Diez motivos para no escuchar Calle 13

La saciedad del espectáculo

Harían bien los seguidores de esta banda reguetonera y sus entusiastas comentaristas en leer con calma las razones que esgrime el autor para hacer ver la falsedad de la rebeldía de Residente y sus músicos.

Antes de proceder contra Calle 13 quisiera hacer tres advertencias:

1) Mi problema no es con la gente que disfruta bailar reggaeton o haya descargado alguna canción del grupo puertorriqueño, sino con todos los que argumentan que Residente es un gran letrista, un artista fuera de serie, o peor aún, portavoz y bailarín de un pensamiento político rebelde.

2) En más de una ocasión me refiero al público que sigue a Calle 13, estoy seguro de que existen excepciones, no necesitan recordármelo.

3) Doy por sentado que tocan reggaeton, no estoy dispuesto a discutir lo contrario.

Ahora sí, una revancha mínima por todas las ocasiones en que me he sorprendido escuchándolos en contra de mi voluntad.

Cada quien se irá transformando en su propio personaje

El hombre no tiene memoria, pero hace apenas una década existió otro músico que vendió millones de discos en todo el mundo, también rapeaba más de lo que cantaba, fue mediatizado como irreverente y provocador, se le reconocía como un letrista original, se disfrazaba en sus videos, usaba recursos humorísticos, era el chico malo consentido de MTV, compartía la misma y desconcertante afición por las camisetas sin mangas. Residente fue creado a imagen y semejanza de Eminem. Ambos pertenecen a una tradición que posiblemente comenzó con Elvis, sobrevive hasta nuestros días y se ha sabido moldear a las distintas épocas. El espectáculo mediático, en cualquiera de sus esferas, ya tiene roles asignados, están en perene casting para llenarlos, la vertiginosidad de nuestros tiempos lo demanda. Huyssens habló de la mass media como máquinas de producir presente. Posmodernidad y remake. Por su neurosis informativa, los medios mercadean estereotipos, no hay tiempo para construir narrativas o personajes complejos. A principios del siglo XXI se requieren, por ejemplo, la princesa pop virginal, el baladista maduro para las mujeres maduras, de la misma forma en que se necesita un diputable en representación del gremio o el enemigo infiltrado entre los titulares de la selección mexicana y claro: un rebelde de juguete, la figurilla de acción de la industria musical.

A pesar de ello, considero que Eminem es un artista superior y encarna mejor la figura del rebelde que ambos proyectan. El verdadero nombre del estadounidense es Marshall Bruce Mathers III, creció en un suburbio de Detroit, por algunos años en casa rodante, educado solamente por su alcohólica madre y su querido tío que lo introdujo al hip hop antes de suicidarse, fue víctima de severo bullying en la escuela, entre una turbamulta de afroamericanos logró destacar en las batallas de rap, consiguió un contrato para grabar y de un día a otro era millonario, protagonizaba los titulares de los diarios.

El verdadero nombre de Residente es René Pérez Joglar, hijo de un conocido abogado y una actriz, perteneciente a la clase media puertorriqueña, cursó un bachillerato en artes, viajó a Georgia y Barcelona para continuar su estudios en cine y edición de audio, una crítica favorecedora en Time Magazine catapultó a Calle 13 a la cima, llenó su estantería de Grammys.

Por supuesto, sus biografías no los validan ni desacreditan por sí mismas, pero son importantes para entender lo que representan como figuras rebeldes mediáticas. Las letras de Eminem son de explícita violencia, habla de matar a su esposa, del odio a su madre, sus problemas con las drogas, emprendió una cruzada sanguinaria contra la cultura pop y la industria de la música. Tras unos cuantos días estudiando sus letras, me queda claro que no se considera una autoridad moral, sino el resultado de una normalidad violenta como la de millones, siente tanto asco por el mundo como por sí mismo. Su rebeldía es auténtica porque emerge del lado más oscuro de la conciencia de una época, se destroza en cada verso que escribe, dejó un valioso testimonio sobre los daños que sufre un individuo crecido en un ambiente violento. Su personaje halló en el rap el vehículo natural de expresión para su pensamiento.

Por otro lado, Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…

Soy rebelde
como un monaguillo en la iglesia
fumando cigarrillo
sin que la monja se lo sospeche
soy rebelde
como una vaca que no quiere dar leche.

Así su rebeldía, así los que se la crean. Basta echar un vistazo a la prensa que recibe el grupo para entender el porqué de cómo se le percibe socialmente, titulares como “Revolución” o “La voz rebelde de Latinoamérica”, o preguntas sobre cómo puede tener un pensamiento tan radical o cómo le hizo para ser aceptado por las élites intelectuales del continente. Sí, bueno, jmmm, ¡achú!

Calle 13 no puede acreditar su rebeldía en sus canciones, por lo tanto necesita construir su personaje mediante el abuso de la autorreferencialidad, él mismo se nombra obsceno, inmoral, el máximo exponente del pecado…

La estrategia de los puertorriqueños es atentar contra lo que teóricamente está prohibido, a pesar de que convivimos a diario con ello. Por ejemplo su tratamiento del sexo, tan escandaloso para muchos, es muy light comparado con lo que cualquier hombre en edad de masturbar ve cada semana en internet. Le apuesta a la doble moral, a través del escándalo frívolo legitima aquel prohibido que en realidad es aquel normal, entonces las señoritas obtienen su dosis de pecado y luego se sienten culpables después de follar.

Su vía de expresión, a diferencia del rap, nació como un producto comercial. Anarquía artificial, defensor de todas las causas, por momentos su figura pública parece un tríptico del Instituto de la Juventud. Su pensamiento encarcelado en la forma del reggaeton. Me atrevería a decir que se trata de un conservador en la medida en que sus canciones se construyen a partir antivalores de todos los días como ignorancia o machismo. Es otro anuncio de telemarketing.

Camus advierte: “En arte, la rebelión termina y se perpetúa en la verdadera creación, no en la crítica o el comentario”. La rebeldía artística en la posmodernidad sólo puede existir si nace de la inteligencia y el riesgo, concilia lo íntimo y lo universal, edifica otros universos cerrados y verosímiles, atraviesa el tiempo como una bala que nunca reducirá la velocidad.

La rebeldía se ha vuelto un elemento sustancial del espectáculo. Al menos Eminem tuvo la decencia de reconocerlo. “I am whatever you say I am. If I wasn’t, then why would I say I am?”

Poética y corrección de estilo

Los que huelen a meados de viejito,
a esos son los que yo resucito
y les devuelvo el apetito
con un poquito de pornografía.
Mujer tú eres toda una geometría,
tú tienes el pudín como me gusta,
estirao con estrías
como de repostería,
con la falda corta
al estilo de Miami,
enseñando la mitad del salami.
Aquí te traigo juguito yambinga,
coño zapatea que tú no eres gringa,
yo te sacudo como un estornudo,
te pongo a vomitar el desayuno,
te enseño mi lenguaje hombruno
y con él te vacuno
—“Cumbia de los aburridos”

Poética de la ocurrencia, versificación del inventario. Salta de un campo semántico a otro como si se tratara de cambiarse los calcetines. Debe hacerse el protagonista cada línea. Encabalgamiento de versos vacíos. Cuando la fragmentación no se utiliza para crear una visión unitaria o integradora del mundo es un recurso holgazán. Un lenguaje legitima al otro, así que se vale de modismos, barbarismos, argot urbano, insultos y algunas provocaciones gratuitas para crear un show efectista. Su música fue hecha para el presente, sus referencias poperas se irán deslavando porque aluden a la inmediatez. Como el atún y otros productos enlatados, Calle 13 viene con fecha de caducidad.

