Provocador, irónico y ácido, el comunicador español repasa la historia presente del periodismo. El hombre clave en el desarrollo digital de los diarios El País y El Mundo cambió de vereda. Ahora apuesta por desarrollos independientes en el universo web. Compartimos cinco días en Lima junto a este gran innovador en un taller sobre emprendimientos digitales.
“Me gustaría volver a tocar la batería”
Fin de la entrevista. El cierre es el comienzo de una historia circular. El protagonista: un maestro de escuela y psicólogo que derivó en periodista, infógrafo, gerente y talibán digital. Y, como saben, músico. Integrante de Menta, grupo que alguna vez fuera telonero del mítico Tequila durante la década post Franco. El pasado latente se mezcla en la líquida frontera del tiempo y del espacio. Al igual que las hiperhistorias que narra la red, los pasos de Mario Tascón están plagados de enlaces hipertextuales, gramática atomizada, algoritmos fragmentados y elementos geométricos con altas dosis de humanidad.
En la Lima que nunca llueve pero que igual moja, el inventor del original portal español lainformacion.com se mueve lento y escurridizo. Su sonrisa de rictus contenido, presumiblemente irónica, funciona como una carta de presentación. Un Stop previo a una gran frase. Un mensaje con entradas múltiples. “Internet es como un flipper, nosotros manejamos sólo dos botones. Y la bola suele quedar rebotando en los distintos rincones de juego, sin que podamos hacer demasiado”. El hombre que llegó al periodismo en 1984 de la mano del diario barrial Bierzo 7 de León, España, prepara su libreto para dictar el Taller de Emprendimientos Periodísticos en Internet, organizado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano que preside Gabriel García Márquez. Un par de apuntes, borrones, incógnitas, certezas y videos que serán presentados a un puñado de periodistas latinoamericanos. Y Tascón habla de matemáticas, autómatas, informáticos, convergencia, divergencia, planes de negocios, usuarios, triángulos, redes, etiquetas, resortes dramáticos y la vibrante emoción de contar historias.
“Un periodista debe desarrollar el sentido común”
Sonríe cómplice. Perú es el sitio elegido por la FNPI para desarrollar el encuentro durante cinco días. La comunión alrededor de la exuberante gastronomía limeña hace que la conversación se escape de la universidad. La academia se interna en el fango cotidiano de cebiche, chifa, pisco, salsas y condimentos que desconozco. Cada sabor es una partícula que puede individualizarse. Aunque cada elemento forma parte de un todo. Al igual que en la red.
“La principal habilidad que debe tener un periodista es la de saberse mover. Un periodista está doblemente obligado a entender el desarrollo de los entornos digitales, ya que toda la sociedad lo está haciendo”.
Un mensaje con entradas múltiples. “Internet es como un flipper, nosotros manejamos sólo dos botones. Y la bola suele quedar rebotando en los distintos rincones de juego, sin que podamos hacer demasiado”.
Tascón es un viejo lobo de la prensa. Sus teorías están basadas en más de quince años de experiencias en los medios más importantes de España. En 1989, cuando internet se visualizaba a la par de la caída del Muro de Berlín, ingresó a El Mundo en la sección Infografía. Allí comenzó a desarrollar una precaria web. Entre 1991 y 1996 consiguió los máximos galardones en los premios de la Society of News Design (SND), incluyendo varias medallas de oro, menciones especiales del jurado y un Best of Show por su desarrollo digital. Desde junio de 2000 se desempeñó como director general de Contenidos de Prisacom, sociedad que gestiona las actividades digitales del Grupo Prisa. A su cargo estuvieron los webs del diario El País.es, Cinco Días, el deportivo As, la radio Cadena Ser y la radio 40 Principales, entre otros. Hasta que en mayo decide liberarse de los grande medios y se lanza a un proyecto propio: La Información.
“En este momento estamos todos probando. Y suele haber una prueba en exceso. La herramienta se confunde con el mensaje, la manera de manejar esa herramienta se confunde con la habilidad, la emisión de mensajes continuos parece ser lo primero. Por ejemplo, un caso que se ha puesto de moda, existe una herramienta que mide tweets por horas para ver quién emite más utilizando Twitter. Creo que la base tiene más que ver con lo cualitativo que con lo cuantitativo. A veces, el silencio suele ser más interesante, por ejemplo, no emitir ningún tweets durante diez días. No decir nada sino no hay nada que decir”.
Ácido. De un fino humor.
—Acuñaste el término de talibán digital. ¿Te considerás uno de ellos?
