La serigrafía en Guadalajara

Serigrafía de autor contemporánea tapatía (1984–2014)

Conformada por 220 obras de más de cincuenta artistas, ésta es una selección realizada entre los catálogos de siete editoriales tapatías y el proyecto curatorial ha girado en torno a ellas. Las editoriales son por orden cronólogico: Ediciones Sur, Grafisma Editores, Seriart, Ediciones Axolotl, Zata, el colectivo Homeless y Satterugly.

Miguel Vega, "Autómata".

Miguel Vega, «Autómata».

La exposición MADE IN GDL. La perla se viste de seda/Serigrafía de autor abarca en casi su totalidad el recorrido de la serigrafía de autor tapatía desde mediados de la década de los ochenta hasta la fecha. La ciudad de Guadalajara es una plaza especialmente prolífica en esta disciplina gracias al gran semillero de artistas plásticos que aquí viven y trabajan y, sobre todo, al empeño de las editoriales y talleres locales, que a lo largo de más de treinta años han ido confeccionando unos catálogos de notable relevancia.

Esta muestra, conformada por 220 obras de más de cincuenta artistas, es una selección realizada entre los catálogos de siete editoriales tapatías y el proyecto curatorial ha girado en torno a ellas. Las editoriales son por orden cronólogico: Ediciones Sur, Grafisma Editores, Seriart, Ediciones Axolotl, Zata, el colectivo Homeless y Satterugly.

El origen de la mayoría de editoriales y talleres que derivaron hacia la producción editorial de arte pasa por la impresión en camisetas de logos y consignas publicitarias como un artículo promocional más de la serigrafía comercial. Pero la camiseta es rápidamente absorbida por la serigrafía artística como su principal caballo de batalla por la facilidad con la que se convierte en el primer lienzo popular móvil, y en un icono de la democratización tanto de la moda como del arte, además de ser la pancarta ideal para lanzar consignas sociales y fomentar activismos de todo tipo.

También el cartel como medio de difusión cultural y toma de conciencia social se sitúa en los orígenes de esta industria en Guadalajara, con iniciativas de diseñadores y artistas para difundir eventos y exposiciones. Los carteles de estas últimas a menudo producidos por los propios artistas expositores, como el realizado por Benito Zamora con motivo de su exposición en la Galería Matiz en 1992 (acto fundacional simbólico de Ediciones Axolotl, a partir de ese momento y hasta la fecha la maestra Teresa Valdez se hace cargo de los procesos de impresión y ya suma 25 años de oficio), y por otro lado también se alimentan de encargos institucionales para campañas de toma de conciencia ante pandemias como el sida (Postof, Grafisma Editores) o la crisis de los migrantes.

La producción de carteles y piezas realizadas en los albores de los noventa por parte de El colectivo callejero, impulsado por Rigoberto Padilla (Ediciones Sur), está impregnada por un marcado carácter de denuncia social y activismo gráfico urbano, además de poseer una insólita belleza. El catálogo contiene obra de artistas como Antonio Ramírez, con carteles sobre el indigenismo, Roberto Pulido, Manuel Ramírez, la oxaqueña Domi, quien nos habla de la irrupción del zapatismo en Chiapas en 1994, y sobre todo la obra del propio Padilla, quien merece un capítulo aparte en esta exposición.

Las impresiones en papel (art prints), mayoría en MADE in GDL, también apuntan en la dirección antes mencionada de democratizar el acceso al arte a públicos más amplios, al tratarse de series de originales múltiples mucho más asequibles que una pieza original única. Del mismo modo, para el artista plástico, la gráfica, ya sea serigrafía o grabado, se convierte en el “caballo de batalla”, en palabras de Vázquez Bernal (Axolotl), para lidiar en el mercado, permitiéndole la misma política de venta a precios accesibles, mientras se concentra en piezas originales de mayor elaboración y calidad, y al mismo tiempo, por su carácter de reproducción serial, tener la oportunidad de exhibición simultánea en diferentes lugares sin menoscabo del stock personal.

Respecto a los antecedentes de intentos previos de reunir la producción serigráfica de Guadalajara, se cuenta el llevado a cabo por el colectivo SERIGRAFÍA 14, que ya realizaba exposiciones conjuntas en 1986. Sin contar con las ediciones del Salón de la Gráfica en que las técnicas del grabado y la serigrafía compartían espacio, pero esta última como invitada y representada en minoría.

