Harían bien los seguidores de esta banda reguetonera y sus entusiastas comentaristas en leer con calma las razones que esgrime el autor para hacer ver la falsedad de la rebeldía de Residente y sus músicos.
Antes de proceder contra Calle 13 quisiera hacer tres advertencias:
1) Mi problema no es con la gente que disfruta bailar reggaeton o haya descargado alguna canción del grupo puertorriqueño, sino con todos los que argumentan que Residente es un gran letrista, un artista fuera de serie, o peor aún, portavoz y bailarín de un pensamiento político rebelde.
2) En más de una ocasión me refiero al público que sigue a Calle 13, estoy seguro de que existen excepciones, no necesitan recordármelo.
3) Doy por sentado que tocan reggaeton, no estoy dispuesto a discutir lo contrario.
Ahora sí, una revancha mínima por todas las ocasiones en que me he sorprendido escuchándolos en contra de mi voluntad.
Cada quien se irá transformando en su propio personaje
El hombre no tiene memoria, pero hace apenas una década existió otro músico que vendió millones de discos en todo el mundo, también rapeaba más de lo que cantaba, fue mediatizado como irreverente y provocador, se le reconocía como un letrista original, se disfrazaba en sus videos, usaba recursos humorísticos, era el chico malo consentido de MTV, compartía la misma y desconcertante afición por las camisetas sin mangas. Residente fue creado a imagen y semejanza de Eminem. Ambos pertenecen a una tradición que posiblemente comenzó con Elvis, sobrevive hasta nuestros días y se ha sabido moldear a las distintas épocas. El espectáculo mediático, en cualquiera de sus esferas, ya tiene roles asignados, están en perene casting para llenarlos, la vertiginosidad de nuestros tiempos lo demanda. Huyssens habló de la mass media como máquinas de producir presente. Posmodernidad y remake. Por su neurosis informativa, los medios mercadean estereotipos, no hay tiempo para construir narrativas o personajes complejos. A principios del siglo XXI se requieren, por ejemplo, la princesa pop virginal, el baladista maduro para las mujeres maduras, de la misma forma en que se necesita un diputable en representación del gremio o el enemigo infiltrado entre los titulares de la selección mexicana y claro: un rebelde de juguete, la figurilla de acción de la industria musical.
A pesar de ello, considero que Eminem es un artista superior y encarna mejor la figura del rebelde que ambos proyectan. El verdadero nombre del estadounidense es Marshall Bruce Mathers III, creció en un suburbio de Detroit, por algunos años en casa rodante, educado solamente por su alcohólica madre y su querido tío que lo introdujo al hip hop antes de suicidarse, fue víctima de severo bullying en la escuela, entre una turbamulta de afroamericanos logró destacar en las batallas de rap, consiguió un contrato para grabar y de un día a otro era millonario, protagonizaba los titulares de los diarios.
El verdadero nombre de Residente es René Pérez Joglar, hijo de un conocido abogado y una actriz, perteneciente a la clase media puertorriqueña, cursó un bachillerato en artes, viajó a Georgia y Barcelona para continuar su estudios en cine y edición de audio, una crítica favorecedora en Time Magazine catapultó a Calle 13 a la cima, llenó su estantería de Grammys.
Por supuesto, sus biografías no los validan ni desacreditan por sí mismas, pero son importantes para entender lo que representan como figuras rebeldes mediáticas. Las letras de Eminem son de explícita violencia, habla de matar a su esposa, del odio a su madre, sus problemas con las drogas, emprendió una cruzada sanguinaria contra la cultura pop y la industria de la música. Tras unos cuantos días estudiando sus letras, me queda claro que no se considera una autoridad moral, sino el resultado de una normalidad violenta como la de millones, siente tanto asco por el mundo como por sí mismo. Su rebeldía es auténtica porque emerge del lado más oscuro de la conciencia de una época, se destroza en cada verso que escribe, dejó un valioso testimonio sobre los daños que sufre un individuo crecido en un ambiente violento. Su personaje halló en el rap el vehículo natural de expresión para su pensamiento.
Por otro lado, Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…
Soy rebelde
como un monaguillo en la iglesia
fumando cigarrillo
sin que la monja se lo sospeche
soy rebelde
como una vaca que no quiere dar leche.
Así su rebeldía, así los que se la crean. Basta echar un vistazo a la prensa que recibe el grupo para entender el porqué de cómo se le percibe socialmente, titulares como “Revolución” o “La voz rebelde de Latinoamérica”, o preguntas sobre cómo puede tener un pensamiento tan radical o cómo le hizo para ser aceptado por las élites intelectuales del continente. Sí, bueno, jmmm, ¡achú!
Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…
La estrategia de los puertorriqueños es atentar contra lo que teóricamente está prohibido, a pesar de que convivimos a diario con ello. Por ejemplo su tratamiento del sexo, tan escandaloso para muchos, es muy light comparado con lo que cualquier hombre en edad de masturbar ve cada semana en internet. Le apuesta a la doble moral, a través del escándalo frívolo legitima aquel prohibido que en realidad es aquel normal, entonces las señoritas obtienen su dosis de pecado y luego se sienten culpables después de follar.
Su vía de expresión, a diferencia del rap, nació como un producto comercial. Anarquía artificial, defensor de todas las causas, por momentos su figura pública parece un tríptico del Instituto de la Juventud. Su pensamiento encarcelado en la forma del reggaeton. Me atrevería a decir que se trata de un conservador en la medida en que sus canciones se construyen a partir antivalores de todos los días como ignorancia o machismo. Es otro anuncio de telemarketing.
Camus advierte: “En arte, la rebelión termina y se perpetúa en la verdadera creación, no en la crítica o el comentario”. La rebeldía artística en la posmodernidad sólo puede existir si nace de la inteligencia y el riesgo, concilia lo íntimo y lo universal, edifica otros universos cerrados y verosímiles, atraviesa el tiempo como una bala que nunca reducirá la velocidad.
La rebeldía se ha vuelto un elemento sustancial del espectáculo. Al menos Eminem tuvo la decencia de reconocerlo. “I am whatever you say I am. If I wasn’t, then why would I say I am?”
Poética y corrección de estilo
Los que huelen a meados de viejito,
a esos son los que yo resucito
y les devuelvo el apetito
con un poquito de pornografía.
