Me pregunto por qué ninguno de los detractores de Avelina Lésper, después de haberla leído, se ha preocupado por desmontar puntualmente sus argumentos o por desmentir sus afirmaciones.
Escribe mi amigo el artista y eventual crítico de arte Eduardo Abaroa en su artículo «Teoría del superfundamento» que le «Causa lástima oír en el programa de radio Resonante, de la revista Replicante, a una crítica admiradora de Arturo Rivera, quien nos informa el contraste que su obra establece con el arte sin fundamento y pretencioso: ‘O sea, la filosofía está allí… Es una carrera súper fundamentada'». Evita mencionarla por su nombre pero se refiere a Avelina Lésper en la entrevista que le hice para nuestro podcast a propósito de su texto «Arte y Narco». Menos mal, supongo que es solamente eso lo que le provoca ese sentimiento en relación con nuestra revista y los más de doscientos autores que hemos publicado desde abril, cuando nos lanzamos como un portal digital (y en la versión impresa, de noviembre de 2004 al mismo mes de 2009, rebasamos más de mil autores). ¿A qué viene este rápido recuento? No se trata de ninguna pretensión gratuita sino de notar, por enésima vez, que en cuanto algo que publicamos irrita a alguien quiere hacer ver a la revista como si ésta, con todos sus colaboradores al unísono, defendiera férrea y homogéneamente un solo y único punto de vista (aclaro que expreso mis coincidencias con Avelina a título personal). Probablemente Abaroa no ha leído los demás artículos sobre arte de varios autores de tendencias divergentes, algunas afines a las de Lésper y otras totalmente encontradas. En total, catorce artículos, de los cuales por lo menos tres o cuatro serán de su agrado, incluyendo el de Lilián Bañuelos y Lorena Peña, «Y sin embargo es arte», escrito expresamente para refutar a Lésper. Los demás, lo siento, también le causarán lástima.
Me pregunto qué tiene de malo ser admiradora, o admirador, de Arturo Rivera, o qué tendría de malo serlo de Gabriel Orozco o del mismo Abaroa, quien seguro tiene algunos —hay de todo en la viña del señor. Me pregunto también por qué ninguno de los detractores de Avelina Lésper, después de haberla leído, se ha preocupado por desmontar puntualmente sus argumentos o por desmentir sus afirmaciones. ¿Qué piensa mi amigo Abaroa de esta frase?: «Las obras de Teresa Margolles, que funcionan como propaganda del narco, son increíbles farsas que existen sólo porque la mayoría está dispuesta a creer, no a pensar. Las bancas realizadas con ‘agua con la que lavaron el cadáver de una niña asesinada en Ciudad Juárez’ son una mentira flagrante pues los cadáveres no reciben baños en tina, el agua circula por el piso, los lavan con mangueras, es imposible recolectarla» (en el mismo artículo sobre «Arte y narco»). Quizá Avelina haya aventurado una acusación grave, pero ni la autora de esa pieza ni críticos como Abaroa se han detenido unos momentos a averiguar la verdad en casos como el de Margolles y muchos más apuntados por Lésper en sus análisis.
¿Dónde está, finalmente, la fundamentada argumentación de Abaroa para descalificar a un pintor como Arturo Rivera? ¿O es nomás porque no le gusta? Valiente crítica… ®
Libertad
Los que gustan de la señora Teresa Margolles y del «arte actual» se lo merecen, el haber nacido ayer no es impedimento para estar informado sobre lo que se opína, así le den 100 becas y premios a la mercenaria de la mercadotécnia para timoratos Margolles, solo demuestra que siempre y en todos lados existen vividores y rateros que viven de los tarugos.
Eloy Alvarez
Que gusto me da que exista este debate, me encanta la contrariedad de que muchos expositores de opinion de este foro, los que dicen que no desperdician el tiempo debatiendo nada referente a las ideas de Avelina Lésper y se ven tan ardidos, pues obviamente afecta sus intereses que alguien como ella les demuestra la realidad, con argumentos lo suficientemente validos, pues la respalda la razón, al apoyar al arte razonable, arte real, el único arte, pues este arte habla por si mismo sin «choros mareadores». no como el arte contemporaneo que le respalda solo el mainstream, el sistema de de las galerias fraudulentas que apoyan a estos charlatanes actuales.
Pobres, ya se les cae el teatrito, lastima, se creyeron el cuento del «arte nuevo de Rey.» Lo único que demostrará esta gran verdad, será cuando el tiempo y el espacio filtren y depuren las obras y solo el verdadero arte trascienda.
