La obra de Dianné Ruz confunde mundos fantásticos con sensaciones humanas. Sus cuadros tienen un dejo de Leonora Carrington, sin que eso le reste originalidad; por el contrario, se distingue un pincel auténtico. También se nota una vocación exploradora, y a pesar de que los tonos son constantes no ocurre lo mismo con la temática. Nos encontramos además con cuadros que insinúan una narrativa oculta (como el del hombre suicida) que con reescrituras de viejas historias (como el de caperucita) o seres extraordinarios, más cercano a la literatura infantil que al surrealismo. Pinturas maliciosas por eso mismo. Cuando le pregunté a Dianné si quería ponerle título a su obra o escribir un texto para presentarla me dijo, un poco en serio y un poco en broma, que preferiría no hacerlo y que si acaso lo hiciera, pondría una canción de Gloria Trevi. Respeto su silencio y el escándalo contenido de su pintura. ®
PINTURA Y MALICIA INFANTIL
Obra plástica de Dianné Ruz
Publicado en: Mayo 2010, Plástica
Aquí puedes Replicar
¿Quieres contribuir a la discusión o a la reflexión? Publicaremos tu comentario si éste no es ofensivo o irrelevante. Replicante cree en la libertad y está contra la censura, pero no tiene la obligación de publicar expresiones de los lectores que resulten contrarias a la inteligencia y la sensibilidad. Si estás de acuerdo con esto, adelante.
Gabriel Smith
Es imposible pasar por la obra de Dianné Ruz sin detenerse sorprendido a mirar – aunque sea en un reojo temeroso – a la intimidad propia. Hay algo de malévola inocencia en sus cuadros, en el pequeño con ojos de lagarto y en la perturbadora sonrisa tripartita de la niña del pirul; inocencia desde adentro, más allá del físico; como desprendida de su propia fuerza e inquietante apariencia, inocencia infantil, pero severamente dura con el lobo muerto y sus pinceladas fotográficas, como quién mata a la realidad por medio de la fantasía, viviendo entre ambas.
Felicidades, Dianné Ruz.
Chaac
Me encanta la obra de Dianné Ruz. De verdad que es atrayente, perturbante y fascinante. Como la vida misma.