la actividad artística tóxica es una respuesta como cualquier otra al sinsentido de la vida. por la misma razón exigirle al arte tóxico responsabilidades civiles o divinas más allá de su vocación tóxica de ensuciarlo y destruirlo todo es otro sinsentido que no nos preocupa en lo más mínimo.
si quieres ser famoso debes hacer algo mucho más mal hecho que nadie en el mundo entero.
—MiroslavTichý
es obvio que el arte no puede enseñar nada a nadie, ya que en 4 mil años la humanidad no ha aprendido nada.
—Andrey Tarkovski
Supermuñeco. © Rubén Bonet.
el arte tóxico es antiarte. el arte tóxico no aporta nada. contamina, es desagradable, es un receptáculo de perversiones y odio social e incita a la violencia. en el arte tóxico impera el mal gusto como canon estético. es antididáctico puesto que desconoce voluntariamente la historia del arte y practica la apropiación a destajo de la riqueza visual y conceptual del pasado, que inicia casualmente ayer mismo. no escatimamos medios en estas expropiaciones licuadas en nuestro propio lenguaje destructivo y la disciplina aplicada en este sentido es indiscriminada y feroz.
dicho de otro modo, el pasado sólo nos interesa para expoliarlo brutal y subconscientemente, ya que el arte tóxico se reinventa a partir de la experiencia traumática de un presente sin asideras y sin contrapartidas afectivas y mucho menos económicas. el halago social nos repugna y por supuesto que ningún otro artista de la toxicidad merece ser mencionado ni de refilón en estas líneas, si bien es cierto que todo el trabajo apunta de manera conjunta y solidaria a la destrucción del planeta y a bombardear especulativamente el sistema financiero, sobre todo aquello que tenga que ver con el blanqueo de capitales precisamente tóxicos.
el petróleo y sus derivados son la materia prima de este arte revolucionario dispuesto sobre todo a contaminar y a alimentar el capitalismo postmortem de esta gloriosa era de la supremacía del oro negro refinado como gasolina imprescindible del motor a combustión de nuestras plastificadas existencias.
agradar al público, si es que a estas alturas existe algo como tal, nunca ha estado en la agenda ideológica de la producción industrial de arte tóxico. el arte tóxico abomina la seriedad y lo único que se toma en serio es no tomarse en serio a sí mismo, destilar cinismo y ser incompatible con los discursos adocenados de ese ente social delimitado por el lugar en el cada cual arroja su basura. bolsas y bolsas de plástico llenas de más plástico mezclado con detritus orgánicos y heces de perro que se derretirán conjuntamente hasta transmutarse en esos cristalinos envases que nos traen el agua pura de las montañas lejanas.
agradar al público, si es que a estas alturas existe algo como tal, nunca ha estado en la agenda ideológica de la producción industrial de arte tóxico. el arte tóxico abomina la seriedad y lo único que se toma en serio es no tomarse en serio a sí mismo, destilar cinismo y ser incompatible con los discursos adocenados…
incluso hasta allí, llega el plástico, avanzando implacable y triunfal sobre las cimas más altas y las simas más profundas del cada vez más plastificado globo terráqueo.
un mensaje subliminal, el del arte tóxico, que permea desde la más tierna infancia, cuando en un macabro ritual de paso nos regalan un globo de plástico con la impresión de mares y continentes para que aprendamos a ubicar la capital de los países que actúan al mismo tiempo como productores, consumidores y como grandísimo vertedero de plástico, creando una génesis perfecta de colonización a modo de tumor y cáncer. una de las enfermedades predilectas de la humanidad en estos tiempos.
Live fast. © Rubén Bonet.
a causa de todos estos detalles, la ausencia absoluta de trascendencia de este tipo de arte. la eternidad para el arte tóxico dura lo que la explotación de un yacimiento petrolífero, ya que aprovechamos el vacío que deja en el sustrato para encapsular lo que queda de materia divina flotando en el aire cada vez menos puro y transparente. se extrae la pus y se mete el secante aséptico y escleróticamente polimorfo. luego se sella con material radioactivo y se matan varios pájaros incordiosos con una sola bala de plástico fino.
para el arte tóxico, habrá vida mientras exista el plástico en una mancuerna sin precedentes en la biología metafísica, en la que un organismo vivo decide fundir sus partículas con el plástico para perpetuarse en forma de basura y así conformar una eternidad tóxica interestelar.
la actividad artística tóxica es una respuesta como cualquier otra al sinsentido de la vida. por la misma razón exigirle al arte tóxico responsabilidades civiles o divinas más allá de su vocación tóxica de ensuciarlo y destruirlo todo es otro sinsentido que no nos preocupa en lo más mínimo.
el arte tóxico será bipolar o no será. ®
la fundación adopte a un escritor aprovecha la ocasión de este manifiesto para exigir:
ACCESO UNIVERSAL A LA COCAÍNA Y AL PLÁSTICO PARA TODOS LOS SECTORES DE LA SOCIEDAD.
