Un vasto mundo vasto

Hay que respirar profundo en este mundo de maravillas, de Dalí y Walt Disney, de Cabrera Infante y Deleuze, de Wittgenstein y Foucault. Luego hay que exhalar profundo también.

© Greg Hilderbrandt

“Quien es capaz de escribir aforismos no debería fragmentarse en ensayos”, dijo Karl Kraus. Ni en hipervínculos, digo yo.

En últimas fechas ando más metafísico que de costumbre. Anegado en el pozo de cálida oscuridad que rodea a los temperamentos inquietos, enamorados del abismo, como le pasa a las sirenas. Pero la metafísica es una enfermedad que sólo se cura con la muerte, así que más vale volver a las vastedades de la carne, así sean virtuales, para conjurar al demonio meridiano.

Ahora que si la angustia permanece, lo más recomendable será echar mano de la técnica y manufacturar los propios juguetes sexuales con los elementos de casa. Life is a box of chocolates…

Entrevista con Guillermo Cabrera Infante. Un tipo lúcido que pensaba a través de las palabras, alguien desposó, sodomizó, encumbró y transformó el castellano, le dio carta de nacionalización al “habanense” y hasta tuvo tiempo de darle su peinadita al inglés. Aventuras que realizó sin aspavientos, como jugando.

Delito por bailar el chachachá es un librito rumbero y sabrosón que debe estar en tu biblioteca.

Todo Bajtín en línea. Así como lo lees, sin pagar un carajo, lo que nos hace inmensamente felices. Para ponerse a bailar con una copa en la mano. ¡Cronotopízame, beibe!

“Los bellos libros parecen escritos en una lengua extranjera”. Eso dice Deleuze en el que acaso sea su libro más hermoso. Una obra verdadera que hace de la literatura una salud.

Obras que curan.

Pierre Bourdieu o el nombre de una pasión. Entrevista con ese gruñón formidable que dejó al mundo de cabeza luego de haberlo sentido en carne propia; alguien que pateó las hipocresías sustentadas en distinciones estúpidas, como tanto gusta a los cretinos. Desde aquí y para siempre, toda mi solidaridad con el hijo de los campesinos, ese hermano: un hombre.

Entrevista con Tomás Abraham. “La filosofía es un invento universal: nació en Grecia, siguió en Alemania, Francia e Inglaterra. El que no toma de eso, ¿de qué, de dónde toma? Hubo centros imperiales de filosofía que han creado la tradición. Además, hay filósofos. ¿Wittgenstein qué es, austríaco? Qué va ser austríaco, es Wittgenstein. Nietzsche es alemán, ¿pero qué tipo de alemán? Uno que vive en Sorrento y que le gusta Bizet. Esa localía es propia de comunidades que se sienten humilladas, yo no me siento para nada humillado. Creo que vivir en la periferia no te quita la posibilidad de hacer, sino al revés. Además, la filosofía es interesante porque tiene un tinte personal, una característica personal. La filosofía tiene más que ver con el arte que con la ciencia. Hay un cuerpo de un autor. ¿A mí en qué me ayuda pensar que Foucault es francés? Qué se yo. Si la filosofía es interesante es porque existe un Deleuze, un Foucault, un Sartre, un Heidegger, son todos nombres propios. La filosofía se juega en lo personal, y lo personal siempre dice lo universal, no se agota en el yo privado, es hablar desde sí”.

UbuWeb. Poco es lo que puedo decir acerca de este portal, salvo que contiene multitudes. Lecturas de Bukowski, Beckett y Foucault. Audios de Bertolt Brecht. Películas, guiones, melodías. Un universo en expansión. Vastas galaxias sensibles.

En efecto, hemos perdido mundos hermosos con el desarrollo de la técnica. Pero hemos ganado abismos insondables, exquisitos, delirantes. Está bueno estar con vida en tiempos de la red (recuerde llevar el hilo de su Ariadna particular: en aguas siniestras siempre abundan minotauros). ®