Art situacions: Una mirada prospectiva

Diez artistas emergentes de España y Portugal

Art situacions, reciente exposición de artistas emergentes en Barcelona, aborda a través de distintos formatos, miradas, lenguajes, algunos de los grandes problemas que ocupan hoy en día a la humanidad.

Los tiempos que corren no están para excesivas bromas, reina el desconcierto. La fanfarria del progreso ilimitado se ha quedado sin voceros, insisten pero sin credibilidad alguna, sumiendo a la sociedad de la mayor parte del globo en un estado de shock que obliga a una amplia redefinición de muchos de los valores que parecían plenamente asentados.

El arte como broma de dudoso gusto elitista también parece haber agotado sus caminos. Aunque dentro del mundo del arte contemporáneo hay un espectro minoritario que a través de ferias internacionales y eventos especialmente diseñados para el caso, sigue sumando activos en el terreno de la especulación y las grandes inversiones, generando mucho dinero. Paradójicamente, los productos de lujo y el mercado del arte siguen produciendo, para algunos, asombrosos dividendos en esta anoréxica época del capital.

Sin embargo, ciertas prácticas de arte contemporáneo se hacen eco de la caótica situación económica mundial, y a los subsecuentes recortes presupuestales que en este rubro, y en otros incluso más importantes, acontecen amenazando derrumbes inminentes de estructuras que no hace mucho parecían firmemente apuntaladas.

Éste es el discurso de base de la exposición Art Situacions, que reúne la obra de diez artistas emergentes, no necesariamente jóvenes, de España y Portugal, dirigida por Pilar Forcada, comisionada la selección de artistas a varios expertos, en lo que se podría llamar una curaduría consensuada, y que se presenta esta primavera en el Centre d´Art Santa Mónica, en Barcelona.

En esta muestra se apuesta por un arte de la innovación, derivado del espíritu de la vanguardia y que alienta posibilidades prospectivas (lo que está por venir), en contraposición al más extendido arte de la representación, más ligado a las percepciones sobre el propio presente. Una vez superada la radicalidad formal del arte conceptual, en los albores de este nuevo siglo el arte de vanguardia ha llegado al gran público en una catarata de significados que no distingue jerarquías entre las nuevas formas de expresión de artistas emergentes y el arte de figuras consagradas. Consagradas entre otras cosas por el mercado y el gusto de los coleccionistas.

Nuevas formas de expresión, que en el caso de Art Situacions, pasan por el ejercicio de la crítica directa contra el sistema financiero desvelando sus más sucios manejos y tristes realidades a base de metáforas lapidarias.

Como es el caso del colectivo Flo 6 x 8, que en base a las ideas de Michael de Certau sobre la incidencia del arte en la vida cotidiana (ésa que consideramos natural, a pesar de ser tan construida), realizan acciones performáticas en oficinas bancarias sin el conocimiento previo de los clientes, convertidos en público cautivo e involuntario. Acciones de corte situacionista en las que una bailaora de flamenco irrumpe intempestivamente en diferentes oficinas bancarias a marcarse unos zapateados, ante el estupor de los clientes, mientras inunda la sede de billetes falsos y folletos con consignas anticapitalistas. Acciones que recoge el video con autoría del sevillano Pepe Cifuentes: Cuerpo contra capital. Un musical flamenco contra el sistema financiero (2011).

En esa línea crítica funciona The Funhouse del catalán Francesc Ruiz, creando representaciones verosímiles de las formas de urbanismo social a través de grandes dibujos murales en los que con la imaginería del mundo del cómic recrea, de manera fragmentaria, situaciones de la vida real. Su trabajo se completa con la instalación Las puertas en las que presenta otra forma de metanarrativa urbana, con centenares de publicaciones de interiores y portales de viviendas a la venta o en alquiler en la ciudad de LLeida, a las que añade el logo impreso de conocidas marcas comerciales en las portadas. Marcas ligadas a poderosos intereses económicos que todo lo absorben. Esta pieza alude al control del mercado sobre la vida y los espacios íntimos de los ciudadanos, quienes están sometidos a una brutal especulación por parte del sector inmobiliario, origen de la actual crisis económica, en estos momentos en quiebra.