Aunque no fuera de mi gusto “Atrévete te” me pareció en su momento fresca e ingeniosa, su mezcla de spanglish, construcciones absurdas y referencias pop sonaban distinto, pero jamás pensé que harían toda una discografía multiplatino, multimillonaria, con base en la rima fácil.

En repetidas ocasiones Residente demuestra que además de talento le hace falta un diccionario. Me pregunto si cuando dice “eres pura geometría” se refiere a que es poligonal, cúbica o lineal. Elegí ese ejemplo del epígrafe, pero hay decenas más; si esos sesgos de información, construcciones estilísticas no se le perdonan a un joven escritor cuando publica un libro, no entiendo por qué aplaudírselas a un normalón que encabeza las listas de best sellers.

En su éxito con Café Tacuba nombra cualquier persona-animal-cosa que se le ocurra para rematar el estribillo e integrarlo al “aisevá” con un “no hay nadie como tú amor” en el coro. La dificultad creativa de esa canción es proporcional a la que se requiere para hacer la lista del súper. Prefiero ser un intolerante, mamón, cascarrabias, raboverde, quejumbroso y arrugado que suponer una inteligencia privilegiada se esconde detrás de versos como “Hay personas gordas, medianas y flacas,/ caballos, gallinas, ovejas y vacas”. He visto a los Teletubbies rapear mejor que eso.

Narrativa de estereotipos

Rompe varias reglas elementales para cualquier narrador. El mayor problema es que la construcción de sus personajes, ambientes, hechos, su lectura del mundo en general se fundamenta en estereotipos. Penosamente, acredita las creencias de sus seguidores en lugar de confrontarlos con alguna otredad. Tiene que dar su opinión sobre todo, lo cual se vuelve muy incómodo. Peca de cursi y juicioso. Por momentos es moralista, por no decir mesiánico. Le pone demasiado peso a la frase por encima del todo, es discontinuo e inconexo. Sobrestima sus propias obsesiones por encima de las de sus personajes, les mete el pie, no los deja caminar.

La industria de la fiesta

Con base en sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma.

Se trata de una auténtica distopía: la industria de la música sometida ante la industria de la fiesta. Punchispunchis, basta echar un vistazo a las listas de canciones más escuchadas para percatarse de que el público mayormente busca un ritmo pegajoso para bailar la noche de un sábado. Es un producto cultural que no te compromete a empatizar con él, a mimetizarte con la obra, sino a escucharlo de fondo. La música, sea arte o entretenimiento, tiene más poder que cualquier otra expresión creativa. Calle 13, al igual que tantos otros grupos del aparato comercial, sirve para fijar valores y ninguno más sobrevalorado que su visión de lo divertido. La fiesta es un simulacro de lo extraordinario, se ha vuelto parte de nuestra normalidad: estar sentando en la barra mientras se calienta la cerveza es casi tan emocionante como lavar los platos. No hay que menospreciar, valga la calamidad de la época, hasta qué punto uno es lo que consume.

Hay temas que no le pertenecen a la fiesta, la forma y el fondo deben fundirse, insisto: resulta imposible considerando que se trata de un ritmo que fue creado para acompañar con Bacardí, bailar en un espacio donde ni siquiera puedas escuchar tus pensamientos y tentativamente recibir tremenda untada de camarón de algún cholo con mostacho cantinflero. A base de sobreproducción en estudio, grupos como ellos o los Black Eyed Peas contribuyen a establecer la fiesta como un templo artificial que cumple para muchos la función que para un buen cristiano ir a misa los domingos. Su utilidad para construirnos como individuos o desarrollar un pensamiento independiente es más o menos la misma. El deseo es un producto de consumo.

La industria del amor

Por ti yo hago lo que sea
peleo contra 300 ninjas en Corea
por ti pesco 500 delfines
y cruzo la cordillera de los Andes en patines
—“Electro movimiento”

La palabra amor en el pop no vale ni un penique, aunque pesa una tonelada. La industria musical, cual loop del Vaticano, lo ha difundido como el valor primigenio del hombre, el que lo hará ser justo, libre, empático, aunque principalmente ha conseguido hacerlo cínico, manipulador, perezoso y egocéntrico. Ama y fiestea, teme a tu soledad. El amor es la ilusión más verosímil.

No es gracioso o no entendí

La parodia de la parodia de la parodia no es graciosa. Como nada de lo que hace es serio, para sus fanáticos no puede ser atacado en serio, sólo defendido. Su humor es más escatológico que irónico, payaso que sarcástico, ridículo que absurdo, ingenuo que ingenioso, technicolor que negro. “Lo cómico, para producir todo su efecto, exige como una anestesia momentánea del corazón. Se dirige a la inteligencia pura”. Lamentablemente los puertorriqueños carecen de esa jiribilla mental que señala Henri Bergson. En resumen: se trata un mal chiste que nunca entendí.

Políticamente correctos

Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.

Tómese como evidencia este retrato cursi y exotista del migrante.

En tu sonrisa yo veo una guerrilla,
una aventura, un movimiento.
Tu lenguaje, tu acento.
Yo quiero descubrir lo que ya estaba descubierto.
Ser un emigrante, ése es mi deporte.
Hoy me voy pal’ norte sin pasaporte,
sin transporte,
a pie, con las patas.
Pero no importa este hombre se hidrata
con lo que retratan mis pupilas.

Los migrantes sufren toda clase de abusos (inclusive por parte de mexicanos), y dudo que consideren lo suyo un deporte. También supongo que tienen piernas y no patas, están más preocupados por ganar el pan que en la guerrilla, y me queda claro que el asunto importa y definitivamente los mojados no se hidratan con lo que retratan las pupilas de Calle 13. Me pregunto si le interesa más la problemática migratoria por su trascendencia sociopolítica o porque nada se cotiza más en el mercado que el efímero presente.

El mensaje político que transmiten es el mismo que se puede escuchar en cualquier peluquería. Le añaden algunas groserías más, le meten sazón en el estudio y engañan a cientos de miles de jóvenes “alternativos” haciéndoles creer que tienen conciencia de la realidad política porque:

a) Están convencidos de que existe un sistema y se trata del principal enemigo. ¿Dónde comienza y termina ese sistema? ¿En qué consiste? ¿Quiénes lo controlan? ¿Con qué propósitos, medios, estrategias? ¿Cuáles son sus mecanismos? ¿Dónde puedo consultar su organigrama? ¿Son una célula maquieavélica o una organización civil?

b) La culpa siempre puede ser de Estados Unidos, no hay necesidad de matizarlo, encarnan el mal y no cabe duda de que esconden los cuarteles del sistema.

c) “Inches polítikos me cai que son una miarda, sólo kieren jodernos y kreo que devieran meterlos a todos al vote por pendejos”.

d) Sólo una revolución podrá salvarnos del sistema, los políticos y Estados Unidos. ¿Cuál revolución? No sé, habrá que preguntarles a los caudillos del reggaeton.