Mujer tú eres toda una geometría,
tú tienes el pudín como me gusta,
estirao con estrías
como de repostería,
con la falda corta
al estilo de Miami,
enseñando la mitad del salami.
Aquí te traigo juguito yambinga,
coño zapatea que tú no eres gringa,
yo te sacudo como un estornudo,
te pongo a vomitar el desayuno,
te enseño mi lenguaje hombruno
y con él te vacuno
—“Cumbia de los aburridos”
Poética de la ocurrencia, versificación del inventario. Salta de un campo semántico a otro como si se tratara de cambiarse los calcetines. Debe hacerse el protagonista cada línea. Encabalgamiento de versos vacíos. Cuando la fragmentación no se utiliza para crear una visión unitaria o integradora del mundo es un recurso holgazán. Un lenguaje legitima al otro, así que se vale de modismos, barbarismos, argot urbano, insultos y algunas provocaciones gratuitas para crear un show efectista. Su música fue hecha para el presente, sus referencias poperas se irán deslavando porque aluden a la inmediatez. Como el atún y otros productos enlatados, Calle 13 viene con fecha de caducidad.
Aunque no fuera de mi gusto “Atrévete te” me pareció en su momento fresca e ingeniosa, su mezcla de spanglish, construcciones absurdas y referencias pop sonaban distinto, pero jamás pensé que harían toda una discografía multiplatino, multimillonaria, con base en la rima fácil.
En repetidas ocasiones Residente demuestra que además de talento le hace falta un diccionario. Me pregunto si cuando dice “eres pura geometría” se refiere a que es poligonal, cúbica o lineal. Elegí ese ejemplo del epígrafe, pero hay decenas más; si esos sesgos de información, construcciones estilísticas no se le perdonan a un joven escritor cuando publica un libro, no entiendo por qué aplaudírselas a un normalón que encabeza las listas de best sellers.
En su éxito con Café Tacuba nombra cualquier persona-animal-cosa que se le ocurra para rematar el estribillo e integrarlo al “aisevá” con un “no hay nadie como tú amor” en el coro. La dificultad creativa de esa canción es proporcional a la que se requiere para hacer la lista del súper. Prefiero ser un intolerante, mamón, cascarrabias, raboverde, quejumbroso y arrugado que suponer una inteligencia privilegiada se esconde detrás de versos como “Hay personas gordas, medianas y flacas,/ caballos, gallinas, ovejas y vacas”. He visto a los Teletubbies rapear mejor que eso.
Narrativa de estereotipos
Rompe varias reglas elementales para cualquier narrador. El mayor problema es que la construcción de sus personajes, ambientes, hechos, su lectura del mundo en general se fundamenta en estereotipos. Penosamente, acredita las creencias de sus seguidores en lugar de confrontarlos con alguna otredad. Tiene que dar su opinión sobre todo, lo cual se vuelve muy incómodo. Peca de cursi y juicioso. Por momentos es moralista, por no decir mesiánico. Le pone demasiado peso a la frase por encima del todo, es discontinuo e inconexo. Sobrestima sus propias obsesiones por encima de las de sus personajes, les mete el pie, no los deja caminar.
La industria de la fiesta
Con base en sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma.
Se trata de una auténtica distopía: la industria de la música sometida ante la industria de la fiesta. Punchispunchis, basta echar un vistazo a las listas de canciones más escuchadas para percatarse de que el público mayormente busca un ritmo pegajoso para bailar la noche de un sábado. Es un producto cultural que no te compromete a empatizar con él, a mimetizarte con la obra, sino a escucharlo de fondo. La música, sea arte o entretenimiento, tiene más poder que cualquier otra expresión creativa. Calle 13, al igual que tantos otros grupos del aparato comercial, sirve para fijar valores y ninguno más sobrevalorado que su visión de lo divertido. La fiesta es un simulacro de lo extraordinario, se ha vuelto parte de nuestra normalidad: estar sentando en la barra mientras se calienta la cerveza es casi tan emocionante como lavar los platos. No hay que menospreciar, valga la calamidad de la época, hasta qué punto uno es lo que consume.
Hay temas que no le pertenecen a la fiesta, la forma y el fondo deben fundirse, insisto: resulta imposible considerando que se trata de un ritmo que fue creado para acompañar con Bacardí, bailar en un espacio donde ni siquiera puedas escuchar tus pensamientos y tentativamente recibir tremenda untada de camarón de algún cholo con mostacho cantinflero. A base de sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma. El deseo es un producto de consumo.
La industria del amor
Por ti yo hago lo que sea
peleo contra 300 ninjas en Corea
por ti pesco 500 delfines
y cruzo la cordillera de los Andes en patines
—“Electro movimiento”
La palabra amor en el pop no vale ni un penique, aunque pesa una tonelada. La industria musical, cual loop del Vaticano, lo ha difundido como el valor primigenio del hombre, el que lo hará ser justo, libre, empático, aunque principalmente ha conseguido hacerlo cínico, manipulador, perezoso y egocéntrico. Ama y fiestea, teme a tu soledad. El amor es la ilusión más verosímil.
No es gracioso o no entendí
La parodia de la parodia de la parodia no es graciosa. Como nada de lo que hace es serio, para sus fanáticos no puede ser atacado en serio, sólo defendido. Su humor es más escatológico que irónico, payaso que sarcástico, ridículo que absurdo, ingenuo que ingenioso, technicolor que negro. “Lo cómico, para producir todo su efecto, exige como una anestesia momentánea del corazón. Se dirige a la inteligencia pura”. Lamentablemente los puertorriqueños carecen de esa jiribilla mental que señala Henri Bergson. En resumen: se trata un mal chiste que nunca entendí.
Políticamente correctos
Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.
Tómese como evidencia este retrato cursi y exotista del migrante.
En tu sonrisa yo veo una guerrilla,
una aventura, un movimiento.
Tu lenguaje, tu acento.
Yo quiero descubrir lo que ya estaba descubierto.
Ser un emigrante, ése es mi deporte.
Hoy me voy pal’ norte sin pasaporte,
sin transporte,
a pie, con las patas.
Pero no importa este hombre se hidrata
con lo que retratan mis pupilas.
