CARTONES APOLÍTICOS DE ROS

Y el Premio Eisner a Betteo

Blumpi entrevista a Ros sobre su trayectoria, sus influencias, el cartón humorístico, Twitter, Betteo y más.

Ros: simplemente humor

Desde hace algunas semanas comenzaron a retuitearse los links a los cartones de uno de los moneros más singulares que se están publicando en la prensa nacional: Ros. Un seudónimo simple y sencillo, como sus cartones humorísticos. La referencia es obvia y obligada: su trabajo recuerda al de artistas como Saul Steinberg, Sempé o al del Quino de Mundo Quino. Ilustrador, dieñador, editor y fotógrafo, su trabajo ha aparecido en revistas como Nexos, Letras Libres, Este País, Expansión y en otros medios impresos y electrónicos. En este link pueden leer un post escrito por Fernando Fernández, editor de la extinta revista Viceversa sobre su trabajo con Ros.

Ros nos contestó algunas preguntas via e-mail sobre su trabajo. Su nombre de usuario en Twitter es @Ros_cartonhumor

—Me llamó mucho la atención tu trabajo, pues fuera de ti y de Pablo Helguera, creo que nadie más está haciendo cartón de este tipo. ¿Desde cuándo haces tus cartones humorísticos?

—Empecé a publicar hace poco más de cuatro años en la revista Expansión. Después publiqué en El Universal y, desde hace año y medio, publico en Eje Central, el portal en red que dirige Raymundo Riva Palacio. Mi blog es más un portafolios.

—¿Quién te descubrió en Excelsior? ¿O fuiste tú y les propusiste que publicaran tu trabajo? ¿Has publicado tus cartones con anterioridad en algún otro medio?

—Le mostré mi trabajo a Pascal Beltrán del Río y también, por una curiosa coincidencia tuitera, a Olegario Vázquez Aldir. A ambos les gustó mi trabajo.


—Me gusta mucho el trabajo de artistas que se salen de la norma generalizada. En México gusta mucho el cartón político que, incluso, parece tener un estilo específico. ¿Qué te motivó a ti a hacer este humorismo gráfico?

—Siempre fui gran devorador (observador y copista) del dibujo. Desde pequeño, ya fueran tintas como la Suite Vollard de Picasso, como las ediciones de Dover (la editorial neoyorquina que publicó mucho dibujo y artes y oficios) de la que conservo mucho títulos. No soy periodista (durante muchos años me dediqué al diseño gráfico y a la edición de libros), y no estoy empapado de la actualidad política. Prefiero retratar al ciudadano común y narrar sus momentos absurdos o surreales. A cualquiera con el que me sienta más identificado, en lugar de personajes de la vida pública o política.

Con respecto a las diferencias entre el cartón político que predomina en México y el que, como bien dices, Pablo Helguera y yo hacemos: es costumbre entre cartonistas o moneros titular sus cartones. Así me exigieron que fuera en Expansión y en El Universal. Pero a diferencia del cartón político y coyuntural, el tipo de cartón que yo hago basa mucho de su fuerza en la brevedad y simpleza del mensaje. Tan es así que muchas veces ni siquiera lleva subtítulo —o como los gringos llaman, “caption”. Y es por eso que ya nunca los titulo y por lo que decidí bautizar a mi sección como “Sin título”.

En días recientes he pedido “prestados” dos tuits fantásticos (uno a una argentina y otro a una mexicana radicada en Japón) para basar en ellos dos cartones. El resultado ha sido muy bueno. Me gusta mucho escribir los subtítulos, pero no cabe duda que Twitter es una fuente sorprendente de talento y solidaridad, y que se lleva muy bien con el cartón de humor.

Basado en un tweet de @iiiiquefrio

Tweet de @lamonse

—Como bien dices, Twitter es una fuente de muchas cosas buenas: inspiración, contactos, intercambio de ideas. Regresando a tu trabajo, ¿empezaste a hacer este tipo de cartón sabiendo que aquí no se hace? Es decir, ¿lo haces así de manera preconcebida? Me parece muy extraño que no se haya explorado más este tipo de cartón, aunque, claro, México tiene su propia idiosincrasia.

—No hago cartón apolítico de manera preconcebida, sino porque me gusta hacerlos así. De hecho, no me imagino haciendo cartón político, no es lo mío y me costaría mucho trabajo. Por otro lado, es cierto que resulta extraño que aquí no se haga mucho (aunque sí se hace, los popularísimos Trino y Jis, sin ir más lejos). Pero el humor es humor aquí y en China. Mi experiencia, por lo comentarios que recojo de Twitter y la información que recibo de Eje Central es muy gratificante.

—Creo que es muy obvio hablar de influencias, pero sí me interesa saber qué artistas, moneros y dibujantes lees.

—La lista es enorme. Pero de cartonistas, mencionaría a Saul Steinberg y a Abel Quezada como primeras influencias. De los actuales cartonistas o moneros (también hay varios), mencionaría a Naranjo, a Trino y a Jis; a Tom Toles del Washington Post; a Michael Maslin y a Lisa Donnelly del New Yorker, por solo mencionar un par.

El Eisner de Betteo

“Felicitaría mucho más a los editores, los reales ganadores. Como sea, a todos nos gustan las listas y los premios y los vivamexico, etc”. Tal fue la respuesta que me dio Patricio Betteo cuando lo felicité por el anuncio que había hecho en su blog: resulta que, gracias a una participación que tuvo en el volumen tres de la antología Popgun, se hizo acreedor a un premio Eisner, pues la recopilación que incluye a artistas como Erik Larsen o Tara McPherson se llevó el premio en la categoría de Mejor Antología.

Me sentí un poco estúpido, pues tiene la razón, aunque mi felicitación era personal, a él como artista con quien los colegas compartimos —es un decir— espacio geográfico. Haber nacido aquí es un accidente y, para como están las cosas, uno de desenlaces fatales. Le hace bien al cómic que se hace en México que un dibujante mexicano se gane un premio de ese tamaño, más que nada para motivar a los que estamos trabajando, pero, sí, el premio es de los antologadores, quienes tuvieron el acierto de conjuntar a los artistas que conforman el volumen. Lo que me dio mucho gusto fue ese arranque de humildad, cuando hay quien no ha parado de cacarear que, también por participar en una antología, obtuvo el mismo premio hace años. Estamos a la espera de que el primer mexicano se gane un Eisner por un trabajo de autor (no como el de González Loyo) o por un volumen unitario (no como el de Betteo). Como en esta columna no somos chovinistas, poco nos importa el país al que se vaya un reconocimiento; nos da gusto por la profesión.

En fin, aquí tienen ustedes dos páneles del cómic de Betteo para Popgun, la cual pueden comprar en internet, y no dejen de visitar en Galería, el trabajo que publicamos de Pato en el número de Replicante dedicado al cómic. ®

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Publicado en: Agosto 2010, Literatura gráfica

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