Ahora en MADE in GDL, casi treinta años después, mostramos obra de dos de los integrantes de SERIGRAFÍA 14, Miguel Ángel López, artista en activo y en una etapa muy productiva, y el fallecido Rigoberto Padilla, quien capitaneó Ediciones Sur por más de una década produciendo obra con un impresionante elenco de artistas locales y de las ciudades de México y Oaxaca. Cientos de piezas que pacientemente ha ido recopilando el coleccionista, galerista y promotor de arte Álvaro González Nieto, en una labor imprescindible para evitar que se disperse una importante parte del patrimonio gráfico de la ciudad, y por lo tanto de su identidad cultural, una de las más ricas en matices. A esa labor de coleccionismo y a la generosidad de A. González debemos que esas piezas de Ediciones Sur estén ahora aquí.

Para contrarrestar esa dispersión habitual de la obra en los catálogos de los talleres Ediciones Axolotlemprendió un proyecto de producción serigráfica con el objetivo de conformar la Carpeta 5/20, que integra veinte obras de otros tantos artistas englobados en cinco décadas o diferentes generaciones. Esta carpeta, además de convertirse en el primer catálogo oficial de la editorial, se traduce también en un logro más de la colaboración de productores de contenidos culturales en mancuerna con la inversión privada, de la mano del productor y también artista José Carlos Pelayo.

De este modo el panorama de la serigrafía de autor tapatía que aquí se ofrece es completamente inédito, estas piezas nunca antes se habían mostrado en su conjunto y muchas de ellas estaban atesorando polvo olvidadas en el fondo de una estantería, como en el caso de Grafisma Editores y Seriart, talleres actualmente en activo pero lamentablemente alejados de la producción de la serigrafía de arte, fundamentales ambos en los años de producción de carteles con grandes piezas en sus catálogos. Lo mismo se podría decir de Zata, un taller de larga trayectoria pero de producción irregular que cuenta en su catálogo con verdaderas rarezas, como la única serigrafía que ha producido el artista emblema de la neopsicodelia tapatía, Roberto Morleghem.

El panorama de la serigrafía de autor tapatía que aquí se ofrece es completamente inédito, estas piezas nunca antes se habían mostrado en su conjunto y muchas de ellas estaban atesorando polvo olvidadas en el fondo de una estantería.

Así, MADE in GDL es una panorámica de la historia de la gráfica tapatía reciente que abarca desde grandes maestros de la plástica como Antonio Ramírez, los fallecidos Rigoberto Padilla y Javier Campos Cabello, un testigo que recogen Miguel Ángel López, Benito Zamora, Manuel Ramírez y José Fors y lo entregan a la siguiente generación de los Roberto Pulido, Enrique Oroz, Toño Camuñas —verdadera excentricidad en el panorama local— y los más jóvenes como Miguel Vega o Satterugly, artista muy poco complaciente y llamado a revolucionar el panorama de la gráfica local, enriqueciendo con su aportación todavía más este gran libro de la serigrafía de autor tapatía.

Mención aparte merece el colectivo Homeless, que con acciones que involucran a sectores marginales de la sociedad aborda conflictos sociales de manera lúdica a partir de camisetas serigrafiadas con sus diseños, estableciendo un puente de diálogo con las prácticas y los discursos del arte contemporáneo. La pieza que presentan, TRANSBORDER–GAME, se desarrolló ex profeso para esta muestra y cuenta con la producción, una vez más, de Álvaro González.

Uno de los objetivos de MADE in GDL. La perla se viste de seda/Serigrafía de autor es revitalizar esta industria, crear comunidad gremial y ampliar mercados, lo que supondría mantener y crear nuevos puestos de trabajo, que sin duda repercutirán positivamente en los sectores productivos de la zona.

El otro es visibilizar esta gran riqueza en serigrafía de autor que alberga la ciudad tapatía, ponerla a disposición del público visitante y posicionar a Guadalajara como uno de los centros capitales de producción de la serigrafía de autor a escala nacional y establecer con ello una marca de identidad cultural. ®

La exposición se puede ver del 5 de septiembre al 5 de diciembre de 2014 en el Ex Convento del Carmen de Guadalajara, Avenida Juárez 638, Jal.

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Publicado en: Arte, Noviembre 2014

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