En este sentido trabaja la pieza de Patricia Dauder, una instalación visual cinematográfica acompañada de algunas piezas bidimensionales que muestran imágenes irreconocibles de edificios en construcción, a base de juegos de luz y color, para indicarnos que lo real es sólo una construcción de la mente.

El trabajo III View de Juan López, una instalación de dibujos murales hechos con cinta aislante negra en los que se proyectan videos tomados a través del retrovisor de un camión de transporte en su periplo por zonas obreras, está lleno de referencias al paisaje urbano que conforma el hábitat, nada idílico, de millones de personas que viven en las zonas menos favorecidas de las ciudades.

Esta estética de la reconstrucción de la realidad a través de fragmentos también se hace patente en las piezas de Nuria Fuster, una serie de composiciones deconstructivas a base de objetos cotidianos cubiertos de telas con claras connotaciones industriales.

Todas estas reflexiones giran en torno a lo paupérrimo de la situación general desde actitudes cercanas al arte povera, por lo austero de los recursos empleados.

Así, el portugués Mauro Cerqueira con su pieza Postales de Oporto (2011) presenta un conjunto de pequeñas imágenes fotográficas de la ciudad de Oporto combinada con vestigios de la vida comercial del centro de la ciudad, como textos sobre el vecindario o la inclusión de parte del archivo contable de una papelería ubicada en el edificio donde el artista tiene su taller, ahora desaparecida. Una poética de la austeridad confeccionada con vestigios de una antigua prosperidad comercial en contraposición a las carencias del momento actual.

En esa misma línea se podría enmarcar el trabajo de la también portuguesa Carla Filipe, El pueblo unido jamás será, una colección de 18 pinturas acrílicas que reproducen, sin texto, cárteles de la CGTP (Confederación General de Trabajadores Portugueses) realizados antes y después de la Revolución de 1974, convocando a un pasado de lucha social, política, económica y cultural en una especie de conjuro retrospectivo que tiene mucho que ver con el momento actual. En medio del espacio expositivo unas sillas apiladas sobre sí mismas representan la clausura del diálogo, dando a entender que las «juntas» ya fueron. Una época, la nuestra, muy necesitada de diálogos que sirvan para redefinir el nuevo papel social.

Los españoles Santiago Giralda y Miki Leal abordan la problemática desde la plástica. El primero, parte de prácticas pictóricas puras y las mezcla con el collage y técnicas digitales, planteando desde una figuración muy colorista “un cuestionamiento sobre las funciones de las imágenes y su inserción en nuestra cotidianidad”. Miki Leal, desde la figuración abstracta, hace una reivindicación de la autenticidad del arte a través de la recreación de mundos personales y paisajes oníricos pop en el que plasma su mundo personal, inspirado por la literatura, la música o el cine. Su depurada técnica contradice a aquéllos que dicen de la pintura que ya no sirve para representar esta compleja realidad.

Y para terminar con la reseña de ART Situacions, y quizás con unos trabajos que mejor representan las intenciones de esta exposición, Jaime de Jara pone en juego los límites de lo real a través de la crítica de la representación. Nada es lo que parece. Para este artista, al igual que para Magritte, toda representación es un artificio y éste se basa en la convención, no en la naturaleza de las cosas. Así en la pieza Spanish Boat, cuelga de la pared lo que de lejos parece un bote, pero de cerca se percibe que es una escultura de fieltro, trastocando la finalidad del bote, que es flotar, con un material que claramente no sirve para eso. Sus piezas se oponen a la lógica de la representación, y su intención es más que aludir a la proliferación de pateras (las embarcaciones con las que llegan al sur de Europa inmigrantes subsaharianos), hacer una crítica a la naturaleza de las cosas, las estructuras sociales y el lenguaje en el que éstas se basan.

ART Situacions devela la complejidad de los tiempos actuales a través de nuevos lenguajes que se centran en hablar de lo que está pasando realmente en estos momentos plagados de incertudumbres. Unos lenguajes que apuestan por lo mínimo, ya sea para denunciar el desbarajuste o para mostrar atisbos de la irónica belleza del caos en el que estamos inmersos. ®

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Publicado en: Abril 2012, Arte

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