Estonia invadida y ocupada

Purga, de Sofia Oksanen

No hay guerras sin traición. Sin luchas fratricidas. Sin secretos familiares impronunciables. De todo eso trata Purga, novela histórica de la escritora finlandesa Sofia Oksanen y publicada por la editorial Almadía en México a principios de este año.

La ficción resulta un buen método cuando se quiere revisar un periodo histórico lleno de turbiedades. Las barbaridades cometidas, encarnadas en personajes con sentimientos comunes, hacen más comprensibles decisiones que de otro modo nos parecerían atroces.

La prosa de esta joven escritora es ágil y llena de precisiones históricas. Purga transcurre a lo largo de setenta años de historia estonia y da cuenta de las sucesivas invasiones que sufrió ese país. Desde la ocupación por la Alemania nazi, cuando fue anexada por la Unión Soviética, hasta que posteriormente Estonia logró su independencia en 1992 tras décadas de ocupación.

La narradora maneja dos líneas de tiempo. Las dos suceden en la Estonia rural. Una transcurre en el periodo que abarca desde 1949 a 1951, cuando la ocupación soviética, y la otra entre 1991 y 1992. Las historias se entrecruzan y los acontecimientos terminan explicando los lazos que unen uno y otro tiempo, más ligados de lo que podría parecer a primera vista.

Esta novela, un buen thriller, tambiénse convierte en una excelente ventana para observar el funcionamiento de la maquinaria soviética en los países satélites ocupados. Explotación laboral, corruptelas y abusos en la clase dirigente, y sobre todo miedo, mucho miedo y delaciones sobre el pasado, siempre a revisión. Nunca se sabe de qué lado te van a golpear ni por qué.

Repleta de personajes, como toda buena novela histórica, los principales son dos mujeres. Una mujer mayor y una joven de veinte años. Purga es una ventana abierta a emociones y sufrimientos muy femeninos. Nos cuenta los dislates de la guerra desde la cocina, entre olores a confitura de rábano y pan recién hecho.

Narrada a modo de novela negra, en esta historia se mezclan comunismo, tráfico de mujeres, amores y sobre todo versa sobre la condición humana, con un muestrario de mezquindades, traiciones y deslealtades en la que el género no queda muy bien retratado. Las guerras son el territorio del miedo y vuelven crueles a hombres y mujeres, la supervivencia siempre es lo primero. En Purga esa sensación está siempre muy presente.

Esta novela, un buen thriller, tambiénse convierte en una excelente ventana para observar el funcionamiento de la maquinaria soviética en los países satélites ocupados. Explotación laboral, corruptelas y abusos en la clase dirigente, y sobre todo miedo, mucho miedo y delaciones sobre el pasado, siempre a revisión. Nunca se sabe de qué lado te van a golpear ni por qué.

Nada novedoso en estos tiempos donde parece que vivimos un estado de excepción permanente. Purga, a pesar de estar muy localizada en ese pequeño país báltico, cuenta de hecho una historia universal. Quizás ahí radique su éxito. ®

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Publicado en: Libros y autores, Septiembre 2012

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