El Diego, el soccer y la música

«Estoy vencido porque el mundo me hizo así»

Su relación con la música era igual de fuerte que con la del balompié, la literatura o la fe misma. Decenas de grupos y cantantes le dedicaron canciones que hoy vuelen a sonar en el mundo.

El jovencito Maradona.

“Mi enfermedad”, tema que compusiera Calamaro —en tiempos felices—, se escuchaba tanto en el globo terráqueo como aquella “Despacito” del ex de Adamari López —lo escribo así para no pronunciar el nombre del cantante y sí para honrar a la hermosa actriz de Amigas y Rivales (2001)—, pero no sonaba tanto en la voz de Andrés y Los Rodríguez como sí en la de aquella egresada del Colegio San Marcos de Monte Grande en Ezeiza (Buenos Aires), una joven que se comía —literalmente— todo a su paso en aquel tiempo, y que hoy aún lleva el nombre de Fabiana Cantilo. Esa lírica proveniente del álbum de covers producido por Fito Páez: Algo mejor (1991), llegaría hasta los oídos de “El Diez” en Nápoles, después de un partido contra la Società Sportiva Calcio Bari, justo cuando dio su primer positivo por cocaína. La canción le haría mella: “Me entrego al vino porque el mundo me hizo así. No puedo cambiar/ Soy el remedio sin receta y tu amor (la nieve) mi enfermedad”. Después de eso el Pelusa tendría líos con la justicia por tenencia de drogas y se marchó. Así apostó el fin de su ciclo con Italia, pero no con la música.

¿Quién fue Diego Armando Maradona para los testigos del advenimiento de la maña de Dios?

Bien se sabe que el soccer es el deporte más popular del mundo —yo prefiero el tenis—, y que uno de los futbolistas más populares del mundo es Diego Armando Maradona, quien fuera estrella glorificada de la selección argentina, y un profesional que llevó a su equipo a cuantiosos campeonatos en Argentina, Italia y España. Durante el torneo de la Copa del Mundo de 1986 en suelo azteca —ganado por Argentina—, Maradona dio la que quizás fue la mejor actuación en toda la historia de una copa mundial. Si bien es un héroe nacional en su país, Maradona también se ha ganado la reputación de ser franco, vicioso y sumamente controvertido. En la que sería su última competencia internacional llevó a Argentina al Torneo de la Copa del Mundo en Estados Unidos y acarreó al equipo Dorados de Sinaloa a dos finales; fue en este país donde «El Diez» admitió que volvió a ser feliz.

Maradona recibió su primer balón de fútbol de manos de su padre a la edad de tres años. Fue él quien lo animó a jugar al fútbol. Diego practicó todo el día y durmió con el balón durante las noches.

Diego Armando Maradona nació el 30 de octubre de 1960, en Lanús, un suburbio de Buenos Aires. Fue uno de los ocho niños criados en la zona pobre de Villa Fiorito, el barrio más duro de esta localidad. Su padre, también llamado Diego, era obrero. Su mamá, Dalma Franco, era ama de casa. Aunque la familia era muy pobre siempre había comida en su mesa. Maradona recibió su primer balón de fútbol de manos de su padre a la edad de tres años. Fue él quien lo animó a jugar al fútbol. Diego practicó todo el día y durmió con el balón durante las noches.

“El Diez” pronto estuvo jugando para el mejor equipo juvenil de Argentina, Los Cebollitos. El equipo logró ganar 140 partidos seguidos y Maradona recibió la camiseta número 10, el mismo dígito que lució la estrella brasileña Pelé. A los diez años Maradona hizo una exhibición espectacular durante el descanso de un partido profesional. Caminó hacia el campo y procedió a hacer malabarismos con su balón durante todo el medio tiempo, manteniéndolo en el aire, haciéndolo rebotar en sus pies, rodillas, pecho, tobillos, cabeza y hombro como si fuera un globo y su cuerpo un resorte.

Cuando Maradona tenía quince años firmó su primer contrato con el Argentina Juniors por 400 dólares al mes. Dos años más tarde se convirtió en el miembro más joven de la selección argentina de fútbol. En el momento en que se preparaban para ser sede del Mundial de 1978, justo antes del torneo, el técnico César Luis Menotti descansó a Maradona, y el equipo pasó a alzarse con el título. Maradona estaba tan molesto que no habló con Menotti durante meses, pero luego admitió que el entrenador tenía razón en lo que hizo. Expresó que era muy joven y sin experiencia para hacer frente a las presiones de una Copa del Mundo.

Maradona estaba tan molesto que no habló con Menotti durante meses, pero luego admitió que el entrenador tenía razón en lo que hizo. Expresó que era muy joven y sin experiencia para hacer frente a las presiones de una Copa del Mundo.

Después de ganar más experiencia en 1979, cuando llevó a la selección argentina al título de la Copa Mundial Juvenil, y fue nombrado Jugador Sudamericano del Año, rápidamente se convirtió en un héroe nacional. Maradona llevó al equipo profesional, ahora Boca Juniors, al campeonato nacional argentino durante la temporada 1980–1981. Sin dilación, en 1980, Maradona firmó un contrato de seis años y 12 millones para jugar en el Barcelona de la liga española. La selección argentina de fútbol hizo un trato con “El Diez”, permitiéndole jugar en la Copa Argentina de 1982 si aceptaba que no dejaría Argentina hasta después del torneo. El Mundial de 1982 fue un desastre para él y la selección argentina. Fueron eliminados (3–1) por su archirrival Brasil, y Maradona fue expulsado del juego por una dura falta sobre un jugador carioca. Le costaría mucho ganarse a la afición española, aunque marcó 22 goles en 36 partidos y llevó al equipo azulgrana a la Copa de España de 1983. En 1984 el contrato de Maradona se vendió al Nápoles de la liga italiana por 10,8 millones. Pronto se convirtió en el mejor jugador de la liga mediterránea de primer nivel, elevando a su equipo del puesto 12 al 8 y al 3 en sólo dos temporadas, y finalmente se ganó la lealtad de los hooligans del Nápoles —los más bestiales después de los “Hammers” de la West Ham United.

