acuerdo, no fue el mejor título, pero seguramente ayudó a capturar la atención, eso no está mal para un título.
– Es cierto, no lo mencioné, pero me queda clarísimo que Calle 13 es mejor que el resto de los reggaetoneros y buena parte de los músicos comerciales en español o en inglés. Me interesó su caso particular por el tema de la rebeldía.
– Lo sostengo, su rebeldía me parece una payasada, me da igual si les parecen divertidos, les gusta bailar su música o la descargan, pero que no abaraten lo que significa ser rebelde.
– Esta experiencia ha agravado profundamente mi intolerancia hacia Calle 13. No más críticas a estrellas musicales por un largo tiempo, la próxima columna va sobre Oscar Wilde.
– ¿Por qué Residente es un modelo a seguir para mucho más personas que Luis González de Alba? ¿Qué nos dice eso de la industria de la música? ¿Qué nos dice eso de los jóvenes latinoamericanos politizados en la modalidad light, de los activistas de pancarta y reggaeton?
– Fanáticos son fanáticos, da igual si se trata de religión, música o política.
Angélica Íñiguez
Aunque no tengo motivos para dejar de oír a Calle 13 —pues los gustos no necesariamente van de la mano de un análisis intelectual minucioso— el texto me parece bastante bueno. Felicidades al autor.
Rodrigo
De nada sirve pretender hacer criticas sociales de ese tipo, es bien sabido que el medio del espectaculo crea iconos disfrazados de ideologia que por una temporada se vuelven el boom para todo sector de la sociedad. El problema no radica en esto, radica un poco en nuestra estupidez para comprender que las cosas han estado asi desde al menos la invencion de ese gran enemigo que son los medios masivos de comunicacion (esto claro por el detestable uso que le damos) y que no podemos defender a unos y juzgar a otros pues todo artista del espectaculo tenga o no buenas intenciones va a basar su imagen y su discurso a su convencia.
DEJA DE MAMAR Y mejor date cuenta que la mascara la traemos puesta absolutamente todos.
Jaime Jaime
«…están en perene casting para llenarlos (los estereotipos)…» La idea es muy cierta, pero también es ahí donde acaba el artículo, lo demás fue ensañarte con comparaciones irrelevantes para la exaltación de ídolos más propios de alguien que buscando etiquetarse de culto.
Hace dos meses en su concierto en Guadalajara lo vi dar un espectáculo tan acartonado y poco espontáneo como cualquier artista pop de lista B, y para mucho colmo mal producido y mal organizado. El cuate mostró para mi gusto un comportamiento muy incongruente con el de alguien que en sus letras aparenta ser impulsivo y andando entre la gente se siente en su elemento. Una decepción grande.
Residente es un personaje sí, muy limitado que parece haber leído «El Manual para quejarse como Rebelde» en su obsesión por denunciar al sistema opresivo, que toma elementos de la cultura pobre y del héroe de barrio que además abraza valores implantados desde MTV Latinoamérica (diversidad, fiesta, unión de hispanoamérica) para hacer versos que resultan simpáticos.
Sin embargo sí es diferente de todos los reggaetoneros y de muchos otros artistas latinoamericanos porque vende humildad, empatía, irreverencia y carcajada, quizá no le sean auténticas, pero las representa, y eso es refrescante. Y sí le reconozco que dentro de sus discos, y como él mismo lo aclaró durante el concierto, hay momentos para hacer de lado las pachangueras que le pide la disquera y escuchar con atención:
· Cómo no embelesarse con la imágenes exquisitas que nos describe «La Perla»
· «Que lloren» que destroza los cimientos de la cultura reggaetonera y aparenta haberlo hecho con la mano en la cintura
· «La Vuelta al Mundo» la declaración de amor de un perdedor conflictuado
· «Latinoamérica» tan sensacionalista que me pone la piel chinita cada vez #quelehace
· «La Bala» retrato cínico de una realidad que engendra maras y cárteles.