Los migrantes sufren toda clase de abusos (inclusive por parte de mexicanos), y dudo que consideren lo suyo un deporte. También supongo que tienen piernas y no patas, están más preocupados por ganar el pan que en la guerrilla, y me queda claro que el asunto importa y definitivamente los mojados no se hidratan con lo que retratan las pupilas de Calle 13. Me pregunto si le interesa más la problemática migratoria por su trascendencia sociopolítica o porque nada se cotiza más en el mercado que el efímero presente.
El mensaje político que transmiten es el mismo que se puede escuchar en cualquier peluquería. Le añaden algunas groserías más, le meten sazón en el estudio y engañan a cientos de miles de jóvenes “alternativos” haciéndoles creer que tienen conciencia de la realidad política porque:
a) Están convencidos de que existe un sistema y se trata del principal enemigo. ¿Dónde comienza y termina ese sistema? ¿En qué consiste? ¿Quiénes lo controlan? ¿Con qué propósitos, medios, estrategias? ¿Cuáles son sus mecanismos? ¿Dónde puedo consultar su organigrama? ¿Son una célula maquieavélica o una organización civil?
b) La culpa siempre puede ser de Estados Unidos, no hay necesidad de matizarlo, encarnan el mal y no cabe duda de que esconden los cuarteles del sistema.
c) “Inches polítikos me cai que son una miarda, sólo kieren jodernos y kreo que devieran meterlos a todos al vote por pendejos”.
d) Sólo una revolución podrá salvarnos del sistema, los políticos y Estados Unidos. ¿Cuál revolución? No sé, habrá que preguntarles a los caudillos del reggaeton.
¿Quién hubiera dicho que José Martí sería la figura más influyente en la letrística latinoamericana del siglo XX e inclusive de principios del XXI? ¿Y quién hubiese predicho que para colmo no lo sería por su visión poética, sino por su proyecto ideológico? ¿Y quién en su insano juicio hubiese adivinado que el aparato musical permitiría que la faramalla y el perreo tuvieran más difusión en unas semanas que la obra del pensador latinoamericano en una vida?
A la medida de MTV
Desde que la música llegó a la televisión y en la medida en que otros formatos se han consolidado, ha tenido que mutar en un espectáculo que integra elementos teatrales y multimedia. Gracias a ello presenciamos el gran muro de Pink Floyd, la trayectoria camaleónica de Bowie, las alucinaciones de Génesis y Roxy Music, los videos de Michael Jackson y los visuales de Daft Punk.
De nuevo fue un formato comercial, el videoclip, lo que comprometió esta vena de la música. Cuando la gente perdió el interés y los ratings de MTV cayeron en picada vino el internet a salvarlos, sólo que ahora compiten con un mundo virtual que sólo conoce el aquí y el ahora, cualquiera cierra o cambia de pestaña cuando guste, así que necesitan ridiculizarse más y por eso casos tan lamentables como el de los puertorriqueños o la señorita Gaga.
Veo sus videos y queda claro que si fuera buen músico no tendría que ser un entretenedor, un payasito tatuado cuya empresa musical demanda que siempre deba llamar la atención sin importar si tiene algo que aportar. ¿Pueden nombrar algún gran músico del siglo pasado que se degradara a sí mismo de tal forma? Calle 13 se sostiene gracias a YouTube.
Todo un caballero
Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.
Después de escucharlos largas horas diría que la representación que hace Calle 13 de la mujer es la de una máquina mamadora y tragasemen, tetona y escotada, con unas nalgotas para nalguear. Curioso que sus feligreses lo defiendan diciendo que se trata de una parodia del reggaeton, género que se caracteriza por el contenido machista de sus letras. De nuevo, se engañan si creen que el aparato pop no influye en cómo experimentamos nuestra sexualidad o percibimos al otro género. Me encantaría ver qué harían sus fanáticas si una noche cualquiera en cualquier bar un feo con suerte o una sonrisa colgate se les acerca bailando reggaeton y les recita al oído:
Yo sé que tú quieres chuparme las quenepas,
aunque no sean de Ponce.
No importa que no sean ni de oro,
ni de plata, ni de bronce,
lo que sé es que te gusta el roce,
también sé que te gusta mi elefante como tose.
La industria de la música
¿Buscan rebeldes en la música? Encuentren a Dylan, Zappa y Davis, tres figuras que se resistieron a ser caricaturizadas por los medios, se escabulleron de cualquier definición. El primero lo hizo abandonando el folk, el género con el que había cautivado infinidad de fanáticos en el mundo para mudarse al rock, recibió suficientes críticas y abucheos para llenar varias veces el Estadio Azteca. Zappa es el músico rebelde por definición, tanto que inclusive se mantuvo sobrio en el apogeo del hippismo, parodió a los Beatles, luchó incansablemente contra la industria de la música y siempre sonó absolutamente original. Finalmente Miles, tenía más heterónimos que Pessoa, se reinventó a sí y al jazz en repetidas ocasiones, en álbumes tan radicalmente distintos, infinitos y complejos como podrían serlo Kind of blue, Bitches Brew y Sketches of Spain. Son comparaciones descabelladas, pero me interesa porque se trata de tres artistas cuya música demanda ser escuchada atentamente y hasta el fondo para ser comprendida, no se adhirieron a la forma de moda en el mercado, sino que se inventaron una propia que les permitiera expresar su espíritu.
Ahora que desaparecieron los cassetes y asumiendo que al CD no le quedará tanta vida, la música comercial se nutrirá aún más de la inmediatez, dejarán de producir discos para lanzar sencillos de acuerdo con la ocasión.
Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.
Vivimos un momento definitorio. Por un lado, las disqueras lanzarán cientos de miles de discos de sus elegidos, los harán sonar en antros y estaciones de radio, les conseguirán boleto para los principales festivales, realizarán espectaculares videoclips, se mantendrán cerca de sus fanáticos mediante Twitter. Por otro, el internet democratizó los contenidos, pueden tener el disco que quieran con un clic. Sea cuál sea la virtud que encuentren en la música de Calle 13, pueden hallarla en versión mejorada en otros autores. Cualquier época, procedencia, ritmo, la Musiteca de Babel, una auténtica maravilla del hombre a su alcance, sin moverse de su silla favorita. Todos somos consumidores, pero cada quién puede elegir cómo serlo y en cierta medida elegir al mismo tiempo lo que son y desean ser. Por lo menos hay que conocer lo otro, no seguir la fila al circo, para poder en verdad elegir.
Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.
Residente se confiesan en sus propios términos:
Baterista de pequeño, rapero cuando adulto,
por eso riman a tiempo todos mis insultos.
A las mentalidades prehistóricas
las capturo con groserías luego las mato con retórica.
Los problemas no se dan por sentado
y más cuando hay abuso de parte del estado.
Sería muy fácil para mí escribir un bolero
o hacer un video rapeando encima de un velero
con mujeres en pelotas acariciándome los huevos,
sacrificar mis ideales pa’ venderte un disco nuevo…
Guy Debord lo escribe en mejores palabras. Esta cita lapidaria aparece en La sociedad del espectáculo y contiene la esencia de lo que he intentado expresar:
La alienación del espectador en beneficio del objeto contemplado (que es el resultado de su propia actividad inconsciente) se expresa así: cuanto más contempla, menos vive, cuanto más acepta reconocerse en las imágenes dominantes de necesidad, menos comprende su propia existencia y sus propios deseos. La exterioridad del espectáculo respecto del hombre activo se manifesta en que sus propios gestos ya no le pertenecen a él, sino a otro que lo representa. Es por eso que el espectador no se siente en su sitio en ninguna parte, porque el espectáculo está en todas.
Sin darnos cuenta firmamos un pacto social con la industria de la música. Ante las crisis patrióticas tras las guerras, confundidos en el apogeo de la posmodernidad, nos ofrecieron refugio, identidades empaquetadas y lo tomamos porque era lo más fácil. Ah, maldita costumbre. Urgencia por pertenecer, por no quedarse solos, en los huesos y en posición fetal. Entonces existen punketos, metaleros, devotos de Cerati, ravers, creyentes de Silvio, indies, emos e infinidad de especímenes cuyo estilo de vida se define en buena medida por la música que consumen. Nos veo en la calle con audífonos, llenando cualquier escenario para concierto, descargando un torrent, cantando en el coche, bailando toda la noche en la discoteca…
La música es una dictadura perfecta. ®
Luis
Considerando que partes de una premisa falsa: «calle 13 toca reggaeton» se cae toda tu argumentación, por lo tanto todo tu artículo es inútil.
Comek
Ninguno de las 2 comparativas son aptas para llamarlos rebeldes tanto eminem como calle 13 no se vuelven mejores exponentes rebeldes por vivir en una familia dificil, en México casi el 80% de la poblacion de mc’s tenemos ese mismo problema y no por ellos estamos en la industria musical, eminem se hizo mc por enseñanza de un familiar eso desamerita su rebeldía, y residente es mc por personaje industrial, un mc se hace por juntarse en un barrio por que conoce realmente lo que pasa en la venta de droga, ver como amistades mueren, alcohol, etc. el hiphop es para quien vivió con sus colegas en una esquina y le gusta hacer música que refleje lo que se vive en la esquina, después de tiempo algunos lo vemos mas profesionalmente y pasamos de temas urbanos a temas serios, a temas coherentes y con mensaje otros jugamos al beef, pero hay todo una cultura urbana antes de llegar a hablar de eminem o calle 13, hay un mundo de mcs mejores que ambos, tanto latinos como americanos que ganan cantidades enormes de dinero haciendo esto pero la industria musical no los toca en su tema, por que no están firmados con un sello, como siempre todo esta vendido en este mundo.
Luis Guzmán
Calle 13 no es, ni de cerca, mi grupo favorito, pero dentro de su género, me parecen de los mejorcito que hay. No tengo ni un solo disco de ellos, pero lo que he escuchado en la radio me parece bueno. No puedes esperar que todas las canciones sean tan hermosos como un poema, o tengan una letra profunda que te cambie el sentido de la vida, hay canciones que simplemente son para escuchar, para divertirse y ya.
Qué tipo de música recomiendas escuchar entonces? Porque mucha de las cosas criticadas a Calle13, las tienen otras bandas o solistas de diferentes géneros. Creo que lo más importante es tener gusto por diferentes tipos de música y saberla apreciar cada una a su manera, en el contexto que le corresponde.
Ramón Hernández
De donde concluyes que calle 13 sólo hace reggeton? En muchas piezas ha hecho rescate, uso y evolución de géneros musicales trayéndolos a la actualidad, la mayoría latinoamericanos, y desde que los grammys se tratan de música (y no literatura) por mi se los merecen todos.
Rodrigo
Malísimo artículo. Cae precisamente en lo que critica: es el escándalo gratuito como una manera de llamar la atención. Simplemente patético. Independientemente si te gusta o no Calle 13 el artículo está mal escrito, es incoherente, lleno de lugares comunes, redundante y con un sinnúmero de argumentos que, como el mismo autor confiesa, surgen de su «no entendimiento». Dedícate a otra cosa compadre, escribir no es lo tuyo.
Olga Camacho
Este artículo es ejemplo fiel de lo que es el diletantismo ( hablar mucho de lo que no se sabe).
bruce
Respeto a calle 13 prefiero CALLE 13 – 2013 _____________http://www.youtube.com/watch?v=Xj5rrOY4Km4
Juanito Mesobas
El autor no sabe de músico, de composición quiero decir. Eso no es regeeaton, y así así lo fuera, peor es nada quedarse callado y no denunciar. Si la gente se emociona y sigue sus letras, pues qué mejor! Este artículo habla de públicos pasivos, pero eso pasa en toda la música. Y creo que los que gustamos de escuchar calle 13 somos un público activo es decir, que escucha calle 13 desde su composición musical y no sólo su letra y analiza, y disfruta su música. Ahí está la diferencia.
sebastian
«atrevete» perdon, big metra tambien tenia su cancion
sebastian
recuerdo muxo la cancion de «desnudate» cuando cursaba la secundaria, desde ese tiempo, ese tal «rapero» perdio sentido, ahora despues de tantos años se a vuelto un revolucionario? jajajaja, parece q la gente olvida facilmente.para mi no es mas q otro ridiculo como los programas de puerto rico, carecen de ingenio y solo gusta a la gente sin sentido comun
Hola, soy Ari
«3) Doy por sentado que tocan reggaeton, no estoy dispuesto a discutir lo contrario.»