Maradona regresó a la selección argentina para disputar el Mundial de 1986. Fue durante este torneo en México cuando se convirtió en una superestrella internacional. Al ayudar a Argentina a recuperar la Copa que había perdido ante Italia cuatro años antes Maradona anotó cinco goles en un esfuerzo de seis partidos, para olvidarse de su mal juego en la Copa del Mundo del 82. Los expertos lo llamaron la mejor actuación en la historia de la Copa del Mundo.

Recordemos que en el juego final del mundial de 1982 Argentina pudo derrotar a Alemania Occidental. El marcador estaba empatado a 2 y Maradona tenía el balón. De alguna manera pudo enhebrar el esférico como una aguja a través de cuatro defensores alemanes, para dar pase a un compañero de equipo que anotó el gol de la victoria. Cuando llegó el momento de entregar el premio al Jugador más valioso, Maradona lo recibió.

Después de la victoria en México Maradona regresó a Nápoles para llevar a su club a lo que sería su primer campeonato italiano en 1987, y su primer título europeo dos años después. En la temporada 1989–1990 trasladó a sus compañeros a su segundo título de la liga italiana.

“El Diez” se ha convertido en una estrella por su gran juego polivalente. Sólo él era capaz de esquivar a los defensores con imponentes ráfagas de velocidad.

Maradona regresó a la selección argentina para el Mundial de 1990 en Italia. Molesto por una uña encarnada, tuvo dificultades para igualar su actuación de 1986. Argentina perdió su primer juego, pero llegó a un enfrentamiento semifinal con Italia. El partido fue muy emotivo, porque ya había jugado en el equipo italiano antes, pero aun así hizo su magia. Al final Maradona se quedó sin hechicería y fue derrotado por la Alemania Occidental, perdiendo el Mundial.

“El Diez” se ha convertido en una estrella por su gran juego polivalente. Sólo él era capaz de esquivar a los defensores con imponentes ráfagas de velocidad. A menudo se le compara con Michael Jordan y Magic Johnson.

A lo largo de su carrera ha cometido muchos errores. En abril de 1991 dio positivo por cocaína después de un partido de la liga italiana y fue suspendido durante quince meses. Asimismo, fue arrestado por intentar comprar cocaína un mes después.

En el verano de 1993 Maradona anunció su retirada. La selección argentina no le echó mucho de menos, pero cuando ésta se enfrentaba a la eliminación del Mundial Maradona se puso en forma y volvió a llevar a la selección al torneo. Aun así, serían eliminados por Bulgaria.

“El Diez” tuvo un paso destacado por los Dorados de Sinaloa, en México, donde obtuvo dos subcampeonatos de la Liga de Ascenso MX, perdiendo ambos contra el Atlético San Luis. Durante su estancia dirigió 34 partidos con marca de 18 victorias, ocho empates y ocho derrotas. Su salida se debió a problemas de salud, ya que el estratega tenía que ser operado del hombro y la rodilla, por lo que le dio prioridad a su rehabilitación. Aunque no pudo concretar los objetivos de la institución, que eran ascender a la Liga MX, la directiva quedó satisfecha con el trabajo que realizó el Pelusa.

Su relación con la música era igual de fuerte que con la del balompié, la literatura o la fe misma. En 1999 Joaquín Sabina le dedicó su tema “Dieguitos y Mafaldas”, extraído del álbum 19 días y 500 noches: “Veinte años de mitos mal curados/ Dibujando dieguitos y mafaldas/ Veinte vidas hubiera yo tardado/ En contar los lunares de su espalda”. Ese mismo año Mano Negra le canta su “Santa Maradona” del disco Casa Babylon; en 1996 Los Piojos le obsequian “Marado”, proveniente de su 3er Acto; en 1997 Los Cafres graban “Capitán Pelusa” para su disco Suena la alarma; en 1998 el ya nombrado Calamaro compone “Maradona”, que se incluye en su álbum Honestidad brutal. Ese mismo verano la banda de oi! punk londinense The Business le dedican “Maradona”, de su álbum Hardcore Hooligan; en 1995 Attaque 77 saca “El francotirador”, de su álbum Amén; para el 2000 el grupo Mala Fama, de cumbia villera, graba para Ritmo Sustancia “Made in Argentina”; Expulsados, en Altoparlante, hace su “Diego (entregando el corazón)”; en el 2004 Bersuit Vergarabat graba “El baile de la gambeta” para La argentinidad al palo; en el 2014 Voy en Voz lanza una hermosísima canción titulada “Toco y me voy”, y así se sumarían Charly García (“Maradona Blues”), Fito Páez (“Dale alegría a mi corazón”), Fanchants, Tony D, Pampa Yakuza, Sr. Flavio, Club Gong, Manu Chao, Los Piojos, Ratones Paranoicos, Roberto Murolo, Pepe Servillo y la reconocidísima, ad nauseam, de Rodrigo: “Para siempre, Diego”.

La música y Diego Armando Maradona se galanteaban, magnetizados ambos por el poder atractivo del otro; una correspondencia pie–balón/arpegio–coro que nutren la fuerza de millones de gargantas que despiden hoy el paso por la Tierra de un dios a veces humilde y a veces soberbio, como lo son todos los dioses. Con la diferencia de que Diego sabía bien cómo burlar al portero celestial de otros paraísos. ®

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Publicado en: Apuntes y crónicas

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