Quise soñar

Dos poemas

cielo

Podía soñar
Soñé, podía soñar,
podía dormir, saber
que no existen contratos
firmas moribundas,
no existen plazos
para entregar latidos,
que doy sin recibos
y recibo sin deuda.

Soñé, podía soñar
tiempo para soñar
sin entregar por ello
estúpidas fianzas,
pagarés, avales,
garantía del recelo,
soñar sin demandas,
soñar que sueño.

Soñé, podía soñar,
dormir sin rezar,
tiempo de juegos,
tiempo de pausas,
que podía danzar
sin ritmo de tormentas,
caminar sin correr,
sin mojar mi conciencia.

Soñé, podía soñar
podía dormir, descansar
en reloj sin manecillas
sin cobija, sin miedo,
lecho de infancia
escondido en mi árbol,
trompo en mi uña,
sonrisa en mi mano.

Quise soñar, desperté,
rompí la utopía,
quedó mi pétrea vida
y el sol de invierno
que quema la piel
esa, mi pálida piel,
desgastada por días
sin sombra, sin noches
sin sueños…

Amigos

Crecen tristes palmeras, camellón solitario,
enmudece la acera, peatones ausentes;
sin sonidos, sin huellas, en el aire la noche,
en el piso hojas rotas, en la calle sus rastros.

En la tierra caminan, silenciosos, pequeños,
alegres habitantes, no conocen sus culpas,
juegan, acechan, cazan sin penas ni torturas;
las palmeras los cuidan, vigilan sus esfuerzos.

Gatos urbanos, magos, amigos sin rasguños,
señores de la noche, son dueños de mi abismo;
a la caza de sombras, se comen mi vacío,
felinos en su hechizo, felices en mi mundo. ®

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Publicado en: agosto 2013, Poesía

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