Claramente no has escuchado ni la cuarta parte de sus canciones
Luego. no puedes juzgar a un grupo de manera tan personal y sin conocer al menos la mitad de su trabajo eso hace tu crítica muy superficial.
Alberto Mota
Wow nunca había visto un artículo tan grande sobre calle 13! Son lo suficiente mente buenos para inspirarte todo esto ¿no?. Yo no gastaría mi tiempo en grupos malos.
Raúl
Diosito lindo, porque no te llevas a todos los regueetoneros del planeta y nos devuelves a Miguel Abuelo!!!!!!! O despiertas a Cerati, o permites que escuchemos una vez más a Mercury.
elrich
Coincido con el escritor en que Calle 13 no proporciona ningún valor musical a la cultura (obviamente esto es un juicio absolutamente personal y, por ende, inválido) pero considero que los argumentos planteados son de índole personal y visceral, es decir, carecen de fundamento lógico -o teórico, si se prefiere-. Las letras de Calle 13 se me hacen, personalmente, espantosas e increíblemente fuera de ritmo y métrica; pero -como el texto dice- venden. Y venden muy bien. El punto que quisiera plantear es que no se puede criticar a un personaje del show business, y mucho menos de la industria musical (si es industria, su fin es vender; por lo tanto, lo que hace Calle 13 es su trabajo, su deber, etc).
carla
Me parece un artículo bastante purista.
Creo que el autor no ha terminado de entender que Calle 13 se burla de la sociedad, del reggeton, incluso a veces del amor.
Yo conocí a Calle 13 por la canción «Pa´l norte» y la considero una excelente canción que en lo absoluto minimiza la problemática de la migración, al contrario.
Es lógico que Calle 13 no habla de la hidratación física, sino del «alma» y es verdad que migrantes se hidratan con los recuerdos, con lo que cabe en su mochilas. En definitiva, quien no conoce a los migrantes, su vida, su cultura es Joaquín Peón.
El autor de este artículo, con su análisis, sólo refleja ser uno de estos pseudointelectuales que se creen jueces del buen decir, del buen escribir y quien se sale de sus «parámetros está mal», es más, tengo la sensación que el pobre Peón no entiende lo que son las metáforas
Por otro lado, soy de la idea que Eminem «vende» su desgracia,
Poco objetivo y si no le gusta Calle 13, que no lo escuche y deje de decirle a las personas lo que deben o no escuchar
carla
yosoyboricua dice:» Yo también soy boricua y no soy ciega. Es lamentable que estes del lado de este mexicano con auras de escritor. Es tan patético que lleva años escribiendo sobre el mismo artículo y no se cansa. Cuando Comparas la creatividad de calle 13 con el plagiador de Bob Dylan debe ser por falta de información o por negación. Este documento solo confirma la poca habilidad y falta de creatividad que tiene esta persona para escribir. Si calle 13 no fuera tan importante por que dedicarle tanto texto? Esto lo llevan trabajando desde hace mas de 4 años y cada vez se lee peor. Solo con el mero hecho de no querer discutir si calle 13 es regeton o no te demuestra lo bestia que es el escritor. Si es tan bueno escribiendo, que se invente un cuento. Pero no creo que pueda, ni si quiera pudo hacer una buena crítica.
Y a ti «boricua » no creo que seas boricua por que todo aquel que es boricua de verdad sabe que calle 13 se crío en trujillo alto en un barrio.Todo aquel que es boricua sabe lo mucho que calle 13 quiere a su patria ,lo mucho que la ayuda, lo mucho que promueve la educación en las comunidades, hasta esta haciendo una escuela en la perla. Tu no eres boricua, tu debes ser de esos «boricuas» gringos que dan vergüenza.
jason
mmmmm…. Calle 13 critica sin dientes, hasta la «irreverencia» se la traga el mercado y a sus seguidores tambien….
Rosa
jajajaja pones muchísimos JUICIOS DE VALOR como para ser un artículo -empezando por establecer el género musical-. Deberías cambiar el nombre.
Quetzal
La verdad ni siquiera llegué a la mitad, para ser alguien aparentemente «letrado» el autor hasta donde leí se comporta como un niño, infantil en sus comparaciones, maniqueo al grado hacer analogías contextuales de dos situaciones diferentes. Eminem no es lo mismo que Calle 13, y para variar pareciera que ese es el único argumento que éste seudoescritor valida.
Me parece intolerante y exuberante que no permita la libre expresión como forma de catarsis para un pueblo reprimido, cómo se atreve (o te atreves) a confundir los recursos literarios con saltos en la gramática o semántica. ¿qué acaso no sabes de literatura? ¡Se le llaman recursos expresivos!
Cada músico tiene su propia forma de ver el mundo, y ha decir verdad prefiero la música latina que hace Calle13 a lo deprimente y nihilista del hip hop estadounidense (por, a como lo maneja el autor, generalizándolo a Eminem). El contexto es diferente, las situaciones diferentes y los mecanismos musicales no tienen por qué ser de la preferencia de todos.
Tolero y reconozco tu opinión, pero no estoy de acuerdo. Te falta argumento, solidez y sobre todo cosmovisión política, económica, cultural, emocional y psicológica. Te recomiendo «Las venas abiertas de América Latina» de Eduardo Galeano y «El Malestar en la Cultura» de Freud.
Jorge Pardo
Comenzaste mal… Calle 13 no es una banda de reguetoneros. Si no conoces sobre géneros de música urbana, mi recomendación es que investigues. Esta fálla hace que tu trabajo pierda seriedad.
yosoyboricua
Soy boricua y no ciega. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Rene es un producto auto endiosado. Profundidad falsa. Burgues disfrazao’ de lumpen. Es una pena que no sepamos aceptar criticas. CIertamente los Teletubbies escriben mejor
Cristian Soto
Comparto la idea de fondo, pero para nada la forma y recursos utilizados. Los fundamentalistas no pueden vivir en paz por no ver el lado positivo de las cosas. Un «allá ellos» en medio de tu discurso hubiera sido excelente.
Iñaki
Muy buen artículo, solo falto agregar que la lista de autenticas estrellas latinoamericanas de la rebeldía que están tan prefabricadas como Timbiriche o menudo pero diseñadas para el típico revolucionario de medio tiempo es mucho mas larga. La regla es sencilla: si es autentica música popular, no sale en MTV. Y no solo lo digo por géneros como el rock o el hip hop, allí están el son, la banda, etc. etc.
