Reflexiones sobre arte contemporáneo

Brevísimo diccionario de una impostura

Nunca estará de más cuestionar el mal arte, o anti-arte, como lo llama la autora de este implacable diccionario que desnuda imposturas, ideas y actitudes que se han incrustado en el ámbito del arte contemporáneo.

© Martin Creed

Arte burgués.— Es un anti-arte burgués y ocioso que desprecia el trabajo. Artistas que no trabajan, no estudian, no hacen. Roban, copian, designan, sobrevalúan sus objetos por un capricho de la moda, exaltan el consumismo. Es el gran elogio a la decadencia del capitalismo.

Arte conceptual o contemporáneo.— Las obras a las que se denomina arte contemporáneo son conceptuales porque en todas son las ideas y el discurso el único peso intelectual que poseen, y es el concepto lo que les da sentido como arte. La acepción cronológica, al ser siempre inestable, es inexacta. Cualquier obra —desde el ready made hasta las que tienen algún tipo de factura— que hace de las ideas su gran valor real es conceptual. Si una obra despojada de esas ideas pierde su sentido como arte, entonces no es arte.

Arte contemporáneo y otras artes.— La música, el teatro, la literatura, la danza, el cine llevan lo de ser contemporáneos con otra perspectiva. Son artes que requieren de un involucramiento más real del público, que debe pagar para entrar al teatro o a la sala de conciertos, sentarse y presenciar durante una o más horas una obra y con sus aplausos o abucheos manifiesta su opinión. En cambio, el arte contemporáneo se ve en cinco minutos y el público se larga. Los críticos de estas disciplinas son feroces, el cine soporta toda clase de análisis y nadie se rasga las vestiduras. Leer un libro exige tiempo y concentración y el escritor ve cómo sus libros se quedan en la bodega o se convierten en un éxito. El artista contemporáneo vive en una burbuja, no tiene contacto con el público, niega la crítica que no es favorable y si el público no va a la sala es porque no entiende, nunca porque su obra deje insatisfecho al espectador o porque se perciba como una farsa. Este anti-arte no es para el público ni para el museo, es una práctica endogámica para sus curadores, críticos y artistas.

Arte que nadie se roba.— El criterio del ladrón es el del sentido común, la realidad de que todas las obras son lo que son: una pintura es una pintura, un dibujo es un dibujo, una lata vacía es una lata vacía y un escusado es un escusado. Y algo tan real como un robo, tan inmediato, lo pone en evidencia. Nadie se roba un montón de ropa sucia o unas cajas de cartón. Los nuevos museos no requieren de alarmas, medidas de seguridad o guardias, y lo que llegaran a robarse puede ser reemplazado en un instante y sin la presencia del artista.

Arte tradicional y arte contemporáneo.— La distinción entre arte tradicional y arte contemporáneo es una deformación estética. Los “contemporáneos” tienen cien años haciendo lo mismo, un tiempo suficiente para crear una tradición. En cambio, la pintura que se hace hoy no detiene su evolución, y sus preocupaciones, estética y estilos están completamente inmersos en nuestra actualidad. Los artistas contemporáneos no son modernos, tienen cien años sin evolucionar.

Artista.— Todos son artistas y todo lo que el artista designe como arte es arte, es el estatus actual. Hoy tenemos a la mayor población de artistas de la historia del arte, por lo tanto ninguno es indispensable. Ser artista contemporáneo es una moda elitista, pues antes querían poner un bar nice, luego ser “diseñadores de imagen”, después DJs y hoy, finalmente, son artistas contemporáneos. La actitud de arrogancia y de fatuidad de los artistas es justificable: venden sus ocurrencias elementales y los coleccionistas demuestran su poder adquisitivo con estas compras caprichosas y exhibicionistas.

Artista, requisito para ser…— El requisito es no saber hacer las cosas para hacerlas. No saber hacer arte para ser artista.

Aspiraciones.— Los artistas quieren ser millonarios y los millonarios quieren ser artistas. Si declarar que algo es arte te hace artista, aceptarlo, motivarlo y pagar por eso, también te hace artista. Pagar el precio convierte al coleccionista en un artífice más del objeto; sin su aprobación y su inversión la obra nunca hubiera trascendido como arte, así, el comprador forma parte esencial en el montaje de esta farsa. Comparar algo de valor “teórico” te define como moderno y actual. El precio en estas obras es su validación real: si es caro entonces es arte.

El artista contemporáneo vive en una burbuja, no tiene contacto con el público, niega la crítica que no es favorable y si el público no va a la sala es porque no entiende, nunca porque su obra deje insatisfecho al espectador o porque se perciba como una farsa. Este anti-arte no es para el público ni para el museo, es una práctica endogámica para sus curadores, críticos y artistas.

Células espejo.— Éstas crean un proceso cognitivo mediante el cual nos ponemos en la situación del Otro; sin ellas no existe la imitación, que es fundamental para el aprendizaje, y se activan al ver una acción o cómo se realiza y tratan de recrearla. Estas neuronas también trabajan cuando tú, al ver una obra de supuesto arte, te ubicas en el sentido del creador y piensas que esa obra no requirió de un talento sobresaliente; analizas rápidamente tus habilidades y comparas lo que tú sabes hacer con el resultado de la obra y deduces que no tiene rastro de inteligencia creadora. Al no reconocer inteligencia o emoción en el trabajo, decides que es algo sin la calidad para poseer el estatus de arte. Al ubicarte en el papel del artista lo identificas como un estafador que suplanta la verdad del arte por una mentira. El arte tiene entre sus objetivos ayudarnos a comprender la realidad a través de la representación y lo hace con la herramienta de las células de espejo: si eliminan el objetivo de representar, las células no trabajan en ayudarnos a ordenar nuestra realidad y la existencia. Este anti-arte va en contra de los procesos de la inteligencia y nos encamina a disminuir habilidades formadas durante decenas de miles de años. Este arte volverá estúpida a la humanidad.

Concepto.— Si lo único que tiene valor en la obra es el concepto, y despojada de esto pierde su valor, entonces no es arte. El concepto es un enunciado arbitrario que pretende cambiar la naturaleza de un objeto sin conseguirlo, exigiendo una comprensión que no requiere; un objeto es lo que es, nada más.

