UNA CHARLA CON PEPE MOGT, DE FUSIBLE

La consigna: todo a la red de modo inmediato

La postal ahora la mando desde Playas de Tijuana. Es un mediodía de domingo apacible y luminoso, híperazul. Las calles ordenadas y briseadas de Playas. El mar. No parece que el contexto sea de máxima alerta ciudadana por la narcoviolencia desatada y la proliferación de los símbolos de represión ostentando el poder de las armas de alto calibre constantemente. Se impone la belleza de las Californias en la bahía de San Diego.

Voy camino al estudio de Pepe Mogt, uno de los artífices junto a Ramón Amezcua (Bostich), Roberto Mendoza y Jorge Ruiz, Melo, de la explosión Nortec hace diez años y que arrastró la marca Tijuana a las principales escenas del mundo durante un buen tiempo. Y no sólo musicales. Nortec Collective se ha caracterizado por estar conformado por artistas de distintas disciplinas dentro de la comunicación, desde diseñadores gráficos a cineastas, y por haber desarrollado una poderosa imagen visual que se refuerza en conciertos con proyecciones sampleadas llevadas a cabo por videoastas (VJs) que pasean por el mundo imágenes de Tijuana a golpe de scratch.

Artistas visuales como Salvador Ricalde, Cheko Brown, Huicho, Tavo Castellanos o Iván “Güero” Díaz Robledo han compartido escenario con el resto de formaciones musicales que participaron en Nortec desde un inicio, Hiperboreal (Pedro Beas), Clorofila (Verdín, Fritz Torres), Panóptika (Mendoza), Terrestre (Fernando Corona) y Plankton Man, dando lugar tal amalgama a la recopilación Tijuana Sessions Vol. 1, CD que literalmente catapultó el sonido de las bandas norteñas a todas las pistas de baile del mundo.

El boom de Tijuana le debe mucho a Nortec. Artistas de todo tipo han visto multiplicada su proyección por aparecer en el mismo cartel. Tijuana rifa everywhere y la banda sonora es de tambora y sextobajos. Tijuana Sessions también fue el título de una exposición colectiva dedicada a artistas de Tijuana tan relevantes como Torolab, Tania Candiani, Ruiz Otis, Acamonchi o el mismo Pepe Mogt, curada por Príamo Lozada y Taiyana Pimentel.

El colectivo Nortec puso la guinda a una serie de exposiciones muy exitosas en la edición de ARCO 05, feria de arte celebrada en Madrid y que ese año tuvo a México como país invitado (véase Replicante 3), y a estas alturas los integrantes de Nortec han tocado en lugares tan distantes como Australia, Canadá, Alemania o Francia, y sus composiciones se han convertido con el tiempo en el soundtrack de buena parte de la juventud de Tijuana.

El concierto llevado a cabo el 4 de octubre pasado en la explanada del CECUT ante 25 mil personas por Bostich + Fussible junto a la Orquesta de Baja California fue un éxito rotundo. Buena parte de la gente que estaba ahí identificó la música norteña tratada electrónicamente junto al acompañamiento de los instrumentos de la orquesta dirigida por el maestro cubano Iván de la Peña, como un himno de la ciudad, como un producto auténtica y orgullosamente local y tijuanense.

Avenida Playas de Tijuana, hacia al final, llegando a uno de los vértices del triángulo. Me encuentro con Pepe, nos saludamos con gusto. Somos viejos amigos. Fuimos vecinos en unos departamentos junto al mar durante un par de años. Me arrullaba por igual el sonido de las olas como el ronroneo y la reverbación constantes de los bajos que salían del departamento del cuarto piso. Era el estudio de Artefakto, uno de los primeros grupos de música electrónica en México. Corría 1994. Escribí un artículo a propósito del lanzamiento del álbum Tierra Eléctrica (1995) que se publicó en la extinta revista Viceversa, y es posible que fuera la primera vez que una revista de cultura general en México le dedicara un espacio a la producción de música electrónica nacional. Se avecinaba el auge de los raves.

Artefakto lo componían Pepe Mogt, Jorge Ruiz Melo, quien por responsabilidades laborales poco a poco se fue desligando de las actividades del grupo, y Roberto Mendoza, quien se autoexcluyó de Nortec Collective recientemente en una sorprendente maniobra de mal gusto. Se rockstareó, como dicen por aquí.

Bostich, junto a Artefakto, completaba la escena de música electrónica de Tijuana (que no es exactamente lo mismo que la cultura de DJs), constituyéndose en la avanzadilla de la electrónica que provenía del Norte y en la semilla fundamental de Nortec Collective, esa poderosa agrupación creativa que dio a conocer una cara más amable y seductora de Tijuana con su aparato de comunicación visual, compuesta por diseñadores de la talla de Fritz (Cha3), Jorge Verdín, Acamonchi (Gerardo Yépiz) y Ángeles Moreno.