De los comentarios me dio mucha risa el amigo que desestima la nota por que no numeraste 1…2…3… etc. los puntos, parece que se perdió, pero es buen ejemplo de la capacidad mental de alguién que se cree que Calle 13 es lo que pretende representar (muy aparte de si te gusta o no, yo disfruto algunos de sus «hits»).
Heriberto
Primero que nada creo que todos tienen sus gustos y sus opiniones, pero para criticar algo hay que hacerlo de forma objetiva. Segundo escribo esto como un puertorriqueño que detesta el regueton y tampoco fan de Calle 13.
Para entender a Calle 13 hay que tomar como dato que comenzaron mofandose de la idiotez del regueton. El autor de este artículo lo toma como una excusa de los fans, pero no es asi. Recuerdo hace años cuando una excompañera de trabajo me contó una anecdota sobre un día que estuvo en un estudio de grabación de un amigo con unos músicos que estaban grabando unas canciones ridiculizando el regueton. Esas canciones fueron parte del primer disco de Calle 13. Por eso muchas de sus canciones, en especial de sus primeros discos, son groseras y vanas y precisamente ridículas. Además es completamente injusto decir que son artistas de regueton ya que, aunque al ridiculizar este género si se les podia catalogar bajo el mismo, han experimentado con muchos otros géneros y hoy en día sus temas de «regueton» son solo una pequeña parte de su repertorio.
Otra cosa es que es inutil comparar a Calle 13, mejor dicho a Residente, con Eminem ya que son artistas completamente distintos. Mientras que Eminem siempre ha utilizado su vida como su trasfondo musical e inspiración, Rene es bien raro que haga lo mismo y Residente mayormente es el alter-ego de René. Además, hablar de Calle 13 sin mencionar a Visitante (Eduardo Cabral) es una falta de respeto. Visitante es la mente musical del conjunto, un multi-instrumemtalista que ha trabajado con muchos musicos, en y fuera de Puerto Rico, en diversos proyectos.
Aún más, es imposible criticar a Calle 13 sin entender que utilizan mayormente un lenguaje coloquial boricua. Por ejemplo, en Puerto Rico utilizamos la palabra pata, en vez de pierna, de forma coloquial. Yo, como boricua que nunca ha visitado Mexico y no conosco su lenguaje regional, no puedo criticar a un artista mejicano por utilizar palabras coloquiales de su región por el hecho de que en Puerto Rico estas palabras no las utilizemos.
Nicolás
Compadre cuando pones 10 motivos debes enumerarlos, me parece de lo más absurdo tu artículo sin argumentos e idea clara a lo que se quiere criticar.
ana perozi
Qué pena cuando dices que «los puertorriqueños carecen».. la xenofobia cancela todo el esfuerzo que haces por construir una crítica… todo el esfuerzo del escrito se fue en vano.
Gian
Parece que te tomas demasiadas molestias para decir que simplemente no te gusta lo que hace calle 13, pues tienes que hacer cola, porque hay muchos totalitaristas como tú que no entienden sobre la libertad. La próxima que escuches algún de tema de estos muchachos tápate los oídos y tararea, eres libre para hacerlo. ;)
Gloria Smit
Leí tu análisis, pero como periodista, en el arte no puedes decirle a la gente que NO vean/lean,escuchen, no limites tu público ni clasifiques los productos sólo por que TÚ creas que son de una manera. Y por como escribes no creo que valga la pena volver a leerte.
Gosh
El hilo negro que trataste de descubrir se fue decolorando párrafo tras párrafo.
Rojina
Solo puedo decir que es lo más aburrido que he leído en mi vida.
Sayo
Qué tal. Por experiencia propia, les puedo decir que Calle 13 tenía un concierto pauteado en Lima – Perú un viernes a las 9 pm. Los nenes llegaron a las 2:30 am (ya estando en Lima un día antes, volaron a cantar a una cumbre del Mercosur en Venezuela). La gente protestó, pero Residente los mandó a todos a chingar diciendo que había ido a Venezuela a luchar por la autonomía de Puerto Rico. La gente chifló (los que se quedaron), ya que muchos (sobre todo los que tenían hijos) tuvieron que marcharse horas antes y perdieron su dinero. En las redes sociales, muchos fans de Argentina y Venezuela respondieron airados a los reclamos de los peruanos que porque nos quejábamos, que ellos podrían esperar 8 horas por Calle 13 y que normal y que somos unos pinches mamones por reclamar. Calle 13 nunca ofreció disculpas por su desmedida tardanza y quedaron retratados como unos soberbios al decir que fueron a tocar a Perú «a pesar de perder dinero».
ricardo
Que hueva de post, lo leí completo por respeto (al haber iniciado ya la lectura). Pero puro odio….. La musica nunca sera adecuada para cada persona (cada una es un mundo)… Si la gente quiere escuchar al grupo que lo escuche y si tu no; pues se respetuoso y no tires odio con palabras rebuscadas.
pelon
bueno demos solcuion de una ves a ver mediante lo que planteas ,,,, jjajaj al parecer no entiendes nada de nada el sentimiento por las cosas q giran alredeodro tuyo solo esperas tapar las cosas demos solucion real a nuestros problemas
http://www.youtube.com/watch?v=h0Bi0lPqXTs
Roberto Morales
No terminé de leer tu publicación porque, para ser honestos, me termino siendo aburrida, pero lo respeto porque es tu espacio. Lo que si creo es que se preocupan mucho criticando cuando en realidad el cambio esta en cada uno de nosotros, no importa si de verdad es rebelde o no pero hay cosas que otros no lo dicen y así sea pura mentira para ellos, lo que significa para mi puede ser lo que también pienso y siento, así que dejemos de criticar y hacer tontas comparaciones de que si él salio de una familia con dinero o no porque hay gente que puede estar mejor económicamente pero que si se preocupa en los demás, creo que nos falta creer en eso; y tomemos lo bueno para hacer el cambio porque desde acá no se hace nada. saludos
Arturo Bustos
Alguien que compara dos músicos, no entiende nada de Arte. Siempre hay similitudes. En todos los planos del arte.