Crueldad.— Ejercer la crueldad no tiene que ver con recrearla y eso es patente en la literatura. Asesinar animales, explotar la muerte de otros, alardear del racismo no es arte porque, como todo en el arte contemporáneo, no es resultado del talento ni del trabajo del creador o “ideador”. Su función es escandalizar para llamar la atención. En una corrida de toros la crueldad es parte del espectáculo, pero el torero asume riesgos que no asume ningún artista contemporáneo. Si Guillermo Vargas Habacuc, que dejó morir de hambre a un perro, amarrara al curador y al galerista para matarlos de hambre no habría existido jamás el performance criminal que hizo. Muchos toreros han muerto en el ruedo, pero ¿quién ha muerto haciendo una obra? Nadie. Estas obras tienen una lógica elemental: si hablan de que dejaron morir de hambre a un perro, entonces funciona dejar morir de hambre a un perro. Si hablan de que pusieron suásticas, entonces funciona poner suásticas. Si hablan de un asesinato, entonces funciona asesinar. Estoy esperando el suicidio colectivo de estos mediocres para que cierren su ciclo de obras, ya que trabajan con las herramientas de su época. Adelante, la violencia es la gran herramienta actual para acceder al poder y la fama.

Curador.— El curador es un vendedor, un publicista, un dictador y es, al final, el verdadero creador de la obra. Las exposiciones no son anunciadas con el nombre del artista, lo principal es el nombre del curador. El curador vende la idea de su colectiva, decide qué artistas van en la exposición y con su texto inventa los valores subjetivos e invisibles de su producto, es decir, los artistas y sus obras. El curador le dicta al artista lo que tiene que hacer, lo que significa y decide el valor que tiene en la exposición. Como todos son artistas, todos debieran ser curadores, pero no es así. Éstos y los teóricos son los entes pensantes de la obra. El artista es sustituible, el curador, como los dictadores, no lo es. Al dar sentido a la reunión de objetos y llevarlos al recinto expositivo el curador es el artífice real de la obra. Desháganse de los artistas. Para poner una piedra con una patineta rota o una tina de aceite quemado en el museo basta un curador, no se requiere a nadie más.

© Song Dong

Entender.— “Si no te gusta es que no entiendes”. Confunden creer con entender. Cuestionar a la obra es no entender. No piden que se entienda, piden que se crea que eso es arte. En el momento en que dejen de creer que eso es arte dejará de serlo. Si no crees en el milagro, el milagro no existe. Esta actitud elitista: “Tú no entiendes”, margina al público, lo expulsa de los museos y le quita al artista la responsabilidad de las consecuencias de la obra. Si el público no ve en la obra lo que el concepto y el significado dictan es que es ignorante. El artista es infalible, nunca se equivoca. La sensibilidad del espectador es inoperante, el artista es intocable.

Escuelas de arte.— Las escuelas de arte ya no son necesarias, ser artista es una actitud que se adquiere, como ponerse unos zapatos, y el arte se designa. El arte no tiene valores de calidad ni técnicas específicas, por ello tampoco requiere ser enseñado en una escuela.

Imaginar la obra.— Decir que estas obras nos invitan a que imaginemos a partir de ellas es también un mito. Nos imponen qué es lo que debemos imaginar, lo ordenan claramente en las cédulas explicativas del curador. ¿Dónde está la libertad del ejercicio imaginativo si te dictan la reflexión? Instrucciones de obras imaginarias: la gente mira una pared y se supone que tendría que imaginarse la obra. ¿Por qué el autor no imaginó la obra y la realizó en vez de dejar ese trabajo al público? Un escritor no deja el libro en blanco para que te imagines la novela. Pedir que el público se imagine la obra encubre el vacío que el artista deja ante su incapacidad de terminar algo.

Juventud. Su nombre oficial es “artistas emergentes”. Ser joven o emergente es un requisito para estar en exposiciones, es la adicción a lo nuevo del marketing del arte contemporáneo. Caras nuevas aunque las obras sean iguales. La virtud no es el talento, es la fecha de nacimiento. Las obras emergentes son de temática intrascendental, relacionadas con falta de inteligencia, irrelevancia, banalidad y sin un compromiso social o estético serio. Es arte niñato al que no le importa lo que suceda en el mundo, y aunque en la cédula hablen de la “decepción que les causa esta época” no existe una obra que describa esa decepción o un sentimiento de rebeldía ante lo que sucede. Estos artistas reflexionan sobre su ropa, la televisión, las redes sociales; son decorativos, conformistas, consumistas y políticamente correctos. Son un producto del sistema y trabajan para el sistema. Estos artistas sin arte son ciegos al hecho de que las grandes obras del Caravaggio o Lucian Freud también son obras de juventud.

Su nombre oficial es “artistas emergentes”. Ser joven o emergente es un requisito para estar en exposiciones, es la adicción a lo nuevo del marketing del arte contemporáneo. Caras nuevas aunque las obras sean iguales. La virtud no es el talento, es la fecha de nacimiento. Las obras emergentes son de temática intrascendental, relacionadas con falta de inteligencia, irrelevancia, banalidad y sin un compromiso social o estético serio.

Mal gusto.— Si el buen gusto carece de prestigio en esta época, como lo carece la belleza, lo que ya tiene prestigio universal como expresión contemporánea es el mal gusto. No se trata de acabar con obras terribles, que golpean a la mirada con la agresividad de la realidad —ya lo demostró Otto Dix con sus grabados sobre la Primera Guerra que tienen la virtud de enfrentar al espectador. Lo que hacen los artistas contemporáneos es tratar de llamar la atención con rabietas visuales y chistes monumentales para provocar de forma artificial y pretenciosa. Objetos que siempre pasaron por kitsch, detestables y desechables, hoy son la apoteosis de las subastas. Los objetos de feria de Koons son llamados esculturas; los animales en formol de Hirst son reflexiones sobre la existencia; las llantas y los coches de carnaval de Betsabé Romero están en los museos. El mal gusto es el pase de entrada a la instantánea posteridad de este efímero capricho de la vulgaridad al que llaman arte contemporáneo.