Miriam Jerade
Yo, porque creo que uno replica o contesta cuando los argumentos valen la pena, Lesper no sabe pensar, es pura bilis. Amen de la ignorancia y la pretensión, resulta que la mujer por sus pistolas y su genialidad descalifica el arte contemporáneo. Invertir neuronas en ella, no vale la pena.
sergio zenteno bencomo
me da gusto leerte otra vez. ahora vivo en ensenada, antes de california, re-adaptándome a mexico. algún día nos vemos. por ai te mando algún material, gráfico. luego, sz
Arturo P Emmett
Estimado Rogelio Villarreal, felicidades por esta vocación editorial, Replicante es un medio indispensable para los que aún nos preocupamos por pensar. Compruebo una vez más que lo que Eduardo Abaroa y todos los amantes de “lo nuevo por lo nuevo” desean, es simplemente que Avelina Lésper no escriba y punto. Entre insultos y mentiras, Abaroa se desgañita pidiendo que ya no le den espacio a Lésper en Replicante. Además de no perder el tiempo en leerla, no quiere que exista entre los colaboradores de la revista. Todo mundo escribe a favor del arte conceptual-oficial, a la propia Blanca González le gusta. Es curadora. Un dedicado lector sacó la proporción de palabras en pro: 47 a 1 vs Lésper. Pero aún así Abaroa no se siente a gusto. Yo nací en 1975 y me gusta mucho el arte joven, en especial la pintura del Caravaggio muerto a los 39 años, a mi edad ya había pintado sus obras maestras. Y el otro artista emergente Raphael, que a los 37 años ya estaba bien muerto. Por supuesto que Abaroa ya no entra en el renglón de artista joven, Abaroa es un hombre maduro que sigue haciendo obra “emergente”. Y es verdad que si a sus años no ha logrado dominar ninguna técnica artística, está claro que ya no lo consiguió en lo que le resta de vida, por eso es justo que desprecie a Rivera (que desde muy joven fue un artista maduro, un niño prodigio). A Abaroa no le queda otra cosa que seguir haciendo sus cositas. Pero desde su perspectiva es comprensible que odie a Lésper y sentirse aludido cada vez que ella le llama al arte conceptual basura. Cada uno de los textos de la Lésper parecen dedicados a Abaroa. No hay uno solo de sus juicios en los que Abaroa no salga sumariamente condenado a la dilatada masa de los mediocres. Pero ha de ser que dada mi corta edad, no comprendo a los artistas de su edad.
Ignacio Reséndiz
Felicidades por Replicante,es un espacio necesario. Coincido con Eduardo Abaroa y René González. No se puede descalificar todo el arte que no es pintura. Yo nací en el 72 y veo que muchos siguen pintando como en los 80. En cuanto a Avelina Lésper me da desconfianza por dos razones. Una, que tiene una columna en un semanario financiero para recomendar «compras» de arte a los ricachones. Eso es muy deshonesto porque una crítica no debería mezclarse con el mercado del arte. Otra, no coincido con sus «gustos». Arturo Rivera no es ún pintor de primera y en el extranjero es como si no existiera), Guillermo Arreola menos pues está comenhzando y no tiene lenguaje propio, Javier Marín tampoco aunque es muy comercial. Esto por mencionar a sus favoritos. ¿Cuánto recibirá de comisión por sus recomendaciones? Gracias por abrir este espacio a los lectores. Atentamente Ignacio Reséndiz
René González
…sólo el real arte es arte. Fraudes y farsantes los hay en todo el espectro artístico, desde lo figurativo hasta lo conceptual.
René González
Estimado Rogelio:
Tú conoces mi posición respecto a la señora Lésper porque hemos platicado mucho al respecto.
Se pueden decir muchas cosas en su contra pero lo que a mi me llama más la atención es la cerrazón y la intolerancia. Sus exabruptos contra el arte contemporáneo no ofrecen argumentos estéticos sino diatribas …de Duchamp pa‘delante. Lástima porque tanto esfuerzo y dedicación al arte pudo haber sido digno de mejor suerte.
Yo no he escrito algo específicamente en su contra porque no creo que valga la pena perder el tiempo de esa manera. Lo que yo opinaba se lo hice llegar personalmente vía correo, tú eres testigo, hubo un intercambio y ya estuvo.
Resumiendo mi posición yo opino que puede haber real arte figurativo y fraudulento arte figurativo, …y abstracto, y conceptual, etcétera. En resumen, el arte no tiene adjetivos y sucede con cualquier medio de comunicación. Entre otras cosas, algunas inefables, el arte es comunicación.
Un saludo y que buen texto de Eduardo Abaroa.
René González
Eduardo Abaroa
Un libro de Yépez también dedica unas páginas al tema:
La increíble hazaña de ser mexicano.