O mejor escrito el que compara a dos artistas, es critico de arte. Osea nada. Gente sin cojones para subirse a un escenario, Que se cree inteligente por lo dejan opinar. Gente que Cree que a alguien le importa, lo que opine.
Si queres hacer algo de tu vida, busca lo que mas te gusta hacer y disfrútalo.
Pero salir a opinar y comparar el Arte de otro. Es muy común de un Neerds, que no tienen vida propia. Que siempre sabe que decir cuando le preguntan. Pero que no sabe sentir.
Yo no entiendo nada. De nada.
Y tampoco tengo consejos para darte.
Suerte che, y ojala la próxima le dediques tiempo a tu obra.
Sara
No concuerdo con tu punto de vista, si bien Calle 13 se ha metido a la industria musical y ha tenido que venderse para ser exitoso como muchos otros grupos «rebeldes», considero que mantiene una línea o un mensaje que es el de la lucha por los pobres y contra la opresión de todo el sistema.
Criticar letras, estilos y otros no podría hacer, pues no soy especialista. Seguramente tú si lo eres para hacer una crítica como la que hiciste.
Lo que si comparto es el disgusto por sus canciones machistas en las que se muestra a la mujer como un objeto.
hmbth0
tienes que ser pobre para ser rebelde????????????? tienes que comer mierda para cantarlo sobre eso?????? todos ricos o pobres vivimos la violencia.. sin embargo en este articulo han dicho que les molesta es que ponga letras fuera de su contexto musical, lo que en realidad molesta es que el reguetton se convierta en rebelde. porque es rap o hip hop y son gringos si esta bien!!!!
Allan
No me parece mal que el autor del artículo (y, en general, cualquier persona) quiera decir si una banda es buena o mala siempre que sepa cómo explicar su punto de vista, porque a fin de cuentas es eso: SU verdad. No tiene nada de malo ser subjetivo en crítica musical si, primero, se tienen las herramientas para sustentar una opinión y explicarla lo mejor posible y, segundo, se firma con nombre y apellido. Eso es algo que encuentro en este artículo y no en los primeros comentarios, por ejemplo. A ellos les recomendaría desarrollar sus réplicas más allá de la queja, refutando con la validez que pueda encontrar en la obra criticada y no criticando al crítico. Saludos.
maik
la verdad no queria entrar en esta polemica porque va en contra de mi , pilo garcia ya cheque tu musica y no creo q un musico deba hablar de lo que no conoce, al critico le digo que ese fue su momento de gloria , calle 13 es una banda con 11 musicos que tocan cada uno su instrumento como nadie,su musica es trabajada ensayada no es cualquier mierda que escribes para salir del paso , su director musical es un musico que investiga cada dettale cada ritmo , que dudo mucho que muchos grupos de este tiempo se dediquen hacer eso , cuando hablo lo hago con base y fundamento y el que no lo crea asi que me busque , pirlo garcia si quieres debatir del tema de la musica escribeme, mis nombre es Maikel Vistel , para todos los fanes de calle 13 Saxofoncalle 13 , el saxofonista de calle 13, el que no le guste calle 13 q no lo escuche que se dedique a escuchar otra musica pero dejen de hablar cosas q no sabes ni sienten lo que uno es capaz de escribir cuando ve tantas cosas en esta vida. y llevo 20 años viviendo de la musica y el que lo dude que busque mis discos de jazz, nos vemos en 2014 y busquen la nueva cancion para que disfruten de una buena musica .
agustin carucha punk
Flaco, me parece que lo que deberías cuestionar es la industria capitalista del espectaculo y no al artista. Calle 13 puede no gustarte, pero tu concepción subjetivista del arte no puede ser letra de hierro para cuestionarlos moralmente, al contrario, cuando se cae en la crítica moral del arte se roza con lo mas nefasto de la historia como lo fue la iglesia católica o el stalinismo.
Acaso nunca te preguntaste qué necesidad «comercial» tiene René Juglar de apoyar la causa nacional del pueblo portorriqueño de su independencia de los EEUU, algo que al menospreciar demostras tu desconocimiento de la historia de lucha del pueblo boricua por esta reinvindicación histórica, o cuantos shows mas va llenar apoyando en Argentina la causa de Justicia por Mariano Ferreyra, el compañero del Partido Obrero asesinado por una patota sindical mientras el estaba luchando junto a los trabajadores ferroviarios?
Polarizas a Zappa y a Dylan con Calle 13, ahora, si utilizaramos tu razonamiento entonces habría que enterrarlos a ambos por nunca solidarizarce con una causa popular o peor, cuestionar a Bon Dylan por ir a tocarle al representante del oscurantismo clerical como lo fue el Papa Juan Pablo II en el Vaticano.
Demasiado forzado y artifical tu angulo de debate, Joaquin, al punto que caes en el cretinismo sociológico de sostener tu cuestionamiento hacia Calle 13 por el simple hecho que René provenga de un hogar de clase media.
Pilo García
Yo soy músico. Desde hace treinta años estudio música, compongo música, vivo música, respiro música. Calle 13 es un pedacito más de la trama de la música mundial. Sin caer si su música es buena o mala, porque eso sería caer en una subjetividad sin sustento, Calle 13 es un producto más de la industria discográfica multinacional. Yo soy músico independiente (hace unos 18 años he tenido contrato con la ya desaparecida PolyGram). He vivido ambas situaciones, independencia – dependencia de compañía – independencia. Sé de qué trata el mercado musical, de hecho mi actividad es la música, vivo de la música. Y calle 13 hace lo mismo. Sus letras, sin entrar en la crítica literaria, cosa que no podría hacer ya que no tengo autoridad ni recursos, son funcionales, más allá de la calidad literaria, a la industria. Les son funcionales esas letras para «demostrar» la «amplitud de criterio». Como lo es un periodista progresista para un gobierno de derecha disfrazado de centro izquierda. La música de Calle 13 responde a una industria que se dedica a vender música, y ellos son un producto (cosa que no critico, simplemente, es una variable de ser músico). Yo no me creo del todo el discurso del grupo. Tampoco quiero invadirlos de críticas. Pero hay que entender que la industria musical, es tan compleja como la industria del alimento o los medicamentos o de lo que sea. Es negocio, dinero, finanzas, cosas que se alejan del arte.
Ram
Mucha glosa para desprestigiar a calle 13. Cual son sus fines??? Eliminar a un enemigo del sistema al que lo cree invencible?