—Así nos han llamado durante mucho tiempo por pensar distinto. Y la mejor manera es aceptarlo. Pertenecemos a la tropa digital contra el ejército regular. Ellos están en un terreno desconocido como cuando Napoleón llegó a Moscú. El ejército está desarropado, es invierno y tienen que cruzar estepas y ríos donde se mueren la mitad de sus caballos. Cuando llegan hay un grupo con características similares, han quedado allí de otra guerra y cuando los quieren ayudar, porque se están muriendo les dicen “No, ustedes son los culpables”. ¿Culpables de qué? Y sin ánimo de exagerar, hay una frase de Nietzsche que pinta este momento: “Si a alguien no se le puede ayudar a volar, lo mejor es que caiga más deprisa”. Bromas aparte, esta etiqueta forma parte de la prensa. Se ha dicho muchas veces “ahora hay grupo de talibanes digitales, de bandas callejeras”. Tener fuertes convicciones o pensar que existe un cambio de paradigma, es otra cosa. Aunque si usted piensa que por ello soy un talibán, vale. Soy un talibán digital.
Cambio. Renovación. Su renuncia a la cadena más importante de España y la fuerte apuesta por un medio independiente genera interrogantes.
—¿Por qué te fuiste del Grupo Prisa?
—Ya no tenía ganas de esperar a nadie. Empecé a vivir ciclos que se repetían. Cambiaban los tiempos, cambiaba la tecnología y yo sentía que avanzábamos muy despacio. Y empecé a tener la convicción de que lo que ocurría no era sólo en el medio donde estaba sino un tema general de los medios tradicionales. Otra vez se empezaba a discutir el cobro de contenidos, las redacciones integradas.
Mario Tascón viene del mundo de la infografía, de ahí su fanatismo por visualizar sus ideas en formas geométricas. Cuando presentó el sitio La Información lo hizo con el dibujo de un triángulo. En cada uno de los vértices se hace referencia a los autores de la información: profesionales, usuarios y autómatas. En la cima, están los contenidos elaborados por los periodistas. En los ángulos opuestos, la producción que aportan los usuarios —redes sociales— y en el tercero la data que generan las máquinas –Google News, por ejemplo.
“Cuando hablamos de información generada por robots nos referimos a la agregación de contenidos, es decir, a la jerarquización y ponderación automática de noticias de diversas fuentes. En castellano, apenas hay más ejemplos que Wikio, Cunoticias y Google News, este último, a pesar de ser el pionero y el más famoso, con un algoritmo de ordenación cuanto menos defectuoso. En Estados Unidos, sin embargo, estos sitios comienzan a plantar batalla a los medios convencionales. El paradigma de esta tecnología lo encontramos en Topix, un agregador que se nutre de 50 mil fuentes diferentes y ha conseguido en poco tiempo una audiencia mensual de seis millones de usuarios únicos”. Desde el blog 233grados.com los creadores de La Información fueron informando paso a peso el proceso de construcción.
“Ahora solo tengo mis problemas. Problemas digitales”.
—¿Qué premisa tienen en La Información?
—Yo les digo a los periodistas que tiene que hacer piezas de periodismo. Quienes hacen la portada de La Información deben pensar en aquel hombre que, cuando la lea, le debe servir a la hora de llegar a un restaurante o a una reunión de negocios para saber sobre qué hay que hablar. Y además debe saber algo importante, algo interesante y algo sorprendente. Esos tres elementos los tenemos que tener en cuenta cuando realizamos una nota y la portada. En La Información uno de los aspectos más originales tiene que ver con las nuevas narrativas. Nosotros tenemos las pinturas de colores y las usamos. Prefiero que las gastemos, pero hay que usarlas. Nos salimos del guión continuamente y eso nos está dando éxito. Hemos roto muchas estructuras de páginas.
Las pinturas de colores no son, ni más ni menos que novedosas infografías, diseños interactivos y estrategias específicas con cada red social que utilizan. Tascón, que transforma la herencia analógica en creatividad pura, critica con aspereza la falta de originalidad en la agenda mediática. “Somos tan tontos como periodistas que cada vez que Google cambia de logo en su página a eso lo transformamos en noticia. Eso yo lo hacía en el diario El Mundo papel el los noventa. Cambiar el logo, de cuando en cuando y ante determinada noticia. Eso también se lo he visto hacer a Liberación en los ochenta, por ejemplo, han impreso un diario en azul (el color habitual era el rojo) por el día del agua. Y ahora miramos como tontos qué hace Google con su logo”. Queda claro, eso no es usar las pinturas de colores.
—¿Cómo ves el presente de la prensa escrita?
—La prensa en general está demasiado aturdida. Con sus problemas que no se han asumido y muchos de ellos tienen que ver con los mercados y con la entrada de las compañías periodísticas en la cotización en bolsa a fines de los noventa. Y no sólo ha sido una mala experiencia para las empresas que estaban sino una mala referencia para las que no estaban. La Bolsa condiciona. Y lo ha hecho con los periódicos. De pronto, los periódicos han tenido que atender a un nuevo público: los inversionistas. Ellos no miden al periódico de la misma manera que lo periodistas ni que los directores. Los inversionistas buscan beneficios y los beneficios se hacen ingresando mucho y gastando poco. Y en esos años el mercado fue manejando los ingresos y recortando gastos. Empezaron a ajustar los tornillos en la distribución, en el mejoramiento de la impresión hasta que recortaron la cantidad de colaboradores, luego los fotógrafos. Y siguieron… Es como el cuento de autoayuda donde hay dos ranas. Una de ellas está en agua tibia, lentamente el agua va entrando en hervor, pero la rana se queda porque está calentita y cómoda hasta que se muere hervida. En cambio, la segunda rana llega al agua hirviendo, la toca, se queda y se va de un salto.