Mediocridad.— Pretender que el talento, la disciplina y la técnica en el arte son cosas del pasado es tratar de imponer la mediocridad como signo de distinción de nuestra época. La “democracia del arte” y “la muerte de la tiranía del genio” son la dictadura de los mediocres. Hoy existen artistas completos, que trabajan en su obra, desarrollando e investigando en la constante revolución de la pintura, la escultura y el grabado, que se ven marginados para que la falta de talento y la mediocridad tenga “derecho a crear”. El imperio de gente sin obra, que designa sus orines como arte, se ha apropiado de las galerías y los museos, amparados por curadores y críticos que lo explican y lo aplauden, convirtiendo el arte en una trama especulativa, en un negocio vulgar. Son libres de hacer con su detritus, con la basura que recolectan y con su pose de artistas lo que quieran, pero rebajar el nivel del arte al capricho de los mediocres es otra cosa.

Muerte y cadáveres.— El robo de cadáveres para obras era un canon en la Antigüedad. Leonardo pintó cuerpos, la modelo de Caravaggio para su Muerte de la Virgen es el cadáver de una prostituta. Para el Caravaggio el propósito de la obra no era llevarse un cadáver, pues su objetivo fue que la imagen de la virgen se viera muerta, desprotegida, inerme, que los colores de la piel fueran los de un cuerpo por el que ya no circula la sangre. En el anti-arte y sus pseudo-obras el propósito es la exhibición morbosa y descarada de algo que aseguran es el cadáver de alguien o la sangre de un crimen. La sangre, el cadáver, es un ready-made que hace del amarillismo la obra y de las aficiones patológicas el único talento del artista.

Museo.— Anunciaron y clamaron hace cien años la muerte del museo y hoy se dan cuenta de que sin este contexto la obra no puede demostrarse como arte. Por eso a los artistas del anti-arte les urge entrar al museo, porque sólo parasitando el contexto del museo legitiman sus obras como arte y les dan trascendencia y valor en el mercado. Fuera del museo estas obras —cadenas de bicicleta, urinarios, bloques de concreto, agua sucia— no existen, regresan a su situación original de objetos sin valor y no son arte.

No objetual.— Derribemos mitos: el arte contemporáneo no es abstracto ni es no-objetual. Si existe algo objetual, concreto, adicto a las referencias cotidianas y a las formas más costumbristas es este anti-arte, que depende en su totalidad de objetos prefabricados, que no inventa ni crea. “Objeto encontrado”, “objeto intervenido”, “objeto pateado”, “objeto recuperado”, “objeto reciclado”… decenas de categorías, una para cada cosa. Es el arte de la pepena que parasita la costumbre y la familiaridad con el objeto para relacionarse con el espectador. Carece de la abstracción de la recreación, rémora de las cosas hechas; es el arte del consumismo y la acumulación. ¿No objetual, no retinal? Entonces no depreden, hagan, recreen.

Oportunismo.— El arte contemporáneo se aprovecha de un problema grave para, en un acto oportunista, vender una patraña como arte, y sucede la reacción lógica, pues criticar a la obra es estar en contra de la supuesta “denuncia”.

Performance.— El performance es cobarde con el público, no permite la interacción. Si un espectador le dice algo al artista éste se indigna y pide que saquen del recinto al espectador. Hay una diferencia enorme entre la transgresión y el exhibicionismo. El performance es la versión políticamente correcta y decente de lo que hacen en los clubes de shows porno. En esos antros los actores que se desnudan, se cagan o se masturban aguantan al público, soportan sus insultos y ni ellos ni ningún cliente consideran que lo que hacen sea arte; saben que es exhibicionismo y que explotan la necesidad morbosa de ver un espectáculo escabroso. Los performanceros, sin llegar a lo que se hace en un burlesque o en un antro XXX, se hacen llamar artistas, quieren escenarios cultos y además exigen respeto del público y becas estatales.

Proceso.— El proceso de la obra se supone más importante que el resultado. Vemos obras inconclusas porque esto “abre posibilidades”. Primar el proceso evita que se haga un análisis de la obra ya que al no estar terminada no podemos emitir un juicio crítico. Es parte de la irresponsabilidad de este anti-arte. Es evidente que estas obras no tienen una relación tiempo-calidad, procesos de meses arrojan obras que en realidad tomó instantes pensarlas y hacerlas. Hacer énfasis en que el proceso es largo y complicado sólo disfraza la falta de calidad de los pobres resultados para hacernos creer que hay un rastro de inteligencia y esfuerzo en ello. Los resultados y la banalidad de las obras contradicen la importancia de su proceso. Para que esta contradicción no sea puesta en evidencia el texto curatorial explica las intenciones del artista. El proceso es intención. El arte verdadero no es intención, son hechos.

© Jessica Stockholder

Reflexión.— La gran bandera de este anti-arte es la “reflexión”; las obras, por banales que sean, exigen una reflexión superior a lo que ellas representan en sí mismas. La reflexión es un proceso que sustituye a la contemplación. La obra, al no motivar que el público permanezca observándola, impone una tarea ajena a ella misma, impone un pensamiento en el que debemos entretenernos porque la obra no provoca ideas. Esta reflexión es además parte del significado, debemos “reflexionar” en lo que significa y esto es una idea que se suma a la obra para darle un valor intelectual del que carece y que no justifica con su presencia. Dice Danto que “el artista haga la obra, la filosofía y los teóricos le daremos significado”. El artista es un ser que no piensa, designa algo como arte y un teórico le da un peso intelectual. Reflexionemos en eso.

Todos son artistas.— La falsa democratización del arte, el “todos son artistas”, se convirtió en una tiranía. El problema es: si todos son artistas y todo es arte, no hay espectadores; el que mira puede ser creador en ese instante, así, para qué ver algo que tú como creador potencial puedes hacer y hasta superar. El segundo problema: al margen de la calidad artística —que por lo general es nula— no hay nada que observar porque todo es arte, no hay objetos que requieran de nuestra dedicación especial para contemplarlos. Desde los temas que abordan hasta los materiales que usan, esta actitud totalizadora está dirigida a que la experiencia estética pierda sentido. La decisión, puramente dogmática, que de que todas las aptitudes son iguales —y eso le da a cualquiera la capacidad de hacer arte— implica que no hay nada admirable o valioso en hacer arte, porque se convierte en una operación común, corriente e intrascendente. Lo que hace innecesario un recinto tan costoso y pretencioso como un museo. ¿Para qué alojar, exhibir y resguardar algo que todo el mundo puede hacer? Si todos son artistas y todo es arte, por lo tanto hasta el último centímetro cuadrado de la realidad es arte y es un museo al mismo tiempo. Pues afuera con sus obras, a la calle y que dejen los museos para lo extraordinario.