Mucho bla bla,,para poco glu glu…esconde su admiración por el statu quo…hechando lodo y dudas a un grupo rebelde y latinoamericano, identificado con las transformaciones y la resistencia en latinoamérica.
lilian
Wow, una banda o su musica puede gustar o no, pero que entra en mala? y que en buena? Cada uno con su gusto, yo no escucho calle 13, pero lo qe entiendo aqui, es que si una persona de clase media y familia talvez estable tiene exito esta mal o simplemente no puede tener exito…? Al final eminem muy sufrido y todo, se lleno los bolsillos de dinero haciendo basura… rap o lo qe sea, pop alfin, pues pop, sino me equivoco viene de popular de masivo… es decir uno tiene qe salir de la oscuridad para ser bueno …
José Manuel Zuleta
Concuerdo absolutamente con todo lo que dices, y estoy totalmente en desacuerdo con los comentarios. Me parece que sólo poner las letras fuera de su contexto musical para que las leamos pone en evidencia lo carentes de sentido que son, la doble moral, y la poca inteligencia con que han sido escritas. A mi me gustaba mucho calle 13 cuando salió, pero ya escuchándolos bien, viendo en lo que se convirtió y cómo pretenden ocupar un lugar de rebeldía con una postura falsamente contestataria y absolutamente funcional al sistema, ya no me gustó más. La comparación con Eminem me parece precisa, ambos son productos de la industria, uno más aunténtico que el otro porque Eminem sí contaba la historia de su vida y sus pesares, el Residente pregona un discurso vació e insostenible. Es mentira que el público decide ké kiere ver, cada vez es más probable gracias a internet, pero de todas formas hay millones de justin biebers y one directions que nunca conoceremos porque no los promueve la industria, y como el 95% de la población (por decir algo podría ser menos, yo creo ke más) basamos nuestro consumo cultural en lo que le bombardean los medios masivos, esa es la opción real que tenemos, proceder como se nos condiciona, y Calle 13 es para los que quieren ser alternativos o antisistémicos, lo que Ricardo Arjona es para los que quieren (aparentemente) conocer poesía, un sustituto vacío que obstaculiza el consumo de productos con sustancia. Plenamente de acuerdo con lo del cruel refugio, es a través de la música que la gente se define y configura su identidad, puesto que en otros ámbitos de nuestra vida nuestras decisiones y la forma de proyectar nuestras particularidades están mucho más limitadas.
Natalia
Me parece fantástico el artículo. Calle 13 siempre me pareció un asco de banda. Pero eso sí, Eminem también hace basura de música.
Juan Perez
yo escuche todos los discos de Calle 13, y me parece que este artículo carece de amplitud en cuanto a ser una afirmación, simplemente el punto de vista del autor del artículo, más allá de lo «comercial» del grupo, yo resalto la calidad musical en composición melódica, que se adapta a una realidad y la transmite de manera responsable, por eso me gusta Calle 13, y los escucharé hasta que me muera… por que son honestos, y divertidos..!!!
Oscar Mauricio Barrera Guachalla
De acuerdo con todo, pero aporte mío, estos tipos de Calle 13 solo son pura DEMAGOGIA MUSICAL, y cómo dice el artículo, de pronto todos los jóvenes y no tan jóvenes (que vergüenza por éstos últimos) se sienten críticos y sabedores de la coyuntura latinoamericana y mundial, sin tomar un libro o un periódico en las manos. En fin, los chicos venden y es lo que les importa. Por mi parte, si tocan mientras bailo, se me fregó la noche.
Pepe el Toro
Amigo, no quise comentar antes de no escuchar a ambos (Eminem, Calle13), sin embargo pienso que criticas letras, escritura, lirica entre otros terminos quemencionas.
Pero en realidad te dire que no tiene fundamento tu critica no tiene sentido por que nisiquiera abordas el sentido de sus rimas, criticas al cantante por sus formas.
Escucha las canciones amigo,todas y cada una de ellas sin excepción después de ello escuchalas otras 10 veces reflexiona el verdadero sentido ecucha entrevistas, muevete entre amos puntos de vista de ambos cantantes y solo ahi podras desarrollar una critica con caracter, profunda y fundamentada.
Lo unico que haces en esta nota es tirar veneno eso todos lo hacemos.
Emmanuel TAvera
Muy buena critica constructiva asi Calle 13 aun que la verdad los esteriotipos en la industria musical no son creados por los medios de comunicacion si no por los consumidores en si, actualmente los medios queria poner a Justin Bieber como el nuevo «Rey del Pop» sin embargo su audiensa siendo relativamente infantil y adolecente no lo catapulto como tal; asi que el que crea al esteriotipo en si es el pueblo.
No obstante su comparacion con eminem es algo que se puede asociar comumente mas de lo que dice en el articulo, debido a que ambos son «blancos», crecieron en un ambiente de «clase media» , etc sin embargo por lo general muchos de genero Rap asi tienden a escribir canciones con temas sexuales y violentos, cabe citar grupos como Cartel de Santa, Control Machete, 650 Cent, en si son temas basicos del «Rap» e inclusive del Rock.
Ademas creo que su comentario final ante la que la musica es un «cruel refugio» creado por lo medios para dar una identidad esta muy, como decirlo, con falta de congruensi, ya que uno escucha la musica que uno prefiera, inclusive clasica o instrumental, uno decide si se le es impuesto la musica: Un ejemplo citando a no lo se, One Direction, que los medios los catalogaban como los «Nuevos Beatles» supondria con la teoria de creador de articulo que a la falta de existencia de los Beatles la gente se refugiaria con estos chicos a la falta de esa banda.
Sofía
Si bien concuerdo con tu punto de vista sobre la industria de la música, no concuerdo con lo que hablas acerca de la clase media. Una persona de clase media sufre de la misma violencia que los pobres pero de diferente manera, con las deudas, con el tener que pagar todo y con lo difícil que es mantener una familia, donde practicamente se vive para trabajar en un círculo interminable. No comprendo porque dices que una persona como Eminem cuya madre era alcohólica puede tener derecho a escribir con rabia y una persona de clase media con una vida un poco mas «fácil» no puedo, yo creo que todos pueden y lo considero bastante legítimo. Ese es mi punto