Rogelio Villarreal
Lo escribió en el suplemento Laberinto, de Milenio: http://www.milenio.com/node/419540
Angel Sánchez Borges
¿Donde puedo encontrar el texto de Yepez sobre el tema del narco en la cultura?
Eduardo Abaroa
Estimadísimo Rogelio,
Déjame decirte una cosa con todo respeto. Hay pocas revistas que yo valore tanto como Replicante y también admiro lo que has hecho antes. Si me quieres creer, bien y si no allá tú. El problema no es con Replicante. La Tempestad me invitó a escribir un texto y lo hice, pero hago equipo con nadie allí ni se me pidió que lo hiciera. Si me permites un espacio, aquí pongo mi contribución al debate. Da lástima la bilis de Lésper, no Replicante.
Justamente porque tu revista se me hace un foro indispensable me pareció necesario hacer un comentario, ya que por la pura verborrea inconexa de Lésper no vale la pena discutir nada. Lo que siento fuera de lugar de este grupo de personas a las que me referí es el hecho de atacar esta multiforme actividad que se llama arte contemporáneo o al menos sus métodos e instituciones en bloque. Son muchas las personas a las que me refiero. En mi opinión el caso de Lésper es uno entre muchos, quiza el más chusco.
Cuando ella dice que «se necesita ser estúpido» para creerle a Teresa Margolles que su líquido viene de la morgue, ahi no hay un argumento, ni estético ni de otro tipo. Hay un insulto que solo puede responderse de la misma manera. Y también hay una certeza en algo que ella no puede saber a ciencia cierta.
Pides pruebas. A mi no me consta 100% lo de Teresa, sólo a poquísima gente, seguramente. Pero si he visto sus fotos en la morgue donde la artista sale, por ejemplo, transportando el cadáver de un niño en sus brazos. Sé que ella ha estado allí. Me mostró fotos una vez que estábamos viendo si podía escribirle un texto. No pude hacerlo por la impresión que me dio una de las tomas. Y dudo muchísimo que haya mentido acerca del agua. Sé a lo que huele, porque cuando yo expuse hace años en art deposit había antes una tina de Semefo (el antiguo grupo de Margolles), con los mencionados líquidos y créeme que el olor no se te olvida. Sé que Teresa ha hecho de Ciudad Juárez un campo de estudio porque he estado en la zona de El Paso-Juárez con ella, y siempre tiene muchas cosas interesantes qué decir al respecto. Me pides que lo demuestre…¿esto es posible? ¿De veras crees que es un argumento válido cuando Lésper dice que se necesita ser estúpido para creer lo que nos dice un artista? Eso es un exabrupto que viene de la desesperación. Yépez ha hecho un análisis excelente contra el auge de la temática del narcotráfico en la cultura. ¿Se acerca Lésper a esto? No, ni en lo más mínimo.
A mí por mi parte si me desespera que la gente mediocre como esta persona o Blanca González del Proceso mientan una y otra vez, y luego se desgañiten en contra del arte contemporáneo como tal, sin distinciones, con argumentos totalmente reaccionarios e ignorantes de cualquier desarrollo artístico después de 1912. No existió nunca Duchamp, ni el surrealismo ni Fluxus para ellas. Desgraciadamente ocupan sitios respetables que merecen no sólo mejores críticos, sino mejores investigadors, reporteros, personas…Y encima de todo tenemos que aguantarlas en Replicante, que me parece una revista increíble. Da coraje.
Creo que la crítica puede ser algo más de lo que estas personas ofrecen. En primer lugar, hay que tener ganas de ver. Llegar con una actitud abierta. Argumentar, pero sobre todo dar algo al lector. Muchos de estos textos críticos no hacen nada de esto. O hacen poco. Y , si quieren atacar a alguien, ¿Por qué no se ha criticado de igual manera a Sebastián, a Cuevas y a otros que son los verdaderos y añejos representantes del poder político (y del mal gusto) en el arte? ¿Has visto las esculturas de ambos en la vía pública? Yo desgraciadamente si.
Como dices, el discurso sobre el arte puede ser una cuestión altamente subjetiva. Y no tiene nada de «malo» que te guste Arturo Rivera. Pero lo mencioné por que a lo mejor así ubicamos de donde viene el asunto. ¿Dije algo negativo acerca de Rivera? No. Sólo dije que a Avelina lo admira y el lector juzgará lo que quiera. Rivera ha sido particularmente activo en contra del arte contemporáneo y-otra vez-no me voy a meter a buscar las pruebas textuales porque simplemente no me interesa. ¿Tiene derecho de disentir? Si. Pero yo también tengo derecho a apuntar defectos en el uso del lenguaje que revelan bastante pereza mental. Al contrario de otros colegas que saben que la indiferencia es pertinente en este caso, creo quizá demasiado en el diálogo y creo que mucha gente recae fácilmente en sus actitudes estéticas cómodas y conformistas con el repiqueteo resentido de muchos furibundos defensores de la maestría pictórica. A mi me repugna, y lo he dicho ya muchas veces, hacer bandos entre pintura y no pintura. Me interesa algo de lo que hace Boris Viskin, Germán Venegas, Melanie Smith, José Luis Sanchez Rul o Gustavo Monroy, por poner ejemplos. No me gustan nada ni Rivera ni Lezama. ¿Eso quiere decir que estoy en contra de la pintura? No. Pero tampoco tengo por qué escribir sobre alguien que me parece poco interesante.