Son mis favoritas y son las que escuché mientras escribía esto y todas me parecen dignísimas.
Otra cosa, más importante, no me interesa el artículo que vayas a escribir sobre Lady Gaga si vas a hacer algo parecido, ya hay demasiada gente averiguándola sin conseguir agotar sus misterios, tú no vas a descubrir el hilo negro. Si para ti la misión más encomiable de un artista es transformarse para que no lo alcance la máquina mediática, para mí eso para mi no tiene mérito, es puro delirio de persecución, en cambio alguien como Lady Gaga vive en una perenne y disimulada burla hacia los medios manteniendo la integridad de su personaje excéntrico, además seguro criticarías su música que es pésima y para mí solo se explica como una extensión necesaria de su manifiesto.
Michelle
Hola, Bueno mira creo que Calle 13 es comico nada que ver con Eminem es es un hombre con DEMASIADOS traumas y no porque cante de odio o de sus traumas es un verdadero artista porque si te pones a pensar A QUIEN NO LO A DEFRAUDADO LA FAMILIA.? Eminem es bueno porque TIENE TALENTO no porque cuenta historias de verdad o porque sufrio mucho y tiene derecho a ser rebelde es tonto eso, uno es rebelde porque no esta conforme con algo no por traumas eso ya es otra cosa son PROBLEMAS. Calle 13 no es solo Rene perez cantando cosas sin sentido como tu dices entre lineas NO! donde dejas los musicos? y la corista etc….! ellos son famosos porque tienen TALENTO.! sino no lo fuera acuerdate LA SUERTE ES CUANDO EL CONOCIMIENTO ENCUENTRA LA OPORTUNIDAD. Tu dices que el no tiene derecho a ser rebelde porque fue a la universidad vivio bien y sus papas no son locos, sino son personas centradas. Mira cada individuo es diferente asi se crie en las mismas condiciones que otro eso son factores cerebrales que uno desarrolla y listo, soy hija de una abogada y estudio ingeniería algo mas monótono que eso? NO HAY! jajja y cuando escucho calle 13 no me creo rebelde o voy y hago locuras NO! me parece chistosas y relajantes las letras porque es lo que muchossss pensamos hacer y no podemos por la sociedad. Calle 13 crea musica para que te rias de la sociedad no para que te deprimas por tus problemas como eminem jeje y cuando hablan de politica ES SU OPINION muchas veces creo lo mismo otras no pero la MUSICA es arte Y el arte no siempre tiene que ser REAL.. rene puede crear personajes porque eso hacen los artistas entretienen a su publico y se expresan por medio de cosas que no necesariamente son reales. Si tu piensas que no son buenos No los escuches pero aprende en verdad QUE ES SER UN ARTISTA… ES CREAR INVENTAR IMAGINAR..
Patricia Martin
Joaquín,
Antes que nada quiero decirte que no soy mexicana (ni puertorriqueña) Tengo demasiados años (de vida y de educación formal) como para considerarme dentro del perfil típico de una fan de Calle 13. Para colmo no bailo reguetón!
A tu aseveración de que Calle 13 es “prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano”, podrían hacerse cientos de contra-argumentos más o menos elegantes. Pero para usar tu mismo recurso estilístico, te diría que tu artículo es pseudo-erudito, reduccionista, obtuso desde el punto de vista musical, reaccionario y malinchista.
No importa si la discusión versa sobre metafísica o comida árabe, cuando uno tiene de verdad algo que decir, no necesita invocar a Huyssens, Camus, Leonard Cohen, Miles Davis o Tom Waits. Lo que hiciste en tu texto denota más inmadurez intelectual que erudición.
Eminem es un artista y un iconoclasta, al igual que Residente lo es, a su manera. Hacer una comparación descontextualizada como la que hiciste, sin embargo, no tiene ningún sentido, ni teórico ni musical.
