Piedra, papel o aerosol, II

ZEVS y su inversión del poder del logo

Junto con Invader y André, ZEVS es una de las principales figuras del arte urbano francés. En los años noventa era un adolescente que recorría calles y recovecos de París plasmando su firma.

En esas andanzas estuvo a punto de morir aplastado por un tren. Se llamaba Zeus. De ahí tomó su sobrenombre.

Tras aquellos primeros intentos de marcar su paso por París descubrió el trabajo de artistas como Basquiat y pronto quiso crear un estilo que no se pareciera al de nadie más. Primero lo hizo limpiando… Con chorros de agua a presión creó distintos diseños sobre muros cochambrosos. Bautizó esa técnica como “proper graffiti” (graffiti correcto). Con ella buscaba revelar el lado “limpio” de intervenir muros y poner en evidencia la suciedad real de la ciudad. Y luego llegó un método, digamos, más drástico: derramar pintura sobre logos de grandes corporaciones, como Chanel, Coca Cola, McDonalds o Louis Vuitton. Quería crear la impresión de derretimiento. Así nacieron sus “liquidate logos”.

En esas piezas muchos han querido ver una crítica al consumo, pero en múltiples ocasiones ha aclarado que lo suyo tiene que ver con un aspecto muy específico de la publicidad: ZEVS pretende invertir el flujo de energía que emana un logo, mostrar cómo el poder del logo puede ser puesto en contra de la compañía que lo ostenta.

Otro logo cuya energía ya ha sido invertida por él es el de Google, creando uno de mis “doodles” favoritos hasta ahora. Es el que da la bienvenida a su página: www.gzzglz.com. Una conversación con él:

—Sé que fuiste tagger cuando eras todavía adolescente, pero ¿cómo comenzaste a usar en forma los espacios urbanos como lienzo para tu obra?

—Comencé a usar la ciudad como taller con la serie “Electric Shadows”. Utilicé las claves y los códigos de la ciudad para acceder a sus luces, objetos y superficies como lo haría un pintor en su estudio.
—¿Qué pretendes con tus “liquidate logos” y tu “proper graffiti”?

—Estoy intentando revelar el lado sucio de los “logos perfectos” y el lado bello de los “muros sucios”. Como en el símbolo del Yin-Yang, que sean una metáfora de la danza constante entre las fuerzas opuestas que hay en cada uno de nosotros.
—¿Qué aconsejas a quien busque ser más creativo con su paisaje urbano?

En esas piezas muchos han querido ver una crítica al consumo, pero en múltiples ocasiones ha aclarado que lo suyo tiene que ver con un aspecto muy específico de la publicidad: ZEVS pretende invertir el flujo de energía que emana un logo, mostrar cómo el poder del logo puede ser puesto en contra de la compañía que lo ostenta.

—Siempre es bueno conocer las reglas de tu ciudad antes de romperlas. Las señales, la arquitectura, el mobiliario urbano y la publicidad estructuran la ciudad y definen sus límites. Traspasar esos límites con graffiti o con baile puede ser una violación o una recomposición de la ciudad, justo como disponer notas para crear música. La cuestión es conocer las reglas y el orden que controla nuestras acciones. Aprecias el respeto por la libertad de expresión cuando has experimentado una ciudad.

Muchos han visto tus “liquidate logos” como una especie de resistencia creativa… ¿Contra qué?

—Me gusta examinar el poder y la influencia de los signos de la publicidad en el paisaje citadino. Cuando “derrito” logos bien conocidos, como los de Chanel o de Vuitton, estoy atacando una red de signos de identidad, de códigos sociales, de significados, de emociones… Por oposición, su metamorfosis en logos “derretidos” hacen pensar en el consumo, en la tiranía de la publicidad, en las apariencias y en la vulgaridad de la ostentación.

Cuando alguien como tú interviene la ciudad, es casi inevitable cuestionarnos si las ciudades que tenemos son las ciudades que necesitamos. ¿Tenemos las ciudades que necesitamos?

—Vivimos en “ciudades espontáneas”, que se desarrollan orgánicamente y muchas veces de manera caótica, según las necesidades de sus residentes. Probablemente a eso se deba que la ciudad se vea desde el cielo como un cuerpo, con todas esas arterias… Los anticuerpos que se encuentran en la sangre son usados por el sistema inmunológico para identificar y neutralizar objetos extraños, como bacterias y virus. Me gusta la idea de reestablecer el equilibrio en las calles y buscar una ciudad armoniosa.

¿Qué hace ZEVS para alcanzar esa armonía?
Heráclito sugería que lo que está en oposición está en equilibrio, que de las cosas que difieren viene la armonía más hermosa. Así, yo pienso continuar oponiéndome de manera creativa a los gigantes y los titanes que representan las fuerzas brutales de la ciudad. ®

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Publicado en: Arte, Septiembre 2011

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