Transustanciación.— Es una superstición religiosa que afirma que un objeto puede cambiar de sustancia sin alterar su forma. El objeto es algo más de lo que representa, es otra cosa. En eso se sostiene el fraude del arte contemporáneo y sus ideas conceptuales, la figura, o sea lo evidente, no cambia, cambia lo que no vemos, el significado. Los conceptos de los artistas, sus curadores y críticos son como la publicidad que nos habla virtudes del producto que no son evidentes pero basta creer en ellas para que existan. La galería, el museo y la iglesia son incuestionables, y todo lo que está dentro es verdadero porque lo ampara una idea mal redactada incapaz de ser comprobada. Ante la exposición de adjetivos de las reseñas de los críticos que apoyan este anti-arte cuesta enterarse de si hablan de una instalación o de un performance, pero de lo que sí nos enteramos es de que la obra es genial, transgresora, que invita a la reflexión, que rompe con esquemas y hace denuncia social —y detrás de este edificio retórico hay un video pornográfico de Santiago Sierra o unos espaguetis en una silla. Por ello la duda, que es el primer rasgo de inteligencia, nunca es bienvenida en la publicidad, la religión o el arte contemporáneo, porque cuestiona esas verdades fabricadas, y es en este proceso en el que se derrumban todos los mitos. Estas ideas supersticiosas han penetrado como la publicidad y por eso las instituciones y fundaciones creen que apoyar a estas obras es apoyar al arte, restando apoyo al arte verdadero. ®

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Publicado en: Arte contemporáneo, Destacados, Julio 2011

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  1. Si en un momento el «arte» conceptual fue considerado como revolucionario, rompedor de todos los esquemas artísticos, después de todos los gastados discursos de la divinidad de lo terreno de sobre valuar las cenizas y las cajas de cartón llega la hora de preguntar ¿y ahora que?. Es hora de volver a romper con las reglas contemporáneas para dar lugar a algo nuevo, como se ha hecho a través de toda la historia del arte.

    «El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas».- Marcel Duchamp

  2. Qué interesante análisis. Excelente para estos tiempos. El apabullante florecer artístico de todos de muchas formas ha aniquilado al arte, al árbol del cual nace cada flor.

  3. El artículo es provocador y polémico, por eso es interesante. Tiene puntos debatibles, hace muchas generalizaciones, pero acierta en señalar los excesos del arte actual que muchos tratan de justificar con discursos filosóficos o críticos. Ciertamente, el status quo del arte actual brinda espacio para que algunos individuos de pocos méritos puedan bailar en el baile de los museos y las galerías. En épocas pasadas eso era más difícil, porque los criterios valorativos para juzgar una pieza de arte eran más estrictos. Ahora se impone la dictadura del relativismo. Esto no es nada raro. ¿No se supone que el arte sea reflejo de la época en que vivimos? Hoy día todo es justificable con un discurso inteligente. Y pasa como bueno o aceptable.

    Sólo me resta decir que, en este ensayo, es innecesario y una falta de respeto traer por los pelos el concepto religioso de transubstanciación calificándolo de superstición religiosa. Cuidado con caer en las mismas actitudes prepotentes y ofensivas que intenta criticar en su escrito. No hacía falta. Lo peor que le puede pasar a un anti-dogmatista es convertirse en una réplica opuesta de los que critica.

  4. San Polanco

    Estas últimas intervenciones reafirman lo que ya escribí. Ya fui señalado por criticar, como si criticar, cuestionar, fuera malo. También fui tratado de burro, por algo me mandaron a «pensarlo»… Gracias por el consejo. Primero que nada recibí la descalificación, para dejarme fuera del análisis del tema. Esa estrategia ya está demasiado gastada.

    Si alguien se pregunta porqué un montón de sillas apiladas no tiene el mismo valor artístico que una pintura del renacimiento es porque estamos metidos hasta el cuello en retorcimientos mentales y filosofales que hace replantear cualquier cosa. Cualquier cosa menos lo que se entiende «no criticable». Se dice que lo que importa es el mensaje del artista, como si desde la pintura renacentista hasta el arte moderno no existieran los mensajes de los artistas. ¿Es novedoso que los artistas tengan un mensaje? ¿El arte hasta ahora no había comunicado nada? En realidad lo que se quiere justificar es que exista solo el mensaje, sin un soporte visual que lo sustente y que lo haga valioso. Otra vez, adiós arte visual, solo importa el textito que debe ajuntarse a la obra o escrito por el curador en el catálogo. Si falta ese texto no queda nada.
    Me quedo con las preguntas, ¿porqué la filosofía invadió y desplazó a las artes visuales? ¿Porqué no pasó lo mismo con las otras artes? ¿Porqué no se define que la música clásica no tenía mensaje y se plantea que esas sillas apiladas son una sinfonía a punto de comenzar y plenas de mensajes? ¿Porqué no tenemos plateas de público que van a escuchar un concierto y se encuentran con una pila de sillas? ¿Porqué no hay directores de orquestas cobrando mucho pero muchísimo dinero para presentar ese tipo de conciertos y premios muy fuertes en dólares otorgados a ese tipo de músicos que lo único que hacen, es empujar la pila para llamarse artistas?

    Creo que no van a pasar muchos años más para que se comente como jocosa curiosidad lo que le pasó a las artes plásticas al principio de siglo XX, situación que llegó hasta comenzado el siglo XXI… Moda que fue producto de un chiste que Duchamp quiso hacer en una muestra suya y que no pensó que iba a ser tan copiado y repetido.

    Los chistes que se repiten no vuelven a provocar la misma gracia.

