DESPUÉS DEL PARTIDO

El México del ya se pudo

EL MÉXICO DEL YA SE PUDO: Trabajas para llegar a la quincena. Estudias para pasar de grado. Compites en elecciones para conservar el registro. Juegas un Mundial para llegar a octavos.

Dice Aguirre: “FIFA puede estar tranquila”. Jura el Guille: “Así es el futbol…” (“mexicano”, le faltó especificar). El objetivo inicial de los seleccionados era evitar el encuentro con Argentina; después de los goles sudafricanos era empatar para asegurar el pase; tras la anotación francesa, se trataba de empatar si había tiempo. Finalmente, dadas las actuales circunstancias, a lo más que luchan los tricolores es alcanzar un autógrafo de Messi.

Luego del juego con Uruguay, más de uno se preguntó si valía la pena hacerle pasar tan malos momentos al miocardio para que en última instancia no quede otra que resignarnos a las fuerzas del Destino (o de la estadística, si no es que se trata de la misma cosa). La respuesta a esa cuestión se vuelve comprensible cuando entendemos el futbol como una variante civilizada del masoquismo. La función esencial del Tricolor es inventar maneras novedosas para la taquicardia.  A cambio de la derrota, los once mexicanos ofrecen a sus seguidores –del mismo modo en que hicieron en su tiempo Sófocles o Esquilo- la certeza de que la Tragedia existe y que su tendencia, como en los conteos rápidos, es irreversible.

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Publicado en: Barra brava, Junio 2010

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