¿Quién hubiera dicho que José Martí sería la figura más influyente en la letrística latinoamericana del siglo XX e inclusive de principios del XXI? ¿Y quién hubiese predicho que para colmo no lo sería por su visión poética, sino por su proyecto ideológico? ¿Y quién en su insano juicio hubiese adivinado que el aparato musical permitiría que la faramalla y el perreo tuvieran más difusión en unas semanas que la obra del pensador latinoamericano en una vida?

A la medida de MTV

Desde que la música llegó a la televisión y en la medida en que otros formatos se han consolidado, ha tenido que mutar en un espectáculo que integra elementos teatrales y multimedia. Gracias a ello presenciamos el gran muro de Pink Floyd, la trayectoria camaleónica de Bowie, las alucinaciones de Génesis y Roxy Music, los videos de Michael Jackson y los visuales de Daft Punk.

De nuevo fue un formato comercial, el videoclip, lo que comprometió esta vena de la música. Cuando la gente perdió el interés y los ratings de MTV cayeron en picada vino el internet a salvarlos, sólo que ahora compiten con un mundo virtual que sólo conoce el aquí y el ahora, cualquiera cierra o cambia de pestaña cuando guste, así que necesitan ridiculizarse más y por eso casos tan lamentables como el de los puertorriqueños o la señorita Gaga.

Veo sus videos y queda claro que si fuera buen músico no tendría que ser un entretenedor, un payasito tatuado cuya empresa musical demanda que siempre deba llamar la atención sin importar si tiene algo que aportar. ¿Pueden nombrar algún gran músico del siglo pasado que se degradara a sí mismo de tal forma? Calle 13 se sostiene gracias a YouTube.

Todo un caballero

Calle 13 es políticamente correcto, es decir: prejuicioso, maniqueísta, ignorante, artificial, patriotero y guadalupano.

Después de escucharlos largas horas diría que la representación que hace Calle 13 de la mujer es la de una máquina mamadora y tragasemen, tetona y escotada, con unas nalgotas para nalguear. Curioso que sus feligreses lo defiendan diciendo que se trata de una parodia del reggaeton, género que se caracteriza por el contenido machista de sus letras. De nuevo, se engañan si creen que el aparato pop no influye en cómo experimentamos nuestra sexualidad o percibimos al otro género. Me encantaría ver qué harían sus fanáticas si una noche cualquiera en cualquier bar un feo con suerte o una sonrisa colgate se les acerca bailando reggaeton y les recita al oído:

Yo sé que tú quieres chuparme las quenepas,
aunque no sean de Ponce.
No importa que no sean ni de oro,
ni de plata, ni de bronce,
lo que sé es que te gusta el roce,
también sé que te gusta mi elefante como tose.

La industria de la música

¿Buscan rebeldes en la música? Encuentren a Dylan, Zappa y Davis, tres figuras que se resistieron a ser caricaturizadas por los medios, se escabulleron de cualquier definición. El primero lo hizo abandonando el folk, el género con el que había cautivado infinidad de fanáticos en el mundo para mudarse al rock, recibió suficientes críticas y abucheos para llenar varias veces el Estadio Azteca. Zappa es el músico rebelde por definición, tanto que inclusive se mantuvo sobrio en el apogeo del hippismo, parodió a los Beatles, luchó incansablemente contra la industria de la música y siempre sonó absolutamente original. Finalmente Miles, tenía más heterónimos que Pessoa, se reinventó a sí y al jazz en repetidas ocasiones, en álbumes tan radicalmente distintos, infinitos y complejos como podrían serlo Kind of blue, Bitches Brew y Sketches of Spain. Son comparaciones descabelladas, pero me interesa porque se trata de tres artistas cuya música demanda ser escuchada atentamente y hasta el fondo para ser comprendida, no se adhirieron a la forma de moda en el mercado, sino que se inventaron una propia que les permitiera expresar su espíritu.

Ahora que desaparecieron los cassetes y asumiendo que al CD no le quedará tanta vida, la música comercial se nutrirá aún más de la inmediatez, dejarán de producir discos para lanzar sencillos de acuerdo con la ocasión.

Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.

Vivimos un momento definitorio. Por un lado, las disqueras lanzarán cientos de miles de discos de sus elegidos, los harán sonar en antros y estaciones de radio, les conseguirán boleto para los principales festivales, realizarán espectaculares videoclips, se mantendrán cerca de sus fanáticos mediante Twitter. Por otro, el internet democratizó los contenidos, pueden tener el disco que quieran con un clic. Sea cuál sea la virtud que encuentren en la música de Calle 13, pueden hallarla en versión mejorada en otros autores. Cualquier época, procedencia, ritmo, la Musiteca de Babel, una auténtica maravilla del hombre a su alcance, sin moverse de su silla favorita. Todos somos consumidores, pero cada quién puede elegir cómo serlo y en cierta medida elegir al mismo tiempo lo que son y desean ser. Por lo menos hay que conocer lo otro, no seguir la fila al circo, para poder en verdad elegir.

Si me preguntan, el punto de quiebre fue cuando Elvis se vendió a los casinos de Las Vegas. La rebeldía llegó al supermercado. La industria musical se volvió un aparato de control que atenta contra nuestra voluntad de ser.

Residente se confiesan en sus propios términos:

Baterista de pequeño, rapero cuando adulto,
por eso riman a tiempo todos mis insultos.
A las mentalidades prehistóricas
las capturo con groserías luego las mato con retórica.

Los problemas no se dan por sentado
y más cuando hay abuso de parte del estado.
Sería muy fácil para mí escribir un bolero
o hacer un video rapeando encima de un velero
con mujeres en pelotas acariciándome los huevos,
sacrificar mis ideales pa’ venderte un disco nuevo…

Guy Debord lo escribe en mejores palabras. Esta cita lapidaria aparece en La sociedad del espectáculo y contiene la esencia de lo que he intentado expresar:

La alienación del espectador en beneficio del objeto contemplado (que es el resultado de su propia actividad inconsciente) se expresa así: cuanto más contempla, menos vive, cuanto más acepta reconocerse en las imágenes dominantes de necesidad, menos comprende su propia existencia y sus propios deseos. La exterioridad del espectáculo respecto del hombre activo se manifesta en que sus propios gestos ya no le pertenecen a él, sino a otro que lo representa. Es por eso que el espectador no se siente en su sitio en ninguna parte, porque el espectáculo está en todas.