  5. quiero agregar:
    no todos son artistas, pero sí cualquiera puede serlo.
    no todo es arte, pero sí cualquier objeto puede serlo si le otorgas un sentido específico.
    por qué una pintura del renacimiento es arte y cuatro sillas apiladas no lo son?? acaso no importa también el mensaje del artista y no solo las técnicas o materiales…? acaso al fin de cuentas no es mas importante el mensaje antes que la técnica?…
    de algo estoy segura:
    el que se anima, imagina y plasma es artista; pero cualquiera es el que critica…
    Gracias por este material, me servirá para analizarlo en futuros trabajos de investigación y reflexión.

  6. creo que hacer comentarios críticos mirando sólo desde una perspectiva no te permite crecer. parece que tapas con tus manos a los costados de tus ojos y no ves más de lo que está en frente…
    Es fácil criticar lo que hay y no proponer nada nuevo para hacer la diferencia… los que imaginan y crean hacen la diferencia; los que sólo critican lo que ya está en vigencia hablan de lo que hicieron los demás, las mentes brillantes…
    pensalo…

  7. San Polanco

    ¿Porqué otras disciplinas artísticas, aunque hayan pasado por replanteos y cuestionamientos profundos, han podido permanecer dentro de sus definiciones y siguen siendo música, teatro, cine o danza? ¿Porqué las artes plásticas han sido invadidas de tal forma por la filosofía, al punto de ser reemplazadas? ¿La filosofía es el arte ahora? ¿Los colores, la línea, la proporción, las propiedades intrínsecas de las imágenes ya no tienen más sentido? ¿Hasta cuándo las artes plásticas van a estar secuestradas y reemplazadas por la filosofía?

    No importa la técnica, no importa el saber hacer, no importa la formación del artista, no importa que el público se emocione con la obra, en realidad ni siquiera importa la obra. Pero… eso sí… sí importa el cartel, el nombre del artista y del curador, las becas, los viajes, que llevarán de la mano al mayor valor económico de lo que puedan vender, de los premios que puedan recibir, de los cargos y posiciones de estatus que puedan alcanzar. Los verdaderos objetivos están ahí, y si los cuestionas serás acusado por la inquisición del establishment teórico (el que define todo lo que ya no es arte) como conservador, modernista, irreflexivo, rígido, retrógrado, burgués, ignorante, y quién sabe cuantos delitos más.

  8. Miguel Mallol

    Estoy de acuerdo en el concepto aunque creo que algunos aspectos son discutibles en cuanto a que lo que sucede en la actualidad se ha repetido durante toda la historia del arte.
    ¿Estamos ante la antesala a un regreso al arte tradicional como sugiere la Srta Lésper?

  9. DANIEL FALCONI

    CONSIDERO QUE MUCHOS DE LOS JUICIOS AQUÍ EMITIDOS SON DEMASIADO EXAGERADOS Y SEVEROS Y HECHOS A LA LIGERA, EL ARTE PARTE DE UN CONCEPTO, Y LO QUE P0LANTEA EL ARTE CONCEPTUAL ES LIBRARSE DEL OBJETO, ES DECIR ROMPER ESAS IMPOSICIONES DE LO QUE ES ARTE COMO DE HACERSE Y LOS MEDIOS PARA CREAR ARTE, ES DECIR ROMPE CON LO ACADÉMICO PERSIGUIENDO OBJETIVOS DE CREAR IMPACTO Y CONSCIENCIA POR NUEVOS CAMINOS, YO SOY UN GESTOR CULTURAL, ACTOR Y EN RECIENTES AÑOS INCURSIONÉ EN EL PERFORMANCE QUE TE HACE EXPLORAR UNA FORMA DISTINTA DE DISCURSO ARTÍSTICO, MAS BIEN CREO QUE ESTE JUICIO ES EMITIDO DESDE UN PUNTO DE VISTA DONDE SOLO IMPORTA LO ESTÉTICO Y LOS CÁNONES TRADICIONALES, DEJANDO DE LADO EL CARÁCTER FILOSÓFICO DEL ARTE.

  10. Luis El trueno Ovallos

    Exelente artículo. Estoy completamente de acuerdo con la opinión de la escritora. Nada mas patetico que ir a una exposición donde supuestamente vamos a ver arte y te encuentras con una lata oxidada enmarcada y colgada de la pared. Y alguien quiere convencerte de que eso es arte simplemente por que la colocó ahí un tal man rey. Una lata espichada no es mas que eso pero en las universidades sacan fotocopias y mas fotocopias de individuos a los cuales se les ha inoculado que «eso» es arte y ninguno se atreve a revelarse contra ese supuesto conocimiento. Pero como se van a revelar si son solo fotocopias.

  11. En lo poco que pude leer de este articulo se ve la influencia terrible del capitalismo salvaje y la falta de información de la fuente ya que hay artistas plenos y con un nivel de consciencia elevado con conocimientos y verdaderas preocupaciones sociales, el arte siempre fue conocimientos y debe seguir siendo conocimiento y si no no es arte tan solo es comercio sin valor como cualquier otra cosa y por consiguiente pasa a tener otro nombre …ventas o quizás dinero… algo así

  12. paola cano

    El artículo me ha resultado interesante, no deja nada entre líneas, se presenta un punto de vista- claro y pujante, manifestando la emancipación de la imágen y la violencia capitalizada.

  13. La generalización extrema es un error en este artículo,me parece ultraconservador y retrogrado la descalificación a nuevos medios de creación,puesto que si un pincel o un bastidor de lienzo se construye a partir de la madera que nos brinda y tomamos de la naturaleza o el celebre Reveron usaba hasta pupú de gallina para pintar,entonces no veo porque alguien no puede reciclar objétos y desechos para crear lo que le de la gana,mezclando medios,abordando tematicas o siguiendo las tendencias que mejor le plazcan o le convengan, hechar mano de lo que se encuentra para ir más alla de lo tradicional es una opción y derecho personal,su resultado y tratamiento artistico,interventor,creativo,estetico o como se quiera llamar es inhenrente a un gusto personal,al que le gusto le gusto y al que no no,punto! el malo o buen arte,independiente de tendencias o curadores dictadores o la plata q enq se mueve al final se diluye entre lo que a uno le gusto o no y lo que a uno no le gusta a otro si le gusta,cuestión de GUSTO PERSONAL y punto! Si bien se habla aquí de arte que haga pensar y mueva los sentidos y el alma y tal,pues entonces empezemos por no limitar,censurar o descalificar la libertad de técnicas,materiales,temáticas y tendencias,lo contrario es la tan signada TIRANÍA que este artículo alude,porque ir al extremismo es caer en lo que criticamos,es tiranizar y totalitarizar pocisiciones y criterios personales! EL MEJOR VINO ES EL QUE MÁS TE GUSTA!!! JA!

