Una noche con Kevin Johansen y Liniers

Bohemia, humor, romance y dibujos

Rock, creatividad y humor enlazan la voz del cantautor y los trazos del caricaturista en un extraordinario concierto acústico. Esta mancuerna argentina impactó con su irreverencia y un poco de experimentación.

Liniers y Johansen. Foto de Miriam Canales.

Aunque este espectáculo ya venía desarrollándose desde hace más de una década en la que crearon una alianza junto con su grupo The Nada, recorrieron América Latina, Norteamérica y parte de Europa en otra faceta. Fue en México en 2014 cuando lanzaron un disco que recopilaba esas actuaciones: (Bi)vo en México, y otro en Buenos Aires en 2010. La idea surgió en 2008 de un libro titulado OOPS!, que incluía todas las letras de los discos de Kevin ilustradas.

Con el tiempo se perfeccionó la fórmula entre canciones y caricaturas en hojas de papel de Ricardo Liniers Siri vistas en pantalla, donde juegan la improvisación y la imaginación, donde se mofa por igual del mismo Kevin y hasta del Chat GPT y que son lanzadas como obsequio a la audiencia entre empujones y disputas. Esta gira actual ha abarcado otras sedes como San José, Costa Rica, San Salvador, Los Ángeles, Chicago y Nueva York. Cabe mencionar que en esta última ciudad Johansen pasó una larga etapa de su vida durante los años noventa curtiéndose dentro de la escena local y trabajando en otros oficios alternativos para subsistir, y cuyos recuerdos aún brotan en la velada.

Música e inteligencia natural. Foto de Miriam Canales.

En una noche capitalina donde el futuro social y político siguen siendo inciertos, al igual que su clima otoñal, resultaba necesaria una tregua. Para ellos, la imagen de la Ciudad de México es vista con respeto y pleitesía y es así que a manera de un muy sutil homenaje se exhiben imágenes de su cotidianeidad. A este llamado acudió una gran cofradía conformada por jóvenes y otra con acento argentino. En la nueva etapa destaca la presencia de otros intérpretes como el mexicano David Aguilar, la argentina Cata Raybaud —quien se encargó de abrir— y Camila Guevara, nieta de Pablo Milanés y Ernesto “Che” Guevara, curioso tema familiar con el cual ironizó Johansen.

En esta época para la humanidad en que el reguetón impera y ha terminado doblegando al rock, donde la pandemia de covid–19 truncó toda música en directo durante más de un año limitándose al streaming —a la que el cantante también recurrió— y los conflictos bélicos tanto en Ucrania como en Israel, que la han polarizado y recrudecido aún más, resulta placentero recibir unas gotas de optimismo en estos renovados espectáculos con otros bríos.

La guitarra y voz calmosa del oriundo de Alaska establecido en Argentina y el carisma y espontaneidad del dibujante porteño avecindado en Vermont, Estados Unidos, fluyen de nuevo en canciones que dejaron de escucharse en México años atrás como “SOS tan fashion” y “Desde que te perdí”; covers comoPerfect day”, original de Lou Reed y “Modern love” de David Bowie, de las que emana un dejo de romance y sutil sensualidad. La muy emotiva y coreada “Anoche soñé contigo” y su nuevo lanzamiento “Tú ve” complementaron el recital.

Cumbieras intelectuales. Foto de Miriam Canales.

En un momento de irreverencia y experimentación, ambos intercambian actividades y Johansen secuestra el pincel y Liniers el micrófono y el ukulele con un peculiar popurrí en el que incluyen “No woman, no cry” de Bob Marley y “Anarchy in the UK”. Es ahí cuando el oficio de un caricaturista que suele permanecer sentado tímidamente se transforma en un desinhibido y atípico rockstar que invita al público a integrarse en el escenario. El crudo recuerdo del distanciamiento social de 2020 se ve disipado cuando con desparpajo les toman la palabra para bailar y cantar juntos al ritmo de “Guacamole” y “Cumbiera intelectual”. Discretos, algunos admiradores aprovechan para solicitar un autógrafo o selfie y convivir, así sea brevemente.

De ese modo es como una noche de dibujos, anécdotas, romance, chistes y recuerdos culmina en una fiesta en el proscenio. Sin perder la concentración en su guitarra, Johansen y su compañero dejaron enardecido a un público al que enseñaron que es lindo soñar con los ojos abiertos.

Y la amenaza con el pronto retorno en 2024 es un hecho. ®

La función tuvo lugar en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la Ciudad de México la noche del 14 de octubre de 2023.

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Publicado en: Artes escénicas, Música

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