Por último tengo argumentos en contra del oficialismo del arte contemporáneo. Quizá no son pruebas contundentes. Es cierto que Orozco, Margolles, Alÿs, Ortega y otros artistas que se hicieron importantes en el extranjero son ya muy importantes también en el medio mexicano. Eso no siempre quiere decir que el gobierno esté sin conflictos detrás de ellos, apoyándolos oficialmente. En el caso de Margolles, la expo de Venecia se corrió la historia de que fue atacada desde gobernación por su tremendismo. Jumex de hecho retiró su apoyo. Afortunadamente si se acabó exponiendo. En el caso de Orozco, fue tan grave haber exhibido sus obras en el Tamayo hace unos diez años, que el director tuvo que salir por la presión política que ejercieron otros artistas más viejos. Ahora les va bien a ambos, pero casi siempre es porque los han reconocido, y mucho, en otro lado. Esto es un hecho. No es mi interpretación y a veces tampoco mi gusto. Esos dos artistas, para colmo son de dos bandos antagónicos en lo que se refiere al discurso artístico nacional y no miembros de una misma élite mafiosa como creen algunos.
Sugiero simplemente dos ejercicios. Busquen la lista de becarios del FONCA. Si ven más pintores que medios alternativos, no se sorprendan. Hay muchos pintores maduros que juegan a las sillas musicales con las becas. No los critico por tener una beca. En este país un buen tajo de la cultura parece no tener más que este futuro, y yo las he tenido y espero tener mas. Pero a veces algunos se pasan. Son muchísimo más las becas para pintura que para otras artes visuales. Encima, la pintura es la disciplina plástica que siempre se ha vendido mas. Hay otro caso. El sistema de pago en especie es un programa de estímulo a los artistas que tiene la Secretaría de Hacienda. Los artistas pueden donar obras de su autoría a Hacienda como pago de impuestos. Quiero que vayas a ver cuántos pintores hay en esas listas y cuantos artistas multidisciplinarios ( yo estoy por unos años en el comité respectivo, no es secreto, y de la una pieza que vendí en el año, pagué una equivalente). Si quieres busca las listas para que entiendas qué buen mercado todavía hay, afortunadamente, para la (buena, mala y pésima) pintura . Aquí no hay ninguna disciplina víctima. Y de ningún modo hay una conspiración contra la pintura ni contra la «maestría». Pero si hay un clamor escandalizado en contra del arte no pictórico, y no es nada nuevo.
La «defensa» de algunos artistas contemporáneos la he hecho desde hace casi veinte años, si quieres leerla te paso una selección de textos, quizá defectuosos. Es lo más que puedo hacer porque a diferencia de Lésper no milito por nadie. No voy a perder el tiempo en los archivos buscando precios, dichos o argumentos hechizos defendiendo a Margolles, ni a Orozco, ni a la Tempestad ni a nadie. Si te gusta defender a capa y espada a esta crítica, es desde luego, tu derecho. Pero para mí es lamentable porque no siento que debas gastar tu tiempo en eso. Y que ella escriba lo que quiera. Aprecio la pluralidad del debate que has abierto y por eso aporté algo en el pequeño espacio que se me dio en la revista, si no, lo hubiera ignorado como todos los artistas implicados. Espero que algún día nos tomemos unas cervezas y podamos compartir algo más allá de nuestros gustos estéticos.
Un abrazo,
EA
Rogelio Villarreal
Muchas gracias, Arturo. Es cierto, hay un desequilibrio en ese sentido… habrá que balancear. Saludos!
A. Peñalosa
Maestro Villarreal, leo Replicante y aprecio que publique a Lésper. Usted publica textos como el de Lilián Bañuelos y Lorena Peña, o textos sobre las cosas de Gabriel Orozco y Abaroa, incluso llegó a publicar un escrito de Juan de Nieves. ¿Y que pasa con esas apologías al arte oficial? Nada. A pesar de que letra por letra están en una proporción de 47 a 1 contra Lésper, la prolijidad de textos pro-conceptuales no impactan. Como tampoco impacta el «arte» que defienden.