El argumento donde se cae conceptualmente tu crítica, sin embargo, fue aquel donde intentas desacreditar a una supuesta “figura rebelde mediática” en base a un “profiling” de clase….como si para ser socialmente contestatario fuera requisito haber nacido pobre….deja un poco a Guy Debord y léete la historia de este continente, anda! Que para saber a donde uno va, tiene que primero saber de donde uno viene…
Merequetengue
Demasiado subjetivo y prejuicioso. Buscá hirientemente destruir mediante la crítica a una agrupación. No da un sólo crédito, pura destrucciòn. Por tal, no es objetivo.
Luis Felipe
Yeah.
Arturo Garcia
Dejame primero expresar mi absoluta decepción en la Revista Replicante. Yo fui un asiduo lector de La Mosca en la Pared, un gran periodismo de música y cultura, tan divertido leerla que no me duraba ni un día y al ver que Residente de Calle 13 ponía tu crítica, recordé el espacio de Vacas Sagradas de Goyo Cárdenas. Igualmente me habían recomendado esta revista en vista de que mi amada Mosca había desaparecido.
Oh sorpresa cuando empecé a leer tu verborrea, laaaarga, aburrida, falta de humor, pero sobre todo pretenciosa y arrogante y con una sensación que no me podía quitar de la mente…inmadurez. Parecía un artículo escrito por un preparatoriano que se jacta de intelectual. Luego vi tu perfil…pues claro, eres un mocoso, lo cual no tiene nada de malo, pero tu falta de seguridad en tus opiniones e ideas se notan al hacer tantas referencia a: Huyssens, Camus, Guy Debord, Henri nosequienputas, Leonard Cohen, Miles Davis, Tom Waits. ¿Quien es el editor de esta revista? Como te permite escudarte detrás de tanta referencia (no te basto con usar referencias uberintelectuales, las cuales dudo comprendas al cien, sino que usas solo el apellido en varias ocasiones, como si fuera obvio de quien hablas). Goyo Cardenas se rebanó deliciosamente a Vacas Sagradas como Radiohead, Cerati, U2 y un largo etc. y lo hizo con humor, sin referencias y en menos de una cuartilla. Quizá le venga bien a la revista volver a lo impreso para así ponerle límites a sus escritores (leí una parte de tu historia del hojalatero, pero una vez más, largo como la cuaresma y lo dejé a medias, no me hizo hacer ni una mueca aún cuando tu mismo lo catalogas como humor).
En cuanto a Calle 13, tus argumentos tienen tantos agujeros que no alcanza aquí para contarlos. No porque mencione a la virgen de guadalupe es guadalupano. Se está poniendo en los zapatos del migrante para cantar su canción, ¿o acaso Camus no te enseño el concepto de la empatía y el sentido figurado? Igual dice que la «mafia mas grande vive en el vaticano» o «con casi nadie me meto, excepto con reguetoneros, potliticos, religiosos y moralistas». Ni hablar de tu comparación con eminem, quien expresa otro tipo de rebeldía por completo y su desgracia era personal, remediable con simplemete largarse a un barrio blanco y lejos de su madre, en contraste con la de Residente que es una ocupación de facto de su país por los EEUU.
Pero lo más risible de todo es que no tienes ni puta idea del hip hop, porque a todas luces se le puede llamar a calle 13 hiphopero, aunque le pegue a muchos otros generos. De algunas cosas se algo, de otras nada, pero de algo que sí puedo hablar es de hip hop. Las otras dos referencias que hiciste fueron a violadores del verso y a beastie boys. Primero, me latía, despues de ver tu estilo pretensioso, que los tales violadores del verso eran algun grupo que pusisite porque eran lo menos conocido que pudiste encontrar para que la gente diga: «ah cabron, este guey si sabe, nunca he oído hablar de ellos». Gracias a la magia del internet, los pude escuchar, y no estan mal, pero no hay nada en lo absoluto que los distinga, ni en versos, ni en beats (ademas de poco originales, pinches gachupines vestidos como negros y haciendo ademanes de negros, al menos residente tiene su propia personalidad, no la toma prestada y aún se distingue de sus mismos compatriotas que estan cortados con la misma tijera). Me recordó al cartel de santa. Estos dos se pierden fácilmente en el mundo tan amplio del hip hop.