Sin darnos cuenta firmamos un pacto social con la industria de la música. Ante las crisis patrióticas tras las guerras, confundidos en el apogeo de la posmodernidad, nos ofrecieron refugio, identidades empaquetadas y lo tomamos porque era lo más fácil. Ah, maldita costumbre. Urgencia por pertenecer, por no quedarse solos, en los huesos y en posición fetal. Entonces existen punketos, metaleros, devotos de Cerati, ravers, creyentes de Silvio, indies, emos e infinidad de especímenes cuyo estilo de vida se define en buena medida por la música que consumen. Nos veo en la calle con audífonos, llenando cualquier escenario para concierto, descargando un torrent, cantando en el coche, bailando toda la noche en la discoteca…

La música es una dictadura perfecta. ®

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Publicado en: Mayo 2011, Todos los puentes quemados

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  1. Me parece una práctica muy necesaria; escribir, discutir, analizar, dialogar, crear artículos, debatirlos, corregir, aclarar, desmentir, leer opiniones diferentes a mi opinión, escribir opiniones diferentes a la opinión del otro,,, lo máximo sería hacerlo en un ambiente de respeto, mientras llegamos a ese momento en la vida me conformo con la buenísima práctica tan necesaria..

  2. ¿Realmente alguien cree que por dar argumentos en contra de este grupo le van a dejar de escuchar? Los que no lo escuchen tendrán mejor música o simplemente mejores cosas que hacer con su tiempo. Y los que sí, el artículo mismo los llama fanáticos, bien, un fanático no razona ni cambia de idea por mucho que se le argumente. Cada uno tiene sus motivos y por mucho que se exponga el punto de vista contrario no servirá de nada. Los gustos raramente cambian.

  3. En algunas cosas tiene razón el articulo. Calle 13, al igual que todas las bandas tiene algo bueno y algo malo, no creo que sea una banda comercial, sino no haría canciones que son censuradas. A mi me gusta el ritmo y la letra y lo voy a seguir escuchando. Según Residente ellos tuvieron que hacer algunas canciones comerciales y sin sentido como atrevetete o electromovimiento para hacerse un poco más conocidos y llamar la atención y luego sacar canciones como calma pueblo, querido fbi, la bala, digo lo que pienso y otras con la cuales expresaban sus ideales. Si sacaron 10 grammys malos no son.
    AGUANTE CALLE 13

  4. Calle 13 a parte de su antiguo estilo que ya no lo usa mas (reggaeton) se convirtió de a poco en la voz de un pueblo reprimido por la injusticia y la pobreza … es cierto , sus temas como «atrevete-te» eran una boludes, pero hoy en dia sus letras estan llenas de contenido «Latinoamérica» , «pal norte» (dedicada a los aspirantes al sueño americano» «muerte en hawaii (haciendo memoria sobre la muerte por manos del hombre de tantos delfines) son algunas de las muestras de su mensaje liberal y en busca de una correcta forma de ver las cosas…

    Gente como yo se siente agradecida de que haya personas como ellos capas de dar estos mensajes a todo el mundo… ademas de sus letras a veces «romanticas» que nos llenan de inspiracion y deseos reales para compartir con otra persona… «la vuelta al mundo» «beso de desayuno» casos especificos que demuestran esto.

  5. Hola, soy una señora de 62 años y quiero expresar mi opinión; Me encanta Calle 13, lo demás, cada quien tendra su derecho a ver lo quiera ver, en las letras en los personajes. Eso es la LIBERTAD.

  6. Supuestamente aqui se podía replicar, pero al parecer al moderador mi comentario le debe haber parecido mas desinformado, agresivo y ofensivo que «ensayo» onanista en el que el autor claramente no está bien informado sobre lo que escribe, por ejemplo «Doy por sentado que tocan reggaeton, no estoy dispuesto a discutir lo contrario». Donde el onanista ensayista ofende a los que escuchan a Calle 13 proponiendo que lean su «maravilloso» ensayo: «Harían bien los seguidores de esta banda reguetonera y sus entusiastas comentaristas en leer con calma las razones que esgrime el autor para hacer ver la falsedad de la rebeldía de Residente y sus músicos» para terminar enseñandonos, mostrandonos el verdadero camino de la rebeldía, la verdad revelada sobre que músicos deberiamos escuchar, nosotros, los cabeza de tarro que escuchamos esa «música de incultos» de Calle 13: «Buscan rebeldes en la música? Encuentren a Dylan, Zappa y Davis».
    No es gracioso o no entiendes? debe ser por que tienes tu intelectual trasero en los cielos, alejados de las masas a las cuales intentas educar con tu soberbia.
    Al parecer un comentario que escribí el dia 13 de noviembre en el cual entre otras cosas decía que para el autor el Che Ghevara, Vladimir Lenin o Federico Engels entre tantos otros eran charlatanes y no eran verdaderos rebeldes por no tener un pasado desdichado como el de Eminem y provenir de familias «bien» (simpre salvando las inmensas diferencias entre Calle 13 y estos tres grandes revolucionarios que mencione).
    Asi que agradecería que el moderador me explique como mi comentario pudo de alguna manera violar las normas siendo mas desinformado, ofensivo o agresivo que el ensayo publicado.
    Saludos.

  7. O sea que en serio quisiste hacer un análisis de tal magnitud para referirte a Calle 13?? Tú si que estás necesitado de atención… Todos sabemos que Calle 13 es un producto comercial disfrazado. El problema es que hayas querido ser tan rimbombante para algo tan obvio. Eso soloe demuestra la necesidad de reconocimiento que tienes… Ojalá la próxima uses términos y análisis tan complejos para algo serio… Por cierto dos recomendaciones: quita los clichés y los mensajes xenófobos de tu texto, no le ayudan en nada. Y mejor haz un análisis semántico de los vídeos de Lady Gaga, vas a aprender muchas cosas!!!

  8. El supuesto «escritor» de este patético intento de crítica debería buscar talleres de periodismo ,análisis y escritura. Es el clásico cerrado que jura que es intelectual siendo pretencioso y lo que es es un latoso aburrido, anticuado. Calle 13 es una gran banda y hace mucho mas socialmente que la mayoría de las bandas que conozco y que me gustan incluyendo a Manuchao ,radiohead, etc etc. No se ni como se atreve a comparar a René con Eminem, tal vezen los comienzos de calle 13 pero hace rato René se fue por encima de muchos músicos que se creen músicos.

  9. Yo apoyo a toda la Calle 13 a pesar de sus errores, de sus clichés y de las cosas que no me gustan. Porque sé que hay algo mas en su propuesta que no se puede decir en palabras y precisamente ahí es que yace su contenido. Es el mismo sacrificio que muchos hacemos apoyando a ciertos gobiernos progresitas y movimientos sociales en América Latina.

  10. Chafa. Quien escribió esto ni es musico, ni ha de saber mucho inglés porque muy bien analiza y critica las letras de cale 13 pero ni pio de Eminem con quien los compara. No es que piense que calle sean los portavoces de la revolución, pero dedicarle una nota está mas chafa, es como si yo escribiera un artículo entero de por que Gloria Trevi es una rebelde plástica.

  11. Me encanta escuchar, cantar y bailar al ritmo de Calle 13; sin embargo, considero que la opinión del autor de este artículo es por demás acertada y muy apegada a la realidad. Concuerdo completamente con Rodrigo Simeone sobre la calidad del escrito. Mis respetos.