—¿Y la rana que se queda en el agua son los periódicos? ¿Están cómodos pero van hacia una muerte segura?
—Claro. Los periódicos van entrando poco a poco en la decadencia.
“Y si hay que recortar una agencia, se recorta. Y si quitamos dos agencias más. Pero, joder, es que hace menos de un año ya nos habíamos desprendido de una”. Tascón recrea un supuesto diálogo de inversionistas. Los imita. “El suicidio de los periódicos es como el de la bañera, se van desangrando, poco a poco”. No es casual que el español talibán hable de suicidios. En la conferencia titulada ¿Los periódicos de mañana se llamarán periódicos?que dio en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas jugó con las caricaturas del británico Andy Riley, donde un grupo de conejitos hacen lo imposible para suicidarse. “Los medios tradicionales ya no saben que inventar para suicidarse”.
—Pareciera que el peor de los males de los diarios en papel se les atribuye al avance digital. Pero la caída de las compañías tiene varios orígenes…
Tascón, que transforma la herencia analógica en creatividad pura, critica con aspereza la falta de originalidad en la agenda mediática. “Somos tan tontos como periodistas que cada vez que Google cambia de logo en su página a eso lo transformamos en noticia.
—Hace algunos días el director de Comunicaciones de Google para Latinoamérica, Alberto Arébalos, dijo: “Lo que va a matar a los diarios no es internet, es el aburrimiento”. Y esto lo que vengo sosteniendo en mis conferencias. Cuando la escuché pensé, al fin, otro más (aplaude). Somos aburridos por varias razones, cada vez tenemos menos tareas creativas, la convergencia ha llevado a que los profesionales tengan cada vez más tareas y todo se ha gestionado de modo muy poco profesional. Por ejemplo, un tema que nadie aborda es cómo se realiza la selección de personal de un periódico, que se arrastra del siglo XIX. Por lo general llega al diario un amigo o un familiar, puede caer lo bastante simpático, se va quedando y con los años tiene un lugar preponderante.
—No existe ningún estándar sobre cómo postular en un periódico. ¿Qué habilidades y competencias se ponderan actualmente?
—No se sabe cómo se mide esto. Por lo general se cubren huecos. Pero esos huecos hay que planificarlos. Otro ejemplo concreto es el uso de los presupuestos. Cada secretario de redacción maneja una especie de microempresa: salarios, colaboraciones, viajes, materiales. Y lo que debe preguntarse es: ¿En mano de quién está ese presupuesto? Y no digo que se necesiten diplomas financieros, lo que falta es sentido común. Las funciones de estos roles se han modificado un poco. Hay una función —que a los periodistas no nos gusta mucho el nombre— que es la de product manager. Es un equivalente de redactor jefe, pero se es un jefe moderno. Posee las funciones de redactor jefe convencional pero además gestiona productos. La relación con los proveedores, las elecciones de agencias, la relación con otros colectivos sociales —incluyendo a los periodistas. Si observamos otros oficios u otras profesiones, no son tan endogámicos. Y a nosotros se nos supone abiertos, curiosos, viajados… Y al fin somos de lo más conservadores. La resistencia al cambio es propia de la humanidad, pero en algunas profesiones como la nuestra es curioso que se sostenga.
Curiosidad. Sentido Común. Creatividad. Narrativa. Pinturas de colores
El taller de periodismo en Lima está por comenzar de la mano de un gran emprendedor. Un periodista que atravesó la historia viva de internet. “Cuando alguien tiene que atender dos cosas a la vez, las realiza con lo que en matemática se denomina el mínimo común denominador. Por ejemplo, yo creo que el tratamiento audiovisual de la prensa digital es amateur, habando de The Wall Street Journal para abajo, en todos los medios la carencia audiovisual es notoria”. Los medios tienen mucho que aprender. “Aún estamos a tiempo”. Y añora su paso por el periodismo barrial donde todos hacían de todo. Eso era lo más aparecido a la convergencia. En el repaso de su historia, resuena un eco de ritmos. La batería ochentona de Menta sigue latiendo en el alma de este tipo que, en cualquier momento, se lanza a otra aventura circular. En la red, como en la vida de Tascón, cada parte es un todo, sin principios, sin finales. Nodos digitales que se disparan hacia cualquier parte. ®
Aclaración: Mario Tascón se alejó de La Información en octubre de 2010 por motivos personales, aunque continuará vinculado al proyecto de Dixi Media Digital, como asesor principal del presidente de la sociedad, Juan Kindelán.