  14. Este texto adolece de referentes históricos dejándolo meramente como una especulación. Lo encuentro terriblemente superficial y -con respeto a quien lo escribió- usa términos mayormente utilizados en el modernisno y no aplicables al tiempo presente.
    Este tipo de textos deben cuestionar de una manera en donde se aporten ideas que cuestionen y ofrezcan direcciones.
    Criticar y juzgar es una actitud MUY fácil.
    Debemos evaluar profundamente.
    Este texto no es un ejemplo de esto.

    Lo siento pero no me uno a la evasión colectiva….

  15. Francisco Bassim

    Convertir al curador en la gran estrella del arte y no en parte de este es el error que nos ha llevado a la situación actual, por lo menos en Venezuela, donde las salas de museos y de galerías no difieren mucho de las salas de las casas de los curadores, es más, las galerías y museos se han convertido en una extensión de la casa del curador. Es por esto que vemos en la mayoría de las galerías de la ciudad al mismo grupo de artistas todo el año, los cuales en casi su totalidad son obreros que crean lo que al curador le gusta, es decir, forman parte de una fábrica donde solo se fabrica un único producto el cual es muy difícil al verlo decir cual de los obreros lo fabricó.

    En Venezuela muchos de los curadores se han dedicado a convertir a los jóvenes artistas en los imitadores de nuestros grandes maestros, por eso vemos por todos lados nuevos y nuevas Gego, Cruz Diez, Otero, y demás grandes. Nuestro arte se repite como una pesadilla que nunca termina.

    Lo nuevo o lo diferente, si está fuera del gusto del curador quedará fuera del circuito.

    Más grande su ego, mas dueño de la verdad se creera y mayor será el daño.

    Creo que a muchos de nuestros curadores les falta «objetividad» y una visión más encaminada hacia la «diversidad».
    Un poco de humildad no les caería mal.

  16. Audino Diaz

    Siento que en un comienzo el espectro conceptual fue una ventana por donde el aire fresco entro en el consciente de los artistas y en general en el mundo del arte, pero en este momento, la falta de mano de obra, la ligereza con la que son mostradas y creadas estas obras, ese afan por convencer al publico con historias para mi no tiene sentido, quiero decir (no creo en eso), como siempre ha sido, el TIEMPO sera el mejor juez en estos y todos los casos. El arte debe ser para todos y no solo para un reducido grupo de intelectuales, creo en la practica constante, en la labor diaria, en la investigacion, en la pasion, en la entrega,en que una obra debe hablar por si misma y el amor por el arte.
    me ha gustado mucho el articulo y entiendo que muchos se puedan sentir ofendidos pero en realidad ir de galerias y museos por las grandes capitales resulta no solo ofensivo sino insultante.
    un saludo desde Madrid y sigamos trabajando !!
    Audino Diaz

  17. Las reflexiones me parecen necias, faciloides, desinformadas y conservadoras. Hablas sin argumentación de arte o anti-arte como la biblia de dios o del anticristo. ¿Qué son? ¿los diez mandamientos? Sin ánimo de ofender tus definiciones sí que se aproximan una dictadura. Hablando de arte, el castillo de cartas se te cae porque pasas por alto el definir qué es esa palabra ARTE en torno a la cual construyes y compones adjetivos. Por supuesto, tal vez no seas capaz. Existen muchos espacios y sitios que no son solo museos. Muchos jóvenes «emergentes» que sí tienen ideas y poca visibilidad. Gente muy trabajadora que se merece un respeto. Deberías saber mirar un poco más allá de lo comercial, oficial y de lo que te venden. Por ello opino que no aciertas con tu atrevida definición del arte contemporáneo, son palabras mayores que se te quedan grandes. En todas las profesiones hay «malos» y «buenos», como en el sistema médico contemporáneo, político contemporáneo, comercial contemporáneo, etc. El sistema puede fallar, pero no por ello todos los actores y todo su trabajo han de ser quemados en una hoguera. Se me olvidaba comentar también que Arte no es sinónimo de «bonito», «realista» o saber copiar tu propia imagen. El arte no es como la ciencia, que sí exige un progreso acumulativo, sino que es un re-cuestionamiento constante del ser humano o ciudadano de su tiempo. El arte de hoy (bueno o malo) a aprendido a velar por la libertad de expresión,la autoría, pensamiento y acción y será arte si tú lo quieres mostrar como tal. Hoy no es necesario saber dibujar bodegones para hacer un dibujo. Un saludo.

  18. Elizabeth Marrero

    Cuantas verdades, y sobre todo esto » Los nuevos museos no requieren de alarmas, medidas de seguridad o guardias, y lo que llegaran a robarse puede ser reemplazado en un instante y sin la presencia del artista» O sea que no es arte, cualquiera lo puede hacer.

    Excelente articulo. Saludos.

  19. ..muchas de las cosas que se hablan en este articulo son realidad aunque muchas personas quieran defender esta situación del arte contemporáneo , son realidades que todos los que pintamos nos hemos visto confundidos y no de muy buena forma al respecto de lo que son referentes en las exposiciones actuales.