  12. esta bastante interesante el articulo, lastima que lo publicas varios años despues de que los artistas plasticos comenzaran, por ahi mencionas a daft punk, algo asi como un referente, pero yo lo englobaria dentro del plastico, tan solo analiza su concepto, pero bueno, asi como a muchos les ha de gustar calle 13 o los back street boys en su momento, a ti te han de gustar ellos.
    es una pena que en estos tiempos, la musica sea desechable y no trascendental, son pocos los grupos que llegan para quedarse con una buena propuesta, ya hasta algunos de los grandes ha apostado por la musica plastica y esto seguira mientras haya alguien que lo consuma.
    lo bueno, es que todavia hay mucho ingenio musical, lo malo, es que a veces, es muy poco difundido, lo bueno, es que todavia vieven algunos de los grandes compositores, lo malo, es que muchos ya no producen y como un par de personas no pueden hacer nada en contra de un mounstro como lo es la industria musical, no queda de otra mas que cada quien escuche lo que se le inchen las pelotas

  13. Multidimensional como la cultura, este ensayo de ensayo.
    Muy acertado en lo referente a los mecanismos de la industria cultural y la construcción del sentido de los que hablaron Rodrigo Simenone y Michel Foucault entre otros.
    Sin embargo el autor se pone demasiado personal para mi gusto, y en el afán de demediar al tal Residente se demedia a sí mismo, como cuando expresa no entender a qué se refiere algo tan cliché y por ende claro como «mujer tu eres toda una geometría» e intenta construir una ridiculización del sujeto que solo lo ridiculiza a él. Cómo bien lo expuso Chris Zitro, los prejuiciosos complejos del autor logran por momentos opacar su acertado juicio.

  14. Isaac Gutiérrez

    No conozco al escritor de la nota pero dedicar tanto a un artista, además de que casi no habla de la parte musical, casi todo es enfocado al vocalista, no necesito ser Froyd para saber que este «escritor» uso la columna para en secreto declarar su amor.

  15. No me parece un grupo malo del todo ya que tienen algunas canciones buenas y que sostentan esta rebeldía que siempre me ha parecido muy pretenciosa, pero algo que no menciona el autor es la transformación que atraviesa Calle 13 el como el mismo sistema del que se quejan los acabó absorbiendo y peor aún beneficiándose de ellos.

    Las canciones que les he escuchado van desde lo incoherente a las que verdaderamente te hacen reflexionar( incoherentes como unas cuantas explicadas aquí )y las que si te sacan un cierto feeling de impotencia ante el mundo.Pero se deben mencionar las fases y cambios que atraviesa Calle 13, son escenciales y explicitos del argumento que quiere dar el autor para justifiar que no se escuche al grupo; si bien da buenos argumentos el autor basta con ver su histria para tirar el mito Calle 13, ni siquiera ahondar en sus letras tiene sentido alguno.

    No queda claro si son rebeldes o son defensores de los derechos humanos, su mensaje político no es claro del todo a mi no me compran se quieren lavar las manos del negociazo que resultó ser Calle 13, que hasta 2006, cuando firman con SOny, tenian toda la credibilidad y la carga política que deseaban, el tema Querido FBI de aquells entonces, a Capella y con un contexto político fuerte poco tiene que ver con su proyección presente.

    Y todo lo anteriormente menconado no queda claro porque son unos artistas transofmrados en actores y que fueron orientados a un tipo de receptor muy específico; que es mayoría, y al cual es muy fácil satisfacerle su gusto musical,(adolescentes jóvenes adultos hispanos o de una minoría estadounidense cabe señalar, entre 13 y 25 26años, este es realmente al público al que quiern aplear los Calle ) esta gente quiere oir todo lo no correcto y sentirse identificada con letras que son ideales para desahogarse emocionalmente, etc., eso es Calle 13, un simple movimiento artístico, orientado a un público y que fue transormado a este modelo económico para enriquecer a unos cuantos includios los hermnos Joglar, que no creo que hayan renunciado a las buenas pagas que esos contratos con Sony seguramente les otorgaron.

    Por lo que realmente todas estas manifestaciones políticas que hace este cuate René quedan al aire, digo me parece rescatable que les haga alusión y difunda pero realmente quedan al aire, los mismos que lo premian son a los que ataca, los que hicieron el negocio Calle 13 son a los que ataca o acaso sus fans y el ¿no saben que SOny Music, la disquera más grande y que domina el mercado mundial los produce? Disquera que esta coludida politicamente con todo lo que ataca Calle, por esto digo que es ofensivo para el público, este cuate realmente pasó de un artista a ser una marioneta de la industria musical.

    Volviendo a sus temas que son lo que menos importa en el asunto, creeanme, a veces los Calle 13 nadamás juegan con palabras y frases rimbombantes para sonar retóricos anti sistema pero realmente como lo señala este artículo sus letars son incoherentes y sumamente repetitivas, incluso hay canciones que repiten las mimsas frases e histries; hay un par de canciones claro que son excepción y que claro que son buenas y tienen una carga política considerable, pero lamentablemnte todo la metamorfosis del movimiento le va restando la credibilidad política y para mi cada vez queda más en el contexto de ser un simple grupo para ganar biyuyo.

    Y calle no es mas que un empleado de Sony que se burla de sus fans en su cara y de fea forma, lamentablemente este sistmea que Calle comenzó criticando lo acabó absorbiendo y de aqui que estoy de acuerdo con el autor en no escuchar ni claborar monetariamente en ningun evento relacionado con Calle, pero cabe destacar que también se puede percibir ciertas cosas extrañas en el autor, como su obsesión cuasiplatónica con el éxito de René y con René Joglar en si., mucho odio y envidia del cuate que hizo mucho baro y ahorita anda en las nubes. Y cabe señalar que no se limitan solo al reggaeton y tambien cabe señalar que no todo el regaetton es malo por algunos cantantes y proyectos musicales corporativos que denigran estos alegres y folkloricos ritmos latinos.

  16. Lo más que me gustó es que para ser alguien que le disgusta el estilo y el artista le ha escuchado mucho y le ha seguido muy bien. Yo pensaba que sólo le prestábamos atención a lo que nos interesaba. Creo que Calle 13 cae perfecto contigo porque si saca toda esta inspiración y todo este análisis es entonces una musa.

  17. Más que una crítica, esto contiene rencor, espero que el Peón que escribe esto por lo menos sepa algo de música o esté embebido en ella.