Entramos a lo que Pepe llama su nave espacial, su estudio, pero matiza: como puedes ver, a la mexicana. Para sintetizar definiría su lugar de trabajo como un reducido espacio central, donde pueden deslizarse un par o tres de sillas, rodeado de muchas máquinas, algunas conectadas entre sí. Definitivamente la sensación es futurista, pero a la tijuanense, ya que la situación fronteriza permite por un lado estar a la vanguardia del mercado en tecnología y que ese mismo fenómeno genere que las penúltimas tecnologías se desechen con rapidez. Y Tijuana es precisamente puerta de entrada de todo tipo de chatarra de Estados Unidos, reciclyng market.

Además de todo tipo de aparatos para crear, sintetizar y procesar música también hay dispositivos de video. En los ensayos generales con la OBC antes del concierto vi a Pepe grabando con una cámara de video y cuando volvía a los instrumentos, dando instrucciones a uno y otro que iban relévandose con la cámara.

Me comenta: ¿Viste que el otro día estaba levantando video? Lo hago siempre. Ese registro ahora ya está en la red. Levanto la imagen, la edito e inmediatamente la subo a la red. Es la mejor herramienta de promoción que tenemos. Esto nuestra disquera no lo va hacer; las compañías disqueras, de hecho, ya están muertas. Definitivamente muertas. Hasta ahora se les había anunciado la fecha de defunción, pero lo que está sucediendo ahora es que efectivamente se están muriendo una a una. El disco, el CD, de hecho también está muerto, por eso tienen que cerrar las disqueras. Nosotros ya no estamos interesados en hacer discos. No se venden, o en todo caso, de qué serviría venderlos si nosotros mismos subimos a la red no sólo todas nuestras canciones sino, como puedes ver, hasta el registro en video de los ensayos, así la gente sabe qué estamos haciendo en todo momento…

De algún modo la introducción del video como registro y herramienta de comunicación inmediata con los “amigos” en la red de Nortec Collective se convierte como un elemento antropológico de los procesos de creación, y que además familiariza a los simpatizantes de la música electrónica con el funcionamiento de los instrumentos y aparatos con los que cuentan para sus composiciones. Como el relativamente nuevo Tenori-on, un maravilloso instrumento (una caja de ritmos) invento de un japonés que apareció en el mercado hará unos cinco años.

Continúa Pepe Mogt: Y todo ese tema del registro, la mayor parte, pues, cuando estamos tocando siempre hay amigos a quienes les dejamos la cámara, y el tema de la edición lo hago yo mismo. Tengo una MacBook y lo edito con el iMovie y de ahí lo subo directamente a YouTube, y eso que todo lo grabo en alta definición, en HD. El internet es una herramienta increíble. Y en Nortec tratamos de sacarle el máximo provecho, porque no queda de otra, además. Está ahí, y está por algo, y si las computadoras ya traen esos programas por default, pues imagínate, sólo hay que usarlos…

Claro que para hacer todo esto se necesita un alto grado de implicación y compromiso con el trabajo. La idea de los músicos como rockstars rodeados de un enjambre de camárografos y casi hasta con sirvienta personal es definitivamente cosa del pasado. Me enseña un video y me sigue contando: Mira este video, lo grabamos llegando a París, un día antes del concierto. Llegamos a un restorán y mientras pedíamos la comida también pedimos permiso para grabar. En lo que esperábamos la comida grabamos el videoclip con los músicos, comimos, nos fuimos al hotel, edité el video, lo subí a la red y lo anuncié en Twitter y en Facebook… En cuestión casi de minutos empezaron a surgir respuestas y correos de amigos que nos decían que qué bueno que estuviéramos en París y que seguro le caían al concierto. ¡Y todo esa promoción de manera gratuita! Y te aseguro que nuestra compañía no puede hacer eso. Y menos como se estaba haciendo hasta ahora, contratando camarógrafos, personal técnico, etc…

Entre músicos y técnicos, cuando Nortec Collective da un concierto se tienen que movilizar bastantes recursos humanos. Hace unos años, los presupuestos daban para incluir visuales, de hecho todavía sucede, aunque ya no es tan frecuente. Cuando hay para visuales entonces el VJ también se encarga del registro, últimamente es Cheko Brown quien viene haciéndolo, y ahora mismo está preparando la edición del video del concierto con la OBC para subirlo inmediatamente a la red.

Cuenta Pepe al respecto: De hecho, una vez que nos quedamos sin visuales empezamos a usar el Tenori-on, que es un aparato altamente visual, y así nuestros músicos y el público pueden ver cómo estamos creando los ritmos que están escuchando. ®

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Publicado en: Abril 2010, Música

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