La investigación dar una idea clara (y preocupante) del estado que guarda la seguridad de los informadores veracruzanos en los años correspondientes a la gestión del actual gobernador del estado, Javier Duarte.
Los índices de criminalidad en contra de periodistas en Veracruz y la falta de garantías para el ejercicio de la profesión en la entidad han motivado al sector académico a realizar un estudio del tema, que presenta una situación constante de agresiones que van desde los despidos injustificados hasta el secuestro, la desaparición y el asesinato.
En la publicación parcial de un estudio financiado por la Universidad Veracruzana, con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la investigadora Celia del Palacio Montiel ofrece una recopilación de datos que dan una muestra de lo que ocurre en Veracruz, donde hay un promedio de cuarenta casos de agresiones contra periodistas desde 2011 a enero de 2015.
La investigación, denominada Violencia y medios de comunicación, hace énfasis en que las 163 agresiones documentadas en ese lapso han ocurrido durante la actual administración del gobernador Javier Duarte Ochoa, quien asumió el cargo en 2010 y lo dejará en 2016.
En ese documento Del Palacio Montiel reitera que Veracruz “ha sido considerado por las asociaciones internacionales como el lugar más peligroso de México para ejercer el periodismo desde el año 2012”.
“Han trascurrido ya dos años y la posición del estado al respecto de su peligrosidad para los trabajadores de la prensa no ha cambiado de manera sustantiva”, señala la doctora en Historia e Investigadora del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la UV.
Pese a dejar claro que el “alarmante” número de casos de homicidios a periodistas durante el periodo 2011–2012 —nueve de los once asesinatos cometidos contra periodistas en Veracruz durante la administración de Duarte Ochoa—, son otro tipo de agresiones las que han mantenido una constante ocurrencia en contra de reporteros, camarógrafos, editores, columnistas y fotoperiodistas.
Del Palacio explica que si bien los datos no son nuevos, su sistematización y presentación en conjunto “puede dar una idea más clara (y sin duda preocupante) del estado que guarda la seguridad de los informadores veracruzanos en los años correspondientes a la gestión del actual gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa”.
“Consideramos que presentar los datos en bruto podría ayudar a las investigaciones que se llevan a cabo actualmente en torno a las agresiones a periodistas y conocer mejor la situación que prevalece en el estado en cuanto a libertad de expresión se refiere”, dice la investigadora.
En el documento publicado en Bajalú, revista de divulgación de la UV, se enlistan primero los casos de homicidios ocurridos de 2011 a diciembre de 2014, ordenados por nombre, medio y fecha de asesinato:
Regina Martínez, periodista de la revista Proceso, asesinada.
1. Noel López Olguín, La Verdad de Jáltipan, Noticias de Acayucan, 1 de junio de 2013.
2. Miguel Ángel López Velasco, Notiver, 20 de junio de 2014.
3. Misael López Solana, Notiver, 20 de junio de 2011.
4. Yolanda Ordaz de la Cruz, Notiver, 26 de julio de 2011.
5. Regina Martínez, Proceso, 28 de abril de 2012.
6. Guillermo Luna, Veracruz News, 3 de mayo de 2012.
7. Gabriel Huge, Notiver, 3 de mayo de 2012.
8. Esteban Rodríguez, AZ, 3 de mayo de 2012.
9. Víctor Báez Chino, Milenio, Reporteros Policiacos, 14 de junio de 2012.
10. Gregorio Jiménez de la Cruz, Notisur, 11 de febrero de 2014.
11. Octavio Rojas Hernández, El Buen Tono, 12 de agosto de 2014.
En la publicación se aclara que el caso de Moisés Sánchez Cruz no fue contabilizado en la lista de homicidios debido que esta primera parte del estudio se cerró en diciembre de 2014 y se actualizó en el periodo transcurrido entre su secuestro y asesinato, por lo que sí aparece más adelante en la lista de desaparecidos.
También señala que en el caso de Octavio Rojas Hernández, se le incluye en la lista porque aun cuando fue asesinado en Cosolapa, población de Oaxaca que limita con Veracruz, el periodista ejercía su labor en esta última entidad.
1. Gabriel Manuel Fonseca Hernández, El Mañanero de Oluta, 17 de septiembre de 2011.
2. Miguel Morales Estrada, Diario de Poza Rica, 19 de julio de 2012.
3. Sergio Landa Rosado (ya había sido secuestrado y liberado en noviembre de 2012. Huyó del estado y regresó en enero de 2013), Diario Cardel, 22 de enero de 2013.
4. Tomás David Matus, columna “Cafetópolis”, en Coatepec, 26 de octubre de 2014.
5. Moisés Sánchez, La Unión, Medellín de Bravo, 2 de enero 2015.
En el documento la investigadora expone también trece casos de despidos y 24 de lo que considera periodistas exiliados, quienes por amenazas del crimen organizado, presiones de carácter político o extorsión han decidido huir del estado de Veracruz antes de mantener el riesgo sobre sus vidas.
La lista incluye doce ataques a medios informativos y cincuenta casos de agresiones de diversos tipos como el despojo de equipo, cámaras y hasta imágenes tomadas, detenciones y arrestos ilegales, amenazas y acoso, insultos y golpes, asaltos a casa habitación y robo de auto, campañas de descrédito, agresión con arma de fuego e irregularidades en procesos judiciales iniciadas contra un periodista.
Violencia y medios de comunicación en Veracruz, anota la autora en pie de página, es resultado no sólo de un seguimiento puntual de notas periodísticas y la revisión de informes de organizaciones internacionales como Artículo 19, sino también de un proceso para corroborar los datos, realizado a 25 periodistas de Xalapa, la capital del estado, y de los municipios de Veracruz, Boca del Río y Coatzacoalcos.
Esta primera parte de la investigación puede consultarse en el enlace a la revista Bajalú del semestre agosto–diciembre de 2014. ®