  18. Albin Rosales Rondón

    He terminado de leer la puñalada de juicios que el Sr. Joaquín Peón Iñiguez lanza sobre los Calle13 oficial. Y realmente me he quedado un poco atónito, se me parece más un manifiesto de un intelectual envidioso que una crítica seria a la capacidad que tiene el sistema de convertir todo lo que suena en un producto… Y te digo la verdad, que a mi no me gusta el regetón ton ton, pero respeto el hecho sobre el cual los movimientos culturales ejercen una influencia mayor a la que a nosotros nos guataría. Me preguntas ¿Qué te parece el regetón? Y te diré que en su mayoría, las letras están hechas para vender, manosear y dejar de pensar en lo que yo creo son los verdaderos problemas de la juventud. El Sr. Joaquín Peón Iñiguez escribe como el verdadero revolucionario, que no cree en esas pendejadas del postmodernismo y que está construyendo, el si, un verdadero movimiento intelectual que pondrá a cada quién en su sitio, basta con solo leer sus libros y artículos para oler de que va… Paja. Ahora, este señor afirmará: tu también bailas regetón y le diré de bolas que bailo y borracho más todavía. Lo que si no me queda duda es que prefiero escuchar las letras «idiotizadas y cortas de mentes, falta de estructura lingüísticas e ignorantes políticamente» de los Calle 13 que otras letras de otros reguetoneros que definitivamente profundizan el machismo y el patriarcado. Me más escuchar Calle 13 – Multi_Viral https://www.youtube.com/watch?v=ooDf1hCJZOc a «dale más gasolina» de Daddy Yankee https://www.youtube.com/watch?v=qGKrc3A6HHM. Gracias Daniela Romero por etiquetarme e este post y reafirmar el profundo sentido de la democracia, que cualquiera, desde cualquier trinchera, pueda expresarse libremente.

  19. Albin Rosales Rondón

    Después de leer este ensayo, solamente pienso, en honor a mi verdad, que quieres vendernos tu verdad, además ingenuamente (como casi todos los intelectuales) crees que es La Verdad. Gracias por reafirmar, que el juicio dice más de quien lo dice que a quien juzga.

  20. Enrique, me perdí de esa parte del artículo, donde dice que los indocumentados son de lo peor… creo que estaba críticando la lirica de la canción

  21. Maia I. Madera

    ¿Quien es y de donde es Joaquin Peon Iñiguez? Da la impresiòn de no estar muy familiarizado con la realidad del puertorriqueño.

  22. Pues si tu no estás dispuesto a disctuir ni el género de música que tocan, que caso tiene leerte?

  23. Me pareció que el artículo describe muy bien la industria de la música contemporánea, sin embargo, me parece que ha sido excesivamente severo con Calle 13. No me considero particularmente un seguidor de la banda, además que entiendo que es un punto valido decir que la agrupación puertorriqueña participa de los artificios que la industria musical utiliza para montar toda una imagen del «chico malo». No obstante, entiendo que el artículo se limitó en utilizar el trasfondo socio-económico de algunos de los integrantes de la banda, y nos hace entender que una persona de clase media no puede hacer protesta social (o pseudo-protesta social, como nos hace ver el autor). Por otra parte, el artículo se queda corto al poner en contexto el origen de la banda en contraste con la sociedad de donde proviene, esto es, la sociedad puertorriqueña. Para mí, es un aspecto importante, ya que se trata de un país dividido en tres sectores políticos: una gran parte que prefiere el estatus actual con los Estados Unidos de América, otra gran parte que quisiera entrar dentro de la unión estatal de dicho país, y una minoría que desea la independencia. En mi opinión, Calle 13 usa los medios de comunicación para llevar su mensaje en una envoltura jocosa, con el propósito de que ayude a minimizar la resistencia al considerar la opción independentista en Puerto Rico, y apoyar una visión de unidad en toda Latinoamérica (que tampoco se promueve mucho en los medios de comunicación en Puerto Rico, y que ante la luz pública es algo negativo). Entiendo que, a pesar de que la banda usa los medios para “empacar y vender” la actitud rebelde de la agrupación puertorriqueña, tal vez para un puertorriqueño no le queda de otra. En este sentido, prefiere sucumbir en el juego corporativo, con el propósito de que su mensaje se deje escuchar. Entiendo que debió ser un punto interesante que se pudo explorar a cabalidad.
    El contraste con la figura de Eminem es interesante, sin embargo, a éste si le extiende la bondad de proveer jugosos detalles sobre su biografía para justificar su actitud irreverente. En este sentido, entiendo que la crítica contra Calle 13 no es una balanceada, y que porque Eminem «admite» que es un constructo corporativo no le hace más admirable. Tal vez la crítica debería ser extendida a todas las figuras que participan de la industria musical de manera equitativa. En cambio, según continué la lectura sólo encontré que el autor trata de “desenmascarar” a un falso artista y rebelde, además de anclar todo su argumento sobre puntos como estatus de clase social, construcción de una imagen corporativa, y la pobre habilidad artística de la agrupación. Considero que el argumento sobre estatus social no es válido, ya que el que uno sea o provenga de una clase social no te impide que puedas protestar por las clases menos privilegiadas, por más irónico que sea. Con respecto a la habilidad artística, esperaba una crítica más objetiva, en cambio, termina utilizando como puntos de referencia criterios personales que apenas toman en cuenta el género musical en el cual Calle 13 se destaca. Lo que es probable en este respecto, y según menciona el autor, la frescura de las liricas de Calle 13 caducarán con el tiempo. Sin embargo, esto nos sirve más bien como una predicción, y será algo que historiadores en el futuro determinarán, si la imagen de la agrupación sobrevive la prueba del tiempo. De no ser, simplemente serán ¿Calle qué?
    Esto nos deja con la postura de que Calle 13 es un producto de la industria musical, lo cual sería casi como tratar de desenmascarar a un villano de la serie animada Scooby-Doo: descubrimos que es una persona detrás de la máscara y no un monstro, y se acabó el episodio. O sea, es un aspecto que muchos conocemos, y no va más allá de reconocerlo. Ahora, ¿el que sea o no un personaje mediatizado lo hace menos rebelde? No necesariamente. Podríamos decir que Calle 13 es tan necesario como innecesario en la sociedad contemporánea. Más bien es el producto de su misma condición socio-cultural del cual no puede escapar, y por lo tanto, va a ser tan banal como sustancial. Lo mismo se puede decir de Eminem, al igual que un puñado de otros artistas contemporáneos que comparten las mismas similitudes y contradicciones mediáticas.
    Por último, el autor expresa una serie de idiosincrasias sobre cómo debe utilizarse las artes y de cuál debe ser el arquetipo de un rebelde musical. El comparar a Calle 13 con figuras eminentes del rock es algo totalmente descabellado, empezando por el hecho de que se tratan de figuras quienes ya han culminado (o casi culminado en el caso de Dylan) sus trayectorias musicales. Me parece que las hazañas descritas son dignas de admiración, pero son comparaciones que considero desproporcionadas. Calle 13 es una banda relativamente nueva, cuya trayectoria musical no está totalmente definida. O sea, en este punto de su carrera desconocemos como le recordaremos en la posteridad, en caso de que si nos recordemos. Por otro lado, Dylan, Miles, y Zappa provienen de otros contextos históricos y culturales bastante distintos al de Calle 13. Por lo tanto, deberíamos explorar un poco más los mencionados contextos si deseamos llegar a conclusiones más acertadas.
    El autor concluye que la industria musical, en general, ofrece una serie de arquetipos (estereotipos, en términos del autor) con los que su audiencia se identifica, y de este modo, participa de los rituales sociales (o sociedad del espectáculo à la Debord). Me hace pesar que el artículo se debió llamar “10 razones para no escuchar música comercial” y evitar tantos desvíos teóricos para arribar a dicha conclusión. La elección de escuchar música comercial es similar al sermón que el personaje de Dustin Hoffman le da a su hijo en la película noventosa «Hero» (perdonando la referencia de la cultura popular, pero no me pude contener):
    “La gente siempre te habla sobre la verdad. Y la gente siempre sabe cuál es la verdad, como si fuera papel de baño o algo así, y del cual tienen suplidos en el armario. Pero según uno crece, se da cuenta que no hay una verdad. Todo lo que hay es mierda (bullshit). Capas de mierda. Una encima de la otra. Y lo que uno hace cuando llega a la adultez es escoger la capa de mierda que más te guste, y esa será tu mierda, por decirlo así”.

