El doctor Hernán Gómez ha repetido y sigue repitiendo, hasta las náuseas, que la comentocracia nacional es muy mala. Peor es su posición personal: él vive en ella y de ella: Hernán es un comentócrata por definición e historia.

Directa o indirectamente, sus “críticas” a “los comentócratas” las ha hecho en los típicos programas de opinión como los de Televisa con Carlos Loret y Leo Zuckermann, es decir, antes y después de 2018, y no como invitado infrecuente. Hernán no era y no es el intelectual/analista público y crítico que extrañamente, esporádicamente, aparece en los grandes medios para atreverse a decir de frente las verdades del anfitrión. No. No es tal cosa. Hernán era y es un invitado regular, de hecho un huésped familiar, una presencia vuelta constante que desentona un poco, sólo un poco, en general, mostrando así sus inconsistencias y compromisos partidistas. Un convidado que siempre regresa y al que le pagan por hacer lo que hace. El doctor Gómez vive públicamente, sobre todo, en los medios que hipócritamente ataca —que “critica” hipócrita, superficial y obradoristamente—; se repite: vive en ellos y vive de ellos. Hernán es, por lo mismo, un comentócrata. Antes y después de 2018. Y antes y después de 2024. Las únicas diferencias entre los periodos son que hoy la comentocracia está en franca obradorización —hacia el dominio mediático— y el obradorista Gómez Bruera tiene algunos problemas —algunos costos por las grillas usualmente hueras— dentro del oficialismo.
En el párrafo anterior existe y opera una definición general pero empírica que hecha explícita dice que:
comentocracia es el conjunto o estamento periodístico que tiene empleo fijo o colaboración (muy) frecuente y, por tanto, participación política estable comentando cualquier tema público en los medios tradicionales que poseen/conservan la hegemonía de la comunicación. Medios públicos y privados.
Gómez Bruera no sólo está como en casa en la estructura de esa hegemonía mediática, también está con la hegemonía política que tiene en construcción la casa de AMLO. Propagandista y comentócrata. Es racionalmente indudable: no hay forma de que el también hermano de Facundo no sea miembro de ese grupo que quiere que creamos que enfrenta, no existe posibilidad de colocar al doctorado sin doctor fuera del lugar en el que dice no estar, pero en el que está desde hace años… Muchos años. Demasiados años (medios serios o más serios lo habrían despedido hace muchos años también, por su bajo nivel). Hernán es uno más de los comentócratas y de los comentócratas propagandísticos, de AMLO y su partido.
Esa farsa absoluta o la combinación de farsa e ignorancia relativa hacen de Hernán un representante destacado y destacable de la comentocracia mexicana en tiempos del autoritarismo neopriista. Porque, insisto, el doctor Hernán Gómez es parte de los medios de comunicación hegemónicos y aun del proyecto de nuevo partido hegemónico.
Mientras escribo esto, el segundo Gómez Bruera más famoso no se dedica a la investigación académica ni al análisis independiente de ciencias sociales, tampoco al análisis político y la crítica independientes del poder, sea desde la soledad de lo realmente alternativo o desde “las redes” sociales, no participa en lo público desde alguna revista cultural heterodoxa, no, nada de eso. Hasta hace poco tiempo, por ejemplo, el personaje Hernán hacía tres cosas simultáneamente: escribir “de fijo” en El Universal, entrevistar y comentar con su sonido “rebelde” en “La Octava” (RadioCentro) y colaborar en MVS con el también comentócrata “fresa” Luis Cárdenas. Asimismo, promociona abundantemente sus libros no sólo rápidos sino malos, mediocres o acaso encargados en espacios que van del basurero Astillero al espacio personalizado de Aristegui, pasando por el de Ciro Gómez Leyva, quien lo ha elogiado. Además, por mucho tiempo habló, hizo grilla o condujo tanto en Televisa como en los canales de televisión gubernamental obradorista. Hoy todavía es casi omnipresente en medios que, hay que recalcar, no son ni pequeños ni alternativos, ni medianos ni suficientemente independientes, en ningún sentido. ¿Cómo podría estar fuera de la comentocracia? Lo dicho, no lo está. Pero miente, necesita decir lo contrario, necesita fingirlo. Es eso absolutamente o el doctor Gómez no tiene ni la mayor exactitud ni la menor idea sobre lo que es la comentocracia en realidad.
Esa farsa absoluta o la combinación de farsa e ignorancia relativa hacen de Hernán un representante destacado y destacable de la comentocracia mexicana en tiempos del autoritarismo neopriista. Porque, insisto, el doctor Hernán Gómez es parte de los medios de comunicación hegemónicos y aun del proyecto de nuevo partido hegemónico. Es ese tipo de comentócrata. Y hay que dejarlo escrito para esa Historia que él y otros creen haber ganado ya. ®