La poesía satírica de Francisca Carlota Cuéllar

Cuatro tentáculos de la Anémona

Este 8 de marzo de 2023 festejamos la aparición del libro de Paz Ferrer, La poesía satírica de Francisca Carlota Cuéllar, escritora decimonónica mexicana que combatió las leyes del patriarcado en pro de los derechos de la mujer.

Francisca Carlota Cuéllar, 1836–1895.

Este volumen resulta imprescindible para comprender los movimientos feministas que irrumpieron en la década de los años sesenta en el siglo XX. Ediciones Navarra realizó una cuidadosa impresión y las lectoras y los lectores del presente milenio podemos ahora acercarnos a su poesía irreverente. —Patricia Rosas Lopátegui.

* * *

Indómita e ingeniosa, incansable profesora de música entre socialités de estática belleza, y autora de una colección de versos tan breve en número como pícara y arriesgada en cuanto a escenas y motivos, Francisca Carlota Cuéllar (Ciudad de México, 1836–1895) fue una de esas enigmáticas poetas decimonónicas a las que la pluma rescató del anonimato y el tiempo ha insistido en devorar.

Creadora de un universo único y de una marejada de personajes más bien cuestionables y viciosos, Anémona, como se hizo llamar nuestra autora en la mayor parte de sus publicaciones, usó el humor y la ironía para tratar temas tan trascendentales como la educación femenina y la urgente necesidad de progreso en las formas de gobierno.

Este fragmento de su poema “A la primera Dra. e inspirada poetisa Srita. Matilde P. Montoya” refleja esa sed por instruirse e instruir a otras mujeres que caracterizó a la autora a lo largo de su vida y que más tarde la llevaría a renunciar al universo editorial en nombre de su absoluta libertad como artista y pensadora:

¡Alza tu limpia frente sabia doctora,
Inspirada poetisa, gran escritora!
Que si aún la vil envidia ponzoña lanza,
A la altura do te hallas, su mal no alcanza,
Cumple, pues, la que hoy tienes, misión sublime
De aliviar al enfermo que triste gime,
Ya has mitigado algunos grandes dolores:
Sigue, y que tu camino rieguen con flores,
Cual lo merece,
Quien a su sexo y patria tanto engrandece.

Poseedora de una envidiable capacidad a la hora traducir sus inquietudes, sus denuncias, e inclusive sus puyas personales en poemas, Francisca Carlota Cuéllar está por encima de lo predecible o lo políticamente correcto, como lo muestra su pieza “Los bigotes”, hoy fácilmente enmarcable dentro de lo estereotípico, pero no por eso menos refrescante y audaz:

Un hombre de treinta años, sin bigote,
[No siendo, por supuesto, sacerdote,]
Sino alguien a quien Dios no se lo ha dado,
O que le guste verse rasurado
Y tenga mil afanes y desvelos
Por evitar allá en su cara pelos…
Éste, por lo común, es un malvado;
Falso, hipócrita, pillo consumado…
Pues son escasos los lampiños buenos;
Yo conozco a muy pocos por lo menos…!

Crítica del mundo y de sí misma, hay en los poemas de nuestra Anémona un grano cáustico y jovial, una diminuta daga capaz de abrirse paso a través de las generaciones y de traer a su chismosa “Doña Faustina” a este lado de los siglos:

Viva, renovada y desafiante, Francisca habita aún en cada uno de sus versos, y apuntando con el dedo a los inextinguibles “Cangrejos frescos”, no ya desde su desmoronada trinchera, sino desde el modesto castillo que por tantos años le fue negado, remeda la voz del macho para hacerle ver su insensatez y su egoísmo:

—Mucho aprecia usté a su yerno;
Buen provecho, amiga mía,
Y pues que tanto se exalta,
No le daré más noticias:
Supóngalo usted un ángel,
Y sacrifique a su hija;
Yo quise hablarles a tiempo,
Porque es mi deber de amiga:
¡Sé que tiene otros amores…!
¡Que de por medio hay familia…!
¡Que anda siempre acompañado
De la gente más perdida…!
¡Que le han ajustado cuentas
En una comisaría…!
Y tanto ¡…tanto, señora…!
Pero usté se encoleriza…
No quiere escuchar razones…
¡Pobre niña!… ¡Pobre niña!…
¡Quién piensa en la que estudia
Y premia sus afanes,
Cuando hay toros, cancanes,
Y albures, y embriaguez…!
¡Cuando es nuestro delirio
La sangre, la matanza…
Cuando es nuestra esperanza
De gloria… el redondel!
Cangrejos, ya no más, etc.

Piensas tú, anti–musa, en aquella que hoy estudia, que escribe, que lucha y se revela; piensas, primigenia sembradora, en quien desentierra, no con menos garra, la abundante cosecha de tu esfuerzo y tu malicia… ®

Nota
El libro La poesía satírica de Francisca Carlota Cuéllar (México: Ediciones Navarra, 2022), puede adquirirse en Amazon, entre otros sitios y librerías.

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Publicado en: Ensayo

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