  20. Sin ninguna duda son reflexiones muy atinadas, por supuesto como tada reflexion personal, estan sujetas a discutirlas, estoy de acuerdo con ella en un 95% por ciento, pero hay un 5% por ciento que se puede discutir, por supuesto inteligentemente, de todas formas felicito a la autora que se tomo su buen tiempo y trabajo para llegar a estas conclusiones, saludos desde Caracas, Rolando Peña

  21. El arte es libertad y quien no la ejerce y asume actitudes facistas, está hablando de otra cosa. Quien no deja crecer un árbol, no está preparado para hablar de botánica.
    Gracias

  22. José María Arévalo

    Magnífica reflexión, Avelina, por los senderos del ideario hartista. Sin embargo, aprovechar el término “transubstanciación”, propio de la fe cristiana, para arremeter contra la religión, a la que equiparas con el “fraude del arte contemporáneo y sus ideas conceptuales”, me parece poco serio y que en ello haces un flaco favor al Hartismo, socavando sus cimientos. Es el “todo vale” lo que principalmente combate el hartismo, la pérdida de valores, y es justamente ese relativismo en los valores, continuo motivo de denuncia por la Iglesia. Así el Papa, en la JMJ resaltaba que, precisamente ahora, “la cultura relativista dominante renuncia y desprecia la búsqueda de la verdad, que es la aspiración más alta del espíritu humano”. Creo que vale la pena una mayor reflexión al respecto. Lo he comentado, lo positivo y lo negativo, más ampliamente en mi blog
    http://blogs.periodistadigital.com/tresforamontanos.php/2011/10/02/p302149#more302149

  23. Es claro que algunas caras del arte contemporáneo resultan mediocres. Pero existe mucha variedad y algunas joyas con gran valor ecológico (por ejemplo) dentro del gran abanico de lo que se produce en nuestros tiempos. Joseph Beuys impulsó una gran conciencia ecológica en la ciudad de Kassel con su proyecto de los 7000 robles. Su intención al hacer esto es hermosa. Su esfuerzo por lograrlo es inmenso. http://joseluiscastillo.wordpress.com/2008/11/10/7000-robles-de-joseph-beuys/

  24. Parece que en el ambiente existen ciertos comentarios llenos de prejuicios con respecto al arte contemporáneo, si comparto que existen muchos artistas mediocres con falta de compromiso, pero pareciera que se generaliza todo dentro de un saco, no es facil, les recomiendo al sociologo francés Pierre bourdieu, éste nos explica en su libro las «Reglas del Arte» de forma brillante la creencia en el arte y como este campo está sujeto a una lógica y unas reglas en su accionar, hay que investigar un poco más… Mis saludos y respeto a todos los participantes en estas reflexiones.

  25. «Contemporáneo» es un retrato de la realidad de las artes plásticas y del arte en general de nuestro tiempo, fundamentada en una vacuidad que se refleja en la deformación de la belleza y la estética, condenándolas a su extinción. Carles Seipat es un artista contemporáneo de éxito y prestigio internacional, alabado por los críticos y venerado por los seguidores de las corrientes artísticas de vanguardia. Seipat es el arquetipo del artista banal, mediocre y vulgar que ha proliferado en el último medio siglo, donde la supuesta genialidad es elegida por estimaciones arbitrarias, despotismo académico e intereses particulares, económicos y políticos. Esta es una visión personal e intimista del abandono y la alienación a la que se han visto reducidas las bellas artes. «Producir cualquier sonido no es hacer música… moverse de cualquier forma no es bailar… trazar cualquier línea no es pintar.»

  26. «Si Guillermo Vargas Habacuc, que dejó morir de hambre a un perro, amarrara al curador y al galerista para matarlos de hambre no habría existido jamás el performance criminal que hizo» Nota: En la obra de Habacuc de titulo «You are what you read» y que tenia armado con croquetas esa misma frase en una pared, el perro no murió, fue recogido de la calle y se le alimento durante el tiempo que estuvo en la galeria, pero se genero el rumor de que el perro moriría. Por lo visto funciono, Tu eres lo que lees.
    Por otro lado existe una gran cantidad de pintura formal que yo no consideraría arte, mientras mucho arte conceptual me ha llevado a recibir placer o malestar sensorial. Creo que desechar por medio de generalidades es de las actitudes mas ignorantes que se pueden tener.

  27. Esto que planteas es importante porque estamos sumergidos en la mediocridad de estos tiempos. Somos artistas para vender o artistas para crear, vivimos en el consumismo que nos pone el sello apocalíptico de estos tiempos donde son los curadores, galerías y mercaderes de las artes quienes determinan que arte va y que arte no. En el arte moderno una persona que dice llamarse artista utiliza un objeto creado por otra persona luego le pone su sello y ha creado su obra maestra. Esto cada vez va en deterioro para las artes e incremento para el negociante manipulador que solo cree en su bolsillo.

  28. José Luis

    Excelente artículo, para no variar.

    Si, es muy cierto y lo dejas muy claro, una cosa es ese mal llamado «arte contemporáneo» que esta de, y es una moda. El arte requiere de destrezas teórico-practico-técnicas, además de un bagaje cultural que debe tener el artista. Sabemos que este «arte contemporáneo» ha proliferado mucho siendo materializado por medio de una gran cantidad de instalaciones que son hechas por «artistas» de los cuales no es posible distinguir cual de ellos ha tenido una formación académica formal y cual ha sido formado al vapor mediante un «diplomado en arte moderno» con duración de una semana, con la creación de una obra incluida.

    Este «arte» y me refiero al que se produce amontonando objetos, es el resultado de un fenómeno de mercado, surgido en E. U. allá por la década de lo 60, que retomaron ideas de las vanguardias de principios del siglo XX y que en su momento si causaron controversia y fueron propositivos, y es muy cierto que su factura no resiste ni la más sutil crítica, porque carece de fundamentos intelectuales así como de parámetros de calidad en la factura artística. Lo empezaron a fomentar y a promover gente poderosa y adinerada de nuestro vecino del norte. Conscientes de su ignorancia respecto a la historia del arte o de cualquier indicio que deje ver que es una verdadera obra de arte, lo hacen porque han creado un mercado en el cual promueven a los «artistas» cómodos para ellos, teniendo así el control de este mercado.

  29. Sin duda un excelente articulo, sin embargo estoy en contra en algunos puntos, sobretodo cuando se intenta desvalorizar el arte contemporáneo, yo creo que el problema no es netamente el arte contemporáneo en sí, sino el arte conceptual contemporáneo que en resumen viene a ser lo que ya se ha dicho aquí, que el requisito para ser hoy un artista es no saber hacer las cosas para hacerlas (Para mi esto es completamente falso).

