Sergio Fong
Sergio Fong, el “Tecla” (para los amigos) y San Lalo Blues son la trinidad que durante más de 25 años se ha convertido en una especie de bastión de la congruencia moral y estética. Muchos adjetivos y sustantivos se han utilizado para describir el tipo de cultura que promueven escritores como Sergio Fong: contracultural, alternativo, diverso, underground, subterráneo, proleta, reciclado, anticultural, retro, maldito, emergente, callejero, sucio…, pero los hilos que tejen todas estas denominaciones es la vocación por disolver las pretensiones homogeneizantes de una cultura dominante y oficialista. Pero reduciríamos las propuestas “alternativas” de la cultura si sólo hiciéramos énfasis en lo “contra”, pues la contracultura es también cultura y, en ese sentido, creación y fecundación artística. Hoy, que el concepto de contracultura parece haber caído en descrédito y que siniestros personajes vinculados a grupos de poder han banalizado su vitalidad, es un momento pertinente para restituirle su verdadero significado y valorar la trayectoria de este escritor y promotor cultural. Y su trayectoria debería de hablar por sí misma: en los años ochenta en pleno régimen autoritario mexicano, fue confundador de uno de los movimientos juveniles más rebeldes, iconoclastas y combativos de que se tenga memoria en Guadalajara: el BUSH, que, entre otras cosas, organizaban las legendarias tocadas en el Foro Callejero: Jim Morrison; fue coeditor de la mítica colección de plaquetas Alimaña Drunk en la década de los noventa y de la que surgieron poetas de la talla de Adriana leal, Lalo Quimixto y Pedro Goché; fue cofundador del Tianguis Cultural, espacio ya imprescindible en la ciudad para la contracultura y lo alternativo; es, junto con Gabriela Juárez, promotor de la OTRAFIL, y desde 2009, al lado de Lorena Baker y Fernando Zaragoza, es parte del movimiento cultural latinoamericano con la editorial Cartonera, que de forma ingeniosa y crítica editan libros bajo los conceptos de la cultura del reciclaje y la reutilización de deshechos materiales; además de editor de revistas y otras infinitas actividades culturales y sociales que ha realizado. [Texto de Enrique C. Gallegos]