Pero donde te cagaste fuera del hoyo fue donde dices que las rimas de los Beastie Boys son mas «finas», término por demás mamón. A mi me encantan los BB, y sus rimas suenan bien con la musica que hace, pero cualquier verdadero fan de hip hop te va a decir que sus rimas dejan mucho que desear, al grado que es una famosa broma entre los jipjoperos. Si se compara con las rimas de Biggie Smalls, Tupac, Erik B & Rakim, Redman, Jay z, Outkast, en fin, los BB no le llegan ni a los talones. Su talento es mas bien el de musicos innovadores libres de los limites del Hip Hop. Calle 13 en cada aspecto es original, su manera de rapear, su sentido figurado, sus beats, sus temas. Para acabar pronto, si no te gustó «sin exagerar», «la crema», «digo lo que pienso», «ven y criticame», entonces no te gusta el buen hip hop, así de simple. Mas bien lo ves desde la perspectiva intelectual, y no lo sientes, lo cual te llevo a hacer referencia a los BB.
Tengo 400 carros
400 motoras
un caballo que vuela
a 100 millas por hora
tengo compradas a todas las emisoras
y pa lavar el dinero
30 lavadoras
yo consigo lo que sea
mujeres con 2,3,4,5 tetas
30 enanas
que me jalen la casqueta
mientras duermo
y que nunca me peguen los cuernos
tengo karatecas de indonesia
que te cortan los testículos sin anestesia
tengo meao agridulce
meao salado
meao en cono
frape de meao congelado
llego el que se mea fuera de la tapa
Calle 13
aka superman si capa
mi sueño es ser bien famosos como madona
mmm, mejor dicho maradona
estar todo el dia hueliendo acetona
y que mi musica se escuche hasta en barcelona
Escuchala, y si no te gusta, piensa muy bien antes de hacer una critica que tenga algo que ver con el hip hop. Y recuerda que hay mas cosas de las que tu leiste en la universidad. Le pides a tus lectores que escuchen y lean a quien tu has escuchado y has leído, pero no escuchas lo que te dispones a criticar, diciendo que calle 13 es regueton. Dudo que sientas que Ruben Blades «salsea como lo dioses», porque creo que sí te gustaría «La Perla» si realmente fueras fan del Fania, o que sepas lo que es el afrobeat y quien es Fela Kuti, porque te hubiera emocionado como a mí el escuchar «todo se mueve». No todo es Miles Davis y Henri Suputadamadre….
aris
Citación : «¿Pueden nombrar algún gran músico del siglo pasado que se degradara a sí mismo de tal forma? Calle 13 se sostiene gracias a YouTube.»
– Jimmy Hendrix
– Jim Morrison
– Miles Davis
– Mozart
Quieren mas ??
– the who
– kurt cobain
Que se créén ? Que Mozart no hubiera utilizado internet ou youtube si la technologia hubiera existido en su tiempo ??
Raul
@Cesar Saldivar
jajajajajaja ;)
.-………..
El texto esta chingonsisimo, confieso que los escucho por diversión y porque soy adicto a esa maquina de insaciable de fiesta, y gustoso de pertenecer a la dictadura de la música, me encanta la música, soy melomano.
Pero tienes que admitir que la particularidad del grupo es que atrapa a escuchas de «gustos mas exquisitos», sobre todo cuando te refieres a que tienes amigos que leen mucho pero les agrada la música de dicho grupo.