    Pienso que una cosa es llamar la atención con un panfleto filosófico bien argumentado y otra intentar conquistar un espacio… hay muchos artistas contemporáneos que aun siguen en la búsqueda de lo último y para muestra de lo que afirmo, les dejo una pequeña lista de algunos que me han dejado con la boca abierta hoy en día:

    Tal R, Banksy, Jenny Saville, Marlene Dumas, Albert Oehlen, Daniel Ritcher, Elizabeth Peyton, André Butzer, Matthias Weischer, Peter Doig, Jonathan Meese, Franz Ackermann, Julie Mehretu, Andreas Hofer, Jonas Wood, Cecily Brown, Matthias Schaufler, Charline von Heyl, Amy Sillman, Serban Savu, Josephine Halvorson, Adrian Ghenie y Wendy White.

  30. Llevo rato tratando de encontrar sentido al arte contemporáneo; No he podido, el discurso no me lo creo, visualmente no representa nada; en fin que has resumido mi sentir. Me ha gustado mucho el artículo.

  31. Interesantísimo artículo…
    Pero lo mismo que pregunta Fabián al principio… ¿Que hubiera pensado Rembrandt de Picasso?

    O el mismo Bach al escuchar que el Mexicano Julio Estrada o el mismo Penderecki o Schoenberg, destruyeron su sistema tonal para dar paso a nuevos colores en la música.

    Estos compositores no llenan teatros ni venden tantos discos como la música barroca o la clásica, sin embargo su trabajo lleva técnica e intelecto virtuoso que no está en discusión y han dejado una escuela que se divide en varios caminos. Un servidor compone música tomando técnicas de algunos compositores tanto contemporáneos como «clásicos»

    Cuando dices que si el concepto se va, se queda desvalida la obra… No estoy de acuerdo. Cuando hablas de las celulas de espejo, mencionas que se tendría que tener una capacidad empática para ponerte en lugar del artista, y así entenderlo, hasta allá vamos bien..pero en lo personal he sentido empatía con algunas obras de arte contemporáneo, en donde el concepto se lleva el 94% de la obra. Fueron experiencias meramente cognitivas, e inolvidables, más que ver una pintura de Van Gogh que adornada una bonita sala. (tocando tu punto de que el arte tiene un deber con la naturaleza o sociedad)

    Por otra parte, mencionas que el artista contemporáneo tiene 100 años de antigüedad y está estancado, bueno. que hay con el renacimiento? barroco? clasicismo? romanticismo? que fueron épocas centenarias, algunas de ellas superaron los 100 años.

    Es obvio que existirán fantoches todo el tiempo, en todos lados, pero no puedes generalizar de tal forma. Heitor Villalobos decía: «un verdadero artista es moderno por naturaleza» y por ahí hay otra frase que cambio mi vida que dice: «El que es chingón, es chingón»

  32. Me gustaría saber la opinión de Avelina sobre Picasso, es también un mediocre? Y a partir de que momento el arte dejó de serlo (según ella). Los garabatos de Pollock son arte? toda pintura es arte o solo la figurativa? o todo arte conceptual no es arte? El elitismo del arte conceptual es equiparable al elitismo de la pintura?

    Los grupos conformados por curadores, galerías, museos y artistas conceptuales, son igual de reprobables que los grupos de críticos, galerístas, pintores y escultores que dominaban los espacios expositivos hace unas cuantas décadas? Realmente ha cambiado mucho el panorama? Me temo que no, es solo que son otros los grupos que dominan el mercado y los museos!!

  33. LUIS BLANCHARD

    Creo, como artista , que es la mejor definicion de lo que es el panorama artistico actual .En un sistema en el que el mayor valor es el consumo , no podia esperarse otra cosa . En una sociedad corrupta hasta la médula , es normal la mentira cultural. .
    Una de las muestras que veo de la vanidad y superficialidad del arte
    conceptual es que ninguno de los auto llamados «creadores» y la caterva de «curadores» llevan esas ridiculas «exposiciones» a espacios
    populares: escuelas , barriadas pobres , carceles , manicomios , alli
    donde seguramente los niños, los miserables o los dementes les arrojarian por la cabeza sus ready mades , instalaciones o como les llamen . Ellos , con su sinceridad les gritarian «esto es una mierda!
    Por eso se refugian en coquetas galerias , fundaciones , centros culturales y bancos a los que nadie va ….
    Y alli en las criticas veo , por supuesto, los coletazos de los mediocres , autocastrados «creativos» del momento …
    Muy buen articulo .!

  34. Miguel Ángel Salazar

    Coincido plenamente Avelina.
    ¿Como alguien puede escribir no un poema, sino una simple carta si no conoce las vocales?
    ¿Como un artista visual puede ayudarnos a entender la realidad, si no es capaz ni siquiera de retratarse a si mismo,(copiar su imágen)?
    Esto es, manejar la técnica y desarrollar las habilidades del dibujo, (lo que equivaldría a conocer las vocales).
    Un Abrazo.

  35. Hola Lésper, varias cosas que mencionas son realmente acertadas!!!, me dedico a la investigación sobre la genética de la diversidad biológica, y en la ciencia sucede algo similar, al parecer meras practicas endogámicas para sus curadores, críticos y artistas…son necesarias estás reflexiones y reconocer la escena actual en este sistema

  36. Hacer crítica como éstas sólo exhibe la incapacidad real de poder invertir las neuronas en otra cosa. Lo importante son los hechos, eso a lo cual le has dedicado un poco de tiempo. Gracias por hablar sobre los artistas y sus obras.
    Dicen que los artistas son los peones del ajedrez, talvez es todo lo contrario. Gracias por dedicar a las obras de arte y a los artistas un poco de ejercicio interpretativo.
    Slds!

  37. Guillermo Cubero

    Un recorrido implacable por la escena de lo que la gente llama arte cotemporàneo. Con un tono chispeaste, llano, directo, el texto busca a toda costa hacerse entender, muy al contrario de la retòrica oscura, unas veces sosa otras veces rocambolesca que lo que busca es enREDarte y que es comùn en los cìrculos que comparten intereses en el mercado del arte:galeristas, crìticos, artistas. Deja entrever que el esfuerzo tenaz y genuino para dar nuevas respuestas a los nuevos desafìos sigue vigente. Irrita, confronta, ilumina, abre puertas, interpela al lector y lo hace reaccionar, hace lo que se esperaría que hicieran las supuestas performances que tenemos que aguantar en las galerías. Mis respetos.

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