  24. Empesemos si sabes de reaggeton, q no creo por que ubicas a calle 13 en ese gėnero,te voy a dejar claro calle 13 no es reaggeton, pq el no legusta a los reaggetoneros, ni esta en ese genero, al contrario se mofa de el.Perocomo tu bien dices tienes las mismas sucierias q se dice en el reaggeton.yo no se en q genero se le puede ubicar pero en el reaggeton no espor que a el en la tierra (PR) del reaggeton no se le considara como tal entre los artistas del genero y los fanaticos y sia veces es un hipocrita con sus letras, Pero a laizquierda le gusta que tepuedo decir.

  25. ¡Que le den por culo a tus amigos! (8)

    Como se la juegan por un pendejo como el residente, dejen de fingir y ocúpense de sus asuntos.

  26. Parece que el autor esta viviendo en un mundo «posmoderno» que ya ha pasado, en parte porque ya ha sido descubierto como la ultima barrera construida por los burgueses. Además, el autor solo critica las canciones pop y superficiales del grupo, pero yo diría que la izquierda en Latinoamérica—quienes son los que apoyan a Calle 13—lo apoyan no solo por su imagen y sus canciones pop, pero para su mensaje político. El autor no menciona canciones como «Querido FBI,» «Llégale a Mi Guarida,» o «El Hormiguero,” tres canciones con una profunda ideología critica y radical. El autor si menciona la canción sobre los inmigrantes pero la critica del autor es decir que Calle 13 celebra los inmigrantes como actores políticos cuando, según el autor, no lo son. Básicamente, el autor dice que los inmigrantes no tienen ideologías políticas; que son cuerpos pardos que solo viven para trabajar. Te puedo decir con mucho orgullo, que la mitad de los “mojados” Salvadoreños (el tercer grupo mas grande de origen Latinoamericano en E.E.U.U.) que crucen la frontera son comunistas, muchos de ellos han sido guerrilleros en su país de origen. Uno podría decir lo mismo para los Nicaragüenses, los Guatemaltecos, y los Colombianos. En corte, el autor es “un hater,” un racista, y un imperialista.

  27. Thurdmon Capote

    A mi parecer, el problema de Calle 13 es su hipocrecía además de sus estúpidas e incoherentes letras. Mientras se jacta de rebelde, vive y siente como un lumpen pequeño burgués decadente, y como muy bien dicta el artículo, conservador y comercial. Simplemente, su vaga retórica es de fiesta, con la finalidad de entretener. Su único propósito es hacer dinero. En mi pueblo a eso le dicen el ser un ‘sanano’. Su éxito prueba, una vez más que, el patriotismo falso y la listeza en los vericuetos del negocio de la música enlatada, son lucrativos. No hay nada más que ver su cara con todos esos grammys a cuesta. Cuando esté por su lar brindado otro espectáculo, pregúntenle cómo se siente ser un rebelde anti-todo a la vez que se vive como lo contrario. Pero claro, cuidado con una respuesta igualmente estúpida, no vaya a ofenderle. Por otro lado, el artículo de Joaquin Peón, aunque contiene ciertoas fallas, está bastante acertado.

  28. Con todo respeto… cada cual tiene su opinión del asunto.. te puede o no gustar… pero te quejas tanto de la letra de las canciones y no te das cuenta que parece q escribiste tu critica con un diccionario en la mano… intentando de ocupar un lenguaje cursi, rebuscado… tomando cada cosa de la q te puedes agarrar… tienes q hacer las cosas mas simples. Saludos.

  29. Creo que a pesar de lo caústica o prejuiciosa que pueda parecer, la crítica (en cierta medida) es buena, pasa de Calle 13 a una crítica al entretenimiento mediante la música, no entraré en detalles solo que concuerdo respecto a que estamos tan acostumbrados a consumir lo que nos ponen en frente, que solo repetimos letras como loritos sin realmente reflexionar que estamos consumiendo… Por lo pronto ese grupo me parece una mierda al igual que el «bagaje cultural» que viene de su mano, actualmente realmente la rebeldía (la verdadera) está en «que tan desinteresadamente te puedes interesar en el otro» (ser caballeroso, usar traje, volver a los tiempos de caballeros y damas sin afectar al feminismo)… todo es un caos…

  30. Daniel Márquez

    Escribiré rápido:
    Desde que empecé a leer ubiqué algunos prejuicios. Escribe cual tratado sus tres puntos sobre los cuales sesga todo el contenido real del objeto de estudio. Habla desde tu pequeño universo.
    Usas citas y frases entinemáticas, construyes a partir de tus frases sacadas ex nihil. Hay algunos puntos donde sólo atacas sin justificarte. No es necesario leer toda la basura que escribes, es evidente tu postura domática y totalmente carente de moral.

    Te dejo de tarea que me comentes la canción «Latinoamérica», también de Calle 13… dime si aplican tus esquemas de pseudo-análisis.

  31. Personalmente no me gusta el reguetón, ya quisiera yo que todavía existiese la salsa gorda pero así es la vida. Entiendo que a diferencia de otros grupos de reguetón Calle 13 se diferencia por su estilo de crítica social, tan solo hay que escuchar a otros grupos y oír como denigran a la mujer y solo cantan para resaltar las matanzas, esos si quede debería criticar.

    La comparación entre Eminem y Calle 13 no tiene sentido es eso es la excusa para decir que lo de afuera es mejor que lo de aquí, ¿por que no se compara a Calle 13 con otro grupo reguetonero?

  32. Me da gusto que se desenmascare la industria. Con ésto, aplicando la fórmula en otras direcciones también caerían los ideales de muchos, personas distintas, gustos distintos.
    Estoy de acuerdo en parte con la nota, pero creo que hablar de Pessoa, Davis y Zappa me parece fuera de lugar. En ese estrato me pregunto ¿Zappa, Davis y Pessoa no forman parte de un industria? ¿No son productos también?
    Así pues, no te lo niego, fue divertido leer cómo ridiculizas artística, técnica e ideológicamente a dicha agrupación. Hoy día pululan por millares los productos que intentan vender una postura. Éstos, seamos francos, en ocasiones nos seducen. ¿Es tan difícil entonces estar, como dice Nietzche «Mas allá del bien y del mal»?
    El reggaetón es para divertirse, y la música latina en general. El baile es un combate, el blues es un sollozo, el rock un reclamo. ¿Cómo criticas a alguien que no conoces? ¿Porque no criticas el denfreno y los ataques de la música que escuchas? ¿Bitches brew, «brebaje de putas», no te parece ofensivo? Saludos. Espero tu réplica y disculpa que te echemos montón.
    Y repito, te felicito por la labor de análisis.