De ahí en fuera, creo que la masa, tiene la música que merece, y aunque es cierto, que el aparto Pop moldea muchos aspectos de nuestra vida diaria, creo que es algo inevitable, es el camino que se sigue en muchos aspectos del arte y el entretenimiento después de la guerra fría, los avances tecnológicos, y la dependencia cada vez mayor a la economía.
cascabelera
Èste era el párrafo, veo que la página lo omitió: La rebeldía se ha vuelto un elemento sustancial del espectáculo
Impertinente
jejeje, insistes en comparar la gelatina con un rib eye
yo no critico ni juzco ni justifico
soy solo un outsider en este medio
un bloguero que no sabe nada de rapero
que no rima ni hace chiste
pero cuando leo cosas como estas
siento que mi corazón se pone de cabeza
cuando leo al Peón escribir a rienda suelta
digo este muchacho que tiene en la cabeza
si compara el puchero y la gelatina
como si se pudiera decir que es mejor la noche o el día
el mar o una montaña, un pez aguja o una mantarraya
si aplicara lo que dice a sí mismo
encontraría que es el calle 13 de los replicantes
y para muestra este último botón
que bien se encajá en este culebrón
«Tiene que dar su opinión sobre todo, lo cual se vuelve muy incómodo. Peca de cursi y juicioso. Por momentos es moralista, por no decir mesiánico. Le pone demasiado peso a la frase por encima del todo, es discontinuo e inconexo. Sobrestima sus propias obsesiones por encima de las de sus personajes»
Pero como me cae bien este cabrón y es coquetón
se le perdona por intentar escribir y no anda de baquetón
porque la realidad de este mundo mundial
es que el que triunfa no es solo por talento
es porque aqui el que hace las cosas es el que logra destacar
sea malo o bueno, lo importante es trabajar
cascabelera
<> En este párrafo comienza tu crítica analítica, sustentada en elementos textuales (retórica, semiótica, industria cultural, etc.) pero antes sólo expusiste juicios de valor y jerarquías: Eminem es mejor que Calle 13. Además la tendencia de relacionar la biografía con la obra es totalmente caduca, innecesaria e inútil para examinar la calidad de un texto porque existe algo que se llama «la verdad poética» y es que la obra consigue verosimilitud propia, independiente de su contexto de producción. Me gusta tu análisis y estoy de acuerdo en que Calle 13 es un producto del mercado. Sin embargo, no todo lo que terminó siendo una mercancía fue en principio basura, a veces también los verdaderos artistas, los creadores de calidad tienen éxito comercial, como tus mismos ejemplos, Cohen, Dylan, entre otros. Por otro lado, si bien, no estoy a favor del fanatismo y de pagar fortunas por un recital en vivo (cuando están al alcance de mi bolsillo sí trato de ir) ni de tenerle fe a nadie, sí creo que Ceratti y Silvio Rodríguez son buenos músicos. Tienen un uso retórico elegante en sus letras y arreglos interesantísimos en sus armonía y acordes (te debo el análisis textual pa’ la otra). Independientemente de los cambios históricos, para mí el arte siempre deberá cumplir con la traida que recomienda Aristóteles: enseñar, conmover y deleitar y veo el arte con su connotación antigua de técnica, por tanto, no cualquier ruido es música, ni arte, mucho menos lo que hace Calle 13.
cesar saldivar
que lástima replicante ardido, calle 13 tuvo un salto del genero reguetón a lo que sería la musica urbana(no reguetón), no podrias comparar a eminem por que eminem es del genero rap, calle 13 no lo es, mucho menos los que en verdad son reguetoneros y que dicen ser raperos; ¡estudia un poco de generos antes de hacer comentarios fuera de contexto!
Guillermo Parraguirre
Ya lo lei. Algunas cosas son ciertas, pero el texto tiene mucha erudición y más prejuicio.
Guillermo Parraguirre
Lo lamento, no había leído la aclaración número 3. De cualquier modo no lo comparto.
Guillermo Parraguirre
Apenas comienzo a leer pero aclaro que no son reggaeton, tocan varios géneros.
Vamos a leer a ver si me convences.
Zariá
Sólo puedo decir que tu artículo es grandioso. La verdad me muero de ganas por leer tus respuestas a algunos de estos comentarios «inteligentes y revolucionarios», pero supongo que no hay mucho que responder si su nivel de discusión se queda en insultarte y llamarte ignorante…