  33. José María

    Creo que tienes razón, la música de Calle 13 es otra vez lo mismo de siempre, sin embargo me parece irónico que tu crítica también, es la misma queja de siempre, señalando los mismos errores de siempre y con el mismo punto de siempre, me parece que tu mente es cerrada por el tipo de comentarios que haces y conoces poco de música a pesar de que «pretendes» demostrar lo contrario con lenguaje rebuscado y estoico y un par de frases encontradas en google, de cualquier forma creo que cuando queremos señalar la falta de frescura en alguna forma de expresión artística primero debemos encontrar en nosotros esa frescura y a través de ella crear algo crítico al respecto no solo señalar y comparar diciendo «Lo que yo viví, lo que yo conozco y lo que yo se es mejor porque yo lo digo» contrario al objetivo que buscas mas bien creo que refleja ingenuidad e ignorancia.
    Me pareció bien tu artículo pero pues creo que se rescata y se aprende tanto de el como escuchar una canción de Calle 13, nada más.
    Saludos.

  34. Creo que estas siendo envidioso y resentido, evaluate que la musica es asi, le estas dando mucha importancia. Dedica tu tiempo que es lo unico valioso a temas mas relevantes y vive un poco mas

  35. El articulo es muy bueno a mi en lo personal me gustaban algunas canciones de calle 13 pero después de leer esto me doy cuenta de que el autor tiene toda la razón ni mas ni menos, pude notar el ejercicio de critica impecable que realizó de hecho es una persona muy culta a diferencia de los que lo están críticando por sentirse atacados esos ni cuenta se han dado de los mensajes que explica el autor del artículo

  36. Esto es algo que yo había estado pensando desde hace un buen tiempo.. creo que solo te faltó una razón.. Decir que buscan la revolución de la isla pero les encantan los beneficios de mama eua.

  37. Bastante odioso tu articulo, odioso a nivel de hater, cada quien le hace como puede y logra lo que puede. Quien eres tu para calificar y/o juzgar a rebeldes y poétas

  38. El que escribió esto ha de ser fan de Justin Bieber o algo por el estilo… ojo, el que una persona o grupo como Calle 13 diga que es rebelde no obliga a las personas a creeles, ellos crean una imagen y el público determinar si seguirlo o no, a final de cuentas son artistas… vivimos en un mundo donde la realidad es distorsionada por los intereses de cada persona, cada quien ve las cosas desde su perspectiva y así como tu piensas que Calle 13 es producto del marketing, quién te dice que los cantantes y grupos que tu sigues no lo son?… sencillo, esto es dejar que cada quien haga lo que quiera y que las personas decidan sobre lo que siguen o no… digo!

  39. Buen analisis, pero creo que en partes llega a asquearme el desahogo con el que el autor lanza sus oraciones, y en partes me parece prejuicioso. No es por atacar al autor, pero supongo que estaba asqueado de aquellos que defienden ciegamente a Calle 13 y este artículo refleja un poco el enojo al emitir frases como «untada de camarón de un cholo con mostachón cantinflero». Por lo demas, me parecé un buen analisis para destruir ese «simbolo rebelde» que representa para muchos Calle 13.

  40. Carlos Mosiváis

    Pérenme tantito. 5 cuartillas mamonas y más de 700 comentarios a propósito del cantante del atrevetetete-salte del clóset?

    desde producto de la cultura de masas hasta portavoz de una generación pasando por enemigo del sistema?

    Qué sigue? Desmenuzar los noviazgos de Cuauhtémoc Blanco para descubrir si es digno de llevar el nombre del último emperador azteca?

  41. Que decir ante estos artículos prejuiciosos que no presentan una crítica consciente, fundamentada y RACIONAL, sino que es un ataque incoherente, no se tiene idea de lo que está plasmando ni explicando, antes de criticar primero aprende de música que se nota que no tienes ni idea, después infórmate un poco sobre géneros musicales y períodos artísticos (que no se si tengas la mas remota idea pero cada período se desarrolla en todas las bellas artes, si, la música también es una de ellas) para poder hablar de lo que se vuelve a retomar como base, fundamento e inspiración y se recrea a partir del contexto y la evolución humana.
    No voy a hablarte de si calle 13 es reggaeton o no, porque me daría vergüenza tener que explicarte a ti la diferencia en los géneros de música después de que ya escribiste un artículo inmenso, aunque en el primer párrafo dices que es reggaeton y luego que es rap… sin comentarios.
    Para finalizar … comparalos con EMINEM?? o sea crees que es lo mismo escribir una canción para la gente norteamericana que para la raza latina que tienen una cultura completamente diferente? crees que porque Eminen es el rubio rebelde del rap, Calle 13 le copia porque tiene música propositiva que habla de la opresión del pueblo latino y lo que él piensa que podría ser la forma de obtener la libertad?. Bueno a lo mejor no sabes inglés y no entiendes las letras de EMINEM y precisamente por eso levantas prejuicios y criticas solo porque los dos son rebeldes raperos, si tienes razón, que copión, se la vuela.

  42. Todos tenemos un punto de vista pero imponerlo como una verdad es algo que no se debe hace, no todas son letras tontas pero incluso lennon y mccartney tienen letras malas y eso es mucho, claro aprecio tu punto pero creo que estas mal informado. espero rectifiques tu forma de pensar.

    ciao.

  43. Para empezar Calle 13 no solo canta reggaeton, también canta pop, rock; pare seguir solo pones las letras de las canciones que te convienen y lo ves desde un punto de vista todo negativo por que no escuchas la canción de LATINOAMERICA que es una de las canciones preferidas de RESIDENTE y una de mis favoritas en lo personal, también escucha la de BESO DE DESAYUNO; para criticar a un grupo o un cantante primero te recomiendo que escuches toda la discografia y no solo lo que escucha la mayoría; porque un verdadero fan de Calle 13 no solo escucha lo que ponen en la radio escucha todas las canciones y todos los discos; ademas si te crees critico deberías de hacer lo mismo antes de juzgar

  44. Si bien a mi no me gusta este tipo de generos lei la nota porque me parecio interesante, no obstante me parece que el autor esta terriblemente desinformado, 1.no es reggaeton
    2.¿tiene algo de malo no venir de familia sin recursos?
    3.para criticar debe haber el lado constructivo, de lo contrario muestras tu falta de profesionalidad
    Esto me recordo cuando otro desinformado escribio una nota llamada «aesthetics of hate» para criticar a un guitarrista muerto y un grupo salio en su defensa
    con una cancion tiulada de la misma forma

  45. Rodrigo Simeone

    El artículo es impecable. Independientemente de a quién ataque (y más allá de que en mi opinión calle 13 calza perfecto), desmenuzaste muy bien los mecanismos de la industria cultural y la cultura del consumo. Cualquiera que lo lea atentamente, sin prejuicio por sentirse atacado por gustarle la banda, podría dejarse atravesar un poco, con un poco de reflexión, sobre los mecanismos de construcción de sentido en el discurso y su articulación con el lenguaje.